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Marcos Sanz, candidato de Actúa a la Alcaldía de Rivas Vaciamadrid

Marcos Sanz (Madrid, 1959) es el candidato de Actúa a la alcaldía de Rivas Vaciamadrid en las próximas elecciones de mayo. Este ingeniero de telecomunicaciones ya cuenta con experiencia política en la ciudad, al haber sido concejal durante una década en la época en la que José Masa ostentaba la alcaldía. En aquel periodo, Sanz desempeñó funciones muy diversas (Hacienda, Urbanismo, Modernización Administrativa…). Tras renunciar a sus responsabilidades de Gobierno a raíz de la dimisión de Masa, Marcos Sanz regresa ahora al panorama político ripense y lidera la lista de Actúa para los comicios del próximo día 26. En esta entrevista, desgrana para Diario de Rivas las propuestas de mejora que pretende llevar a cabo.

¿Cuál es su motivación para presentarse ahora como candidato a la Alcaldía de Rivas?
Tengo una experiencia política de diez años como concejal en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid. En ese período me ocupé de muchas competencias, por lo que conozco bien el funcionamiento de la administración: he sido concejal de Urbanismo, de Obras e Infraestructuras, de Sociedad de la Información, Hacienda, Recursos Humanos, Organización… Me presento como candidato porque creo que la gestión de Rivas deja bastante que desear en los últimos años. Rivas carece de un proyecto de ciudad que devuelva a la ciudadanía la ilusión por ser de Rivas. En este proyecto nos acompaña el excalcalde de Rivas José Masa y ese también es un aval importante. Rivas está viviendo ahora de las rentas, del trabajo de muchos años en este ayuntamiento, y a día de hoy una parte importante de la ciudadanía nos sigue parando por la calle, preguntando qué está pasando en Rivas y animándonos a que nos presentemos de nuevo. Actúa presenta un proyecto nuevo, pero con mucha experiencia detrás y mucha ilusión.

Cuando habla de las rentas heredadas del período en el que José Masa fue alcalde y del cambio de gestión que ha notado en los últimos años, ¿a qué se refiere?
Nuestra principal crítica es la dilapidación o malbaratamiento del patrimonio de Rivas; no solo el físico, sino también el de la ilusión. Cuando llegué a este municipio se hablaba del ‘gas de Rivas’, que era ese ‘gas’ que respiraban los nuevos vecinos y que hacía que enseguida, cuando les preguntabas de qué ciudad eran, respondían que de Rivas; salían fuera del municipio y defendían Rivas. Eso a día de hoy se está perdiendo. A pesar de que las encuestas digan que se valoran muy bien los servicios públicos de Rivas, que es cierto que los hay, ni se tiene un proyecto de ciudad ni ese espíritu para poner por delante las necesidades de la ciudad. Cuando gobernábamos, teníamos a gala decir que los servicios llegaban antes que los vecinos; y así era. Teníamos una Empresa Municipal de la Vivienda que construía mucha vivienda pública y que era un agente que regulaba los precios. El gobierno actual lo único que hace es vender parcelas para obtener recursos y gastarlos donde lo cree oportuno, pero no está haciendo un uso adecuado de ellos. Por ejemplo, desde la creación de la EMV en 2003 hasta el VI Plan se han construido 3.200 viviendas públicas; 581 viviendas en alquiler, unas construidas por el Ayuntamiento y otras conveniadas por la Comunidad de Madrid. Y desde 2015 lo único que se ha desarrollado es el VI Plan de la Vivienda, que fue el que pusimos en marcha con el gobierno de Pepe Masa, por lo que no ha habido ningún avance en ese sentido. Cuando decimos que el Ayuntamiento, a través de la EMV, era un agente que regulaba el precio de la vivienda, se refleja en los datos: en el cuarto trimestre de 2007 Rivas era el cuarto municipio madrileño de más de 20.000 habitantes con el precio de la vivienda más barato; ahora, ocupamos el puesto 17 en cuanto a la vivienda más barata, porque han paralizado la actividad de la EMV. Curiosamente la encuesta que acaban de sacar dice que solo un 2% de los ripenses consideran la vivienda como un problema, pero quienes tenemos hijos en edad de emanciparse vemos que la vivienda es inabordable para ellos; el alquiler está por las nubes y tienen que marcharse de la ciudad para realizar su proyecto de vida. Y eso es una realidad.

