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Pedro del Cura, alcalde de Rivas Vaciamadrid

Pedro del Cura, alcalde de Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

La situación generada por la pandemia de la Covid-19, la situación del enlace con la M-50, los principales proyectos urbanísticos de la ciudad, la atracción de empresasDiario de Rivas entrevista a Pedro del Cura, alcalde de Rivas Vaciamadrid, para repasar los principales asuntos de actualidad y proyectos estratégicos que marcarán su futuro.

El PSOE acaba de incorporarse hace pocos meses al Gobierno de Rivas Vaciamadrid. ¿Qué supone este cambio?

Con el Partido Socialista llegamos a un principio de acuerdo de carácter político, al poco tiempo de las elecciones, al igual que hicimos con Podemos, que es el acuerdo político que se ratificó cuando se incorporaron al Gobierno municipal. Lo más importante de la política es saber qué venimos a hacer al Ayuntamiento y en beneficio de quién, cómo vamos a utilizar los recursos públicos y en qué aspectos vamos a hacer más hincapié. Todo eso está pactado. Una vez que la política está acordada, el resto es mucho más sencillo, porque no es tan importante el puesto que ocupe cada uno dentro del organigrama del Ayuntamiento, sino que todo el mundo está a lo mismo, que es llevar a cabo un proyecto progresista para esta ciudad y sus vecinos, que así han querido que sea. Por tanto, lo único que cambia es que todas las fuerzas políticas de izquierda con representación en la administración estamos trabajando juntas. ¿Eso significa que no trabajamos con la oposición y que no tratamos de integrarla en la gestión de la ciudad? Para nada. Vamos a seguir trabajando con todos los partidos, como siempre. Desde que yo soy alcalde, los grandes temas de la ciudad los he intentado trabajar con todos y eso ha dado buenos resultados. Los concejales socialistas están viendo también la diferencia que es estar en el Gobierno y no en la oposición. Porque, independientemente del rol que juguemos, los problemas hay que resolverlos en tiempo real y son muchas las dificultades, y además ellos entraron en un contexto un poco complicado, en plena pandemia. Lo están haciendo muy bien y están poniendo mucho interés y voluntad para sacar adelante el trabajo. Vamos a ver la expresión de este trabajo en los próximos presupuestos que, aunque la pandemia nos cambia el marco de prioridades, también entendemos que esas prioridades tienen ideología. No es lo mismo garantizar la protección de la gente trabajadora, las ayudas sociales o el derecho de la gente a una calidad de vida, que otro tipo de políticas que, cuando ha habido otras crisis, ya hemos visto cómo se han ido gestionando. Además, es una experiencia importante, porque no hay ninguna otra ciudad en la Comunidad de Madrid en la que todas las fuerzas progresistas con representación institucional trabajen juntas en un mismo gobierno.

Estamos en plena crisis sanitaria, en una segunda ola de Covid-19. Rivas, a día de hoy, no está confinada, aunque cuando se anunciaron las primeras restricciones en otras 37 zonas de Madrid, Rivas quedó al margen por tener menos de 100.000 habitantes. ¿Cuál es la situación sanitaria en la ciudad? ¿Cree que podrían aplicarse restricciones aquí también?

Yo contemplo ese escenario, porque la evidencia de la primera oleada nos ha demostrado que los escenarios especialmente optimistas, al final, se acaban desbaratando. Por eso, prefiero ser pesimista y equivocarme que encontrarme con una situación que no tengo prevista. Lo que intentamos hacer es un seguimiento, un barrido de datos, a pesar de que tenemos una falta absoluta de información por parte de la Comunidad de Madrid. Ahora, dicen que los datos no crecen, pero también han dejado de hacer PCR a los escolares. Yo no sé si esto es que las medidas están funcionando o, sencillamente, no tenemos la misma información que teníamos antes. Cuando se hacían PCR a los escolares había unos datos de contagio que permitían hacer también unos sistemas de rastreo y valorar la situación; ahora, desconocemos qué pruebas se están haciendo y a quiénes. Lo que sí tenemos son muchas competencias y responsabilidades que nos están transfiriendo a los ayuntamientos, especialmente, a las policías, para que hagan muchas labores de rastreo y denuncia. Pero necesitamos más instrumentos de carácter sanitario y preventivo por parte de la Comunidad de Madrid. Vamos a estar así todo el curso escolar y las medidas que tenemos pueden incluso endurecerse. Y lo que vamos a hacer nosotros es seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias, no ir por libre. Lo que nos gustaría es que dejaran de pegarse entre la autoridad sanitaria estatal y la autonómica, y nos digan cuáles son los criterios desde los que podemos gestionar y dar mejores recomendaciones a nuestra población. Nuestra mayor preocupación es la falta de asistencia en Atención Primaria. Nos falta un centro de salud que tenía que construir la Comunidad de Madrid, y sigue sin dar señales de vida a ese respecto. Y el resto de centros de salud están con la capacidad muy mermada. También es necesario hacer rastreos en residencias de ancianos y centros de salud y en el Hospital del Sureste. He vuelto a reactivar las comisiones de coordinación de Seguridad para que tanto Guardia Civil como Policía Local sigan las mismas pautas y criterios, porque se está delegando mucha responsabilidad, a mi juicio excesiva, sobre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las policías locales para suplir la falta de inversión en políticas sanitarias. Intentaremos que, al menos, en nuestra ciudad sean proporcionadas, comunes y coherentes. Si no tenemos competencia sanitaria y no podemos ayudarles en ese sentido, intentemos ejercer las normas con sentido de la proporcionalidad, en vez de desde un planteamiento coercitivo.


