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María Ángeles Guardiola, concejala de Vox en Rivas Vaciamadrid 4

María Ángeles Guardiola, concejala de Vox en Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

María Ángeles Guardiola es la única concejala de Vox en Rivas Vaciamadrid. La formación obtuvo dos representantes municipales en las elecciones de mayo de 2019, aunque uno de ellos, el cabeza de lista (Antonio Sanz), pasó a concejal no adscrito a principios de la legislatura. Diario de Rivas prosigue de esta forma su ronda de entrevistas con los representantes de los distintos partidos en el Ayuntamiento de Rivas.

Vox obtuvo dos concejales en Rivas Vaciamadrid en las últimas elecciones municipales. No obstante, en estos momentos, usted es la única edil de su formación porque, al inicio de la legislatura, el cabeza de lista, Antonio Sanz, pasó a ser concejal no adscrito. ¿Qué ocurrió?

Ocurrió que esta persona quería hacer las cosas a su manera; no estaba de acuerdo con el procedimiento del partido y comenzó a actuar con individualismo. El partido le dijo que no iba a consentir que sus aspiraciones personales estuvieran por encima del partido. Él se negó a abandonar su acta de concejal, a la que había accedido por el partido por el que se había presentado, y decidió convertirse en concejal no adscrito.

Hubo varias personas de la lista de Vox que no llegaron a recoger sus actas de concejales en Rivas. ¿Por qué ocurrió esto?

La siguiente persona que venía en la lista del partido no tenía afinidad con el cabeza de lista. Decidió que iba a ser muy complicado quedarse y se planteó dejar su sitio y pasar al siguiente. El tercero de la lista renunció por motivos personales. Entonces, me llegó a mí la posibilidad y yo adquirí este compromiso.

Vox, en el Ayuntamiento de Rivas, está integrado en el Grupo Mixto con otros dos partidos: PP y Podemos. ¿Cómo afecta este hecho a su labor municipal?

Afecta en todo porque, al estar en el Grupo Mixto, no tienes los mismos recursos que si tienes grupo propio. Además, cuando se constituyó el Grupo Mixto, yo aún no había tomado posesión de mi acta, por lo que quien negoció la organización del mismo por nuestra parte fue mi excompañero. Entonces, se decidió que, como el Partido Popular era la fuerza más votada, el administrativo lo elegían ellos; como Podemos era la segunda fuerza más votada, el asesor jurídico lo elegían ellos; y, luego, en las comisiones informativas, que son cuatro, el Partido Popular se quedó con las dos más representativas y a Vox se le dejaron las otras dos, que no es que sean menos importantes, pero sí son las que menos relevancia tienen a la hora de gestionar en el Ayuntamiento, es decir, Servicios Sociales, Ciudadanía y Bienestar Social. Entonces, a la hora de recibir la información y de poder trabajar, me veo completamente aislada de todos los grupos precisamente por la heterogeneidad que tenemos. Yo no tengo ninguna queja sobre mis compañeros de grupo pero, a la hora del funcionamiento, sí se nota mucho esta situación. Tienes un portavoz que no es el tuyo y eso dificulta mucho las cosas.

¿Cuál es su hoja de ruta para esta legislatura? ¿Qué quiere aportar Vox en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid?

Venimos a dar voz a los vecinos con sus demandas y necesidades. Pretendemos que sean escuchados en el Ayuntamiento. Queremos lo mejor para el ciudadano, tanto económica como socialmente. Sobre todo, que se sientan representados e importantes, no un número en el padrón, sino personas con nombre y apellidos, y una problemática concreta. Nuestra hoja de ruta es esa: ayudar al ripense en lo que se puede y más.

Al pertenecer al Grupo Mixto, tienen limitadas las mociones a presentar en los Plenos a una cada tres semanas, ya que cada grupo puede presentar una única moción por pleno y las reparten entre los tres partidos. ¿Cuáles son las iniciativas que ha presentado Vox en el Ayuntamiento de Rivas hasta ahora?

