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Pedro del Cura, candidato de IU-Equo-Más Madrid

Pedro del Cura, candidato de IU-Equo-Más Madrid (©Diario de Rivas)

Pedro del Cura (Madrid, 1974) se presenta para revalidar la Alcaldía de Rivas por IU-Equo-Más Madrid. Después de ejercer como concejal en diversos gobiernos del municipio desde el año 2003, accedió a la Alcaldía en 2014 tras la dimisión de José Masa. Tras ganar las elecciones de 2015 con el 24,47% de los votos y obtener 7 concejales, ha gobernado la ciudad en esta legislatura, primero, en solitario y, después, compartiendo gobierno con los seis ediles de Rivas Puede, actualmente no adscritos. En esta entrevista repasa para Diario de Rivas las medidas llevadas a cabo en esta legislatura y las propuestas de su programa para los próximos cuatro años.

En Rivas vota IU, vota Pedro del Cura (vídeo publicidad electoral)

Acaban de publicar un vídeo de campaña basado en una escena de ‘La vida de Brian’ en el que se preguntan qué ha hecho IU por Rivas. Siguiendo la lógica de la película, ¿son ustedes los romanos?

Sí, porque era un poco la metáfora de unos tíos que luchan contra el sistema y, cuando se preguntan, efectivamente, contra qué sistema luchamos, surgen todas esas contradicciones de decir lo que era esta ciudad hace veinte o treinta años frente a lo que es ahora: qué se ha conseguido y quiénes lo han conseguido. Cuando la gente se pregunta qué han hecho por nosotros, nos encontramos con ejemplos como el de la inauguración del centro de Atención Temprana de Aspadir la semana pasada: un secarral por el que yo cruzaba para ir al instituto, hoy es el mayor centro de servicios sociosanitarios de la población discapacitada de esta ciudad. Grabamos ese vídeo pensando que hay que tener claro por qué se lucha y qué se defiende. 

Usted lleva siendo alcalde desde 2014 y revalidó en las elecciones de 2015. ¿Cuál es su motivación para volver a presentarse?

He sido elegido por mi organización, como en 2015, en un proyecto de ciudad en la que Izquierda Unida lleva tiempo interviniendo. Hay que continuar con ese proyecto. Hemos hecho muchos avances en la legislatura 2015-2019; hemos puesto las bases de lo que tiene que ser la Rivas del siglo XXI, con esta efeméride del sesenta aniversario del Casco Urbano, y preguntarnos qué ciudad queremos dentro de sesenta años y, en ese marco, qué pasos vamos a dar y quiénes pueden liderar ese proyecto. Lógicamente, yo, que soy un enamorado de esta ciudad y de su historia, y que no la puedo separar de mi biografía desde que vine aquí a vivir, estoy a disposición de mi organización. Si hay ideas y equipo, pues a continuar con este proyecto, con la misma ilusión que he tenido siempre desde que llevo participando en asociaciones y colectivos de Rivas desde que tenía catorce años.

Se presenta en la candidatura IU-Equo y ha llegado Más Madrid. ¿Por qué no concurren a las elecciones con Podemos?

Yo he ido en la candidatura a las generales de Unidas Podemos con Pablo Iglesias. Siempre he defendido ese espacio. Es verdad que ha habido una implosión de Podemos en la Comunidad de Madrid que ha tenido una extensión en Rivas. De hecho, se presentan dos partidos en Rivas con un círculo morado, que son Rivas Puede y Podemos. Hay un conflicto dentro del propio Podemos. Yo he llegado al final de la legislatura gobernando con seis concejales no adscritos, que comenzaron siendo de un partido y acabaron siendo de otro. Eso genera una dificultad. Podría haber habido otra escisión más, que es Más Madrid, que es otra escisión de Podemos en la Comunidad de Madrid, pero en este caso, para mí es una buena noticia que Manuela Carmena e Íñigo Errejón apuesten por Pedro del Cura en Rivas. Luego hay líos internos en los que yo no me meto. Tengo mucho cariño y respeto a la organización de Podemos y a la mayoría de sus militantes y dirigentes, pero, al fin y al cabo, han sido los cascotes de ese conflicto. Nosotros somos la única organización que suma otras fuerzas políticas; somos la candidatura que más gente independiente lleva, procedentes de movimientos sociales, que no tienen carnet del partido y, además, incorporamos a otras fuerzas políticas como Equo, que ya va con Más Madrid, o Podemos en la Comunidad u otros municipios. Por lo tanto, somos una fuerza que suma y que no tiene ningún problema en seguir sumando con otras fuerzas. Otra cosa es que cuando una organización tiene esa situación, que concurre con dos papeletas a las próximas elecciones, se ha de resolver y nosotros tendremos las buenas relaciones como las tenemos con los concejales que hay ahora mismo, que también tienen sus posiciones matizadas con respecto a Podemos y al Ayuntamiento, siempre desde la absoluta lealtad y compromiso de trabajo. Y eso es lo que hay que mantener. Desde luego, habrá que hacer una reflexión de cómo es posible que la izquierda haya dado el espectáculo que ha dado en el último momento. Insisto, Izquierda Unida de Rivas no ha tenido ninguna escisión, ni ha tenido ningún otro partido, ni nada. De hecho, íbamos con Somos Rivas en la anterior legislatura. Nos comprometimos a que los partidos instrumentales se cerraran para que, tanto Podemos, como IU y Equo fueran los partidos que trabajaran. Por nuestra parte, Somos Rivas se cerró como partido y Rivas Puede, que era el partido instrumental de Podemos, ha acabado teniendo vida propia y confrontando con su propio partido. Ante ese conflicto, nosotros lo respetamos, pero no nos vinculamos en este proceso.