«Los ayuntamientos vamos a tener que echar el resto en 2021: ese es el año en el que vamos a ver el drama social de la pandemia»


Hace unas semanas comenzó el curso escolar. Usted habló hace unos días de una veintena de aulas confinadas en la ciudad. Según los datos que maneja el Ayuntamiento, ¿continúa la misma dinámica?

Sí. Sigue más o menos igual, dependiendo de los criterios que da Sanidad, como el tiempo de confinamiento, si se hacen PCR cuando hay un positivo en un aula, etcétera. Hay dudas que plantean familias y docentes y que no está en nuestras manos resolver. Sabemos que está habiendo muchas dificultades en encontrar sustituciones en Secundaria para el profesorado, pero se está arrancando la cotidianeidad de la mejor manera que se puede. Nosotros, seguramente, esta semana tengamos la infraestructura para instalar aulas prefabricadas en el CEIP José Hierro; se están terminando los nuevos accesos de puertas en todos los centros y se han habilitado todos los espacios públicos que la Consejería de Educación nos ha solicitado. Estamos colaborando para contribuir a la normalidad. Hemos lanzado una oferta de extraescolares seguras; todo, siendo siempre un poco conservadores con la evolución de la situación. Pero, si el sistema sanitario de test y rastreadores no funciona, de nada sirven las lógicas de confinamiento, incluso aunque fuera un policía a cada casa para comprobar que se cumple, si después no se están haciendo pruebas.

Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

En Rivas han cerrado muchas empresas en las últimas semanas y otras están en peligro. Ha habido quejas desde sectores, que critican que las medidas de la administración han llegado tarde. ¿Tiene datos sobre el impacto económico que está teniendo el covid-19 en la ciudad?

Ahora mismo tenemos 4.400 trabajadores desempleados en la ciudad. La mayoría, mujeres. No tenemos registros de empresas que hayan cesado su actividad. Estamos trabajando en el presupuesto de 2021 para movilizar todas las ayudas económicas posibles. Todavía no tenemos el decreto del Consejo de Ministros que va a permitir movilizar los ahorros municipales. Es una barbaridad tener, ahora mismo, 15 millones de euros inmovilizados, y no al servicio de la reactivación económica en ese Pacto de Ciudad que firmamos. Por eso, esa pelea por el uso del remanente y el superávit para los ayuntamientos es importante para la reactivación económica. Mientras tanto, hay actividades empresariales que, a pesar de las ayudas y las bonificaciones, sabemos que no van a volver a subir la persiana. Las empresas que tienen que ver con actividades de grupo, o físicas, o lúdicas, están teniendo muchísimas dificultades y no están aguantando esta segunda ola. Y esas son las que más me preocupan, porque empresas de sectores que pueden mantenerse abiertos con un poco de ayuda en los impuestos, pueden continuar, pero es que hay empresas que cerraron en marzo y que no han vuelto a abrir. Estamos trabajando con el censo y viendo qué alternativas tienen los trabajadores de cada sector económico. Me preocupan sectores como el de la cultura, con el que vamos a comenzar un trabajo, a nivel de empresas y de trabajadores, para ver de qué manera les podemos ayudar, porque son sectores muy específicos que siempre se quedan fuera de las ayudas generalistas. Lo mismo ocurre con el sector del ocio y del tiempo libre. Vamos a hacer, más o menos, el mismo formato que hicimos con el Consejo de Ciudad: sentarnos con los afectados y ver en qué sentido se tienen que probar iniciativas. Hasta que no se levanten los ERTE en enero no vamos a tener una visión real de hasta dónde llega la crisis económica. Los ERTE y las ayudas a autónomos han permitido aguantar el tirón, pero tenemos que contar con la evolución de la pandemia, que no la podemos prever. Hay empresarios que, si se les deja abrir, pueden calcular en cuánto tiempo remontan, pero, si no se lo permiten, o no saben en qué condiciones, no pueden. Desde el Ayuntamiento, vamos a hacer una campaña muy fuerte para el consumo local. Estamos trabajando desde el Área de Desarrollo Económico el ‘circuito Rivas’, para consumir y poner en valor lo que tenemos en la ciudad. La principal ayuda a las empresas de Rivas no la da el Ayuntamiento, sino la ciudadanía. Si las familias consumimos en nuestra ciudad, ayudamos a nuestras empresas. Que el Ayuntamiento bonifique una tasa o un impuesto son empujoncitos. La ayuda, que saquen a la gente de los ERTE y puedan tener sus negocios, pasa por que los vecinos y vecinas de Rivas, con unos criterios adecuados de seguridad y prevención, consuman en su ciudad. Además, ahora con las medidas sanitarias, no hay excusa.

