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Curro Corrales, coportavoz de IU Rivas (©Diario de Rivas)

Izquierda Unida (IU) lleva gobernando Rivas Vaciamadrid desde 1991, fecha en la que Eduardo Díaz relevó a su antecesor socialista, Francisco de Pablo, en la alcaldía. Hoy, es Pedro del Cura quien ejerce como primer edil después de concurrir a las elecciones de 2015 en la CUP Somos Rivas, junto a Equo y otras personas de diferentes procedencias. Después de compartir gobierno con Rivas Puede desde mayo de 2016, IU se dispone ahora a concurrir a los comicios de 2019 en confluencia con Equo, Podemos y otras ‘fuerzas hermanas’ del cambio. Diario de Rivas entrevista al coportavoz de IU Rivas, Curro Corrales (comparte funciones con Yasmín Manji, que no pudo estar presente en el encuentro), para analizar el horizonte político al que se enfrenta la formación en la ciudad.

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¿Cómo definiría la situación actual de IU Rivas?
IU Rivas es una organización política que tiene ahora mismo más de 170 afiliados y afiliadas, y más de 110 simpatizantes. Por un lado, tiene una actividad muy vinculada a la estrategia política de IU en general, y por otro lado con su gran peso político en la ciudad y en la actividad estrictamente local. Una de las grandes fortalezas de IU Rivas es que hemos sabido entender cómo es esta ciudad y la gente que vive aquí. Nuestra militancia es el gran patrimonio político que tenemos: no se trata de feligreses de unas siglas metidos en una sede, sino que son vecinos y vecinas comprometidos desde los valores políticos que representa IU, presentes en toda su vida social y asociativa de una manera natural. Ahí hay unas sinergias que explican muy bien cómo es esta ciudad, y cómo IU, que es una organización modesta en el ámbito político general, ha conseguido articular espacios de mayorías en Rivas y situarse como una referencia de buen gobierno, de solvencia y de concreción de alternativas políticas. En ese sentido, estamos trabajando con todo el panorama político, que ha cambiado tanto y ha sido tan volátil en los últimos años, por seguir ocupando ese espacio de referencia y de centralidad en la política local.

A nivel interno, IU ha gozado de estabilidad en los últimos años, desde que Pedro del Cura accedió a la alcaldía.
Así es. Somos una organización cohesionada, en la que tenemos muchos debates, a veces muy intensos, pero siempre en un sentido fraternal e integrador. La dirección actual es fruto de un proceso unitario, una única lista de consenso en la última asamblea local, y en ese sentido no vivimos grandes conflictos. Abordamos los debates políticos como hay que abordarlos, con madurez y con sentido de la pluralidad y la integración, de manera unitaria.

IU lleva gobernando esta ciudad desde 1991. ¿Cuál es la impronta que está dejando en Rivas?
El resultado salta a la vista, no solo por cómo es esta ciudad, sino por el reconocimiento que la experiencia política de todos estos años tiene fuera de la ciudad. En un contexto en el que el conjunto del país ha perdido población, Rivas es el municipio que más ha crecido en todos estos años; es decir, que la gente quiere venir a vivir a Rivas. Y esto es así porque hemos entendido que conectar con el sentido común de la gente, con sus necesidades, con sus derechos, con lo que le pide a la ciudad en la que quiere vivir, exige traducirlo a alternativas políticas concretas y a la iniciativa política continua. Hemos conseguido no renunciar a la importancia de la coherencia en los valores que defendemos, y hacerlo con una visión lo bastante pragmática como para buscar salidas a las situaciones complicadas que así lo exigían. Como ejemplo, cuando IU accede al gobierno en 1991, había dos elementos clave en el debate político, que orbitaban en torno al debate de un Plan General de Ordenación Urbana del gobierno municipal saliente, liderado por el PSOE en aquel momento, y con las necesidades educativas de una ciudad que estaba en crecimiento. La Rivas que conocemos hoy es el resultado de una revisión a principios de la década pasada del Plan General de Ordenación Urbana, que consiguió revertir a dominio púiblico la mayoría de las plusvalías generadas por la actividad urbanística; es decir, que entendió que el urbanismo podía ser una herramienta de redistribución de la riqueza y de equilibrio territorial, que conseguimos revertir al conjunto de la ciudadanía en forma de servicios públicos, de equipamientos, de dotaciones, etcétera. Y luego, hemos pasado de ser una ciudad que tenía que cortar la carretera de Valencia para que los hijos e hijas de los que venían aquí a vivir no estudiasen en barracones, a ser una ciudad que todavía hoy, en esta legislatura, adelanta el dinero que debe poner la administración competente, hoy ya la Comunidad de Madrid, para tener las infraestructuras educativas precisas, y el CEIPSO del barrio de la Luna, con esos casi 5 millones de euros que ha costado esa primera fase, sumados al crecimiento que aún va a tener, es un ejemplo. Como consecuencia, la educación pública es la opción mayoritaria de las familias de la ciudad. Esas son dos de las improntas más claras de IU en el gobierno de Rivas.