En total, llevamos tres. La primera fue la de eliminar los símbolos comunistas de Rivas, acogiéndonos a la recomendación de la Unión Europea de eliminación de símbolos comunistas. Fue nuestro primer objetivo, porque acabábamos de llegar y no conocíamos tanto las necesidades del municipio como para involucrarnos mucho en presentar una moción sin conocer mucho más en profundidad la situación municipal. En la siguiente, planteamos hacer un reconocimiento a todas las víctimas del Holocausto. El Partido Socialista dijo estar de acuerdo y luego votó en contra, aunque a eso ya estamos acostumbrados por el proceder del presidente Pedro Sánchez, que dice una cosa y hace otra, e Izquierda Unida dijo que no porque las modificaciones que planteaban eran tantísimas que más que una moción nuestra ya parecía otra suya. Por último, la última moción fue al hilo de los últimos acontecimientos derivados de la negociación del superávit de los ayuntamientos, porque no tiene ningún sentido que un organismo que aglutina los intereses de todos los municipios, como es la FEMP, falle a favor de los intereses del Gobierno central en vez de el de esos municipios. Tenemos un Gobierno, unas autonomías y unos municipios que se votan en las urnas. Sin embargo, la FEMP no se vota en las urnas y hay que pagar una prima para poder estar, aceptando una serie de prebendas que, al final, son para que el PSOE mantenga la infraestructura tan grande que tiene. Creo que la FEMP debería desaparecer. El 80 por ciento de su presupuesto lo gasta en personal. Es una máquina de colocar a gente y dar puestos de trabajo a amigos. Para eso están los municipios y las diputaciones, cuyo uso quizás hay que potenciar, porque sirve de aglutinante para los municipios más pequeños. La FEMP sirve para unir a unos municipios a los que, quizás, hace años, tenía sentido unir, pero ahora ya no, sobre todo cuando sus decisiones van en contra de los intereses de esos mismos municipios. Es perfectamente razonable que desaparezca porque no sirve para nada. Y, como no hay dinero para todo, hay que empezar a recortar de algún sitio. No se puede pretender sacarlo a costa de subir impuestos a los ciudadanos. Si es un órgano que no sirve para nada, porque no representa los intereses de los municipios, tiene que desaparecer. No nos vale, ni a mí, ni a Vox. Si hemos dicho que hemos venido a cambiar las cosas, hemos de cambiarlas porque es nuestro compromiso, no decir que lo vamos a hacer y, luego, no hacerlo. Nosotros intentamos cumplir lo que decimos. Nuestro programa electoral es un contrato con una serie de medidas que tratamos de cumplir y no engañamos a nadie. Queremos algo y tanto quien nos vota como quien no sabe lo que planteamos. No vamos a hacer que nos voten y, luego, como ya tenemos el voto, hacemos lo que queremos, que es lo que han hecho los demás.

Estamos en plena pandemia por la Covid-19. En Rivas Vaciamadrid se elaboró un Pacto de Ciudad, que usted suscribió, al igual que el resto de representantes municipales. ¿Cómo valora el pacto y su implantación?

En el Pacto de Ciudad, estuvimos a punto de ni tan siquiera sentarnos a hablar, pero, por compromiso con la ciudadanía, consideramos que estamos todos en el mismo barco. Hablamos las cosas, porque de esto hay que salir y de la mejor manera posible. Hicimos una serie de aportaciones. Algunas fueron recogidas y otras, no. Los compromisos buscaban ayudar a la ciudadanía, al pequeño comercio, a la pequeña empresa y al autónomo para salir adelante. Yo, en su momento, dije que esto iba a suponer un blanqueamiento de la izquierda para decir ‘Mira qué bien que hacemos las cosas’, y eso ha sido exactamente. Con un pacto que era el que había que firmar, con unas medidas que, luego, no se están cumpliendo. No es más que papel mojado. Además, yo eché de menos en el pacto que hubiera un esquema con las medidas concretas a adoptar. Por tanto, la forma de implementar las medidas es muy arbitraria, porque se establecen proyectos como ‘Ayuda social’ que se traducen luego en la limpieza de los colegios. Sí tiene un contenido social, pero no es el contenido social que estamos considerando en esta situación. Cuando hablas de ayuda social, te refieres a la persona y no en la limpieza del colegio. Era muy previsible que esto fuese a pasar y lo aceptamos por el compromiso que tenemos de estar en el mismo barco para arreglar esta situación, pero me temo que nos han engañado.

