El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid ha sacado a información pública el borrador de información urbanística, diagnóstico y síntesis previos a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad. Se trata de un documento, elaborado por un equipo de urbanistas, que radiografía, a modo de diagnóstico, la situación de la ciudad para definir sus principales retos de futuro.

El documento ha sido elaborado por el despacho Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Territorio S.L. para el Consistorio ripense, y sirve de base para el nuevo planeamiento de la ciudad, al considerar el proyecto vigente ya agotado. Las líneas maestras del documento estriban en la consolidación de la ciudad existente, el ‘cosido’ de la ciudad (centrándose en los problemas de movilidad y el soterramiento de las vías del Metro para crear un parque de superficie), la reconsideración de los bordes urbanos y la regeneración urbana de los espacios más envejecidos.

Además, se introducen paradigmas como la resiliencia, la sostenibilidad, la cohesión social y la igualdad de género en la percepción urbanística de la ciudad. También se considera la posibilidad de cambiar las ordenanzas para profundizar en la mezcla de usos del suelo (cabe destacar que se proponen acciones de transformación de espacios industriales en espacios de uso mixto con actividad económica y dotacional privado) y nuevas tipologías de vivienda colectiva. Del mismo modo, se propone la transformación de bajos comerciales en espacios de uso residencial.

La estructura del suelo de la ciudad arroja que un 71,3 por ciento del territorio es rústico (solo 11 parcelas de las 374 existentes concentran más del 50 por ciento de este tipo de suelo -2.400 de 4.800- y son usadas para pastos; el plan prevé aumentar esta proporción hasta el 80 por ciento) y un 28,7 por ciento, es urbano (1.900 hectáreas para 12.906 parcelas y 32.693 viviendas). De tal modo, la ciudad cuenta con 23 viviendas y 62 habitantes por hectárea. Cada habitante dispone de 37,6 metros cuadrados de espacios de movilidad a su disposición, 31,4 para el esparcimiento y 11,9 metros cuadrados para usos dotacionales.

Sin embargo, se considera que la distribución de la ciudad se ve lastrada por dos grandes barreras como son la A-3 y la línea 9 de Metro que impiden una movilidad y un comercio activo y de proximidad. En este sentido, además de la salida por la M-50, ya en desarrollo, se propone el soterramiento del Metro a su paso por todo el municipio para extender el parque lineal existente, eliminar la segregación de usos de la ciudad y conectar en un corredor ecológico el Olivar de La Partija con la Laguna del Campillo.

Por otra parte, se prevé continuar con la permuta de terrenos con Madrid para cambiar las lindes entre municipios y optimizar las labores administrativas encaminadas a solventar la problemática social, urbanística y de seguridad de la Cañada Real Galiana, conforme al proyecto vigente.

Desequilibrio en los desarrollos
El vigente plan muestra cómo el actual desarrollo ripense está programado para agotar el límite de la capacidad urbanística de la ciudad a través de seis planes parciales: Mirador Norte, Las Colinas, Mirador Sur, La Fortuna, Cristo de Rivas e Industrial Norte. En la actualidad, se encuentra en fase de desarrollo el único ámbito existente en suelo urbano no consolidado (Mirador Norte) y tres de los cinco sectores programados (Las Colinas, La Fortuna y Cristo de Rivas).

En total, el actual plan general calcula que de estos desarrollos se han construido más de 11.055 viviendas de un total de 18.028 proyectadas. Los investigadores presentan dos escenarios en estas circunstancias. El primero plantea cumplir con lo proyectado en la ordenación urbanística vigente, apostando por bloques de pisos. Se alcanzarían así las 53.500 casas. La situación, prácticamente, colmataría la ciudad, ya que Ezquiaga y su equipo calculan que en el municipio no pueden construirse más de 19.279 viviendas en los próximos 30 años (es decir, al terminar estos desarrollos, quedaría un remanente de suelo para 1.251 viviendas).