¿Qué proponen desde Actúa?
Volver a impulsar la construcción de vivienda pública para regular los precios. El Ayuntamiento solo ha vendido suelo para que sean operadores privados los que pongan a disposición de la ciudadanía su oferta de viviendas. Curiosamente tenemos el Consorcio Urbanístico de Rivas, donde el Ayuntamiento de Rivas tiene el 45% de la propiedad y la Comunidad, el 55%. En ese suelo hay proyectadas 2.625 viviendas, la mayoría de las cuales (1.775) son de protección pública. No se ha hecho nada por sacar adelante ese consorcio y se ha dejado que sea la empresa privada la que desarrolle su oferta para quienes tengan capacidad económica. Eso es un hecho incontestable. También somos muy críticos con el polideportivo del barrio de la Luna; además, la oferta cultural deja mucho que desear para quienes conocimos épocas anteriores. En el auditorio Pilar Bardem se viene a ofertar ahora lo mismo que en toda la red de teatros de la Comunidad de Madrid; no se colabora con el tejido cultural de este municipio, ni se ofertan espacios de ocio alternativo para la juventud. Solo se gobierna para un sector, los afines al gobierno, y se deja fuera al resto de la población. Cuando gobernábamos nosotros, lo hacíamos para toda la ciudadanía. Por tanto, ese ‘gas’ de Rivas que se respiraba cuando se llegaba a la ciudad hoy está enrarecido.

Usted afirma que, hasta hace algunos años, los servicios llegaban antes que la ciudadanía y que ya no es así. ¿Cómo revertiría esta situación?
Al gobierno le falta capacidad de diálogo y de negociación. A Rivas le faltan muchos servicios: una oficina de empleo, una tesorería general de la Seguridad Social, un centro de especialidades médicas o el cuarto centro de salud son algunos ejemplos. Creo que en esto estamos de acuerdo todas las formaciones políticas que nos presentamos a las elecciones. Falta iniciativa política, proyecto de futuro y anticipación a los problemas de la ciudadanía. Cuando estábamos en el gobierno, nosotros teníamos proyectado un polideportivo público para el barrio de la Luna. Empezaron las tensiones en IU y la parte que lideraba Pedro del Cura se oponía frontalmente a que se construyese ese polideportivo; argumentaban que no era necesario porque se trataba de un barrio joven y en construcción, y que la vecindad aún no demandaba ese servicio. Nosotros creíamos que, tal y como venía sucediendo en Rivas, los servicios tenían que llegar antes que las necesidades de los vecinos. Pero había una guerra por desbancar de la Alcaldía a José Masa y sabían que, si ofrecíamos un servicio público deportivo en aquella zona, iba a ser muy bien valorado por la ciudadanía, lo que iba en contra de los intereses de Pedro del Cura por hacerse anticipadamente con la Alcaldía. En 2015, de repente, alguien se acordó de que esa parte de la ciudad iba a necesitar un polideportivo, e impulsaron uno que no tiene nada que ver con el que nosotros habíamos pensado. Nosotros teníamos proyectado uno no solo para el barrio de la Luna, sino para los desarrollos que van a continuación. Sin embargo, se ha hecho un ‘minipolideportivo’ que sirve para cubrir una parte pequeña de las necesidades actuales y futuras, y con un modelo perverso. Escuchamos a nuestro alcalde que recrimina y afea la gestión de la prolongación de la Línea 9 de Metro (TFM), construida y gestionada por una empresa privada; pues bien, es el mismo modelo que propone para el barrio de la Luna con el nuevo polideportivo.