¿Y cómo pueden ayudar a las empresas que, a causa de las restricciones, ni siquiera cubren gastos?

Yo he estado negociando con propietarios para que les condonen o les aplacen los alquileres. Y podemos ayudarles con un estudio por si valoran cambiar de actividad. He tenido muchas reuniones con empresarios en estos últimos meses y he visto casos personales que son sangrantes. Lógicamente, no todo puede resolverse de la misma manera. Hay gente que necesita cierto dinero para hacer una inversión, pero esa actividad ya está perdida y hay que pasar a otra. Hay personas que nos preguntan cuándo van a llegar las subvenciones. Hay empresas, por ejemplo, algunas de las naves del polígono, que ya no tienen demanda y cierran porque no pueden pagar los alquileres. Nosotros hemos apoyado moratorias, pero solo pueden aguantar así unos meses. ¿Hasta qué punto podemos recomendar a una persona que aguante con su dinero en vez de decirle que cierre y se busque otra cosa? Hay que entender que hay negocios que no van a poder volver a abrir porque, en los términos que tenían previstos, no van a ser viables. Y se generan situaciones muy frustrantes. He visto parejas de autónomos a las que se les cae el negocio, y con él su proyecto de vida. Y podemos pensar que aquí no va a faltar de comer, porque tenemos servicios sociales, ayudas, la RRAR, etcétera, pero el proyecto de vida que ellos querían tener, ya no pueden tenerlo. Y el problema es que la primera ola se ha aguantado. Pero, en esta segunda ola, si se prohíben ciertas actividades, ya no pueden seguir. En el ocio nocturno, por ejemplo, los que tengan local en propiedad, tratarán de cambiar de actividad, y los que lo tengan alquilado, tendrán que dejarlo vacío y esa actividad no la podrán continuar, porque no pueden pagar los gastos de algo que no da ningún ingreso. Porque por ley está prohibida, además, la actividad en este sector. El nivel de mediación que podemos ejercer en casos como este se centra en ayudar a la persona, pero no ayudar a la empresa. En el mes de enero vamos a ver a cuánta gente tenemos en el paro, porque el problema es saber cuántos ERTE se convierten en despidos y cuántos vuelven a su actividad productiva. Por eso, es muy importante que hagamos unos presupuestos que cuenten con muchos recursos y movilizar todo lo que tengamos, porque los ayuntamientos vamos a tener que echar el resto en 2021: ese es el año en el que vamos a ver el drama social de la pandemia.

Oficina Covid-19 y Centro de Iniciativas Empresariales de Rivas

Centro de Iniciativas Empresariales de Rivas (©Diario de Rivas)

Antes de la pandemia, el Ayuntamiento ya tenía en marcha la estrategia Rivas 2020 para atraer inversión a la ciudad. ¿Se ha cambiado la hoja de ruta a causa de la Covid-19?