Pero en esta lógica de sumar, ¿usted era consciente de que, en el momento en que se hizo la foto con Íñigo Errejón, cerraba la puerta al pacto con Podemos?

Ni mucho menos. El acuerdo de trabajo con Podemos siempre ha existido, y se cierra en el momento en que Rivas Puede actúa como operador político. Otra cosa es que, en esta ciudad, hay partidos de la extrema izquierda que, ante cualquier conflicto interno, le acaben echando la culpa a Izquierda Unida. Volvemos a lo de los romanos. Porque, si tiramos de hemeroteca, el conflicto entre si es Rivas Puede o Podemos, si la marca la tiene uno u otro, si expulso a unos u otros, es un conflicto ajeno a IU. Nosotros lo que queríamos saber es con quién pactábamos. Y ahí están con un litigio judicial. Por eso no hay acuerdo en esos términos, porque el problema en Podemos era esa legitimidad de quién era el representante del partido. No se nos olvide que el secretario general de Podemos y Rivas Puede ha sido el mismo hasta hace cuatro días. Y, luego, los diferentes conflictos que han tenido ellos dentro de Podemos. A mí me hubiera gustado que Podemos y Rivas Puede fueran juntos, y que hubiéramos ido todos juntos. Pero si un partido anula al otro, hace imposible la confluencia. Imaginemos que Más Madrid hubiera condicionado que no viniera Equo para venir con nosotros: pues no habría habido acuerdo, porque nosotros planteamos propuestas de suma. Si no es posible llegar a un acuerdo con Podemos porque está Rivas Puede, que veta precisamente la posibilidad de que se incorpore, una cosa es sumar y otra tener un gallinero donde los vecinos y vecinas no saben muy bien qué se está proponiendo, acusaciones… Nosotros hemos puesto un poco de distancia en ese sentido. Llevamos cuatro años gobernando, dos en absoluto solitario. Y queremos plantear los resultados que se han planteado en la gestión de esa ciudad y que eso, en la medida de lo posible, esté separado del ruido. Si además, dos líderes políticos como Manuela Carmen e Íñigo Errejón se referencian con la candidatura que yo lidero, me parece una buena noticia. Otra cosa es que eso condicione las relaciones con Podemos, e Izquierda Unida de Rivas siempre ha apostado por la confluencia. En 2015, propuse un acuerdo de confluencia con Podemos y Rivas Puede lo rechazó. Rivas Puede ha vuelto a decir que no quiere ir con Podemos, ni con Izquierda Unida, y eso genera una ruptura en ese espacio. Lógicamente, Izquierda Unida va a seguir sumando con quien quiera sumar y a partir del 27 de mayo esperemos que podamos seguir haciéndolo. Pero, en todo caso, Izquierda Unida es una organización autónoma. Para lo bueno y para lo malo asumimos nuestros propios aciertos y errores, y no los de otro. Si alguien se quiere excluir, pues tendrán que explicarlo ellos. Yo, si tengo apoyos, tengo más responsabilidad, pero también creo que eso hace que Izquierda Unida de Rivas esté en mejor posición para tener una relación amable con todos los actores de la izquierda. He estado en unas listas con Pablo Iglesias hace un mes, voy en unas listas que apoyan Íñigo Errejón y Manuela Carmena, y lidero una lista de Izquierda Unida. Por tanto, el espacio que tendría que ser de la confluencia, de una izquierda que se entiende y que no tiene una lógica disruptiva, lo representamos Izquierda Unida y lo representa nuestra candidatura. ¿Qué ocurre? Que cuando te llevas bien con todo el mundo, siempre hay alguien que piensa que, si te hablas con alguien, lo haces por algo malo. Pero creo que esa es una actitud muy infantil. Creo que hay que entender que representamos a gente que tiene necesidades, ilusiones y que no todo puede ser como nos parezca en lo personal. No estoy de acuerdo en el cien por cien con lo que hace mi organización política ni de lejos pero, desde la lealtad a la organización que represento, mi responsabilidad es sumar todo lo que pueda para defender los valores que representamos y el proyecto político que tenemos para esta ciudad.

Hablando de Rivas, uno de los temas estrella, la conexión con la M-50, vuelve a los programas electorales sin estar construido el acceso. ¿En qué situación está?

En esta legislatura, hemos conseguido que la M-50 sea una realidad. Primero, lo hemos metido en la agenda, cuando se daba por perdido el acceso. No estaba en el debate ciudadano y ahora está siempre en dicho debate. La presión que hemos hecho a nivel parlamentario, ministerial y regional, ha dado su fruto. Lo que hemos hecho es no parar. Cuando nos cerraban una puerta, buscábamos una ventana. Es una síntesis de lo que es Rivas. Sabemos que nadie va a venir a darnos nada porque no somos una prioridad para los grandes partidos, pero tenemos que convencerles para que lo sea, siendo, en este caso, la metáfora del mosquito que pica al maquinista. Hemos hecho un esfuerzo importante. Se ha hecho de la mano de la ciudadanía con esa plataforma de acceso a la M-50, encierros, reuniones, trabajo técnico… Buscar una unidad en el pleno, que todos los partidos se vincularan. El alcalde tiene el liderazgo, pero no puede ser un cupletista que va a los sitios. Tenemos que ir todos de la mano y si no podíamos avanzar más, era importante que esa información se tuviera entre todos los partidos. La realidad que tenemos ahora es que hay un protocolo de financiación para hacer viable la M-50 al que la Comunidad de Madrid no se ha sumado.

