Elisa Pajín tiene 21 años y hace apenas seis, cuando estudiaba en el IES Antares de Rivas Vaciamadrid, decidió acercarse al polideportivo Cerro del Telégrafo después de una jornada de captación de los Osos de Rivas, el equipo de fútbol americano de la ciudad. Jessica Mena, conquense de 34 años vecina de Rivas, programadora informática de profesión, probó suerte con el fútbol americano cuando ya tenía 28 años. Las dos, Elisa y Jessica, poco más de un lustro después de aquella primera toma de contacto con el football, han hecho historia junto a sus compañeras en Osas Aurora Arias, Paloma Contreras, Celia Muras, Nuria Peñas, Libertad Brezo, Cristina Pérez y Elisabeth Torrecilla. Todas forman parte de la selección española que ha logrado proclamarse campeona de Europa por primera vez en su historia. “No nos lo terminamos de creer, está por digerir todavía”, reconoce Jessica.

La selección española de fútbol americano se proclamó campeona de Europa por primera vez en su historia —en la modalidad de tackle, con contacto, la clásica del fútbol americano, ya que en flag, versión sin placajes, el equipo español femenino sí había sido campeona europea— después de derrotar a Gran Bretaña por 21-16 en un partido celebrado en Calatayud el pasado 13 de abril. Antes, el combinado nacional había derrotado a Finlandia, anterior campeona continental a domicilio, y a Alemania.

Con tres victorias y cero derrotas, España ha sido campeona con una jornada pendiente de disputarse en la que España visitará a Suecia en mayo. Todas las jugadoras, incluidas las nueve de Osas, tienen su convocatoria asegurada para dicho encuentro, en el que esperan recibir su anillo de campeonas de Europa, como manda la tradición en los deportes norteamericanos.

Un éxito improbable

En el equipo, formado por 45 jugadoras más el cuerpo técnico, liderado por Manuel Ibañez, el peso de Osas de Rivas ha sido sobresaliente, ya que nueve de sus jugadoras han formado parte del plantel: Aurora Arias, Paloma Contreras, vecinas ambas de Rivas como Elisa Pajín y Jessica Mena, Celia Muras (‘Chuchi’ para sus compañeras), Nuria Peñas, Libertad Brezo, Cristina Pérez y Elisabeth Torrecilla.

Además, su entrenador, y fundador del equipo femenino de Osas en 2019, Johnny Escobar, es el coordinador defensivo de la selección nacional campeona de Europa, en cuyo cuerpo técnico le acompaña Marco Zárate, también entrenador de Osas y persona de confianza de Escobar. “La experiencia ha sido increíble, muy emocionante para las jugadoras y un gran reto tanto para ellas como para mí, porque era como empezar de cero”, dice Escobar.

Equipo y staff técnico han logrado lo que antes de comenzar el torneo, que se disputa en formato liguilla, era improbable: ser campeonas de Europa. Seis de las nueve campeonas lo reconocen durante una charla antes del segundo entrenamiento con Osas después de regresar de la concentración con la selección española —Aurora, Cristina y Libertad no estuvieron presentes en dicha sesión de trabajo de Osas—. «La gente no daba un duro por nosotras, incluido el partido de Gran Bretaña”, dice Elisabeth, una de las más experimentadas de la selección, donde juega desde 2018, y fichaje de Osas en la presente temporada. “Finlandia eran las actuales campeonas, pero es que la selección de Reino Unido es actual subcampeona mundial”, puntualiza Celia, que cumple su segunda temporada en Osas.

Las deportistas, además del nivel de las rivales, recalcan los pocos medios con los que cuenta la estructura de la selección española en relación a las potencias europeas del fútbol americano femenino: “Para empezar el Europeo solo pudimos entrenar tres días antes del partido de Finlandia, por ejemplo. Y contra Alemania igual”, explica Elisabeth, profesora, que ha tenido que pedir cuatro días libres sin remuneración para poder acudir a la concentración previa al duelo contra Gran Bretaña. “Ha sido la primera vez que hemos podido entrenar y preparar un poco más un partido”, reconoce.

Sin embargo, las jugadoras de Osas creen que la cohesión generada por el cuerpo técnico durante las concentraciones ha sido un factor diferencial. “Somos una familia”, apunta orgullosa Celia, que destaca el trabajo realizado en este aspecto en las últimas concentraciones de la selección española. “Manuel Ibañez, nuestro head coach, siempre dice que es lo que nos diferencia del resto de selecciones: todas son federaciones con más experiencia y con jugadoras que compiten en el mismo formato en el que se disputa el Europeo, once contra once, no como nosotras, que en la liga jugamos siete contra siete, pero ellas no se llevan tan bien”, explica esta joven gallega estudiante de magisterio.

Durante las concentraciones previas a los partidos del campeonato de Europa, la última de ellas en las vacaciones de Semana Santa, tienen mucho las dinámicas grupales, en las que el staff aprovechaba para combinar a jugadoras de distintos clubes, para fomentar la química entre las que menos tiempo juntas pasan habitualmente. “Cada día mínimo una dinámica. Por ejemplo, el día del partido de Gran Bretaña, en lugar de entrenar por la mañana, nos fuimos cerca de un río a llorar juntas”, relata la propia Celia. “Te dabas cuenta de que esa cohesión era mayor en nuestro grupo cuando veíamos a las británicas en el hotel, así lo sentíamos. De hecho, parecíamos nosotras las animadoras del hotel”, cuenta Nuria, que debutó con la selección precisamente en el partido más importante de la todavía joven historia del combinado nacional. “Se notó muchísimo, incluso entre las que llevábamos nada de tiempo como es mi caso, a las que nos acogieron muy bien. Éramos una piña, una familia”, agrega.