El Gobierno ha argumentado siempre que esta era la única forma viable de dotar a esa zona de un polideportivo.
Eso es mentira. Eso era posible porque hay una norma para la regla de gasto, y es que si se hace una inversión que se pueda sostener con ingresos recurrentes, con esos ingresos se podría mantener esa infraestructura, y el polideportivo es una fuente de ingresos. No haría falta dotarlo de más personal, porque es posible reorganizar la estructura municipal para que el personal se adecue a las necesidades de la ciudad. 

Pero se argumenta que, por el techo de gasto, el Ayuntamiento no puede crecer…
Si distribuyes adecuadamente los recursos municipales, no es necesario contratar más personal: y eso es posible, lo afirmo con rotundidad. ¿Qué ocurre? Que la gestión de los recursos municipales en Rivas está hecha pensando más en las necesidades de los concejales que en las de la ciudad.

¿Qué quiere decir?
Creo que los concejales tienen una falta de visión y de autoestima. Cuanto más presupuesto tienen, más trabajadores tienen, y parece que así se sienten más importantes. Es cierto que cuando les dejas un presupuesto importante puedes hacer muchas cosas, pero eso no implica que no puedas ceder trabajadores a otras áreas del Ayuntamiento que tengan necesidades. Y eso está pasando hoy en el Ayuntamiento de Rivas.

¿Puede poner un ejemplo?
Yo impulsé el proyecto ‘smart city’ de Rivas. Cuando llegué como concejal me adjudicaron la modernización administrativa del Ayuntamiento. Tenía un equipo de 4 personas, y un técnico que controlaba mucho el tema de las redes y de las ciudades inteligentes. Sin ningún cargo de confianza, comencé a desarrollar un proyecto de modernización que al final se convirtió en uno de ‘smart city’. Cuando renuncié a mis competencias, una vez que José Masa dimitió como alcalde, dejé proyectos muy interesantes y con mucho trabajo por hacer, pero decidí ser congruente con mi forma de ser y de pensar. Cuando yo me fui había 30 personas trabajando en modernización administrativa, en el archivo, en telecomunicaciones, en sistemas… Ese fue un trabajo de 10 años en el que no solo amplié el equipo de personas que trabajaban, sino que además fui capaz de convencer al resto de concejales y concejalas de que era mucho más efectivo para un ayuntamiento generar economía de escala tanto en la gestión como en la eficiencia de los recursos económicos municipales. Sin embargo, cuando yo salí, se antepusieron los intereses de los concejales y quisieron borrar el rastro de un trabajo beneficioso para la ciudad, y fueron dispersando a ese equipo de 30 personas por distintos departamentos del Ayuntamiento. Con ese equipo nosotros habíamos sido capaces de hacer frente a la crisis económica, seguíamos siendo pioneros en la modernización de la administración, y podíamos profundizar en ella con nuestros propios recursos, sin necesidad de ninguna contratación externa, y reducir los gastos de una manera notable: solo en gastos de telecomunicaciones nos ahorrábamos 1,5 millones de euros. Éramos capaces de que los trabajadores estuvieran a la altura de las empresas en conocimiento para, cuando necesitábamos un nuevo servicio, saber si era humo lo que nos ofrecían o no. Eso ha ido en descenso y además llama la atención que eso haya sucedido sin que ningún grupo de la oposición haya alzado la voz y haya preguntado por qué se incrementan los gastos en el capítulo 2; por qué se adjudica una herramienta, como es la gestión tributaria,que interactúa difícilmente con los sistemas que tiene el Ayuntamiento, con la oposición de los técnicos municipales. Y nadie se pregunta por qué han tenido que acudir a otra administración pública para que los técnicos de esa administración pública, que trabajaban con la empresa que ofrecía esa herramienta, formaran parte de la comisión del proyecto. Nadie se lo pregunta, nadie ha mirado los informes en contra de los técnicos municipales, y nadie mira quién ha firmado y ha estado al frente de ese contrato ni se pregunta por qué nos gastamos cerca de un millón de euros en algo que podríamos haber hecho con bastante menos dinero. Cuando gobiernas para una ciudad, están primero los intereses de la ciudad y después el prurito o el ego del concejal de turno, o el peso de la organización política.

