¿Te parece interesante? ¡Compártelo!
Vista de Rivas Vaciamadrid

Vista de Rivas Vaciamadrid (foto: Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid)

La crisis de la Covid-19 ha frenado en seco la vida de millones de personas en todo el planeta. También en Rivas Vaciamadrid, cuya ciudadanía se vio, de un día para otro, confinada en su domicilio y sumida en una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes. Aída Castillejo, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, reconstruye cómo fueron los primeros días y cómo se organizaron los recursos de la ciudad para responder al desafío del coronavirus, que, hasta principios de mayo, se había cobrado la vida de 75 vecinos y vecinas de la ciudad.

La crisis llegó sin avisar y sin anestesia. El pasado viernes, 6 de marzo, el Ayuntamiento de Rivas recibió una comunicación de la Comunidad de Madrid en la que se informaba del cierre de los centros de mayores «durante un mes». «Ahí ya vimos que se estaba gestando algo gordo», relata Castillejo. Tres días después, se ponía en marcha un servicio de comida a domicilio para las personas mayores que acostumbraban a comer en los centros ahora cerrados —también para personas enfermas o en cuarentena—, un servicio que, lejos de pasar a la historia como una medida provisional, se ha convertido en uno de los puntales de la asistencia a la ciudadanía desde aquel momento. Después llegó el cierre de centros para personas con discapacidad y el de los colegios, y los menús saludables a domicilio de Rivas fueron llegando a más familias, hasta las 274 que atiende el servicio a día de hoy, según el informe de gestión de la crisis sanitaria presentado por el Gobierno local en el Pleno del 8 de mayo. Entre ellas se encuentran personas con discapacidad, menores que tenían bonificado el comedor escolar y otras personas que se han incorporado como usuarias tras ser golpeadas por la crisis económica y sanitaria derivada del coronavirus.

El confinamiento, días después de aquel ‘primer aviso’, de la práctica totalidad de la población trajo consigo la necesidad de hacer frente a situaciones totalmente nuevas. «Lo primero que hicimos fue formar un gabinete de crisis, donde estaban representados los responsables de las áreas que se encontraban en ‘primera línea de fuego’ contra la Covid-19», prosigue Castillejo. Así, se organizó el seguimiento de las personas usuarias de los centros de mayores —a quienes se llamó para continuar abarcando a toda la población mayor de Rivas y conocer cómo estaban—, además de una línea de comunicación permanente con las dos residencias de mayores de la ciudad y el Hospital del Sureste, amén de otros centros hospitalarios cercanos. Paralelamente, y junto a la Policía Local, la Guardia Civil y Protección Civil, se organizaron las tareas de información a la ciudadanía, seguridad y control del confinamiento.

Foto aérea vista de Rivas Vaciamadrid

(foto: Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid)

En cuanto al propio Ayuntamiento de Rivas, «enviamos a toda la plantilla a teletrabajar, salvo a los servicios esenciales«, indica la responsable municipal. Una medida que supuso un nuevo reto, máxime teniendo en cuenta que, desde el primer momento de la crisis, el 010 se convirtió en la ‘primera línea’ de información a una ciudadanía todavía desconcertada y en estado de ‘shock’. «Por suerte, hemos comprobado que el sistema funciona y que hemos podido atender bien a la ciudadanía en estas circunstancias», valora Castillejo. En ese momento, el papel de los servicios sociales, reforzados de urgencia para hacer frente a lo que venía, pasó a un primer plano, así como la coordinación con Cáritas, la Cruz Roja y la Red de Recuperación de Alimentos, con la que el Consistorio acaba de ampliar el convenio para dotarla de más recursos. La dotación de medios electrónicos a las familias con menores en edad escolar con dificultades para seguir el curso a distancia, la colaboración con redes de voluntariado y la recepción y distribución de miles de EPIs y otros materiales donados por la ciudadanía han ocupado estos días al Gobierno local.

«Todas las medidas adoptadas tuvieron como fin poner en el centro a las personas», indica Castillejo. Ahora, añade, toca continuar trabajando en pos de un Pacto de Ciudad, cuyos foros de trabajo han comenzado a reunirse esta misma semana. Y es que, ya sumida en la desescalada, la ciudad tiene que paliar ahora los estragos sociales y económicos que ha dejado a su paso la Covid-19. Aunque ya se han adoptado algunas medidas —moratorias de impuestos y modificación del calendario fiscal, exención de la tasa de terrazas a los hosteleros…—, toca apuntalar un plan con el que la ciudad pueda dejar atrás los daños sufridos durante estas semanas. El compromiso adoptado en el marco del Pacto Local con los agentes sociales sirve como punto de partida para un trabajo que, para Castillejo, «no es una carrera a ver quién lanza la medida más rápida, sino una labor para adoptar soluciones eficaces y entre todos». El propio alcalde, Pedro del Cura, lo expresó este mismo jueves en rueda de prensa: «Un exalcalde me dijo una vez: ‘Prefiero equivocarme con todos que acertar yo solo’, y me parece un consejo muy acertado». Las próximas semanas servirán para valorar el alcance real de la crisis de la Covid-19 y recopilar y valorar medidas, de cara a un Pacto de Ciudad que, si todo sale según lo previsto, se presentará en el Pleno municipal del mes de junio.

 

Lea aquí el informe de gestión de la Covid-19 del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

 

Otras noticias:

Rivas crea un formulario digital para facilitar la participación ciudadana en el Pacto de Ciudad

Facilidades para atraer nuevos negocios, ayudas a pymes, un espacio de conciliación… Estas son las medidas aprobadas en Rivas para combatir la crisis de la Covid-19

Doscientas personas vulnerables ya utilizan el servicio de comida a domicilio de Rivas por el estado de alarma

El primer Pleno telemático de la historia de Rivas lanza un mensaje de unidad frente a la pandemia

Galería: Rivas en imágenes

¿Te parece interesante? ¡Compártelo!
MÁS  Acuerdo institucional, Rivas incluida, para un plan extraordinario de realojos en la Cañada Real