Todas, sin excepción, destacan como uno de los aprendizajes y experiencias más bonitos de este campeonato de Europa la parte humana. “El que haya selección española es una gran oportunidad de conocerte con otras compañeras a las que te enfrentas en la liga nacional, a las que no tienes la oportunidad muchas veces de conocer. Y poder concentrarte y reunirte con tanto potencial es maravilloso, te enriquece muchísimo a nivel humano. Yo, particularmente, lo agradezco muchísimo”, expone Paloma, vecina de Rivas “de toda la vida” e internacional con España desde hace un lustro, cuando arrancó también el proyecto de Osas.

El Mundial, en el horizonte

En el horizonte de las jugadoras internacionales de Osas de Rivas aparece el Mundial de football, que tendrá lugar en 2026 en Estados Unidos, un caramelo que a todas les gustaría degustar y para el que la selección ya tiene plaza asegurada como vigente campeona de Europa. Sin embargo, son realistas: saben que la barrera económica que la federación debe superar para poder costear el viaje, por lo que está en el aire la participación en el campeonato.

“Necesitaríamos un sponsor, o algún tipo de inyección económica para poder competir en Estados Unidos, porque somos conscientes de que llevar un roster de, mínimo 35 personas, más staff, es muy costoso”, reconoce Jessica. “La selección femenina de flag, para poder defender su título de campeona de Europa, tuvo que hacer incluso un crowdfunding y las jugadores tuvieron que costear una parte del viaje”, añade Celia.

En cualquier caso, como ellas mismas destacan, viven el presente, que pasa por disfrutar y aprovechar esta ola generada por su éxito en el campeonato europeo con la selección, porque la mayoría de ellas se quitan el jersey, el casco, las protecciones y las botas y regresan a la vida cotidiana, donde estudian o ejercen como diseñadora gráfica en el caso de Paloma, de técnico de audiovisuales en el de Nuria o de auxiliar de enfermería en el caso de Elisa.

El proyecto de Osas de Rivas, en crecimiento

No han tenido las Osas campeonas de Europa mucho tiempo para celebrar el título continental porque la temporada de clubes sigue su curso. De hecho, encara la recta final, su fase decisiva, los playoffs.

Con independencia de cómo termine la temporada en curso, en el club ripense están orgullosos con la evolución de un proyecto que nació en el año 2019 gracias al empuje de Johnny Escobar. “Yo tenía experiencia en México con el football femenino, con el que reconozco que era muy escéptico al principio y después me enganché, y cuando me vinculé a Osos quise fundar el equipo femenino, que es una rama muy importante para nosotros”, explica Escobar, para el que ha sido un éxito haber resistido el revés de la pandemia. “Creamos el equipo en 2019, debutamos y se cortó la dinámica por la pandemia, pero a las jugadoras que se quedaron les enganchó y se les quedó la espinita de poder seguir jugando”, asegura.

Para el entrenador de Osas de Rivas, es motivo de orgullo disponer de una de las plantillas más numerosas de toda la liga española de fútbol americano. “Tenemos 20 fichas y se ha plantado muy bien la semilla con las novatas y tenemos un equilibrio entre gente joven y gente veterana, muy compensado“, explica. También las jugadoras valoran la evolución en este sentido: “Este año somos un montón en comparación con otras temporadas”, apunta Paloma. “Somos de los roster de la liga nacional más amplios”, destaca Jessica.

Hay que tener en cuenta que este es un deporte en el que a los clubes —en Madrid solo hay dos, Osos de Rivas y Las Rozas Black Demons— les cuesta disponer de equipos femeninos amplios. Por este motivo, explican las propias campeonas de Europa, los partidos de clubes se juegan en formato 7 contra 7, mientras que a nivel internacional, donde las plantillas sí son más numerosas, se juega en formato 11 contra 11.

Osas de Rivas lleva cuatro temporadas consecutivas llegando a playoff y este sábado 27 de abril (a las 14:00 horas, en el estadio del polideportivo Cerro del Telégrafo) se verá las caras en la primera ronda contra L´Hospitalet Pioners, precisamente el mismo equipo al que derrotó Osos en las semifinales de la liga masculina recién disputadas. “Somos un referente con esas cuatro clasificaciones consecutivas para playoffs, y el objetivo es seguir trabajando y seguir creciendo”, dice Johnny Escobar.

Preguntadas por su experiencia en Rivas, las campeonas de Europa destacan el buen clima que reina en el equipo y en el club, en la línea de lo que viven cuando van con la selección española. Por ello, invitan a las adolescentes y jóvenes de Rivas a que bajen un día de entrenamiento (martes y jueves) en el estadio del Cerro del Telégrafo a conocer el proyecto de Osas, tanto la dinámica del equipo como el trabajo de la escuela, en la que también va creciendo la representación femenina.

“Este éxito de la selección es una buena oportunidad para darle prioridad a un proyecto así”, dice Paloma. “Recuerdo cuando se hablaba de Osos lo lejano que me parecía la posibilidad de un equipo femenino, así que todo lo que hemos conseguido en estos años me parece brutal y creo que también puede seguir creciendo a raíz de que el flag football sea olímpico a partir de 2028 (en Los Ángeles)”, concluye la vecina de Rivas y jugadora de Osas.