¿Qué balance hace IU de la presente legislatura?
Hemos pasado por la travesía en el desierto de la crisis económica. El Ayuntamiento ha cerrado el ejercicio 2017 con 16,6 millones de superávit, y desde 2015 ha reducido casi un 30% la deuda viva municipal. Paralelamente, se está haciendo una inyección, a través del Plan Municipal de Inversiones, de más de 29 millones de euros, que están ya viéndose en las mejoras de instalaciones deportivas, intervenciones en los colegios, en los viales, y que vamos a seguir viendo en este tiempo; estamos en marcha con el plan de arbolado, el plan de accesibilidad, una intervención integral en Covibar… Hemos podido volver a concentrar esfuerzos en cuidar y mantener la ciudad, después de unos años en los que no había recursos suficientes para ello. Y además es una legislatura en la que, aunque el desarrollo urbano de la ciudad no está cerrado, por fin crecemos hacia dentro; es un desarrollo urbano pensado no solo en la expansión, sino también en la consolidación de las zonas emergentes, a través de intervenciones de mantenimiento y mejora. En eso tienen que ver la apuesta por el 2020 y la atracción de actividad económica que genere desarrollo y empleo. En términos políticos, desde la visión de IU, hemos avanzado en la municipalización de servicios; la grúa municipal es un ejemplo, pero también la inflexión en la gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). La opacidad por parte de sus anteriores gestores, con el conflicto político que vivió IU en aquel momento, se ha mejorado a través del modelo de gestión, y elementos importantes que estaban parados, como el VI Plan de Vivienda, no solo se han desbloqueado, sino que la primera fase ya fue entregada hace más de un año. Ahora veremos cómo acaba la legislatura con las dos promociones restantes finalizadas y entregadas a las familias, después de tantos años de incertidumbre. Hemos implementado una renta social, este año, de 300.000 euros, destinada a que aquellas familias arrendatarias del parque público de viviendas de alquiler tengan, si así lo necesitan, una bonificación para que ninguna situación de dificultad económica sobrevenida sea un problema para el impago. La EMV, que era un problema para este ayuntamiento en 2014, hoy es una de las herramientas de las que disponemos para poder hacer una política diferente. Esto, unido a otros elementos como el hecho de que hayamos podido dotar de una instalación educativa pública al barrio de la Luna, o que ya esté en funcionamiento la Biblioteca Gloria Fuertes, forma parte de la impronta de esta legislatura, unido a alguna otra cuestión más sutil para los ojos de los vecinos pero que desde el punto de vista político nos parece que es como para sacar pecho, la compra directa de energía: liberándonos del yugo del oligopolio energético, y acudiendo directamente a comprar energía, vamos a liberarnos de un 20% de los gastos, con un ahorro que superará los 400.000 euros anuales, que van a poder destinarse a otras cosas. Esta es otra forma de priorizar el gasto en función de las necesidades de la gente.

Somos Rivas, que es una CUP formada por personas de IU y Equo, entre otras, comparte gobierno desde mayo de 2016 con Rivas Puede. Seis meses después, usted hacía una valoración positiva del pacto. ¿La mantiene a día de hoy?
Me alegra poder decir que la valoración que hacíamos al inicio, en los primeros seis meses de gobierno compartido, se ha consolidado. La valoración solo puede ser positiva; primero, por la clara estabilidad que ha otorgado a la vida municipal, y porque eso garantiza que lo que votó la gente en 2015, que fueron mayoritariamente opciones progresistas, tiene una traslación clara en esas políticas. En cuanto a la construcción cotidiana de un espacio de confianza en el gobierno municipal, no existe ningún conflicto ni dificultad vinculada a que sea un gobierno con dos partes. Tenemos pequeñas cosas del día a día que tienen que ver con que somos un gobierno de 13 personas, con competencias muy repartidas y muy diferentes entre sí, y en la convivencia siempre tenemos que hacer un esfuerzo mayor; pero, desde luego, desde el punto de vista de la convivencia política entre dos partes, la valoración que hace el grupo municipal Somos Rivas e IU como organización, es positiva, y además, desde el punto de vista de IU, es necesariamente la semilla de un espacio de confluencia electoral para 2019.

