Cristina Arévalo y Ricardo Mur (concejales no adscritos): «Nos gustaría que Rivas fuera el primer municipio libre de plásticos»

Ricardo Mur y Cristina Arévalo, concejales no adscritos del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

¿Cömo mejorar la gestión de los residuos en Rivas? ¿Cuáles son los principales problemas ambientales de la ciudad? Diario de Rivas concluye hoy su ciclo de entrevistas sobre medio ambiente en Rivas Vaciamadrid a los distintos representantes políticos preguntando a los dos concejales no adscritos, Cristina Arévalo y Ricardo Mur, sus propuestas sobre estos asuntos.

Rivas vuelve a llevar sus residuos a Valdemingómez después de cinco años vertiendo en Alcalá. ¿Cómo valoran esta decisión?
Cristina Arévalo (C.A.): Positivamente, porque cuando llegamos a este Ayuntamiento como concejales y supimos que Rivas había dejado de verter en Valdemingómez, no lo entendíamos. Rivas había acudido a un vertedero que se iba a colmatar en breve; se estaba hablando de un par de años o tres, con unas condiciones malísimas para los trabajadores, y a 70 kilómetros de ida y vuelta. La huella ecológica era enorme y no tenía ningún sentido, y más teniendo Valdemingómez a escasos 8 kilómetros, que es un vertedero que ya existe y que es el que debemos usar. No era justificable seguir vertiendo en Alcalá.

¿Creen que es un acierto la condición de que los residuos de Rivas no se incineren en Valdemingómez?
C.A.: Eso es un acto de fe, porque aunque la concejala en su momento dijo que se pagaba una tasa mayor por ese compromiso de no incinerar nuestros residuos, lo cierto es que tenemos una incineradora a pocos kilómetros funcionando y, si no se queman los de Rivas, se queman los de Madrid o los de Arganda; estamos respirando esos humos. Por lo tanto, está bien que no se quemen los nuestros, pero no se debería quemar ninguno.

Hace poco se ha anunciado el cierre de la incineradora de Valdemingómez para 2025, un objetivo por el que se ha peleado mucho desde Rivas. ¿Cómo reciben ustedes esta noticia?
C.A.: Con mucha cautela, porque por un lado nos gustaría celebrarlo, pero por otro es un compromiso para el año 2025, con dos elecciones de por medio; no se sabe qué seguimiento se le va a hacer, ni si va a llegar a buen puerto. También es verdad que hay que dar una solución para todos esos residuos: ¿qué hacemos con todo lo que dejemos de incinerar? El de los residuos es un problema global. Yo creo que no hay que incinerar, pero hay que dar una respuesta, porque seguimos generando la misma cantidad de residuos. ¿Vamos a hacer montañas, depósito en vertederos? Entonces se va a colmatar antes.

En las últimas fechas se están produciendo en Rivas muchas quejas por los malos olores…
Ricardo Mur (R.M.): Yo llevo como vecino de Rivas desde 1988 y te puedo decir que en aquel entonces era un día sí y otro también. A lo mejor es que les falla la memoria a estos vecinos que dicen que era como antes. Es verdad que huele algunos días, depende de cómo sople el viento, pero no tiene nada que ver con lo que ocurría a principios de los 90: aquello sí que era olor a diario, y por las noches era cuando más olía. Ahora huele, pero no es comparable.
C.A.: Tampoco sabemos de dónde están viniendo puntualmente esos olores. No se sabe si se ha hecho algún cambio en la gestión de algún proceso en Valdemingómez, si es por el depósito, por el incedio de 2015 que al final entendemos que se apagó tapándolo con tierra… No sabemos de dónde vienen. De todas formas, en los años 80 y 90, la incineración y la gestión de los residuos no se hacía como se hace ahora, con lo cual es normal que hace unos años, oliese o no, fuera más perjudicial tener un vertedero cerca. Pueden ser compuestos volátiles orgánicos, pero hay muchos compuestos dañinos que no huelen, y eso es peor: lo que huele te avisa, pero lo que no huele lo estás respirando y no te das cuenta.

