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El colegio La Luna, a la hora del recreo

El colegio La Luna, a la hora del recreo (©Diario de Rivas)

En septiembre de 2017, el CEIPSO La Luna de Rivas Vaciamadrid fue inaugurado por todo lo alto, coincidiendo con el comienzo del curso escolar. Varias decenas de familias estrenaban así el colegio con las instalaciones más modernas de la ciudad, pero aún con las incomodidades propias de un centro cuya segunda fase quedaba aún por construir. Un año después, todavía conviviendo con polvo y cascotes, a las familias de La Luna se les acaba la paciencia y piden la construcción «inmediata» del colegio completo.

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Aquel 9 de septiembre de 2017, las 25 familias ‘pioneras’ de La Luna traspasaban el umbral de su colegio, después de un curso entero con sus niños y niñas desplazados en el CEIP La Escuela. El lugar donde esos 25 niños y niñas estudiarían junto al nuevo alumnado —previsiblemente hasta 4º de la ESO— por fin se había materializado: ya no era un plano, sino un edificio blanco, con su mobiliario nuevo, su material nuevo y su dirección y profesorado nuevos. Aquel curso pasaron, de golpe, a ser 144, toda vez que se incorporó una segunda aula de 4 años y tres aulas más de 3 años, además de otra de 5 años.

Pasó aquel curso y se abrió a principios de 2018 un nuevo proceso de escolarización, en el que familias del centro volvieron a animar a las familias interesadas en escolarizar a sus hijos e hijas en La Luna a solicitarlo: de esta forma, argumentaban, la Comunidad de Madrid abriría más aulas para atender la demanda. Y llegaron las listas, con 4 aulas de 3 años,  cuando el centro, argumenta el AMPA La Luna, está preparado a día de hoy para ser un ‘línea 2’ (dos clases por curso) en Infantil y ‘línea 1’ en Primaria. «Ahora hay sitio, pero esa línea 4 hay que mantenerla en el tiempo y eso significa que, si seguimos sin el segundo aulario, en dos años el centro estará al 100%. Es decir, nos han masificado el colegio antes de terminarlo«, se queja una de las madres del AMPA. Como consecuencia, tres aulas de Infantil han tenido que instalarse ya en el primer piso, concebido (baños, mobiliario…) para alumnado de Primaria. «Tenemos a niños y niñas muy pequeños subiendo escaleras, utilizando armarios no adaptados a su edad… Se ha lanzado el mensaje ‘simple’ de que el centro está vacío y hay que llenarlo, pero la realidad es que, a día de hoy, solo hay un módulo construido. ¿Qué va a pasar cuando el alumnado actual vaya pasando de curso?», se preguntan.

Así, ahora mismo, en La Luna estudian unos 225 niños del segundo ciclo de Educación Infantil, a los que se suman otras dos aulas de 1º de Primaria. La Consejería de Educación argumenta que el centro reúne las condiciones «según la normativa», pero, más allá de los datos, desde el AMPA hacen hincapié en el impacto que esto tiene sobre la vida cotidiana del centro. «Tenemos un ‘hall’ amplísimo, un comedor espectacular, suelo radiante y unas instalaciones estupendas… pero todavía hay carencias. Por ejemplo, aunque esté dentro de los límites legales, el número de alumnado que se reúne en los recreos en el patio de Infantil es excesivo: no pueden correr a gusto, no hay espacio, y estamos hablando de niños y niñas muy pequeños. Además, somos el único colegio de Rivas que no tiene columpios, aunque hay tantos por metro cuadrado que nos preguntamos cómo cabrían en caso de que los pusieran; tampoco hay aún toldo para que se resguarden del sol, aunque nos han dicho que lo van a poner», apuntan desde el AMPA.

A ello se añade las carencias en las instalaciones: a falta de gimnasio —cuyo proyecto ya se ha sacado a licitación, y que se construirá con un gran pabellón deportivo anexo que dará servicio a deportistas de la ciudad—, las clases de patinaje, predeporte o extraescolares se dan, cuando hace mal tiempo, en el enorme ‘hall’ de entrada al colegio. En los recreos, para el alumnado de Primaria, el espacio exterior ‘utilizable’ se reduce a la cancha deportiva, rodeada por parcelas de tierra que, cuando llueve, se convierten en «un lodazal», lamentan las madres y los padres, que añaden que de vez en cuando aparecen cascotes que ya han provocado algún accidente entre el alumnado. «El Ayuntamiento envía a sus servicios de limpieza con regularidad, pero esto no deja de ser un colegio en obras. Además, como está todo por construir, no se puede tocar nada, ni siquiera de manera provisional. Cuando solicitamos que se ampliara la superficie asfaltada para poder entrar a recoger a nuestros hijos, debido a los ‘atascos’ que allí se formaban, se hizo una especie de ‘pasillo’ de hormigón anexo al edificio de forma provisional… pero no podemos estar así«, prosiguen.

La construcción de colegios ‘por fases’ por parte de la Comunidad de Madrid está siendo uno de los caballos de batalla de las ampas a nivel regional. «Aquí, en La Luna, sabemos que somos unos privilegiados en comparación con la situación del alumnado de otros centros, como en Getafe, pero no nos resignamos: no vamos a normalizar una situación que no es normal», insisten las familias. Hace más de un año, durante la visita inaugural, la Comunidad de Madrid se comprometió a que, al menos, el gimnasio estuviera construido para este curso, pero ese plazo no se ha cumplido, critican. «Aunque ya esté en marcha el gimnasio, no se sabe nada del aulario que falta. ¿Por qué tenemos que elegir? No queremos fases, queremos un ‘cole’ completo», recalcan. «Si no se construyen las nuevas aulas, ¿dónde va a ir el alumnado en los próximos cursos?», se pregunta la presidenta de la FAPA de Rivas, Ana Lillo. La federación brinda «todo su apoyo» al AMPA La Luna, ya que «la situación del centro. la construcción por fases y la masificación afectan de manera negativa a la calidad de la educación», añade Lillo.

Por su parte, el edil de Educación de Rivas Vaciamadrid, José Alfaro, recuerda que «hay mucha demanda en ese colegio, pero no estamos de acuerdo con que se haya abierto una línea 4, ya que aumentar líneas también es masificación. La segunda fase del CEIPSO La Luna es ya una necesidad imperiosa, máxime teniendo en cuenta la escasez de centros educativos en Rivas«. Fuentes de la Comunidad de Madrid recalcan, a consultas de Diario de Rivas, que «no es cierto que el centro esté masificado porque se cumplen los ratios establecidos según la legislatción vigente. Asimismo, el CEIPSO La Luna cuenta con los medios humanos y materiales suficientes acordes con las características actuales y el nivel de ocupación del centro educativo», indican desde Educación.

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