Esto supondría que Rivas Vaciamadrid podría alcanzar una población de 155.000 vecinos, aproximadamente (la ciudad crecería en 57.451 personas, según los cálculos de estos técnicos).  Ante tal densidad, serían necesarios nueve colegios con cuatro aulas por curso, tres institutos, dos centros de salud, dos bibliotecas, 18 hectáreas de espacios deportivos, dos centros socioculturales y dos centros de mayores.

La opción alternativa sería desarrollar solo un máximo de 3.000 viviendas nuevas en doce años, en forma de vivienda plurifamiliar, no superando las 2.000 en los suelos en desarrollo. La población crecería un 10 por ciento (alrededor de 10.000 personas). Según los arquitectos, esto supondría no crecer por encima de los 100.000 habitantes (en realidad, según esos cálculos y con la actual población de la ciudad, sí se superaría esta cifra).

A juicio de estos expertos, se trataría de una “densidad adecuada a una proporción de crecimiento que permita saturar los espacios urbanos más periféricos, y avanzar en seguir haciendo de Rivas una ciudad amable y de servicios”. En este caso, habría que construir dos colegios, un instituto, un centro de salud, una biblioteca pública, 3,5 hectáreas de dotaciones deportivas, un centro sociocultural para jóvenes y dos centros de mayores.

La situación de los actuales desarrollos es la siguiente:

Cristo de Rivas

En el caso del plan parcial del Cristo de Rivas, se planearon 10.726 viviendas, de las que restan por concluir 7.508. Se trata del desarrollo más importante de la ciudad, pues concentra más de la mitad de las nuevas viviendas. El documento critica que existen “actualmente carencias sustanciales de ejecución de la urbanización, habiéndose adelantado fases de edificación sobre urbanización no ejecutada, junto a zonas verdes de esparcimiento y ocio colectivo“.

Es decir, hay casas pero no equipamientos ni zonas verdes para darles servicio, lo que causa un desequilibrio urbanístico cuando los nuevos vecinos acceden a sus viviendas, ya que carecen de los servicios necesarios. También incide en que “tiene que resolver el conjunto de redes de servicios, y entre estas destacan el ciclo del agua y la red eléctrica (…) y completar los anillos viarios que permitirán el completo flujo vehicular” de la zona. También se refiere como tarea urgente a la ejecución de las parcelas de uso residencial en las inmediaciones de la avenida de la Democracia que no están aún desarrolladas.

La Fortuna

En el plan parcial de La Fortuna, se han construido 936 de las 1040 viviendas proyectadas. Se concreta la necesidad de resolver el borde del desarrollo que colinda con la Cañada Real, dar continuidad al parque del Olivar de la Partija y crear un parque lineal interior. También en este caso, se aprecian desequilibrios entre la construcción de viviendas y la de infraestructuras.

Mirador Norte

Mirador Norte tiene proyectadas 1.511 viviendas, de las que ya están construidas 906. Aqueja la misma realidad de desequilibrio entre residencial y dotaciones. Da continuidad a los dos grandes ejes viarios que unen Rivas-Pueblo con Rivas-Urbanizaciones (avenida de Ángel Saavedra y avenida de Pablo Iglesias). Busca resolver el borde de la zona urbana ya consolidada para que se produzca una transición paulatina hasta el límite del Parque Regional del Sureste, y, a la vez, obtener una gran zona de espacios libres públicos sobre los suelos del antiguo vertedero, completándola con una franja de cornisa que sirva de aislamiento, condicionada por sus fuertes pendientes. Ofrece la posibilidad de que parte de este suelo, una vez descontaminado, soporte equipamientos, como el colegio público que ya alberga.

Mirador Sur

En el Mirador Sur, se pretendían crear 2.625 viviendas, en buena parte protegidas. El resto, 400 viviendas libres iban destinadas a generar plusvalías que cubriesen los gastos de recuperación del suelo de los antiguos vertederos. También se reservaba suelo para una dotación universitaria que, a día de hoy, está descartada. Esta operación iba a ser promovida por el Consorcio Urbanístico de Rivas (55 por ciento del accionariado de la Comunidad de Madrid y 45 por ciento, Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid).