¿Creen que el Ayuntamiento de Rivas debería adoptar alguna medida por el tema de los olores?
C.A.: Denunciarlo y hacer de altavoz de los vecinos ante el Ayuntamiento de Madrid y el Parque Tecnológico de Valdemingómez. Cada vez que haya olores, hay que hacer una denuncia, porque los vecinos no estamos aquí para aguantar malos olores.

¿Qué opinión les merece la política de gestión de residuos del Ayuntamiento de Rivas? ¿Cuáles son sus propuestas?
C.A.: Cuando entramos en el ayuntamiento, ya se hablaba en Rivamadrid del quinto contenedor. Y han pasado ya tres años, y aún no tenemos ese quinto contenedor, ni siquiera de manera experimental: todavía no se ha sacado a la calle. Yo creo que hay disposición por parte de todos los grupos políticos, que no vamos a poner problemas para una política de residuo cero, ni para la implantación de este quinto contenedor, ni para divulgarlo, pero no se hace, y han pasado tres años; y es tan importante este asunto… Tenemos islas de plástico en los océanos; consumimos sin ningún tipo de responsabilidad; y creemos que con la tasa de residuos ya estamos dándole a ese residuo de alguna forma un valor para que vaya a ese vertedero, y no es así; y quien no sepa, ya puede abrir los ojos, porque hoy día ya está toda la información disponible en medios, en la web… A todos se nos llena la boca hablando de sostenibilidad y medio ambiente, pero no estamos haciendo nada y el Ayuntamiento debe comprometerse más, pero de verdad: tiene que sacar ese quinto contenedor a la calle, promocionar ese residuo cero, hacer campañas de divulgación tanto entre comerciantes como en escuelas, pantallas en las rotondas, que también se pueden utilizar para explicar dónde hay que echar cada residuo y qué pasa si no lo hacemos, de una manera divulgativa… Tenemos que hacer llegar a todo el mundo esa necesidad imperiosa que tiene este planeta para seguir sobreviviendo.
R.M.: Rivamadrid sacó hace poco más de un año un librito donde estaba muy bien explicado cómo separar los residuos, pero eso es un primer paso; yo creo que hay que concienciar mucho más a las personas, y reunirse con los comerciantes para que no nos pongan tantos envases. Cuando voy a la carnicería pido que me lo pongan en papel encerado, y creo que hay que empezar por ahí. Lo siguiente sería que cada uno lleváramos nuestra fiambrera. Hay países donde ya lo hacen y a mí me gustaría que algún día saliéramos en primera página con el titular: ‘Rivas es el primer municipio de España sin plásticos’. Para eso hace falta una concienciación con los comerciantes, porque estoy convencido de que, si lo explicas, mucha gente va a dar ese paso.
C.A.: Vas a la compra y cuando vuelves tienes un montón de residuos, solo de desembalar, y es absurdo: no lo necesitamos. Debemos hacer un consumo responsable.
R.M.:  El Ayuntamiento es el que tiene que pilotar y dirigir esas campañas de concienciación. Estoy convencido de que va a encontrar respuesta en la ciudadanía.
C.A.: Y reducir, reutilizar y reciclar. No comprar y reciclar, sino primero pensar y reducir el consumo de cosas que no nos van a llevar a ningún sitio; y reutilizar lo que podamos reutilizar. Y, finalmente, el consumidor ya recicla y es la industria la que se encarga de dar una segunda vida a ese resto para valorizarlo; pero el consumo responsable empieza por cada uno de nosotros.