Marcos Sanz, candidato de Actúa a la Alcaldía de Rivas Vaciamadrid

Nada más anunciar la candidatura, ustedes lanzaron una batería de propuestas en materia de seguridad. El pasado año, Rivas fue la ciudad madrileña en la que más bajó la criminalidad, aunque el anterior fue el gran municipio en el que más se incrementaron los delitos. ¿Qué proponen ustedes?
Los robos con fuerza se han incrementado en la ciudad y ese dato se ha pasado por alto. Los policías locales están ahora haciendo reivindicaciones y tienen razón en parte, ya que no se cubren las vacantes. También habría que valorar si las ratios son las adecuadas. Nos cuentan que la gestión de la Policía Local, como ocurre con el resto de los órganos de la administración, deja que desear. En 2015 yo denuncié ante los medios de comunicación que el acuerdo del pleno de organización municipal iba a poner patas arriba el Ayuntamiento, ya que se iba a gestionar más con la imposición que con el convencimiento. Se ha dejado de lado a los trabajadores municipales más cualificados. El alcalde se ha cargado la Unidad Canina de Rivas por motivos estrictamente personales. Cuando se habla de poner medidas contra el tráfico de drogas, la labor que hacía la unidad canina era inestimable; de hecho, le dieron una vuelta a la prevención del tráfico de drogas, dándole un carácter educativo e informativo. Hoy puede estar toda la Policía Local de Rivas desplegada por la ciudad, que, como no lleven un sistema que les permita detectar la droga, no van a encontrar nada. Y eso puede estar pasando. La denuncia de Proyecto Perrutis es que el acceso al consumo de droga empieza a ser preocupante entre la población más joven de nuestro municipio; y cuando la droga o la ludopatía entra por la puerta de los hogares, la tranquilidad salta por la ventana. Es un problema real. También están poniendo freno a los agentes de enlace y paralizando la actividad que tenían con los centros, por decisión política. Siendo Rivas una ciudad segura, se están tomando malas decisiones. Es cierto que faltan policías y guardias civiles, y aunque no depende del Ayuntamiento conseguir más agentes, hay que reclamar que eso efectivos se adecuen a una ciudad en continuo crecimiento.

Usted habla de un modelo de ciudad que está dibujado en el PGOU vigente, que data de 2004. En los últimos años se ha hablado en numerosas ocasiones, en el Pleno, de la necesidad de revisarlo. ¿Está de acuerdo en que hay que cambiarlo?
La revisión del PGOU de 2004 ya revirtió la situación en Rivas. Antes de ese año, el 45% de la ciudad era vivienda en altura y el 55%, unifamiliar; y se intercambiaron esos porcentajes, pasando a ser un 55% en altura y un 45% unifamiliar. Cuando tienes una situación heredada de una época anterior, es muy difícil cambiar el ordenamiento de la ciudad. Llama mucho la atención que se esté hablando de la revisión del PGOU y que nadie esté hablando del Consorcio Urbanístico de Rivas, donde hay mucha vivienda pública para ofrecer a esta ciudad. No debe de haber interés al respecto, ni por parte de la Comunidad de Madrid ni por parte del Gobierno local. Nadie ha hecho referencia a esa bolsa de suelo público que tiene el municipio en los últimos años. Y también llama mucho la atención que pleno tras pleno se realicen modificaciones parciales del PGOU; se han ido vaciando de contenido y de edificabilidad muchas parcelas, a veces por las necesidades de las promotoras y otras por las del gobierno. Es normal que digan que hay que modificar el PGOU; lo extraño es que nadie diga cuáles van a ser los criterios para esa modificación. Hay un contrato con una empresa privada que aparentemente está realizando los trabajos para hacer esa revisión del PGOU, pero cuando se va al pleno y se aprueban esas modificaciones, nadie piensa qué se va a hacer con ese suelo vaciado de vivienda. ¿Va a ser para parques y jardines? ¿Nos lo van a ceder los promotores gratuitamente? Tendrán que explicarlo. El PGOU dispone que la población de Rivas va a estar entre 100.000 y 120.000 habitantes y la revisión que se propone apunta a que ese número va a aumentar considerablemente.