Los arquitectos abogan por abandonar la pretensión de construir en el Mirador Sur, ya que más de un 70 por ciento del suelo se encuentra en un ámbito con pendientes de entre el 10 y el 20 por ciento de inclinación. Este es el motivo principal por el que Ayuntamiento de Rivas y Comunidad de Madrid están en trámites de disolver el consorcio. A cambio, los estudiosos proponen crear un parque de transición hacia el Parque Regional del Sureste y que la zona se declare como suelo protegido.

Las Colinas

El plan parcial de Las Colinas proyecta 2.126 viviendas, de las que están concluidas 1.913. Sirve de cierre entre el camino bajo de Rivas y Las Canteras. Pretende crear un espacio residencial con áreas de actividad vinculadas a la estación de Metro Rivas Futura, para la que se reservó el suelo necesario y que, sin embargo, está aún sin desarrollar. Requiere descontaminar parte de sus suelos, afectados por las basuras del antiguo vertedero, para renaturalizarlo y acoger actividades vinculadas a la naturaleza (zonas de pre-parque) e investigación (I+D+i). Se ha desarrollado el uso residencial y casi todo el parque Manuel Azaña.

Polígono Industrial Norte

El polígono Industrial Norte se considera un espacio de oportunidad por sus futuras conexiones y su acceso a servicios. Allí se pretende crear un espacio económico secundario de cuarta generación (fábricas inteligentes, producción en masa ‘online’, internet de las cosas, ‘cobots’, realidad aumentada, ‘big data’, impresión 3d y 4d, nanotecnología, computación cuántica y sectores de alto valor añadido relacionados son los principales puntales de esta nueva industria).

Ante los desequilibrios planteados entre el desarrollo residencial y la construcción de los servicios e infraestructuras necesarias para la correcta habitabilidad de los vecinos en sus nuevos hogares, el plan concibe la posibilidad de que no se otorguen licencias hasta la edificación de los espacios de uso dotacional y lucrativo (parques, comercios, servicios públicos…).

Por otra parte, en las zonas de Capanegra y La Deseada, los investigadores defienden redefinir los usos terciarios, especialmente de hospedaje y turísticos, al considerar que es una zona con carencias de equipamientos y servicios para la población.

Deceleración demográfica

Ezquiaga incide en la deceleración del crecimiento demográfico ripense (del 14 al 2 por ciento desde 2005), que va a demorar el envejecimiento, pero señala problemas de futuro. Plantea que minorar la construcción garantizará los servicios públicos a la población existente y propone que, en caso de crecer, es adecuado para mantener la población ripense, apostar por un parque público de pisos, en vez de chalets. Además, plantea que el desarrollo de la zona norte de la ciudad debe ser objeto de una serie de limitaciones anuales a la construcción de vivienda para poder gestionar mejor sus servicios y su distribución.

Las familias ripenses, según el informe, tienen una renta media por hogar de 46.007 euros, sustancialmente más alta a la media regional (30.690 euros) y una baja tasa de paro (menor al diez por ciento). Sin embargo, la renta media por habitante es de 15.261 euros, similar a la del resto de la corona metropolitana de la capital, por la alta proporción de población menor de edad.

El estudio señala cómo se ha transformado la estructura económica de la ciudad. Ha desaparecido prácticamente el sector primario y, salvo cuatro grandes empresas, el parque empresarial y un pujante sector inmobiliario, la ciudad está derivando en un tejido económico basado en pymes, especialmente de carácter técnico y profesional, así como educativas, sanitarias y de servicios sociales.

Los retos de la movilidad

El diagnóstico de la movilidad ripense por parte de los investigadores muestra una realidad contradictoria. Por un lado, se denuncia la congestión de la ciudad por la salida en vehículo privado a la A-3 en hora punta, que se pretende solucionar con el acceso a la M-50 y con demandas políticas como la integración tarifaria del transporte público en el municipio y la ampliación de la red de autobuses.