¿Qué medidas considera más urgente poner en marcha?

Las medidas más urgentes para poner en marcha son las relacionadas con el empleo. Trabajo, trabajo y trabajo. Facilitar a los pequeños empresarios, a los comercios, a los autónomos y a los trabajadores les dejen trabajar, porque las personas lo que quieren es trabajar, no que les den subsidios. Si consigues potenciar el empleo, al final, las empresas y los trabajadores van a poder salir adelante. Si a los empresarios no les facilitas que cubran sus gastos, no van a tener para pagar a sus empleados.

El empleo es una competencia regional. ¿Qué plantea al Ayuntamiento de Rivas?

Potenciar las empresas municipales, especialmente, Rivamadrid. Publicar las ofertas de trabajo con cierta antelación, porque las sacan de un día para otro y de manera escasa. Mejorar el funcionamiento de las bolsas de empleo. Preocuparse del trabajo de los vecinos. Destinar los recursos estatales y regionales necesarios para esta materia en el municipio. Bajar impuestos, no solo retirando tasas durante un año, bajando el Impuesto de Actividades Económicas, fomentando el comercio activo, incentivando el consumo local con bonos…

María Ángeles Guardiola, en su despacho del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

María Ángeles Guardiola, en su despacho del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

Los ingresos del Ayuntamiento de Rivas han bajado por la pandemia. ¿Cree que es el momento de bajar los impuestos?

Sí. Y dedicarlos a lo que es verdaderamente importante, que es la ciudadanía. En ayudar a la gente que lo pasa mal. No se pueden dar los mismos servicios que se daban antes. Lo siento mucho, pero el dinero de cosas como el festival de teatro LesGaiCineMad, que todos sabemos las connotaciones ideológicas que tiene, se puede invertir en ayudar a las personas que lo están pasando mal. El otro día hablaba con una vecina, separada dos veces, con tres hijos y sin pensión, que me decía que no sabía a quién pedir ayuda porque, si habla con la asistencia social municipal, le dicen que no le corresponde nada; de Rivamadrid, no le llaman nunca… Antes tenía sus trabajillos, pero ahora no le sale nada. Esa gente es la que necesita verdaderamente ayuda. No podemos estar dependiendo de que, al final, los ripenses se estén organizando por su cuenta para conseguir mascarillas. Voy a solicitar por registro que el Ayuntamiento reparta mascarillas a todo el mundo durante la pandemia, y que se subvencionen. No puede ser que estemos así. Desde el Ayuntamiento se pueden hacer muchas cosas pero, para ello, hay que quitar de otras. Yo entiendo que el arbolado de la ciudad es importante y bonito pero, quizás, sustituirlo en estos momentos y gastar aproximadamente medio millón, cuando se podría utilizar para ayudas, pues a lo mejor no es lo más pertinente. Soy la primera a la que le gusta la naturaleza y que quiere que Rivas esté cada vez más verde y más bonito, pero puede esperar, a lo mejor, un par de años. Haciendo una mejor gestión del dinero, claro que lo hay. Además, es que nos han dado dinero y nos van a dar más. Tenemos un superávit elevado. Entonces, hay que usarlo y usarlo bien.

Ha mencionado la oficina Covid para ayudar a la gente que estuviera pasándolo mal. ¿Cómo valora esta iniciativa?

