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El Ministerio de Fomento exige que se amplíe la capacidad del acceso a la rotonda este que conectará Rivas Vaciamadrid con la M-50 para evitar que se colapse la vía. Este es uno de los requisitos que deberá cumplir el proyecto de trazado —a partir del que se redactará, a su vez, el proyecto de ejecución— que se acaba de licitar el Consistorio ripense. De momento no hay novedades sobre el protocolo ‘a tres’ entre Fomento, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Rivas para asegurar la financiación del acceso, cuya construcción no arrancaría, como pronto, hasta 2020.

El expediente que acompaña la licitación del contrato, cuyo plazo de presentación de ofertas expira el próximo 3 de mayo, recoge la información de la propuesta de trazado planteada por el Consistorio al Ministerio de Fomento, que finalmente obtuvo el visto bueno del departamento que dirige José Luis Ábalos para concretar el trazado definitivo.

La solución que propone Rivas Vaciamadrid se basa en un estudio de tráfico, realizado en octubre de 2018, que justifica la necesidad de la conexión directa de la ciudad con la M-50. El documento realiza una prospección del tráfico que llegaría a la autovía en base al crecimiento que han tenido Rivas, Mejorada del Campo y Velilla de San Antonio —municipios, estos últimos, que también vierten tráfico a la M-823— para determinar así cómo influirá en el tráfico la nueva infraestructura una vez construida, suponiendo que entrara en servicio en el año 2020.

De esta forma, al actual escenario se añade en la simulación la conexión de la M-823 con la M-50 a la altura del municipio de Rivas Vaciamadrid. El Consistorio ripense remitió en octubre de 2018 una propuesta «más favorable tanto técnica como económicamente» que las que se habían planteado hasta entonces, que consiste en la construcción de dos vías colectoras en las márgenes de la M-50, eliminando la conexión directa de esta autovía con la R-3, que se traslada a la incorporación/salida de estas vías colectoras. Estas últimas sería, pues,  las encargadas de distribuir el tráfico, independizando del tronco de la M-50 los posibles conflictos derivados de la proximidad de las conexiones y que permiten ejecutar todos los movimientos necesarios a los conductores. 

Propuesta de trazado de la conexión de Rivas con la M-50

Propuesta de trazado de la conexión de Rivas con la M-50

De esta forma, y según se detalla en el proyecto propuesto, la conexión de la R-3 con el tronco de la M-50 se retrasa en la margen derecha y se adelanta en la margen izquierda, para posibilitar el movimiento desde la M-823 hacia la autovía, en sentido kilométrico creciente (derecha) y desde la M-50 hacia la M-823, en sentido kilométrico decreciente (margen izquierda). Estos dos últimos movimientos se materializan mediante ramales que no suponen nuevas conexiones directas con el tronco de la autovía, sino que conectan con los ramales que ya existen que enlazan con la R-3, o bien con las vías colectoras proyectadas. Dos nuevas glorietas situadas en la M-823, una a cada lado de la M-50, articularán todos los movimientos posibles entre ambas carreteras.

Una vez evaluada esta propuesta, el Ministerio de Fomento indica que no se generan incumplimientos en cuanto a distancias de seguridad necesarias en el tronco de la M-50. Sin embargo, en la fase de proyecto —la que ahora se encuentra en licitación— se deberá dar solución a la insuficiencia en la distancia libre de conexiones, la longitud insuficiente del ramal de la margen izquierda (de salida de la vía colectora hacia la glorieta) y a la longitud insuficiente de los carriles de cambio de velocidad previstos en las vías colectoras. Fomento entiende, sin embargo, que no hay inconveniente para realizar estos ajustes una vez que se concreten todos los detalles del proyecto.

Más ajustes para evitar atascos

Sin embargo, quienes se encarguen de redactar el proyecto de trazado deberán dar respuesta a otra necesidad. El estudio de tráfico presentado no altera los niveles de tráfico del tronco de la M-50, pero sí incide en la glorieta este, que contaría con un nivel de servicio B (tráfico fluido, pero con capacidad de maniobra ligeramente restringida) en 2020 —fecha que toma como referencia el estudio de entrada en funcionamiento de la nueva infraestructura— y un nivel de servicio F (tráfico muy congestionado con atascos) en 2050. Esta prospección se ha realizado, según el documento, tomando como referencia el crecimiento previsto de la población de los municipios que utilizarían el nuevo enlace, pero sin tener en cuenta dato alguno sobre los nuevos desarrollos urbanísticos previstos en la zona.

El Ministerio de Fomento aseguró en un escrito enviado al Consistorio ripense en noviembre del año pasado que, por tanto, considera válido el estudio de tráfico «únicamente a efectos del estudio de viabilidad, y dado el carácter previo del mismo», pero advirtió que, en la posterior solicitud de autorización, se deberá presentar un nuevo estudio de tráfico que diferencie «explícitamente» el incremento causado por los desarrollos urbanísticos previstos en este entorno «garantizando que no hay incidencias significativas en el nivel de servicio de la M-50 y sus elementos afectados», esto es, en la fluidez del tráfico en el área de estudio. Además, pide que se proyecte un segundo carril de incorporación de 60 metros a la glorieta este en ambos accesos —solución ya sugerida por el estudio de tráfico— para evitar los atascos que vaticina el documento, o bien otra solución que sirva para prevenir este problema. 

La financiación, pendiente

Desde la remisión de este escrito, el Consistorio ha mantenido diversos encuentros con la Dirección General de Carreteras para avanzar en la consecución del enlace. Mientras prosigue la licitación de los proyectos de trazado y ejecución que concretarán estos y otros detalles técnicos sobre la futura conexión de Rivas con la M-50 —documentos que, según las previsiones municipales, estarían completados y autorizados por el Ministerio de Fomento antes de que termine 2019—, todavía no se ha concretado el acuerdo ‘a tres’ que venían negociando el Gobierno central, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Rivas. El Consistorio ripense pretendía materializar en este documento el compromiso de financiación del acceso —cuyo coste total, según el proyecto licitado, no debe exceder los 11 millones de euros + IVA— por parte de las otras dos administraciones, y hacerlo antes del comienzo de la Semana Santa y de la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril. Diario de Rivas se ha puesto en contacto para conocer posibles avances, pero de momento no ha trascendido novedad alguna sobre este asunto.

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