Por otro, se incide en que el porcentaje de ripenses que salen de la ciudad para trabajar es casi diez puntos menor a la media regional (21,1 por ciento -unos 15.000 residentes- frente a un 30,8) y que la movilidad en vehículo privado se debe fundamentalmente a la necesidad de llevar a los menores a la escuela, la segregación de usos urbanos, las carencia de vías para dotar de permeabilidad al tráfico y la baja densidad de población -por la cantidad de chalets-). A estos embotellamientos hay que añadirles las 11.332 personas (INE, 2021) que vienen a trabajar a la ciudad cada día laborable.

El borrador propone, por otro lado, aumentar las redes peatonal y ciclista con nuevos caminos públicos, dentro y fuera del núcleo urbano; y adaptar las normas urbanísticas para que los espacios dedicados a la movilidad sostenible (bicicletas y vehículos eléctricos) no computen como edificabilidad en los edificios.

Parques concatenados

A nivel medioambiental, el nuevo plan plantea aumentar el espacio natural hasta el 80 por ciento del total del suelo municipal, transformando suelos no urbanizables en espacios de transición (destaca la transformación del Mirador Sur). El documento propone ‘repensar’ las relaciones del entorno urbano con el ecosistema mejorando la accesibilidad de la población a los espacios naturales y la concatenación de los parques del Olivar Alto de la Partija, Mazalmadrit, Bellavista, Barca Vieja y Cerro del Telégrafo.

También, se trabajará la conectividad desde la laguna del Campillo al resto del Parque Regional del Sureste por la fachada sur del barrio Este, y se procederá a una restauración ecológica y ecosistémica de este espacio singular. Se pretende, así mismo, mejorar la naturalización de los espacios interbloques privados de uso público de la ciudad tras una clarificación de la titularidad de los mismos (según recuerda el propio documento, el Consistorio pretende convertirlos en propiedad pública).

Además, se desean poner en valor las vías pecuarias y fomentar la producción de energías renovables en las zonas industriales, en parcelas en desuso y a través de comunidades energéticas que promuevan fórmulas como la energía solar, microeólica, geotérmica. Por otra parte, el borrador incide en el deterioro ambiental de las zonas de riscos del municipio incluidos en el Parque Regional del Sureste y aboga por integrar el parque periurbano de Mazalmadrit en el ámbito natural de Los Cantiles del Jarama.

Demanda de plazas escolares

En materia educativa, el estudio incide en que está cubierto el 64 por ciento de la demanda de plazas del primer tramo de Educación Infantil. En el caso del segundo tramo de Educación Infantil y Primaria, está cubierto el 96 por ciento de la demanda, pero esta se reducirá al 86 por ciento en cinco años por el incremento de población en edad de escolarización.

Así mismo, señalan que, en 15 años, desaparecerá abruptamente un tercio de la demanda de estos centros educativos. En el caso de la Secundaria, está cubierto el 83 por ciento de la demanda y se requiere un instituto adicional en el próximo lustro para responder a la necesidad de la ciudad; y dos, si se quiere acabar con la masificación de las aulas y reducir la ratio a 25 alumnos por aula.

Para la Sanidad de la ciudad, se considera conveniente, ante el crecimiento de población en el barrio de La Luna y El Cristo, la creación de un cuarto centro de salud con el objeto de reducir la saturación de los centros de La Paz y 1º de Mayo. En la proyección futura del plan, se propone, así mismo, crear un centro de mayores cada cinco años hasta 2035, una biblioteca y un centro sociocultural.

Desde el punto de vista del patrimonio histórico, el borrador postula la necesidad de realizar excavaciones arqueológicas en la zona del castillo de Ribas de Jarama para proteger los restos más valiosos que aún pueden hallarse en la zona, una actuación urgente para salvar el segmento del Canal del Manzanares que pasa por el municipio, y se denuncia el deterioro de la Presa del Rey.

 

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