¿Qué política de impuestos propone para que el Ayuntamiento de Rivas cuente con ingresos suficientes?
En los últimos años, el tema del IBI ha estado en boca de todos: que si es caro, que si es barato… Años atrás había poca gente que lo ponía en cuestión, porque los servicios llegaban antes que los vecinos y, cuando tú ves que el dinero de tus impuestos sirve para algo, los percibes como algo útil para la ciudad. Como eso ya no sucede, es normal que la gente alce la voz, porque sus impuestos son caros. Se está enajenando suelo y lo que nadie dice es que se está hipotecando el Ayuntamiento y los futuros gobiernos. Ahora la ley permite que una parte de ese dinero sufrague los gastos de mantenimiento de nuestra administración, pero pasados 10 años esa situación hay que revertirla; es decir, que ese dinero que se gastó en mantener la gestión pública vuelva al patrimonio. Se está viviendo al día. Hay ejemplos de cómo se está malbaratando el patrimonio: la EMV de Rivas tenía entre sus funciones el cobro de los impagos de la vivienda de alquiler, es decir, la parte más fea e una administración, que es tener que pedir a sus vecinos el pago de las deudas. Esto se dice que se ha remunicipalizado y han pasado cinco personas afines al alcalde a formar parte de Rivamadrid. Y nadie dice que la deuda de impagados sigue creciendo, y la oposición actual tampoco.

En esta legislatura se ha reducido la deuda de más de 100 millones a menos de la mitad. ¿Cree que es necesario seguir por esa vía?
Eso no ha ocurrido porque sí. Todos los ayuntamientos que teníamos deuda con los proveedores estábamos obligados a acogernos a un plan de pago, lo que significaba reducirla, por lo que se van cumpliendo los plazos planteados en 2012. Es una gestión que se venía haciendo desde la anterior etapa. Cuando hicimos el plan de pago a proveedores teníamos claro que debía afectar lo menos posible a los trabajadores, y que el capítulo 2 tuviera sus correspondientes reducciones. A día de hoy el Capítulo 1 (gastos de personal) no hace más que aumentar por una mala gestión. No tiene sentido que haya una concejala de Recursos Humanos y un concejal distinto de Organización.  Con la enajenación de suelo se está pagando el funcionamiento municipal y se cumple el plan de pago, pero habrá que reponer ingresos a las arcas municipales.

Hace poco se ha publicado una encuesta que señala el transporte, el acceso a la M-50 y la educación (que desbanca a la limpieza en tercer lugar) como principales preocupaciones de los ripenses. ¿Qué proponen desde Actúa?
Falta mucha capacidad de negociación, de diálogo y de empatía con las otras administraciones. Quien consiga el enlace a la M-50 se va a poner la medalla, y eso cualquier político estaría deseoso de anunciarlo. Pero cuando preocupa mucho más ponerse esa medalla que el bien de los vecinos, es cuando las otras administraciones echan el freno y es más difícil llegar a acuerdos. La salida a la M-50 es una reivindicación histórica; yo he visto sentencias judiciales que nos negaban el acceso al Ayuntamiento de Rivas, que venían a decirnos que quiénes nos creíamos que éramos, que por mucho que lo reclamáramos no iba a ser el bálsamo de Fierabrás que solucionaría nuestros problemas. Luego nos reconocieron el derecho a que la M-50 tuviera un enganche con la ciudad. A partir de ahí, ha habido muchas conversaciones. Es un problema que acabará solucionándose y las tres administraciones implicadas, la Comunidad, Fomento y el Ayuntamiento, pondrán todo de su parte.