No ha cambiado. Las prioridades para la ciudad no se pueden transformar fácilmente. Evidentemente, hay actividades municipales que hemos tenido que dejar de hacer para centrarnos en aspectos de índole social, pero lo que tiene que ver con la inversión no se ha paralizado. Seguimos trabajando para que incluyan en presupuestos el acceso de Rivas a la M-50. Seguimos con el desarrollo de la zona norte; continuamos con la construcción del centro de protección animal; seguimos trabajando en la rehabilitación del casco antiguo y de Covibar; continúa el plan de arbolado e intentamos también traer actividad económica a nuestra ciudad. En ese sentido, la Oficina de Proyectos Estratégicos de la Ciudad sigue trabajando y el Ayuntamiento sigue siendo un motor económico, porque son muchas empresas a las que el Ayuntamiento contrata para el desarrollo de la ciudad, y seguimos trabajando para intentar poner en valor el proyecto del polígono industrial de la zona norte y que haya inversores para él. Y sigue habiendo una altísima demanda de vivienda. Por lo tanto, vamos a intentar atraer actividad económica, empresas que generen puestos de trabajo y hacer un parque de vivienda y de locales para atraer empresas, como ya hicimos para paliar la crisis anterior: si cierra una empresa, puede abrir otra. A lo mejor, no podemos echar una mano a una empresa que cierra, pero sí promover que otras abran y creen empleo. La prosperidad de esta ciudad va a depender del ratio de empresas por habitante y de la actividad económica que genera puestos de trabajo. Tenemos que apostar por un plan general que genere actividad económica y no tanto por la actividad residencial. Con las actuales limitaciones, no tenemos encuentros presenciales, pero sí que estamos teniendo contactos para la inversión en la ciudad. La zona de Rivas Centro tiene pendientes varios proyectos de inversión, como un centro de alojamiento de media estancia, además de resolver la inversión donde está Promored y HM Hospitales, junto a ese residencial. El sector constructivo está teniendo bastante actividad y está creciendo. La idea es no dejar la actividad económica es por lo que tenemos que apostar, si cabe, con más interés.

Ante esa demanda de vivienda que menciona, ¿se plantean movilizar los terrenos del Consorcio Urbanístico, detrás del Auditorio Miguel Ríos?

En absoluto. Soy totalmente contrario. Creo que esta ciudad tiene que tener mucho más controlado su crecimiento en el sentido de que, si no hay garantía de dotaciones públicas, no se pueden seguir desarrollando zonas o barrios. Por lo tanto, hasta que no estén terminados Rivas norte y lo que falta de Rivas centro, con todas sus dotaciones, es una barbaridad seguir abriendo zonas de desarrollo en Rivas. La ciudad tiene que tener un crecimiento económico y habitacional, pero hay un umbral de calidad de vida que no se puede deteriorar. El Ayuntamiento no puede controlar el suelo privado que se quiere desarrollar con arreglo a la ley, y más con la nueva Ley del Suelo que ha aprobado la Comunidad de Madrid y que Rivas va a impugnar en los tribunales. Pero somos una ciudad que ha crecido mucho en muy poco tiempo y hemos hecho un esfuerzo titánico para que haya recursos para responder a las necesidades de esa población, y que no haya zonas de Rivas con muchos espacios dotacionales y otras que no tengan nada. Con la crisis, en la zona de Rivas centro y en el barrio de La Luna se paralizó una parte importante, y tenemos que aprender de aquello. Estamos prácticamente mendigando a la Comunidad de Madrid para hacer nosotros los centros de salud y los colegios, porque la Comunidad ha hecho cero inversión en la ciudad en función de su crecimiento, y, lógicamente, hasta que no estén las infraestructuras necesarias para los que ya viven aquí, me parecería una temeridad poner a disposición ese terreno. Vamos a hacer una revisión del plan general de ordenación urbana y una reflexión sobre el modelo de ciudad sostenible en todos los sentidos: sostenibilidad económica, social, medioambiental, y la soberanía de la gestión de la propia ciudad de una ciudad de la primera corona metropolitana de la capital. Estamos hablando con el Ayuntamiento de Madrid para el cambio de lindes. Hay que resolver el tema de Cañada Real, que tiene absolutamente paralizado el Comisionado de la Comunidad de Madrid…


«Intentaremos reducir las alturas de los edificios en el próximo Plan General de Ordenación Urbana de Rivas»


 

Ya se ha anunciado el desmantelamiento del sector 3 de la Cañada, parte del cual se sitúa en suelo ripense, además del 6 (este último en terreno íntegramente de Madrid, en el distrito de Vallecas). ¿Se sabe qué va a ocurrir con los sectores 4 y 5, tras el último acuerdo para mejorar su infraestructura eléctrica?