En la negociación del Pacto de Ciudad, ya se habló de crear una oficina que recogiera todas las necesidades de los ciudadanos. Pero, desde el punto de vista de que a esa oficina no se le ha dado ninguna publicidad, ni apenas se conoce de su existencia, muy poca gente ha hecho uso de ella. Y, los que lo han hecho, lo han hecho por la puerta de atrás. Ya lo pregunté en un Pleno: ¿por qué el primer pantallazo que te viene a aparecer en la web no es el de la oficina Covid, con sus datos de contacto? Si entras en la web municipal y no encuentras por ningún lado esta oficina, hasta que indagas en el buscador, el ciudadano no llega jamás a esa pantalla. Tendría que aparecer en primer plano si tú quieres promocionarla. Es una oficina abierta que, cuando pregunté en el Pleno, había recibido 150 visitas y habían solicitado ayudas económicas catorce personas, de las cuales, la mitad habían sido denegadas, y las otras siete estaban pendientes de documentación. Con lo que tener una oficina de marzo a diciembre con tres personas dedicadas a ello con estos números, la verdad es que no tiene mucho sentido. Y está costando 140.000 euros de gastos de personal, cuando el presupuesto que hay son 295.000 euros. Y, además, los que ahora se dirigen a la oficina, la derivan a la asistencia social, ni siquiera sirve para eso. Por tanto, ¿para qué sirve? Al final, es otro chiringuito más que se ha montado para colocar amigos, porque si no, no le veo el sentido. Es decir, de nuevo, una idea que podía considerarse válida para ayudar a las personas, se ha convertido en nada.

Se está planteando el cambio del Plan General de Ordenación Urbana de Rivas a lo largo de esta legislatura. Desde Vox, ¿cómo van a afrontar esa tarea?

La afrontaremos cuando conozcamos los cambios que se van a producir. Todo es nuevo para nosotros, porque es la primera vez que estamos en el Ayuntamiento. Tenemos que ver el plan anterior, estudiarlo bien y ver el nuevo. Lo vamos a afrontar con esfuerzo y velando por los intereses del urbanismo en Rivas, que ahora mismo está hecho un desastre: las aceras son estrechas, los edificios juntas inmuebles altos con otros bajos, el terciario con el habitacional. Por tanto, hay que verlo. Las cosas son mucho más fáciles cuando se hacen con sentido común. Si las aceras tienen que ser anchas y no poner una farola en medio, pues la normativa cambia, se hace. Hay que pensar en que las ciudades crecen deprisa y cómo lo hacen. Hay que ser conscientes de esa labor porque si no, ocurre como en Montecillo, que no tienen espacio o, el que hay, está mal distribuido.

El enlace de Rivas con la M-50 ya cuenta con una partida en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado

En nuestro programa electoral, llevamos el acceso a la M-50. El problema son las duplicidades entre administraciones y la asunción de culpas. Estamos en la amalgama de que quién es el competente y, por tanto, de quién paga. Al final, estamos en un limbo que no nos lleva a ningún lado porque los que lo sufrimos somos nosotros. Parece que Fomento ya sí  arrima el hombro porque somos administraciones de la misma cuerda. La Comunidad de Madrid debe dar el paso que ha tenido que dar siempre, porque nuestra parte está ya pagada. La Comunidad debería aportar también dinero para el enlace, porque también es un beneficio regional. Tenemos que aportar todos. No podemos sufragar todos los gastos. Ambas administraciones han de participar con la parte que les corresponde. La sanidad, la educación, las infraestructuras y la justicia, deberían ser líneas centrales de España porque si no, entramos en estos problemas. Esta es una prueba palpable de la duplicidad.

La línea de Metro 9B tiene problemas recurrentes de averías y otros problemas con el servicio. ¿Qué proponen ustedes en materia de transporte?

Nosotros, en el programa, llevábamos el hacer una línea de transporte público en todo el Corredor del Henares, porque ahora te tienes que mover hasta Madrid para desplazarte a esos municipios. Para ir a Alcalá de Henares, tardas casi hora y media, y no hablemos ya si tienes que ir a Fuenlabrada o a otros pueblos del sur. Por otro lado, respecto al Metro, Podemos llevó una moción en la que hicimos nuestras aportaciones. El sufrimiento que tenemos con la línea 9 no da más de sí. Cuando no hay averías, la frecuencia es abismal, es un servicio que no llega nunca a la hora. Nosotros estamos ahí donde respondamos a la necesidad de los ciudadanos. El hecho es que la moción de Podemos sobre este asunto la suscribimos. Hay que mejorar las estaciones, como la de Rivas Futura, en la que hace mucho frío. Los trabajadores lo pasan fatal. Sería bueno instalar en los aparcamientos de las estaciones aparcabicis adecuados, porque los particulares tienen difícil dejar estacionadas sus bicis o patinetes eléctricos, si queremos promover el transporte sostenible.