¿También la financiación?
Facilitarán muy mucho que el Ayuntamiento participe. Lo deseable sería que no se pusiera un euro. Nosotros cuando gobernábamos asumíamos el reto de poner una parte, porque también iba a ser en beneficio de la ciudad, de los nuevos desarrollos y de la zona industrial proyectada en el barrio de la Luna, y tienes que poner en la balanza las necesidades de unos y de otros.

Entonces, ¿cree que el Ayuntamiento de Rivas debería también poner dinero para la construcción del enlace?
Sería deseable que ese acceso fuera gratuito, pero yo creo que el Ayuntamiento también podría hacer un esfuerzo para que entre todos podamos construir el enlace que nuestra ciudad se merece.

Hay también un déficit de colegios, institutos… ¿Cómo ven este asunto?
De nuevo, capacidad de diálogo, empatía… La Comunidad de Madrid, entonces dirigida por Esperanza Aguirre, puso como condición para proyectar nuevos colegios que hubiera un colegio concertado en el municipio. El entonces alcalde, José Masa, aceptó pero pusoc omo condición que el colegio fuera construido por el Ayuntamiento, que además elegiría el proyecto educativo, porque si se hubiera dejado en manos del Gobierno regional se corría el riesgo de que fuera un centro confesional. En el caso del ‘modelo Hipatia’ el terreno es municipal, el colegio también, y los ingresos por la utilización y gestión de ese centro son mucho más elevados y superan en muchos miles de euros al dinero que por usufructo se va a ingresar por la gestión del polideportivo de La Luna. Lo que se ha hecho con La Luna, esto es, construir el centro a cambio de condonar parte de una deuda que se tiene con otra administración, está bien; pero ha faltado una capacidad de interlocución y negociación muy grande, porque entre administraciones se puede llegar a acuerdos para ir retrasando ese pago. La FAPA ha organizado una movilización que nosotros apoyamos y hay que ver cómo esos centros se pueden adecuar a las necesidades educativas de Rivas. Propuestas hay, y lo que tenemos claro es que no vamos a ceder suelo para que haya un concertado más en nuestra ciudad. Alguien decidió en su momento que hubiera un colegio privado ultracatólico en nuestra ciudad, a pesar de que había normas que podían haberlo impedido. Nosotros llevamos en nuestro programa que el planeamiento urbanístico asegure que en nuestra ciudad no pueda haber un colegio ultracatólico; esto es pura ideología. Confiamos en la educación pública, apostamos por ella y no estamos dispuestos a que la enseñanza privada concertada esté arrinconando a la pública para acabar con ella y con la calidad que la ciudadanía se merece.

Marcos Sanz, candidato de Actúa a la Alcaldía de Rivas Vaciamadrid

Marcos Sanz, candidato de Actúa a la Alcaldía de Rivas Vaciamadrid (©Diario de Rivas)