¿Se está cumpliendo el pacto de gobierno?
Sí. El auerdo de gobierno se está cumpliendo sin ningún problema. Puede haber elementos que generan pequeñas disonancias, pero tienen que ver más con la convivencia de 13 personas y la dificultad de la política institucional que con el contenido del pacto o con la relación política entre dos organizaciones.

¿Cree que habría que revisar algunas cuestiones del día a día en el funcionamiento del gobierno? ¿Cuáles?
Seguro que sí. Habría que revisar esa parte de la convivencia que tenemos con los compañeros y compañeras de Rivas Puede. Hay algo que valoraba también cuando gobernábamos en solitario, y es que siempre somos muy autocríticos y tenemos una insatisfacción permanente, porque vemos todo lo que queda por hacer y todo lo que se puede mejorar, pero creo que en términos políticos el vaso solo se puede ver medio lleno: todo lo que sea ajustar, afinar, mejorar elementos concretos, derivados de la valoración política que hagan en Podemos, habrá que sentarse y escucharlo; pero se hace camino al andar, y la andadura del gobierno es la que va poniendo estas cuestiones en su sitio.

En este camino hacia la confluencia en 2019, IU ha votado ‘sí’ de forma rotunda a concurrir con Podemos. En esta última organización acaba de vivirse un proceso electoral y hay voces que critican que el actual secretario general concurrió a los comicios municipales de 2015 en las listas de Somos Rivas, apuntando, incluso, a una injerencia de IU en la organización. Como coportavoz de Izquierda Unida de Rivas, ¿cómo valora esta situación?
Lo primero, soy muy respetuoso con los asuntos internos de organizaciones políticas que no son la mía. Pero sí quiero decir una cosa. Andrés Sesmero formaba parte de un grupo de gente, incritos e inscritas de Podemos, que no compartieron en su momento la decisión de formar un partido instrumental, y obviar una posibilidad de confluencia con IU, Equo y otras personas. Yo le conozco de ese espacio y de otros muchos más de la vida asociativa de la ciudad: es una persona implicada en las AMPA de la escuela pública, en los movimientos de solidaridad y cooperación internacional… Quiero decir que me parece un poco injusto cuando se habla de forma reduccionista de algunas personas que, independientemente de diferencias políticas, hay que respetar. Por nuestra parte, todo el respeto del mundo al proceso que ha tenido Podemos en Rivas y a Andrés Sesmero como nuevo secretario general, como se lo tendría a los otros candidatos que concurrieron en caso de haber sido elegidos, y lo importante es la política. Y la política dice, desde luego el mandato de IU es claro, que hay que trabajar por un espacio unitario y de confluencia. En Rivas la consulta que hubo en junio, en el marco de IU Federal, para ratificar la confluencia, en Madrid dio un resultado que superaba el 83% y en Rivas rozaba el 96%. A ese mandato me debo y la dirección local de IU se va a dejar la piel, y lo va a hacer sobre lo que entendemos que ya tenemos andado, que es una relación estable con Equo, y con gente de Somos Rivas que no se siente referenciada en Podemos, y entendiendo que el espacio del acuerdo de gobierno, que no es de IU, y lo digo con la generosidad y el sentido de pluralidad que tiene, tiene que estar y entiendo que estará Podemos. En cuanto a las denuncias de injerencias: hemos sido muy discretos y prudentes y lo vamos a seguir siendo, pero quiero mandar un mensaje contundente, porque como organización política resulta bastante insultante que quienes no saben cómo dirimir los asuntos internos de sus organizaciones tiren piedras contra otra. En este sentido, lo que pido es respeto; y en concreto, al sector de anticapitalistas, que tengo entendido que promovía otra candidatura abiertamente crítica con el entendimiento de IU, quiero decirles que laven los trapos sucios en su casa, y que no metan a IU en asuntos en los que no tiene nada que ver. IU tiene una apuesta por la confluencia y el entendimiento con Podemos, con Equo, con Somos Rivas y con gente no referenciada en organizaciones políticas,. Y en eso no vamos a perder ni un minuto más. Pedimos respeto y no aceptamos elementos distorsionadores o cortinas de humo sobre elementos en los que IU ni entra ni sale. Quien crea que tiene derecho a cuestionar un proceso interno de su organización, está en su derecho, pero en el momento en que eso traspasa las fronteras de esa organización y se lanzan acusaciones contra otra, como IU ponemos pie en pared y toda la claridad del mundo en que no lo vamos a consentir. Nosotros estamos a lo importante, que es la política, que marca un camino que vamos a intentar recorrer.