Ese acuerdo es contrario al pacto. La Comunidad está intentando consolidar esta situación. Rivas tiene una ventaja, que es que tres cuartas partes de su término municipal son parque regional, y eso es intocable. Pero, por otro lado, tenemos que trabajar para hacer nuestra ciudad más sostenible y habitable, y la clave tiene que ver con las dotaciones. Hacerla más amable, más transitable, con más alternativas de movilidad, como dar continuidad al Parque Lineal de Covibar en la zona de Rivas centro… Para, antes de seguir creciendo, tener el paquete de la calidad de vida garantizado. No se puede seguir creciendo o permitir que se siga creciendo sin la intervención municipal, que es lo que ha hecho la Comunidad de Madrid, y que mañana se puedan desarrollar sectores residenciales sin garantía de una plaza escolar. Eso no podemos permitirlo. Eso ya nos abocó a una ruptura en su momento, por ese plante que hicimos ante ese proyecto de Ley del Suelo, que permite que cualquiera que tenga un suelo privado lo pueda desarrollar con una declaración responsable y sin la fiscalización pública. Eso es una barbaridad porque pone a las ciudades al servicio de las constructoras y no incluye que la administración garantice unos servicios públicos adecuados. No se trata de vender casas, sino de que haya hogares con familias que tienen sus derechos garantizados. Por eso, nuestra futura estrategia va a centrarse en que el terreno del Consorcio Urbanístico no se desarrolle en décadas.

Urbanismo en el entorno de Los Montecillos

Urbanismo en el entorno de Los Montecillos (foto: Fernando Galán)

Acaba de constituirse la Asociación Ladera del Almendro, que critica la forma en la que se está construyendo en el entorno de Los Montecillos, y el modelo urbanístico de la ciudad…

El problema de algunas zonas que han tenido parón por la crisis es que al desarrollarse de manera conjunta generan más malestar entre los vecinos. Cuando uno ya tiene su casa, las obras del de enfrente le molestan. Lo bueno que tiene el caso de Los Montecillos es que las viviendas dan al Parque Regional del Sureste, donde no van a volver a construir nunca. Pero la densidad y el tipo de vivienda se diseñaron en el plan general de ordenación urbana aprobado por consenso con unos parámetros del siglo XX que, aunque trabajó mucho las zonas verdes y los dotacionales, debe actualizarse. Sus revisiones deberían ser más ágiles. El Ayuntamiento supervisa el urbanismo, da licencias y puede regular algo. Pero lo que preocupa en algunas de estas zonas de mayor concentración es que la llegada de más población genere impacto. En Los Montecillos también se está haciendo una pequeña promoción de alquiler de la EMV, pero no hay ninguna otra promoción municipal prevista en esa zona. Rivas está acostumbrada a que cohabitar con obras que se han quedado paralizadas y que han sido objeto de recompra. Lo que me preocupa en Los Montecillos es que el vecindario tenga el colegio Mercedes Vera operativo y que el CEIP Hans Christian Andersen y el José Iturzaeta estén listos para dar clase, y el instituto hecho para que el Antares y el Europa no se masifiquen. Y también poner en valor el comercio de proximidad para que el vecindario no se tenga que desplazar, además de los servicios municipales. En cuanto a las alturas de los edificios, intentaremos reducirlas en el próximo plan.

La revisión del Plan General de Ordenación Urbana es un proceso largo. Ya en la anterior legislatura se habló de la revisión del plan general y de su importancia, pero aún no ha comenzado el proceso.

