La negociación se perfila como la ‘única salida’ de Rivas a la M-50

Casi dos décadas de ‘tiras y aflojas’ entre las administraciones han resultado, hasta la fecha, infructuosas para dotar a Rivas de una salida a la M-50. Ciudadanía y partidos políticos ripenses, sin excepción, coinciden en que se trata de la infraestructura de mayor trascendencia para la ciudad, pero los 350 metros que separan la circunvalación del núcleo urbano ripense aún suponen una barrera insalvable. Ahora, después de un verano en el que se han producido algunos avances, todos parecen tener claro que la única salida de Rivas a la M-50 es la negociación.

Hasta el momento, el escollo fundamental para acometer el proyecto ha sido su financiación. A lo largo de las conversaciones entre las distintas administraciones, ninguna de ellas se ha mostrado dispuesta a asumir la totalidad del coste. Y ello, a pesar de que el proyecto inicial, presupuestado en más de 80 millones de euros, fue reemplazado por otro dividido en varias fases, de cara a facilitar su viabilidad. La primera, cuya construcción es la que se encuentra en estos momentos encima de la mesa, consiste en conectar la zona del Cristo de Rivas con la circunvalación en sentido norte, para enlazar con el Eje de O’Donnell, primero, y con la A-2 y el Corredor del Henares, después. De esta forma, el trayecto hasta el centro de Madrid se reduciría hasta escasos diez minutos a través del Eje de O’Donnell, mientras que la A-2 y la A-1 quedarían más fácilmente accesibles para los ripenses y para los actores económicos que se instalaran en el futuro polígono norte de la ciudad, que el Ayuntamiento de Rivas prevé desarrollar en esta misma zona. Además de resultar más barato que el proyecto inicial, según explican fuentes municipales a Planeta Rivas, este proyecto acabaría con las reticencias que planteó en su momento Accesos de Madrid CESA, la empresa concesionaria de la R-3, que temía que la construcción de la conexión de Rivas con la M-50 restara tráfico de la vía de peaje, amenazando con emprender acciones legales ante Fomento si detectaba esa situación. «Antes al contrario, este proyecto podría incluso incrementar el tráfico en la R-3 al suponer una salida dirección norte», apuntan desde el Consistorio.

El coste de esta obra inicial no llegaría a los 8 milones de euros, según se presupuestó en su momento. En una segunda fase, se construiría en el mismo punto una entrada a la ciudad para los vehículos que circulen por la M-50 en sentido A-3; y, más adelante, se desarrollaría una ampliación del proyecto para dotar a Rivas de una salida a la M-50 también en sentido sur, además de una entrada a la ciudad para los vehículos que circulen por ella en sentido norte.

Pero ¿quién paga esos 8 millones? Después de que el Ministerio de Fomento lanzara la ‘pelota’ al tejado del Ayuntamiento de Rivas y este, a su vez, la devolviera al Gobierno central [consulte aquí los argumentos de ambas partes], esta primavera los presupuestos generales del Estado ignoraban de nuevo el proyecto. A las protestas del Ayuntamiento de Rivas ante la decisión se unió la creación de una plataforma ciudadana apolítica que, mediante la recopilación de firmas y llamamientos a la ciudadanía para llevar a cabo distintas acciones, se propuso hacer más fuerza para conseguir el acceso. A principios de este mes de septiembre, la iniciativa había recabado más de 5.000 apoyos en Change.org y decenas de comercios de la ciudad lucían carteles que reclamaban el acceso a la M-50. La Plataforma Ciudadana de Rivas vio, además, en el Plan Extraordinario de Carreteras anunciado por Fomento —que prevé invertir 5.000 millones de euros para terminar grandes corredores y vías principales de conexión a lo largo y ancho de todo el Estado— una «oportunidad que, si no aprovechamos nosotros, lo harán otras localidades».

Cartel de campaña para exigir un acceso desde Rivas a la M-50 (Fuente: Plataforma Ciudadana de Rivas).

Mientras tanto, la maquinaria administrativa se ponía de nuevo en marcha para tratar de agotar la vía institucional. El alcalde de Rivas, Pedro del Cura, envió cartas a la Comunidad de Madrid y al Ministerio de Fomento solicitando sendas reuniones para tratar el asunto. La primera de ellas dio como resultado un encuentro el pasado 17 de agosto entre el regidor ripense y la presidenta regional, Cristina Cifuentes, en el que esta última se comprometió a mediar con Fomento de cara a la construcción del acceso de la ciudad a la M-50. Pocos días después, el consejero de Transportes, Pedro Rollán, anunciaba que hablaría con el Ministerio de Fomento en favor del proyecto. Fuentes de su departamento han confirmado a Planeta Rivas que la Consejería de Transportes ya ha reclamado al departamento dirigido por Íñigo de la Serna la salida de Rivas a la M-50 «por la vía oficial».