El Ayuntamiento de Rivas anunció que había bajado la criminalidad en la última Junta Local de Seguridad. ¿Qué proponen ustedes en esta materia?

Potenciar la Policía y la Guardia Civil, y darle las ayudas necesarias. No sé exactamente en qué aspectos ha bajado el índice. A lo mejor, hay delitos que la gente no denuncia.

María Ángeles Guardiola

María Ángeles Guardiola (©Diario de Rivas)

En materia de Educación, la ciudad está pendiente de que se construyan el colegio Mercedes Vera y el instituto Margarita Salas, y de que se amplíe el CEIPSO La Luna. El alcalde ‘declaró’ la emergencia educativa en febrero y la comunidad educativa de Rivas continúa con sus reivindicaciones. ¿Cuál es su postura?

Todo lo que se amplíe la educación pública es maravilloso, pero también se debería potenciar la educación privada y concertada. No son excluyentes. Los alumnos tienen derecho a la educación, no a la educación pública. Entonces, mientras sea educación, hay que respetar la libertad del padre para que elija dónde llevar a sus hijos. Entonces, a lo mejor, la oferta, con colegios concertados, puede ser mucho mayor, sin esperar que nos den plaza en los públicos porque los recursos son los que hay. No es algo nuevo. Lo que no se puede hacer es seguir construyendo de forma continua, sabiendo que esos nuevos vecinos tienen niños, y luego presionar a la Comunidad amenazando con paralizar las licencias urbanísticas porque no me dan lo que quiero sin permitir nada más, cuando ellos gobiernan desde hace muchos años y saben la problemática que existe. Entonces, ¿qué pasa? ¿Que solo puede ser enseñanza pública? A lo mejor, si abres un poco el abanico y la familia puede elegir, se va a la privada o a la concertada: no tiene por qué ser la pública. Porque ya sabemos que la pública es adoctrinamiento puro y duro, y hay mucha gente que no quiere llevar a sus hijos a esos colegios.

¿Cree que hay adoctrinamiento en los colegios públicos de Rivas?

Totalmente. De siempre. No puedes decir que piensas diferente porque sabes que te hacen la cruz. No puede ser que en los comentarios de texto que se hagan, sean solo sobre temas de la –Segunda- República, y que los profesores se pongan a hablar de temas políticos dentro de un aula. No tiene ningún sentido. A los colegios se va a aprender todas las cosas que en casa no se aprenden: Matemáticas, Física, Química, Lengua… Luego, en tu casa, puedes aprender lo que quieras, pero el colegio tiene que ser neutro, y aquí, en Rivas, no lo es. Todas las actividades que se hacen son con carácter ideológico.

¿A cuáles se refiere?

Por ejemplo, en los actos del 8 de marzo, a los niños se les excluye, literalmente. Se les dice que se queden en clase porque es el día de las mujeres y que son las niñas las que pueden participar únicamente en las actividades. Si queremos enseñar verdaderamente igualdad, no se puede diferenciar como se está haciendo entre el hombre y la mujer. No puede ser que el Día de la Mujer solo puedan ir a dar charlas las mujeres a las niñas. Porque, a lo mejor, hay muchos hombres que piensan lo mismo y que pueden dar esas charlas igual o mejor que una mujer. Porque, al final, lo que haces es diferenciar por grupos. Si queremos de verdad convivir, tenemos que convivir y ver que una mujer es tan válida como un hombre y que la mujer no tiene que hacer las cosas mejor que un hombre, las hará igual de bien, al igual que un hombre las hará igual que una mujer. No por el hecho de ser mujer es mejor o peor. A las personas hay que valorarlas como personas. Pero, cuando te pasas por los colegios y ves los mensajes, la simbología y los colores, con el morado por todas partes: todo tiene su mensaje subliminal, que va calando. Las clases y los colegios tienen que ser neutros. También en lo político. No me gustaría que hubiera profesores que defendieran el franquismo u otros períodos. Si se trata la Historia, se trata la riquísima Historia que tiene España desde hace miles de años, que no puede centrarse en una pequeña parte y explicarla de la forma que te interesa, de forma sesgada, sectaria. No se puede hablar de lo malos que son unos porque entonces los niños ya salen adoctrinados de los colegios.