Sí que hemos empezado a trabajar. La propuesta de un nuevo modelo de ciudad la venimos haciendo a través de planes parciales y modificaciones puntuales todo este tiempo. Otra cosa es un plan más de ciudad. Pero, aunque se deseen ciertas cosas, la realidad es la que es. Nosotros hemos planteado un cambio de lindes con Madrid y tenemos que decidir qué pasa con eso, y con la Cañada Real. Donde podemos ejercer control, el Ayuntamiento tiene paralizado el crecimiento de la ciudad. Hemos dejado de promocionar vivienda nueva en venta. Solo tenemos una pequeña promoción de ochenta y tantas viviendas en alquiler, porque hace falta aumentar el parque de alquiler para garantizar el derecho de los jóvenes de Rivas a poder seguir viviendo en la ciudad. Rivas ya está paralizando los nuevos desarrollos a través de su presencia en ese consorcio. Necesitamos un crecimiento que vaya acompañado de actividad económica y de ingresos que hagan sostenible la ciudad; puestos de trabajo y dotaciones. Si no van acompasados, no tiene sentido. Donde un privado, con la ley en la mano, puede desarrollar viviendas, yo no se lo puedo impedir, aunque hemos presentado batalla, y de alguna manera la hemos ganado, por la necesidad de los centros educativos. Lo demás está paralizado: no tiene sentido desarrollar el Plan General de Ordenación Urbana mientras se desarrollan zonas nuevas. Por eso creemos que la modificación de la Ley del Suelo puede hacer mucho daño a Rivas. No se trata tanto de que venga un vecino nuevo y no le guste que en el descampado donde antes sacaba al perro ahora haya un bloque, que es legítimo, sino de pensar en el marco de la ciudad y de cómo la hacemos sostenible para los próximos 40 o 50 años: cómo va a ser, cómo se va a mover la gente por la ciudad, cómo va a funcionar, qué queremos que ocurra en los barrios y cómo se va a tejer. Y eso hay que pensarlo con tiempo. Mientras tanto, tenemos que ir tomando decisiones; por eso hemos hecho modificaciones en el barrio de La Luna. Allí, en la parte norte, se han ido poniendo bloques separados, lo que hace dificilísima la gestión de los servicios públicos, el vínculo de los vecinos con su barrio, etcétera. Por eso hemos trabajado para que haya un polideportivo o un supermercado en el barrio de La Luna, y que vaya habiendo actividad, y eso no es una cosa que decida el alcalde una mañana: hay que trabajar urbanísticamente, llamar a las empresas, decirles que pueden invertir, trabajar el tema de la M-50, cerrar barrios con dotaciones y recursos; ahora estamos con el tema de las zonas verdes en el barrio de La Luna… Estos cambios a veces cuestan una década; no es solo vender casas, que el promotor haga caja y el Ayuntamiento se encargue de los vecinos. En la parte en la que tenemos control, promovemos los espacios dotacionales y comerciales antes que residenciales; en la parte en la que tenemos control residencial, la paralizamos, y reivindicamos a la Comunidad lo que estamos haciendo. Vamos a gastarnos cerca de 10 millones en construir colegios e institutos, cuando podríamos estar destinando ese dinero a otras cosas.

Pedro del Cura, alcalde de Rivas Vaciamadrid

Pedro del Cura, alcalde de Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

El proyecto de la M-50 sigue su curso y el año que viene, acabada la parte administrativa, podría estar todo listo para empezar las obras. Ustedes reclaman un acuerdo ‘a tres’ para financiarla, pero la Comunidad nunca ha hablado de poner dinero. ¿Qué ocurrirá si finalmente no lo hace?

Nosotros redactamos una Proposición No de Ley (PNL), y yo les pido a los grupos que la activen, para que la Comunidad de Madrid ponga dinero para el enlace. El consejero de Economía se comprometió a estudiarlo, pero teniendo en cuenta que ni siquiera le citan en las reuniones con los empresarios y la crisis política que hay en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, no está en posición de nada. La Comunidad de Madrid consideraba el enlace con la M-50 un proyecto estratégico cuando gobernaba Cristina Cifuentes y Ángel Garrido y ahora no está ni en la agenda. Nosotros hemos pedido al Gobierno que sea poroso, y que aunque ahora están desbordados con la crisis sanitaria y peleas partidistas, Rivas no puede estar castigada por estar en la Comunidad de Madrid. Necesitamos que Fomento no condicione el proyecto, al menos el arranque, a la Comunidad de Madrid. Vamos a pedir al Gobierno regional que ponga recursos, pero si no, el proyecto, que estará entre 12 y 14 millones de euros, debe salir adelante. Ya hemos hecho todo lo difícil y Rivas debe tener este acceso a lo largo de esta legislatura.

¿Y qué pasará si Fomento no lo incluye en los presupuestos para 2021?

Tienen que incluirlo en los presupuestos. Y si no va en el proyecto, tendrá que ir como enmienda, pero Rivas ya no puede esperar más. Muchas cosas van a depender de ese acceso: la movilidad en la ciudad, que vengan empresas, las dotaciones… La zona norte de Rivas, casi todo el Oeste y el barrio de Covibar dependen de que se pueda desarrollar ese acceso. Las oportunidades de gestión que se abren son altísimas, y luego a nivel de transporte público, la conexión con el Corredor del Henares es fundamental, ya que otro de los principales ‘hándicap’ que tenemos en Rivas es el transporte público. Por eso no puede pasar que no esté en los Presupuestos Generales del Estado y pueda arrancar. Nosotros hemos hecho todo el trabajo que se ha podido hacer; Fomento, desde hace algún tiempo, parece que se lo está tomando en serio, y yo soy optimista, pero hasta que no tengamos el convenio firmado o esté en los Presupuestos Generales del Estado, no se puede empezar. Nosotros tenemos todo el trabajo avanzado, también el traslado de la subestación de avenida de la Democracia, y es una prioridad para esta ciudad.