Ahora, el principal objetivo del Consistorio es «sentar en una mesa a todas las partes: Fomento, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid, organizaciones empresariales, sindicatos y promotores urbanísticos para alcanzar una solución entre todos», según explica Del Cura. «Nosotros estaríamos dispuestos a pagar una parte», prosigue el alcalde, «siempre y cuando se alcance un acuerdo razonable y todos estén dispuestos a colaborar». La Comunidad de Madrid ya ha anunciado que su labor se limitará a «mediar» y «colaborar» para que la conexión sea una realidad, pero no aportará financiación. Por su parte, fuentes de dos de las principales promotoras de la zona, la Junta de Compensación de Los Ahijones (desarrollo urbanístico proyectado justo al otro lado de la M-50, a la altura del Cristo de Rivas) y Jarama Desarrollos Inmobiliarios, confirman a este diario digital que están abiertos a cooperar para que el proyecto salga adelante, incluso aportando, en su caso, una parte de la financiación, al contemplarlo como una inversión. Por su parte, Accesos de Madrid CESA no se ha pronunciado sobre su postura actual ante la construcción del acceso, a pesar de las reiteradas peticiones de este diario digital.

Además, el Ayuntamiento de Rivas no renuncia a seguir explorando la vía parlamentaria, y solicitará la presentación de una Proposición No de Ley (PNL) en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados que incida en la importancia estratégica de la construcción del acceso, para que sea sometida a debate a lo largo de este otoño.

La postura mayoritaria de los partidos políticos representados en el Consistorio apuesta por esta solución negociada. Además de Somos Rivas, cuyo portavoz, Curro Corrales, reclama “un acuerdo que posibilite una solución y que haga justicia a los agravios históricos a los que se ha sometido al municipio con este asunto”, sus socios de gobierno, Rivas Puede, apuntan en la misma dirección. “Es un disparate que se destinen millones de euros a rescatar a las empresas que construyeron las radiales y no puedan invertirse menos de 8 millones a la primera fase de una infraestructura tan necesaria para Rivas y el sureste”, apunta su portavoz, José María Álvarez. Por parte de la oposición, el portavoz del PP, José Antonio Riber, añade que, “habida cuenta de la ambigüedad legal sobre este asunto, administraciones y empresas deben cooperar para hacer posible el proyecto. El Ayuntamiento de Rivas debe ser el promotor de estas negociaciones”. La portavoz de Ciudadanos, Beatriz Sobrino, afirmó en una reciente entrevista con este diario digital que, tras la negativa a incluir el proyecto en los presupuestos para este año 2017, “quedó la puerta abierta a ver un proyecto totalmente real y nuevo para el futuro”. Por parte del PSOE, Carmen Pérez afirma que “deben sentarse todas las partes para ver hasta dónde puede llegar cada una de ellas; lo que no tiene sentido es que se pretenda que el Ayuntamiento asuma lo que no puede asumir”. Por último, los ediles no adscritos, Ricardo Mur y Cristina Arévalo, creen que “es necesario hacer un seguimiento y mantener abierta la comunicación para que no sea una promesa política que se quede en papel mojado y pase a ser un compromiso firme debido a una necesidad real”, y celebran el fin del “aislamiento político” del Ayuntamiento de Rivas y el “cambio de talante” para conseguir sacar adelante proyectos necesarios para el municipio.

Sin embargo, por el momento, el principal interlocutor del Ayuntamiento de Rivas para este asunto, el Ministerio de Fomento, guarda silencio y no se ha fijado fecha para ningún encuentro que aborde este asunto. Está por ver si el Plan Extraordinario de Carreteras, la negociación —previsiblemente en octubre— de los Presupuestos Generales del Estado, la mediación del Gobierno regional y la disposición al diálogo de las partes cristalizan este otoño en conversaciones que den lugar al desbloqueo de una situación que lleva enquistada ya casi dos décadas y que mantiene de espaldas, todavía hoy, la ciudad de Rivas y la M-50.