¿Se ha reunido ya con Andrés Sesmero?
Todavía no. Cuando se anunció la renovación de la dirección local de Podemos, desde IU esperamos a que concluyera ese proceso para sentarnos y hablar. Lo cierto es que, como ya se nos ha echado el verano encima, ha sido más difícil cerrar agendas. También estamos a la expectativa de que se complete la direccción de Podemos con todas sus responsabilidades. Esperamos a la vuelta de septiembre y lo primero que haremos al inicio del curso político es mantener una reunión formal.

Desde Podemos pretenden dejar cerrados todos los flecos de esa concurrencia hantes de final de año, lo que incluye elaborar una lista conjunta. Desde IU, como organización más votada en Rivas en los últimos comicios, ¿cómo afrontan este proceso?
Hya dos aspectos, uno formal y otro de fondo. El formal son los términos en que termine de plasmarse el acuerdo global entre las dos organizaciones: IU, Podemos y Equo se reconocen como agentes políticos del espacio del cambio y están trabajando para ver cómo se plasma eso en un acuerdo general, que sirva de marco pero que también recoja particularidades. Hay una parte, imposible de concretar ahora, que afecta a la configuración de candidaturas. La fórmula jurídica parece que será la coalición, pero habrá que ver la forma de gestionarla. Hay elementos que se nos escapan otdavía porque no dependen de las organizaciones locales. Desde el punto de vista más político, IU entiende que es importante que esta ciudad siga teniendo su centralidad política en un proyecto progresista muy plural y heterodoxo, en el que una gran mayoría de vecinos y vecinas se puedan sentir representados, y por tanto las claves que manejamos en lo político es poder seguir traduciendo problemas, necesidades y derechos de nuestros vecinos y vecinas en soluciones tangibles para que esta ciudad sea un lugar con la mayor calidad de vida posible. Y esta es la posición política. Evidentemente, la presencia de IU es una garantía de que esto siga siendo así. Lo afrontamos orgullosos y orgullosas del peso político específico que tenemos en la ciudad y con la mayor generosidad posible para ampliar lo más posible ese espacio; cuantas más personas estemos, mejor.

Rivas es uno de los pocos lugares en los que IU (a través de Somos Rivas) obtuvo más apoyo en las instituciones que la CUP en la que se integraron personas de Podemos, Rivas Puede. ¿Aquí la confluencia se plantea de forma diferente?
Sí, y el preacuerdo marco entre las organizaciones también lo recoge: está todo muy abierto. No estamos en el momento de hablar de elementos concretos, porque hay muchas cosas en lo formal por cerrar. Desde luego, IU aspira a sentirse bien representada de acuerdo con esta realidad, en función de nuestro peso cuantitativo y cualitativo, y también desde la generosidad para abordar un proceso como este; pero aspiramos a sentirnos bien representados, para estar cómodos y cómodas en un espacio que garantice esta posición política.

¿Esto implicará que el o la cabeza de lista de esa confluencia pertenezca a IU?
En un proceso como este, es vital la importancia de poner a la gente que mejor puede representar con muchos criterios: en lo estrictamente político, teniendo en cuenta su trayectoria; en sus perfiles más profesionales o vinculados al activismo y los movimientos sociales; el aspecto generacional… Entendemos que hay que hacer una apuesta para que las mejores personas posibles, atendiendo a estos perfiles, y eso solo se puede valorar en el equipo, sean quienes se pongan a disposición para garantizar en la parte de la institución esas políticas. Y, desde luego, en ese sentido, IU, cuando llegue ese debate, velará por que la persona que encabece esa candidatura responda a ese perfil de idoneidad. Pero no es una línea roja; desde esa óptica de que estén los y las mejores, IU cuenta con ese perfil.