¿Cuáles son, a su juicio, los principales problemas de Rivas?

Lo primero que hay que solucionar en estos momentos es el problema social de la ciudadanía y el del empleo y la economía. El hostelero, el autónomo, el comerciante, el empresario y que la gente pueda trabajar y salir adelante. Aparte de la pandemia, el principal problema de Rivas sería el adoctrinamiento en las aulas, porque condicionan mucho la forma de articular una sociedad, como ocurre en Cataluña.

En las elecciones generales, Vox mejoró los resultados que había obtenido meses antes, en las municipales, en Rivas Vaciamadrid. ¿A qué lo achaca?

El ciudadano está abriendo los ojos. Se está dando cuenta que la izquierda y la derecha le están engañando. La única oposición real es Vox. Y, entonces, ya está cansado de que con su voto le digan una cosa y hagan otra justamente contraria. Ahora mismo, Vox es esperanza. Es un partido que el ciudadano ve que sí le va a ayudar. Somos parte de la ciudadanía y nosotros formamos parte de ella. Yo soy una ciudadana. Y yo tengo mi vida privada, no vivo de esto, no estoy maleada y, entonces, no sé si, en un futuro, haya problemas o haya gente que pueda ser ladrona o que robe, pero, en estos momentos, la gente que estamos en esto, estamos, con la mayor honestidad del mundo, luchando con unos principios por la gente, porque su voz se oiga y porque todos seamos parte de la salvación de España, porque vamos a la ruina. La gente se ha desengañado y está asqueada de la política tradicional porque dice una cosa y hace otra. Podemos venía con ese aire, pero cuando la incoherencia es parte de su programa, pierde su sentido. También en Rivas. La gente se equivoca: hay mucha gente de Vox que viene de Podemos. Podemos surgió en un momento en que la gente estaba hasta el gorro de que con su voto los partidos robasen, tanto el Partido Popular como el Partido Socialista, que robó más y a la gente, porque el dinero de Andalucía no interesa recordarlo ya. Aquí, en Rivas, la gente que nos vota no es el comunista tradicional, porque ese va a votar comunista esté quien esté. Y esa gente es ‘anti-Vox’. Nos acusan de ser fascistas, de ultraderecha, de todo… Y tendrían que cogerse un libro y estudiar un poco qué es el fascismo. A todo lo llaman fascista y yo creo que somos gente muy coherente, que dejamos opinar a todo el mundo y que también queremos ese respeto. No vamos mordiendo a nadie, sino que vamos recibiendo palos.

¿Aquí en Rivas?

Por ejemplo, cuando hemos hecho las mesas informativas, lo hemos podido hacer con soporte de la Guardia Civil porque si no, nos comían. Nos han insultado, nos han tirado piedras… En la campaña electoral, cerca de la parroquia Santa Mónica, instalamos nuestras mesas y detrás vinieron los de la extrema izquierda con sus pancartas, pegándonos gritos, insultándonos, tirándonos piedras. Como estaban entre los arbustos, no se les veía bien, y se tuvo que personar la Guardia Civil para vigilarles y que mantuvieran la distancia. Hicimos otra en el Metro de Rivas del pueblo y salieron de La Casa + Grande… Si no eran doscientos, no era ninguno. Vinieron como la marabunta vociferando, insultándonos, llamándonos de todo, y diciendo «¡No pasarán!», y «¡Fascistas, fuera de nuestros barrios!»… Nosotros pedimos nuestros permisos para hacer nuestras mesas informativas, donde no estábamos interrumpiendo a nadie y, de nuevo, tuvo que intervenir la Guardia Civil y hacer un cordón policial para que no nos agrediesen porque, si no llegan a estar, nos agreden. Ahora ya no ocurre esto. La cosa está más calmada y entiendo que las cosas tenderán a normalizarse, pero fue muy duro.

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