En cuanto al tratamiento de residuos, hay quien cree que habría que abrir la planta de Ecohispánica. ¿Ustedes que opinan?
C.A.: Es una planta de I+D+i. A mí no me parece mal que se investigue y si son capaces de obtener un resultado que se pueda valorizar, adelante. Pero a día de hoy, por un lado, si quisiéramos llevar todos los residuos de Rivas habría que invertir, porque habría que ser capaces de gestionar todo el residuo de la ciudad, y aplicar un gasto energético para conseguir una presión y una temperatura que consigan un residuo final. Y es verdad que ese residuo final reduce el volumen inicial que ha entrado en la planta, pero, al final, ¿qué hacemos con él? Cuando ese residuo valga para algo, y esté valorizado para su uso en alguna aplicación, lo haremos, pero de momento es inviable. Me parece increíble que alguien pueda defender que Rivas se tiene que comer sus residuos a través de Ecohispánica; me parece fuera de lugar. Y si lo mojas, huele, porque al final tiene materia orgánica, pero mezclado con microplásticos. Lo que entendí, cuando fuimos a hacer la visita hace unos años, es que toda la bolsa de resto se hace pasar por un triaje muy somero y ya entra a una autoclave en la que se le aplica temperatura. No estás metiendo materia orgánica, porque si fuera así obtendrías una biomasa, que es un producto valorizado que luego puedes vender; pero como lo metes todo junto, no puedes hacer nada con el resultado.

¿Creen, entonces, que la planta debería mantenerse como una instalación de I+D+i?
C.A.: Claro; es que es lo que es. Se trata de una empresa de investigación y desarrollo; pues que investigue y ojalá algún día encuentre un destino final para ese residuo seco que saca, u otra variable que termine con todos los problemas que tenemos con la basura a nivel mundial.

¿Qué medidas implantarían en Rivas para mejorar la calidad del aire?
C.A.: La calidad del aire en esta ciudad es buena; no es uno de los mayores problemas que tiene Rivas ahora mismo. Es una ciudad alargada, con mucha ventilación, dos ríos muy cerca que hacen que corran corrientes de aire, por lo que no es un asunto preocupante. Pero siempre es mejorable. Se podrían utilizar medios de transporte más sostenibles y minimizar el vehículo privado, porque, aunque resulta muy cómodo en Rivas, porque además hay plazas de aparcamiento, debemos ser un poco responsables y buscar otras vías de movilidad. Por ejemplo, incentivar los vehículos eléctricos. BicinRivas debería contar con más bicis eléctricas para alcanzar todo el territorio y los cambios de cota que hay, y también coches eléctricos. Por eso, una de nuestras aportaciones a los presupuestos fue incluir puntos de recarga de coches eléctricos en el municipio, y parece que eso ya se está poniendo en marcha.
R.M.: El punto de carga de la Biblioteca Gloria Fuertes ya estaba previsto, pero nosotros hablamos de instalar cuatro más.
C.A.: Pero a día de hoy nada se sabe, y tendremos que recordarlo. Y además se podría hablar con las empresas que ahora mismo ponen a disposición alquiler de coches eléctricos, que en Madrid ya funcionan, y ver la posibilidad de que se utiilicen en Rivas, a nivel interno y también para ir a Madrid.
R.M.: Otra opción es dejar el coche en una zona fuera de la M-30 y coger un coche eléctrico para poder moverse por Madrid, pero si ya llegamos de Rivas con nuestro coche eléctrico podemos entrar directamente.
C.A.: Seguro que las empresas será valorable y a los vecinos les gustaría poder llegar a Madrid en su coche.
R.M.: En cuanto a la calidad del aire, en el presupuesto de 2017 había dos partidas de fondos FEDER para medidores, de 50.000 cada una, pero no se ha ejecutado todo.

¿Cómo mejorarían el transporte público?
C.A.: Hemos visto la propuesta de reestructuración de las líneas de autobuses. Dicen que va a ser algo vivo y que va a ir cambiando. A mí me resulta algo extraño que el Consorcio de Transportes no haga un estudio de movilidad en función de la población, de los hábitos de movilidad de la población, antes de trazar unas líneas. Debe haber unos técnicos que den datos objetivos para dar servicio a todo el municipio. Nosotros no tenemos la solución, pero tampoco se trata de ir probando: los técnicos nos dirán cuál es la propuesta óptima. De todas formas, que vaya a intentar mejorarse y que se hable de que ya se está moviendo con el Consorcio es un hilo de luz: parece que por fin se van a tomar medidas y parece que va a ser para bien, pero hasta que no conozcamos el diseño definitivo y sepamos qué aceptación va a tener por parte de los vecinos, no vamos a poder sacar conclusiones.