Usted trató de dejarlo cerrado antes de Semana Santa

Sí, y la Comunidad de Madrid no se ha sumado. No compromete financiación. Yo lo que haré es decirles a los vecinos de Rivas que los dos partidos que han sostenido el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el Partido Popular y Ciudadanos, han vuelto a dejar a Rivas en la estacada, cuando lo único que estamos planteando es el compromiso de participar en la financiación, ni siquiera cantidades concretas. Rivas no solo ha reivindicado, sino que también ha dado pasos. Ahí está la contratación, más de medio millón de euros más lo que llevamos gastado en el plan de ejecución, otro millón y medio en viales de acceso a la rotonda que da acceso a la M-50… Desde que se hizo la moción de censura, el Ministerio de Fomento, el secretario de Estado y el director general de Carreteras se lo han tomado en serio y hemos conseguido ese protocolo. Técnicamente, las tres administraciones estamos de acuerdo, no hay ningún impedimento y se ejecutará el próximo año el acceso a la M-50, sin lugar a dudas. El problema es que la Comunidad de Madrid entiende la financiación de este tipo de infraestructuras como ha entendido el Partido Popular los últimos veinticinco años el gobierno regional: como algo totalmente clientelar. Aquí no hay mordidas, ni sobres, ni alcaldes de su cuerda con los que puedan llegar luego a acuerdos raros, y por eso esto no es una prioridad. Por lo tanto, yo espero que haya un cambio por alguien que entienda que los vecinos del Sureste tenemos los mismos derechos que otros vecinos, independientemente que seamos de la cuerda del partido de turno. Y esa es la parte que a mí me apena muchísimo porque hemos trabajado muy bien con la Consejería de Transportes. Aquí lo que no sé es si el que nos ha fallado es el PP o es Ciudadanos porque el que sustituyó a Cifuentes ahora va de número ocho en Ciudadanos. Pero, en todo caso, Cristina Cifuentes y Ángel Garrido, en su investidura, nos han mentido. Solo tenían que decir que se comprometían a apoyar la financiación en un año que ellos no iban a estar y, en todo caso, deja en muy mal lugar al Partido Popular de Rivas, que no ha movido un dedo. Porque que yo lo haga como alcalde, no tiene importancia porque es mi obligación. Yo cobro lo mismo que el portavoz del PP. ¿Por qué no le dedica las mismas horas? Porque aquí se retribuye el compromiso, no la dedicación. ¿Por qué solo parece una tarea del alcalde? Yo lo hago encantado. El que ha fallado aquí es el Partido Popular. Es Rosalía González, la consejera de Transportes, que desde hace un mes no coge ni el teléfono, cuando hasta entonces ha estado hablando con el director de Carreteras de Fomento. Aquí se nota mucho el talante de un partido y de otro.

Hay varios partidos que proponen que el Ayuntamiento ponga dinero encima de la mesa para hacer el enlace.

El Partido Popular lo ha propuesto desde el principio…

Y no es el único.

Hay muchos partidos que debe ser que como creen que no van a gobernar nunca, te plantean que hay que bajar los impuestos y proponen hacer inversiones que no le competen al Ayuntamiento, como hacer un acceso a una infraestructura estatal. Es decir, que con los impuestos de los vecinos de Rivas, que no se olvide que son gente trabajadora, se han pagado los accesos a dieciocho municipios y, sin embargo, cuando toca el acceso al municipio de Rivas, se paga con los fondos de los vecinos de Rivas cuando los fondos estatales se pagan con los impuestos de todos. Si es una infraestructura estatal, lo tiene que pagar el Estado. Y si pincha con una carretera autonómica, lo tiene que pagar la Comunidad de Madrid, como paga otras tantas actuaciones en la región. Lo que no puede ser, y es vergonzoso que se presente en Rivas diciendo eso, es que los vecinos de Rivas van a tener que pagar las infraestructuras de otros. Es como si yo llevara como propuesta hacer una intervención en el municipio de al lado. Yo no puedo pagar lo del otro municipio y pagar lo mío también. Es algo de justicia y sentido común, y, desde luego, ya Rivas bastante lleva pagado. Si hacer viable la carretera significa apoyar la financiación, la apoyaremos, pero debilita mucho la posición de Rivas y de su alcalde ante la Comunidad de Madrid y de Fomento que nos financie el hecho de que haya gente que quiere sentarse en esta misma Alcaldía diciendo que ellos lo van a pagar. O sea, que nos preparemos el bolsillo si los partidos que lo plantean sacan mayoría en el Ayuntamiento. Porque si nos vamos a gastar catorce millones de euros en el acceso a la M-50, que le vayan diciendo a los vecinos qué cosas vamos a dejar de hacer o qué servicio van a privatizar. Y, además, van a bajar los impuestos. En ese escenario, esta ciudad se tendrá que paralizar prácticamente los próximos cinco o seis años, porque le vamos a ahorrar al Ministerio de Fomento y a la Comunidad de Madrid la inversión que tiene que hacer en Rivas para que la puedan seguir haciendo en los pueblos del oeste, en Boadilla, en Pozuelo, en Majadahonda… Eso no me parece ni medio serio. Desde luego, yo haré lo posible para explicarle a mis vecinos que esos partidos que defienden eso, si puede ser, sean minoritarios en el próximo pleno, porque, si no, nos van a arruinar.

Pedro del Cura, frente al edificio de Alcaldía

En materia de financiación, en el programa electoral de IU-Equo-Más Madrid habla de «aprender de los errores» para no volver a repetirlos. ¿De qué errores han aprendido?