 


«El proyecto de cubrimiento de las vías del Metro y prolongación del Parque Lineal va a ser uno de los candidatos a los fondos europeos»


 

En cuanto al cubrimiento de las vías del Metro y la continuación del Parque Lineal, se celebró un concurso de ideas, pero no se ha vuelto a saber nada.

Ahora vamos a licitar el proyecto para saber exactamente cuánto costaría. Ese proyecto va a ser candidato a los fondos europeos, porque es un proyecto de agenda urbana, que va a permitir la movilidad y un transporte público desde Covibar hasta la zona comercial de Rivas Centro, y va a crear un pasillo verde donde ahora mismo hay una infraestructura que rompe la ciudad. Es una obra que será costosa, pero a la que no podemos renunciar. El proyecto dirá cuánto cuesta y cómo se debe fasear. No podemos pensar solo en clave de legislatura; habrá cosas que no vamos a poder hacer y las tenemos que dejar pensadas y diseñadas para que quienes tomen las decisiones más adelante tengan el trabajo previo hecho, y no nos encontremos con situaciones como la de la M-50. Hemos pedido una reunión a Metro, porque aquí debe colaborar la Comunidad de Madrid. Este proyecto va a cambiar la forma de moverse por la ciudad y de relacionarse, porque va a permitir un gran pasillo de movilidad, de relación, zona comercial y de encuentro transversal a los barrios, que va a cambiar Rivas tal y como la entendemos ahora. El principal hándicap que tiene la ciudad es que hay que coger el coche para ir a todas partes. Pues bien, esto va a permitir una movilidad por la ciudad por la parte empresarial y comercial, por la parte de más población, que es Covibar; por la parte de más dispersión, que es Rivas Centro, creando un flujo de encuentro. Y sería deseable que además ahí se pudiera hacer la cuarta estación de Metro. Esto resuelve parte de los problemas de movilidad interior y, si además permitimos una lanzadera de transporte público con la capital a través del enlace con la M-50 en la zona norte de la ciudad, quitamos densidad de tráfico a la carretera de Valencia. Y se quita el impacto de ruidos, visual y urbanístico. A mí me preocupa más eso que otras cosas, porque es una oportunidad de regeneración urbana y las ciudades que han cerrado esas zonas que partían con vías las ciudades han tenido un nivel de desarrollo y de calidad de vida bestial. Por eso, aunque estemos en una situación de crisis económica, los positivos, las mascarillas, los casos, que no vamos a dejar de atenderlos, hay que pensar que tenemos una ciudad que no podemos dejar de atender y de pensar cómo queremos que sea. Todo es importante, pero no hay que desatender nada. Hay que estar pendientes de todo en la situación que tenemos, y sabemos que vamos a tener que afrontar una crisis muy grave el año que viene y el siguiente, pero no podemos dejar de actuar. A mí me da rabia que los fondos europeos en este país se pierdan, porque no se gestionan. Rivas ha sacado toda la rehabilitación del Casco Urbano y de Covibar gracias a fondos europeos, y no vamos a quedarnos sin ellos porque en ese momento “no tocaba” hablar de ciertas infraestructuras. Lo que toca es no renunciar a nada si estás en condiciones de poder gestionarlo.

Vías de la línea 9B, a la altura del paseo de Capanegra (Fuente: Diario de Rivas)

¿Cuál ha sido el impacto del Covid-19 en los ingresos del Ayuntamiento?