El problema de los vertidos ilegales no termina de solucionarse. ¿Qué harían ustedes frente a este asunto?
C.A.: Entendemos que hay que tener mano dura. No puede ser que salga más barato pagar una multa por hacer un vertido que gestionar correctamente ese vertido, porque, por lo que estamos viendo, se intenta poner trabas, pero sigue habiendo vertidos. Por eso hace falta mano dura. Y aunque parece que las administraciones se están entendiendo, porque hay más afinidad con Madrid, igual es el momento de empezar a plantearse ese cambio de lindes entre Madrid y Rivas. Es verdad que nos lo ‘comeremos’ nosotros, pero al menos no tendremos un vertido a 5 metros sin poder tocarlo. Hay que darle solución y limpiarlo; o que acuerden la gestión de esa parte del territorio entre los dos ayuntamientos, y le den una solución.
R.M.: Y hay que denunciar. El que contamina paga y debe ser más barato gestionar correctamente un residuo que tirarlo en la calle.

¿Qué medidas impulsarían para mejorar este aspecto?
R.M.: Los puntos limpios sirven para el ciudadano de a pie; el problema es que son los profesionales los que tiran los vertidos en cualquier sitio para no pagar.
C.A.: Tienen que ser responsables y, si generan un residuo, deben gestionarlo correctamente, porque la ley les obliga. Hay un procedimiento sancionador y hay que aplicarlo. Es como saltarse un semáforo en rojo: no puedes saltártelo, porque lo dice la ley. Y esa persona que echa ese vertido ahí debe cumplir la ley y, si no, debe pagar por ello de manera ejemplarizante; ya que con la información no parece que sea suficiente, habrá que incrementar las sanciones, aunque no sea una medida popular.

¿Cuáles serían sus prioridades en materia de medio ambiente?
C.A.: Entendemos que la gestión de residuos es un tema que compete a nivel municipal. Nosotros haríamos una fuerte campaña, tanto con los ciudadanos como con los comerciantes, para generar la menor cantidad de residuo posible. Y nos encantaría poder decir algún día que Rivas es el primer municipio libre de plásticos.
R.M.: Se trata de llegar a un acuerdo con los comerciantes para que no despachen los alimentos con tanto plástico.
C.A.: Al final están pidiendo a la industria que deje de generar tanto plástico. Porque tú le puedes decir al charcutero que no te ponga tanto plástico, pero es un problema de marcas comercializadoras: te compras una crema y te viene en una caja con el doble de volumen, plástico por dentro, plástico por fuera, y un papel con información. Y hay que concienciar a la industria, que debe cambiar esos procesos que ya tiene automatizados. Debemos ser los consumidores quienes exijamos a las marcas que vayan cambiando paulatinamente su forma de empaquetar los artículos; hay otras marcas que ahora ponen impresa la información en la caja al abrirla en lugar de incluir otro papel, y no tienen celofán por fuera. Pero el consumidor es el que tiene que exigir ese cambio.
R.M.: Nos hemos dejado avasallar por esos paquetes bonitos, pero ahora debemos ser capaces de decirles que eso no nos interesa. O te llevas las botellas de refresco sin celofán, que es más cómodo de transportar, pero cuando llegas a casa quitas ese plástico. Y si tienes que coger las botellas, llevas una bolsa y las pones.
C.A.: Antes estaba la bolsa del pan; antes no teníamos bolsas de plástico para nada. Son hábitos de consumo que hemos ido cambiando porque nos han creado unas necesidades que no tenemos.
R.M.: El Ayuntamiento debe elaborar un plan de concienciación, y si hay que poner una partida que se ponga, y también a los comerciantes, para hacer tenaza y presionar en las dos partes.

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