El programa se va actualizando porque no pueden ser fotos fijas. Los errores son muchos. Creo que por eso los vecinos y vecinas nos apoyan, independientemente de que compartan las ideas de la organización que represento. Y es porque intentamos ser muy sinceros con eso. Somos muy autocríticos. Yo no necesito oposición en muchos casos. Cuando viene la oposición en el Pleno y te plantea algo como crítica, nosotros ya lo hemos analizado, le hemos dado vueltas y hemos hecho algo porque somos muy críticos con la propia gestión. Somos muy responsables. Hay decisiones que hay que matizarlas. Hemos hablado muchas veces del plan general. Hemos visto que esta ciudad tiene que tener, para ser sostenible los próximos años, ingresos producto de la actividad económica, y para eso tiene que haber polígonos industriales. Para que esta ciudad sea sostenible, tenemos que tener un plan general que diga que vamos a tener una población hasta este número, un tipo de viviendas de este tipo, un tipo de usos comerciales determinados… Vamos a impedir que haya casas de apuestas, que lo puedes impedir en un plan general. Vamos a apostar por que haya polígonos industriales con empresas que generen riqueza y puestos de trabajo para que los niños y niñas de esta ciudad no tengan que hacer como sus padres y trabajar fuera. Y de eso se aprende. Refutamos nuestras ideas con la realidad y la vamos modificando en ese sentido. Se ha aprendido mucho en materia de transparencia, en materia de participación de los primeros reglamentos a lo que tenemos hoy. Somos una organización muy porosa con lo que pasa en la ciudad y, lógicamente, sobre esas realidades tenemos que operar. Vuelvo a las casas de apuestas: en 2015, ese no era un problema. En 2019, lo es. Entonces, alguien que se preocupe por la infancia y la juventud de su ciudad debe actuar sobre eso. Y hemos visto que, legalmente, tenemos pocos instrumentos porque dependen de la Comunidad de Madrid, así que a través de la pedagogía o del plan general hay que actuar. No venía en el programa de 2015, pero hay que abordarlo. Lo que plantea el programa electoral de IU-Equo-Más Madrid es que está en revisión y en construcción permanente y que nosotros, la realidad la confrontamos con nuestras ideas y que, sin renunciar a ellas, intentamos dar soluciones. A mí me gusta mucho una frase que siempre se le atribuye a Pepe Mújica, expresidente de Uruguay, que habla del mientras tanto: “Nuestras ideas son muy claras: futuro, igualdad, justicia, educación, inclusión… Pero la política es el mientras tanto”. Mientras tanto eso llega, ¿qué hacemos? ¿Cómo respondemos a los problemas que nos encontramos para llegar a esos objetivos? Pues para eso nos encontramos con el municipalismo, la política local. En el salón de plenos no se legisla, no se pueden cambiar cosas estructurales de la sociedad pero, mientras tanto, se puede ir empujando. Ese mientras tanto entre tus ideas y la realidad es la clave del municipalismo, el cuerpo a cuerpo y de que, aunque no ponga que es tu competencia, es tu incumbencia. Sobre la M-50 yo podría haberme quedado con hacer una moción en el Pleno y una concentración vecinal diciendo que estos señores son muy malos y nos discriminan porque no nos hacen el acceso. También podía remangarme, buscar alianzas, convencer al arco parlamentario local, irme al Congreso y reunirme con todos los grupos para intentar hacer lobby y provocar que el acceso a la M-50 entrase en la agenda política del país, no solamente de la ciudad. Tiene que ver con un tema de actitud. ¿Dónde pone que eso sea una competencia municipal? En ningún sitio, pero si es un problema de mis vecinos, es un problema mío.

Ha sacado a colación el tema de los polígonos. En el programa electoral dicen que van a desarrollar el polígono Norte y poner en valor los terrenos del Consorcio Urbanístico de Rivas.

Eso se tendrá que ver en el marco del plan general. Hay que poner en valor esa zona, porque tiene una participación municipal y otra regional. Nosotros no hemos hecho ninguna intervención en esa parte. La Comunidad de Madrid ha intentado en varias ocasiones disolver el consorcio y nosotros nos hemos negado, porque la Comunidad lo quería desarrollar en su lógica de crecimiento sin gestión y sin cohesión. Yo, desde que soy alcalde, paralicé ese desarrollo, ya en el 2014, porque entendía que, hasta que el barrio de La Luna no fuera un barrio finalizado con su acceso a la M-50, sus viviendas y recursos, y el barrio Centro, que todavía tenía su brecha sin terminar en Aurelio Álvarez, sus colegios, sus dotaciones; no tenía sentido abrir un nuevo frente urbanístico en una esquina del barrio Este, a la izquierda de la calle Juan Carlos I, cuando está la ciudad sin terminar. Tenemos que garantizar que todos los vecinos que vienen a vivir a Rivas tienen todos los servicios, a pesar de que llegan a zonas nuevas y suele tardar un poco en estar todo perfecto. Por lo tanto, hasta que se haga ese acceso a la M-50, ese polígono norte, ese tramo de la avenida de Los Almendros por terminar, los océanos del barrio de La Luna, se tenga el polideportivo, el centro de salud, el colegio terminado, sus zonas comerciales… Pues cuando ese barrio esté en vías de terminarse, al igual que la zona de Rivas centro, quien esté sentado aquí y dirija la Corporación podrá tener la capacidad para decidir qué hace con una zona de la ciudad que tiene margen de desarrollo. A mí cuesta mucho, en muchos casos, constreñir o plantear ahora, desde la lógica de ladrillo por la que se ha apostado en esta región, la política del desarrollemos, generemos plusvalías y luego ya veremos qué pasa. No basta con entregar viviendas, hacer caja y luego dejar vecinos con necesidades pero sin invertir. Si generas riqueza por invertir en Rivas, tiene que devolverse a los vecinos en forma de recursos y servicios. Esta semana abrimos las calles del barrio de La Luna, que se puedan conectar las de los océanos con la avenida de Los Almendros y que no tenga los vecinos que dar el periplo que daban hasta ahora. Además, los vecinos no entienden que es un privado el propietario del suelo, que va a ganar dinero por el desarrollo de ese suelo, el que tiene que encargarse de que haya competencias básicas como bancos o calles y están sin hacer. La prioridad es rehabilitar y recuperar los barrios más antiguos. Por eso, el trabajo que estamos haciendo en Covibar y en el Casco. No se pueden generar nuevos desarrollos cuando tienes lugares sin accesibilidad adecuada para los vecinos y vecinas. La virtud de esta ciudad es que el 73 por ciento de su término municipal es parque regional y está protegido. Y el Ayuntamiento también expropió la parte de enfrente de la carretera de Valencia para que sea un parque forestal. Con el cambio de lindes con Madrid y el desmantelamiento de la Cañada, vamos a garantizar que Rivas, a catorce kilómetros de la Puerta del Sol, tenga un anillo verde que es dos terceras partes de su término municipal. Eso es un privilegio, un lujo. Ahora bien, la parte interna hay que reorganizarla para ver qué modelo de ciudad tenemos y, lógicamente, habrá recorrido, pero no podemos depender del desarrollo urbanístico. Tenemos que tener actividad económica, economía real.