Altísimo. Estamos hablando de caídas muy fuertes de ingresos. Por ejemplo, solo en el ámbito de deportes, ha habido una caída de 600.000 euros de ingresos. En cuanto a la tasa de terrazas, que bonificamos, hicimos el cálculo y eran más de 100.000 euros. Hay capítulos con un 80-90% de disminución; hemos tenido que devolver el dinero en actividades, indemnizar a las empresas, y continuamos teniendo gastos. Ahora cuando presentemos el borrador de presupuestos lo veremos. Eso no significa que no vayamos a ejecutarlos; y reivindicamos que los ayuntamientos este año puedan entrar en déficit, porque eso nos permitiría acompañar económicamente a la crisis y gastar en los capítulos más necesarios aunque hayan caído los ingresos. Muchos de los remanentes ahora se van a destinar, sencillamente, a compensar caídas de ingresos. No es tan sencillo como decir que, si el ayuntamiento tiene X dinero, que lo destine a una cosa determinada. El Ayuntamiento tiene que tener una garantía de que si tiene un techo de déficit, tiene que respetarlo, o acudir a financiación. Vamos a tener los datos seguramente en diciembre. En cuanto a las devoluciones de IBI, los vecinos que pueden están cumpliendo con sus obligaciones, y en este sentido el mayor ingreso que tenemos, que es el IBI, está respaldado. Aun así se prevén caídas muy importantes, sobre todo en las concejalías que prestan servicios, y sobre todo se prevé que suban los gastos en temas sociales. Por ejemplo, Rivamadrid necesita más personal y medios para limpieza y desinfección; las políticas sociales tienen muchísimo más gasto del previsto, porque hay más población con necesidades. La elaboración del presupuesto de 2021 es complicada porque tenemos que saber cómo nos van a dejar disponer de nuestros propios recursos, si va a haber un fondo estatal y de cuánto dinero, porque eso te permite organizarlo. Hay mucha incertidumbre; hay que saber cuánto nos corresponde de la parte de tributos del Estado, los ingresos a cuenta de 2019… Tenemos que tener esa información, y que haya Presupuestos Generales del Estado, y presupuestos de la Comunidad de Madird, pero es que el contexto económico no ayuda mucho. Lo que sí tenemos es garantía de que este ayuntamiento está saneado, tenemos remanentes y superávit y unas cuentas muy saneadas, por lo que no está en cuestión nuestra capacidad de intervenir en la ciudad. Pero necesitamos despejar las incógnitas de todo lo que tiene que ver con normativa supramunicipal, que es la que nos marca si podemos gastar esos recursos, cuándo y en qué.

 


«No puede pasar que el acceso a la M-50 no esté en los próximos Presupuestos Generales del Estado. Rivas ya no puede esperar más»


 

¿Hay capacidad de invertir fondos propios en la ciudad?

Sí, pero para eso tiene que haber un decreto que permita utilizar los superávit de años anteriores y, una vez que tengamos claro en qué y cómo, podremos hacerlo, en función también del techo de gasto. Si no lo hubiera, algo en lo que esta ciudad está atada de pies y manos, que es el crecimiento del capítulo 1 (personal), para reforzar algunos servicios, podremos hacerlo. Por ejemplo en Rivamadrid es evidente: su necesidad de recursos tiene que ver con el crecimiento de la ciudad y con hacer una serie de tareas que hasta ahora no tenían que hacer. Ese decreto debe salir delante de la mejor manera posible.

¿Está mas tranquilo el conflicto de la Policía Local, con el sindicato CPPM?

La Policía Municipal ha estado tranquila siempre. Otra cosa es que tengamos un sindicato que haya decidido ser más un partido político que un sindicato que defiende sus reivindicaciones en el marco de la negociación sindical. Las estrategias son de cada uno, pero nuestra policía municipal hace un trabajo fantástico, funcionan con una coordinación estupenda. El ruido da la sensación de que en la policía hay problemas, y los policías están demostrando que hacen muy bien su trabajo, independientemente de que alguien esté haciendo ruido en las redes sociales. Pero la realidad que ven los ciudadanos cada día es diferente. Necesitamos refuerzos en la plantilla de Policía Local, y en eso estamos trabajando también, y sobre todo necesitamos refuerzos en la parte que tiene que con la Policía Nacional. Conflicto siempre hay, porque se está trabajando, pero la inmensa mayoría de los policías trabajan con una inmensa vocación de servicio público, independientemente de que luego tengan sus opiniones como cualquier trabajador.

¿Va a poder reforzarse la plantilla de la Policía Local, tal y como plantea con Rivamadrid?

La diferencia es que el personal de Rivamadrid es personal laboral con una bolsa de trabajo de la que puedes tirar para incorporar a limpieza, jardinería, etcétera, y en el caso de la policía son funcionarios públicos. Tiene que haber un proceso de oposición, supervisado por la Comunidad de Madrid, se tiene que convocar una serie de plazas y luego una formación en la academia de policía. Por lo tanto, tardas casi dos años en tener a un agente operativo en la calle. Espero que la Comunidad de Madrid regule cómo se puede hacer esto con cierta seguridad. Las vacantes que tenemos tratamos de cubrirlas con concursos de movilidad, con comisiones de servicio, es decir, que un agente de policía formado en otro pueblo solicita trasladarse aquí, se incorpora y desde ese día está en la calle. Pero eso no te incrementa la plantilla, sino que puedes cubrir las bajas. Pero nosotros necesitamos que crezca esa plantilla y por tanto necesitamos que se elimine el techo de gasto. Lo que ocurre es que una vez que inicias el proceso, igual que con la Guardia Civil o Policía Nacional, no tienes un nuevo agente de un día para otro: son procesos selectivos que requieren varios meses.

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