¿Cuáles son las propuestas estrella de su programa?
Proponemos un modelo de gestión diferente que mejore la eficiencia municipal. No es de recibo que los trabajadores más cualificados de este municipio tengan a día de hoy capada toda su capacidad de decisión y de desarrollo profesional. Lo que se ha hecho, poniendo a afines como cargos de confianza por encima de la jerarquía municipal, es desmotivar a los trabajadores y generar desconfianza en los gestores. Los trabajadores tienen miedo a la hora de emitir su opinión, porque quienes lo han hecho están arrinconados, y ese modelo de imposición, de ordeno y mando, es un modelo costoso, ineficiente y que no solo desmotiva a los trabajadores públicos, sino que hace que la prestación de servicios no se dé en las mejores condiciones. Por lo tanto, habría que reorganizar toda la administración, contar con la profesionalidad de los trabajadores, reducir el número de cargos de confianza que, aun siendo conscientes de que tiene que haberlos, no son para imponer los delirios de grandeza y las ocurrencias de los cargos públicos. Y eso está pasando. Yo he sido concejal de urbanismo, de Hacienda o de telecomunicaciones y sociedad de la información y no he tenido cargos de confianza en estas labores; y cuando los he necesitado, he buscado a los mejores profesionales, y no a los segundos de las listas que no han salido o a la gente del partido que está en busca de trabajo. Yo siempre decía que la cuota de ignorancia la tenía el concejal, y que los asesores son para ayudar al cargo público, porque los cargos públicos no tenemos por qué entender de todo; lo que no se puede hacer es que esos asesores sirvan para tener atemorizada y paralizada a una administración. Y eso también lo denuncié cuando se aprobó la RPT con aquel pleno de organización municipal, que apoyaron todos los partidos. ¿Por qué lo hicieron? Con ver el número de portavoces adjuntos y asesores de los distintos grupos políticos, entendemos que la labor de oposición se reduce. Y cuando un partido político ha alzado un poco la voz, se lo han quitado.

En estos comicios se presentan numerosas fuerzas políticas de izquierdas. Mucha gente se pregunta por qué no ha habido más acuerdos. ¿Se han planteado ir en coalición con partidos que podrían compartir muchos de sus postulados, incluida la crítica al actual gobierno?
No, porque son proyectos diferentes y, por tanto, de difícil encaje. Ahora mismo la sociedad es plural, la representación política también lo es, tanto en la derecha como en la izquierda, y las candidaturas también lo son.

¿No cree que esto puede ser perjudicial y que se ‘pierdan’ votos?
La fragmentación a veces es perjudicial y a veces, no. En Andalucía gobierna la derecha porque diferentes opciones han sido capaces de abarcar a todo el electorado potencial. Ahora sí, como no han llegado al gobierno en las generales, reculan y empiezan a decir que tanta pluralidad divide más que suma. Cuando tienes un proyecto claro debes proponérselo a la ciudadanía y pedir su confianza.

¿Y después?
Se puede dar un Pleno muy fragmentado. Nosotros queremos que Rivas tenga un proyecto de ciudad y que la ciudadanía de Rivas vuelva a recuperar la ilusión, a tomar el pulso a su ciudad y saber que los proyectos que se presentan van a ser beneficiosos para ellos y no para los fondos de inversión. Desde Actúa, proponemos un contrato social, al igual que en las elecciones generales, que recupere los servicios públicos para nuestra ciudad, y un modelo de gestión diferenciado del que se da hoy. Queremos gobernar para toda la ciudadanía. Lo que no queremos es que la ciudadanía sienta miedo; que trabajadores y trabajadoras esté arrinconados o sean expedientados por dar su opinión, o despedidos como ocurrió en Rivamadrid; y que la ciudadanía sienta que la ciudad es suya y no de quien gobierna. Si tenemos representación institucional, que estoy convencido de que la vamos a tener, llegaremos a todos los acuerdos posibles, pero tiene que haber un cambio.

¿También llegarían a acuerdos con los partidos que integran el gobierno actual?
Nosotros vamos a llegar a acuerdos con quien asuma lo que nosotros queremos para Rivas. Hoy no se cumple; si cambian de actitud, y esto permite un gobierno de progreso, estaremos con el gobierno actual, PSOE… Pero para eso hace falta necesidad de cambio, empatía y poner los intereses de la ciudad por encima de los intereses partidistas. El 17 de mayo realizaremos un acto de presentación de nuestra candidatura en la sala Miguel Hernández, en el que estará presente José Masa, para que la ciudadanía perciba que es un proyecto que bebe del pasado, del conocimiento y de la ilusión que se transmitió a la ciudadanía cuando ese gobierno funcionaba. Somos personas con experiencia y capacidad de gestión y también traemos a gente nueva para dar el salto a la alcaldía de Rivas. Lo vamos a conseguir y esperemos que podamos llegar con nuestras propuestas a toda la ciudadanía.

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