¿Lo primero, entonces, el polígono?

Por supuesto.

Y en esta legislatura, ¿sería viable?

Con el acceso a la M-50, ese polígono va a ser no solo viable, sino uno de los polígonos estratégicamente mejor posicionados del este y el sureste de Madrid.

¿Qué tipos de empresas quieren atraer ahí?

Ahora mismo, hay muchos inversores y muchos fondos buitre que comprarían el polígono, y a saber qué desarrollarían. Nosotros queremos saber qué se desarrolla en nuestro suelo. Desde luego, hay que trabajar con elementos de industria limpia y que generen la mayor cantidad de puestos de trabajo posible. Por tanto, esos serían los indicadores y, como hemos hecho con el Rivas 2020 en el polígono industrial, atraer empresas de tipo industrial que generen puestos de trabajo. Que no consuman mucho suelo y generen pocos puestos de trabajo, como nos pasa con algunas empresas logísticas… Si se va poder elegir va a depender de en qué condiciones sacamos ese polígono al mercado. Si tenemos un acceso a la M-50 y una ruta de transporte público al eje de O’Donnell, o al Cercanías de Coslada, o al Corredor del Henares, pues posiblemente ese polígono industrial sea atractivo para un perfil de empresas que están posicionadas en el sector de la A-2 que no tienen esas posibilidades ahora mismo. Pero, insisto, nosotros tenemos que generar las condiciones para que podamos elegir.

En ese modelo de ciudad también están proyectando, y lo llevan diciendo un tiempo, que ahora es el momento de soterrar las vías del Metro a su paso por el centro de la ciudad y hacer un gran parque lineal. La gente se pregunta por qué antes no ha sido el momento.

Las vías del tren ya están soterradas hasta la parada de Rivas Futura: solo hay que cubrirlas. Cuando se hizo el Metro se planteó por qué había una brecha en esta ciudad que separaba Covibar, Pablo Iglesias de la zona de los chalés y las urbanizaciones, y se hizo un parque lineal. Luego, la zona Centro ha ido creciendo y hay algunas parcelas sin terminar en esa zona, y eso lógicamente genera un impacto. A eso se añade que la reivindicación de la ampliación del horario de Metro, que es la única salida que tenemos a Madrid, estando colapsada la carretera de Valencia, afectando eso al autobús y el taxi, tiene un impacto en la zona. Siempre estamos mendigando una rampa en una estación o un vagón más, pero no reivindicamos tener un pasillo verde que conecte Covibar con Rivas Centro y toda la gente que en esa zona vive a espaldas de la vía, calles cortadas que dan a la vía y que tienen en frente un polígono industrial muy de servicios, que usan los vecinos, con unos trabajadores con derecho de usar al tren. Entonces, pensamos en mantener una conversación con la Comunidad de Madrid. Hagamos un concurso de ideas, veamos cuánto cuesta. Lleguemos a acuerdos para que la Comunidad de Madrid reduzca el impacto y el daño acústico que supone en la ciudad partir la ciudad en dos por la vía del tren, techemos lo ya soterrado y hagamos un parque lineal que haga que se encuentren los barrios. Uno de los hándicap que tenemos en esta ciudad con respecto a la movilidad es que en Rivas hay que ir a todos los lugares en coche, que el transporte público interno por la tipología territorial y de las viviendas tiene mucha extensión. Pues si somos capaces de hacer un pasillo verde que conecte el área de mayor población, que es Covibar y Pablo Iglesias, con el área de mayor actividad comercial, que es la zona de Rivas Centro, los vecinos y vecinas se podrán trasladar de manera sostenible sin usar el coche. Para los vecinos de Rivas Centro es impensable hoy en día poder ir al polideportivo si no es cogiendo el coche y ahora podrían ir andando. O los chicos de Covibar que van al cine, podrían ir con un patinete por medio de un parque. ¿Por qué tenemos que renunciar a ello? Por tanto, hagamos que sea realista. Lógicamente, las reivindicaciones del Metro: la parada el apeadero, las frecuencias, el horario, los vagones, por supuesto que vamos a seguir haciéndolas, pero lo que no vamos a negar es que, como ya se hizo, se puede continuar. Si esta reivindicación se hubiera hecho hace diez años o hace quince cuando no vivía nadie, no tenía sentido que pidiéramos que se cubriera una zona donde se generaba impacto. Pero es que han ido viniendo vecinos y viven muchos de ellos desde hace diez o quince años, y siguen viniendo. Se está lesionando la calidad de vida de la gente del entorno y de esa manera se mejoraría la calidad de vida de toda la ciudad, que se beneficiaría de ese gran parque lineal que conectaría además con la avenida de Los Almendros y con otros parques de la ciudad.