De cara a esta confluencia, ¿debe desaparecer la marca Somos Rivas?
Esto es una reflexión que debeos trasladar como dirección local en su momento al propio Andrés Sesmero y a Podemos. Entendemos que Rivas Puede y Somos Rivas formaron parte de soluciones instrumentales a un momento político determinado. Somos Rivas, en aquel momento, pudo servir de aglutinador a gente que creía en un espacio unitario con IU y con Equo, pero no estaba referenciada totalmente en estas organizaciones. Entendemos que, si el escenario es caminar hacia un horizonte verdaderamente unitario con Podemos, las soluciones instrumentales de hace cuatro años no son las de hoy; a mí no me corresponde decir qué tiene que pasar con Somos Rivas, y me parecerá bien lo que decidan. Lo que planteo es que, desde el punto de vista de IU, quizá la solución instrumental hoy es priorizar los espacios puramente unitarios.

Si no es una línea roja que el cabeza de lista deba pertenecer a IU, ¿qué lo sería? ¿Hay algo irrenunciable para IU en este proceso?
Una línea roja sería que no lo tuviera que ser. Como estamos convencidos de que tenemos el mejor perfil posible para afrontar ese reto, queremos que se hable en esos términos. No nos parece que debamos tener una presencia testimonial, sino que IU tendrá que tener en ese espacio la presencia que le corresponda de acuerdo con esos criterios de perfiles y de equipos.

En cuanto a asuntos programáticos, el secretario general de Podemos apuntaba que apenas hay diferencias entre los programas de IU y Podemos. ¿Está de acuerdo?
La experiencia del gobierno compartido en este año y pico ha confirmado el diagnóstico de que no existen diferencias políticas que supongan un problema. Afrontar un ciclo electoral como el que viene no es solo seguir con la inercia de lo hecho, sino que también requiere una reflexión estratégica sobre lo que queremos que sea Rivas. 2019 coincide con el 60 aniversario de la inauguración del actual Casco Antiguo y tenemos que reflexionar sobre cómo queremos que sea la Rivas de los próximos 60 años: la ciudad, que en esta legislatura ha estado creciendo hacia dentro, pero que también acogerá a gente que quiere venir a vivir, para que también haya oportunidades de empleo; un mejor transporte público desde una óptica integral de movilidad de la ciudad… La experiencia de este gobierno compartido me hace creer que no va a ser complicado entenderse en lo programático, pero el debate está por abrir. En Rivas no hay alternativa; no existe una visión alternativa al actual gobierno municipal que oponga un proyecto diferente. No lo veo en ninguna opción política y eso tampoco se construye en unos pocos meses. Desde la tranquilidad de un balance en el que ha habido fundamentalmente encuentros, pensaremos en lo estratégico y seguro que nos entenderemos.

¿Cuál es la principal seña de identidad de IU en Rivas, frente a otras opciones del cambio, como Podemos?
Ciertamente, comparto que no existen grandes diferencias; pero esto ya lo compartía viendo los programas electorales en su momento, y la parte política del acuerdo de gobierno fue relativamente sencilla.

En Rivas hay personas que pertenecieron a IU y después se inscribieron en Podemos. Las bases de este último partido en la localidad se han nutrido, en parte, de personas que militaban antes en IU…
Un matiz: cuando surgió Podemos en los años 2014-2015, la gente a la que tengo ubicada en este partido, a la que conozco no solo de militancia, sino también de convivencia en diferentes espacios, que había pasado por IU, hacía mucho tiempo que había dejado IU. No hay un efecto de trasvase de militancia de un partido a otro. De todas formas, en 2014 la irrupción de Podemos se produjo en un contexto político muy determinado en lo global, y también en lo local. En lo global vivíamos un escenario muy volátil, en el que las organizaciones políticas existentes hasta esa fecha, y también IU, no estaban siendo capaces de dar una respuesta que conectase con un estado de opinión generalizado, y de agotamiento del modelo político que conocíamos desde la transición. Por su parte, IU, en lo local, salía de un grave conflicto interno y mucha gente, incluso aunque compartiera la solución, sentía una cierta desafección o incomprensión, y todo eso pasó factura. Pero, desde el punto de vista de cómo afecta a IU Rivas como tal, no existió ese trasvase.

¿No temen que se produzca ahora?
No. IU ahora mismo es una organización en la que no hay conflicto. Creo, además, todo lo contrario: que quienes estamos en IU queremos seguir estando en IU, para que sea uno de los agentes que hagan posible caminar hacia un horizonte de mayor confluencia y más estable, de unidad popular, también más allá de lo electoral. No hay una dicotomía para seguir abriendo ese camino en común desde donde estamos.

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