Casi todos los partidos proponen bajadas del IBI y de la ecotasa. En su programa electoral, lo que dicen es que no van a acometer ninguna subida de impuestos sin hacer un proceso de información ciudadana que explique la necesidad de estos ingresos, dónde se gasta…

Nosotros queremos gobernar, no queremos hacer propuestas que pueden parecer muy populistas pero que después no son viables. Esta ciudad y sus servicios públicos se mantienen con los impuestos. Si bajas los impuestos, tienes que dejar de prestar servicios. Lo que tienen que decir los que proponen estas bajadas, sobre todo en impuestos que son lineales y no progresivos como el IBI, ya que tributa sobre la propiedad y no sobre la renta, es cómo lo van a hacer. Nosotros bonificamos sobre el nivel de renta a quienes tienen dificultades para pagarlo. De tal manera, que lo hacemos progresivo a la inversa: todos lo pagamos y quien no puede, le ayudamos. Con la gestión de los servicios públicos no vamos a hacer demagogia. El tipo impositivo del IBI lleva congelado desde 2011 y planteamos seguir manteniéndolo congelado. Los partidos que proponen bajar el IBI es porque van a privatizar o dejar de prestar algún servicio, y tienen que decir cuál. Bajar una centésima el IBI supone una media de más de 400.000 euros. ¿De dónde lo van a quitar? No valen lugares comunes. Hay que coger la tabla de Excel del presupuesto y decir: señores, si yo quito de aquí, tengo que poner de aquí. Alguno dirá que vendiendo las viviendas de la EMV a fondos buitre el sistema se financia. Otros dirán que del ahorro energético, cuando de la previsión de ahorro de 200.000 euros hemos conseguido 75.000 euros porque se ha multiplicado por cinco la factura de la luz. Por tanto, si yo dejo de hacer un ingreso pensando con un buenismo irresponsable que me va a venir por otro lado, es como si una madre decide que se puede ahorrar la comida de la niña porque va a venir sin hambre del colegio. ¿Y si viene con hambre? ¿No come ese día? Hay cosas con las que no se puede jugar. Porque cuando todos esos partidos se van a concentraciones, las PNL y todas las mociones que presentamos diciendo que el Ayuntamiento adelante dinero para construir colegios, la M-50 o contrate más funcionarios, deben preguntarse con qué dinero, si los ingresos del Ayuntamiento están colgados en la página web. Si usted quiere quitar tiene que decir cómo lo compensa. Nosotros, aunque no sea muy popular, lo que no queremos es engañar a la gente. Por dos razones: porque somos vecinos de este pueblo y nos cruzamos con la gente no queremos que nos saquen los colores, por lo tanto, asumimos lo impopular de no decir cosas que no pueden ser; y porque queremos seguir gobernando y tenemos que decirle a la gente que para eso hace falta que entre todos hagamos ese esfuerzo. Y que, lógicamente, exigiremos a la Comunidad y al Estado que hagan sus competencias, pero nosotros tenemos que asumir las nuestras. Y tenemos muchas limitaciones en una ciudad que está creciendo y tiene una alta demanda de servicios públicos. Somos el segundo ayuntamiento de la Comunidad de Madrid en inversión por habitante. No lo digo yo, lo dice la página de transparencia municipal. La primera es Pozuelo de Alarcón, la ciudad más rica de España. Nosotros tenemos la mitad de renta y la mitad de ingresos por impuestos o menos, y somos la ciudad que más inversión hace por vecino, la que más te devuelve. Por lo tanto, cuando alguien dice esto, que me digan de dónde sacan el dinero. No vale meterse en un foro de Facebook y quejarse de los impuestos. De los impuestos se quejan siempre. Me da rabia especialmente que haya formaciones de izquierdas que lo hagan porque ahí están Podemos o el Partido Socialista precisamente hablando de que se ha construido una Comunidad de Madrid a la medida de que los ricos no paguen, y luego pidas un acceso a la M-50 y te digan que te lo pagas tú. ¿Y los ricos? ¿Y las exenciones que tienen? ¿Qué puedo hacer? Que para ninguna familia que lo esté pasando mal, el IBI sea una carga económica. Y me gustaría que los partidos de izquierdas dijeran que metamos más dinero en ese apoyo económico, que demos más bonificaciones al IBI.

Hay una propuesta muy llamativa, que es crear una empresa municipal de transportes.

Lo que valoramos es el estudio. O el Consorcio de Transportes, si gana la izquierda en esta región, se convierte en un organismo que da recursos y que articula el transporte en el territorio o, efectivamente, tenemos que buscar una manera de poder actuar. No podemos tirarnos dos años para que el Consorcio nos cambie las líneas de autobuses o pidiendo paradas de autobús. No puede ser. Estamos explorando tener algún tipo de acuerdo con la EMT de Madrid. Hay un proyecto que estamos trabajando con Manuela Carmena que es el Madrid Área Metropolitana, que tiene que ver con cómo nos relacionamos los municipios de la primera corona metropolitana. Hay que buscar fórmulas que den un mejor servicio para algo tan básico como el derecho a la movilidad. Por eso, es tan oportuna la buena sintonía y relación que tenemos con Manuela Carmena y la ciudad de Madrid. De nada sirve, no obstante, tener un sistema de transportes para conectarnos con Madrid, si tenemos una carretera de Valencia colapsada, si no tenemos un intercambiador en la cabecera de la A-3, si no hay un bus-VAO. El 80 por ciento de los problemas que tiene esta ciudad tienen que ver con actuaciones relacionadas con la Comunidad de Madrid. Resolviendo esos problemas, Rivas podría destinar sus recursos a otras cosas: centro de salud, colegios, Cañada, transportes. No podemos ser los sustitutos de todos. A lo mejor, en otros sitios que sean muy ricos, lo pueden hacer, pero aquí no, y, además, la ciudad sigue creciendo. Los que vienen quieren tener los mismos servicios y los que ya están no quieren que, porque vengan otros vecinos nuevos, tengan ellos menos servicios. Eso significa no parar con la inversión. Hemos hecho una inversión de más de cincuenta millones de euros esta legislatura entre actuaciones en la vía pública, viviendas, colegios, servicios públicos… Y todavía la Comunidad de Madrid no nos ha pagado los tres millones de euros que nos debe por el colegio La Luna. Esa es la realidad que tenemos.

Otro tema en campaña es el tema de la seguridad. Está, por un lado, la Policía Local , con la que existe un conflicto laboral abierto en estos momentos. Y está el tema de la comisaría, que ha anunciado que han iniciado los trámites para la construcción de un espacio de Policía Nacional. ¿Qué aportaría frente a la Guardia Civil?

Hay un tema que tiene que ver con un sindicato de la Policía Local que, lógicamente, tiene todo el derecho para hacer campaña y reivindicar su situación. La reclasificación policial se va a hacer sin ningún problema. Ya se llevó al Pleno y se van a hacer los trámites. Quiero felicitar el trabajo de Carla de Nicolás, concejala de Recursos Humanos, que ha hecho una muy buena labor. Hemos firmado medidas de conciliación con los sindicatos UGT, CCOO, CGT y CSIF hace una semana, y hoy mismo me he visto con los sindicatos de Rivamadrid. Es bueno cuando los partidos políticos se quieren reivindicar como portavoces de reclamaciones sindicales, se vean con todos los sindicatos, los corporativos y los de clase. Porque hay más de mil doscientos trabajadores que trabajan para la administración de Rivas y tenemos que tener una visión de 360 grados de lo que ocurre. La Policía Local de Rivas es estupenda. Ahora vamos a crear siete nuevas plazas de agente. Tenemos un problema con la tasa de reposición desde siempre, ya lo saben los sindicatos. Vamos a ir sacando plazas, vamos a cubrir jubilaciones y vamos a intentar recuperarlo, pero es algo que ocurre en todos los ámbitos. Nuestro hándicap tiene que ver con que los cuerpos de seguridad del Estado que tienen competencias en esa materia tienen ausencia de servicios en la ciudad, pese a que los profesionales que trabajan aquí hacen un trabajo excelente. Una comisaría, según los datos que tenemos y la reunión que he tenido con el jefe superior de Policía de Madrid, y el estudio que está elaborado para Rivas, podría suponer una comisaría con más de 250 agentes.

Y ahora mismo, ¿cuántos guardias civiles hay?

Creo que no llegamos a sesenta guardias civiles operativos en seguridad ciudadana en la ciudad. Entonces, no sería necesaria la salida de la Guardia Civil del municipio. Pueden cohabitar, porque sus unidades están comarcalizadas, pero creo que hay que llegar a un acuerdo con la Secretaría de Estado, a la que ya he pedido una reunión y creo que, en la parcela que tenemos junto a la Policía Local, podríamos desarrollar una comisaría. El estudio, que ya tiene el visto bueno técnico, prevé una cantidad de 250 agentes, lo que supondría una mejora cualitativa de la seguridad en la ciudad. Si a eso le sumamos el desmantelamiento de la Cañada Real, que está consumiendo muchos recursos policiales por el perfil delincuencial de la zona, estamos en condiciones de acabar en poco tiempo en Rivas, que ya de por sí es una ciudad bastante segura, con una de las ciudades más seguras de la región. Lo primero que haré si soy elegido es intentar firmar con la Secretaría de Estado un protocolo de acuerdo para que se inicien los trámites en la parcela correspondiente para la construcción de la comisaría.

Pedro del Cura

Otro asunto importante es la vivienda. Ustedes prometen 80 nuevas viviendas de alquiler. ¿Es suficiente, teniendo en cuenta el problema de vivienda que hay en la ciudad?

Eso no es suficiente, pero sí es lo que tenemos ya para sacar. Van a empezar las obras y se van a adjudicar el mes que viene. A finales del año que viene y principios del otro se entregarán más de ochenta viviendas para emancipación de jóvenes; viviendas compartidas, porque con los salarios que hay no se puede pagar un alquiler completo, pero sí 150 euros, compartiendo una vivienda con su pareja o sus compañeros. Tenemos 618 viviendas. Por ratio de habitantes somos el municipio que más inversión en parque de vivienda público tiene, con gente que paga una media de 450 euros. Rompemos a la baja el precio de mercado, pero tenemos que seguir haciéndolo. Estamos en algunos espacios adquiriendo viviendas de segunda mano. Prácticamente, Rivas no tiene vivienda vacía. No hay grandes tenedores de vivienda, no hay fondos buitre. Hace poco la EMV compró una casa en el Casco y estamos ejerciendo el derecho de tanteo-retracto. Es decir, que cualquiera que es un adjudicatario de la EMV y quiere vender su casa, el Ayuntamiento establece que por el mismo precio que marca la venta, la EMV recupera la propiedad, le paga a la persona y pasa a formar parte del parque de vivienda. Ninguna vivienda se pierde porque ninguna que tenga un adjudicatario en venta la quiere vender: la EMV la compra y la mete en el parque público. Ya hemos hecho la reserva en estas seiscientas viviendas del sexto plan, hay más de cuarenta que forman parte del plan de alquiler. Por ejemplo, la RC-9, que vamos a entregar ahora, tiene 24 viviendas del parque de alquiler. Con lo cual, vamos vaciando nuestra lista de espera. Tendremos, por tanto, para el próximo mes 24 viviendas de alquiler disponibles, 88 viviendas para alquiler compartido, seguramente para finales del año que viene o principios de 2021, y tenemos estudiadas varias zonas dotacionales más para hacerlo. Además, en los concursos que hacemos de parcelas, como la del Cerro de la Cabaña, que el Ayuntamiento sacó la licitación, obligamos o puntuamos que las promotoras reserven parte de su construcción para un parque público de vivienda en alquiler. De tal forma que hay mucha oferta y, además, el Ayuntamiento interviene y baja el precio medio.También apostamos por el ‘cohousing’ porque hay gente que quiere tener acceso a otras fórmulas de acceso a la vivienda que no son las clásicas que marca el mercado. Tenemos el mayor parque en relación con el número de habitantes, seguimos haciéndolas y seguimos haciendo reservas de parque. El mes que viene, en cuanto podamos dar la calificación definitiva, pongamos las cocinas y sacamos a que corra la lista de espera. De las siguientes viviendas, está ya hecho el proyecto y solo falta contratar a la constructora. No es una promesa, es una realidad.

¿Con qué expectativas se presenta a las elecciones? En las anteriores, Rivas Puede se quedó a cuatrocientos votos de la suya.

Rivas es siempre difícil. Tenemos ese corazón de aldea gala. Ganarle a los cuatro grandes no es fácil; ganar las elecciones al PSOE, a Podemos, a Ciudadanos o al Partido Popular, que son los grandes partidos políticos de este país, no es fácil. Nosotros trabajamos el cuerpo a cuerpo: la gente nos conoce y sabemos la valoración que tienen los vecinos de la ciudad y de la gestión que se ha hecho. Luego, llegaremos a acuerdos con quienes podamos. Somos como esta ciudad: peleones, cabezones y con ideas que queremos llevar a cabo. Es razonable, por ello, que seamos la fuerza política que tiene el apoyo mayoritario de la población: porque creemos que lo hemos hecho bien, porque cuando no lo hemos hecho bien ahí estamos para escuchar y rectificar, y porque somos la organización que más se parece a la ciudad y a mí me ha correspondido liderar este proyecto. Lo que les pido a mis vecinos es que me apoyen, que permitan que haya una Izquierda Unida fuerte para continuar con el proyecto de Rivas y frente a todos esos que quieren cambiarlo todo y que dicen que vienen los romanos, que la gente salga y vea que ciudad tiene. Somos responsables de los errores, pero también de los aciertos de este modelo de ciudad. Si alguien está contento con Rivas y quiere que siga funcionando y siga mejorando, la candidatura de Izquierda Unida es la papeleta que le pediremos que coja el próximo domingo para poder seguir trabajando por esta ciudad.

¿Con quién pactaría, y con quién no?

Pactaremos con cualquiera que tenga una visión de progreso de esta ciudad. Yo he tenido siete concejales a principio de legislatura y aprobé la organización municipal por unanimidad. Y he tenido siempre una buena relación con todos los grupos, incluso teniendo mayoría absoluta. El Partido Popular ha dirigido la comisión de Vigilancia de la Contratación; es decir, somos capaces en el compromiso y el interés de Rivas llegar a acuerdos con mucha gente. Nuestra prioridad son los partidos progresistas, siempre, lógicamente, en la base de un programa. Hay algunos que se centran en una lluvia de promesas y, aunque nosotros a veces no podamos decir cosas por responsabilidad, los acuerdos existirán. Izquierda Unida ha gobernado con Rivas Puede y con el PSOE, también en minoría y ha sacado los presupuestos sin problema. Somos la garantía de que esta ciudad sale adelante y se va a gobernar con criterios de transparencia, eficiencia y devolución al vecino. Hay veces que se les hacen propuestas, como al PSOE en 2015 y 2017, de entrar en el Gobierno, y ellos no quieren. Estaremos abiertos a hablar con todas las organizaciones con las que podamos coincidir. Podrán ser acuerdos de legislatura, gobierno o aspectos estratégicos. Lo que está claro es que intentaremos implicar al mayor número de miembros de la Corporación y que los vecinos nos mandaten. Uno no lo elige, le eligen, y los compañeros de Corporación los elige la ciudadanía este domingo. Luego, tendremos que hacer una correlación de fuerzas, como en 2015, que fue muy justita y, sin embargo, hemos conseguido sacar proyectos importantes y a los que decían que teniendo la mayoría absoluta íbamos a aplicar el rodillo, y cuando la hemos tenido, hemos seguido teniendo las mismas prácticas y las mismas ganas de trabajar y ese es el sello de nuestra labor: nosotros no tenemos ensoñaciones sino que lo que hacemos, lo decimos.

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