Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) cambiaron la movilidad en el entorno de todos los colegios de Rivas Vaciamadrid con el inicio del presente curso escolar el pasado mes de septiembre. La medida, tomada dentro del Plan de Movilidad Escolar Sostenible y Segura del Ayuntamiento de Rivas, fue la primera llevada a cabo por el consistorio ripense para empezar “un cambio general que tenemos que abordar en las ciudades, y nosotros apostamos por empezar por aquellos espacios donde están nuestros niños y nuestras niñas”, explica José Alfaro, concejal de Educación del Ayuntamiento de Rivas. Alfaro hace un balance “muy positivo” de los primeros seis meses en vigor de las ZBE, aunque FAPA Rivas (Federación de Asociaciones de Parientes de Alumnado de Rivas Vaciamadrid) matiza que “hay un sentimiento muy desigual dependiendo del centro educativo y su localización”.
Explica la federación que engloba a todos los ampas y afas de Rivas que en un comienzo valoró la iniciativa “como positiva para el alumnado principalmente, con luces y sombras en su gestión y puesta en marcha”. Pese a estos “problemas y las dudas de las familias”, desde FAPA Rivas se incide en que la medida “se inició positivamente en general, con comentarios de algunos centros que han desembocado en algunos cambios como la apertura de la calle Miguel Hernández, que inicialmente estaba cortada en los horarios de entrada y salida de La Escuela”.
Sin embargo, con el paso de las semanas, FAPA ha detectado pareceres muy distintos en las familias al respecto de las ZBE dependiendo del centro educativo que sea. “Desde centros donde las medidas se aplauden hasta otros muchos donde la sensación es de caos e inseguridad”, asegura.
José Alfaro, concejal de Educación del Ayuntamiento de Rivas, reconoce que existen diferencias en función del colegio. “Es cierto que hay centros en los que es un poco más difícil porque no se pueden producir cortes, que es la medida que garantiza que no haya vehículos”, apunta. En este sentido, FAPA Rivas denuncia que “se percibe falta de control y que las conductas incívicas van en aumento”. Por ello, considera que “la actitud crítica sobre el proyecto va en aumento”.
Para el Ayuntamiento de Rivas, en cambio, la valoración es “muy positiva” y la percepción sobre cómo ha sido recibida la medida por la ciudadanía en estos primeros meses es muy distinta. “Desde el primer momento, sentimos que fue muy bien aceptada. Y hay resultados evidentes como la reducción significativa del flujo del tráfico por las medidas tomadas y el mayor espacio que se ha ganado en los entornos de los accesos de los centros educativos con respecto al coche”, afirma José Alfaro, que pone en valor “la colaboración de la ciudadanía y de las comunidades educativas” con el proyecto de implantación de las ZBE.
Tres análisis muy dispares en función del centro
En líneas generales, FAPA Rivas describe en su análisis sobre la efectividad de las ZBE en su primeros siete meses de vigencia tres posturas diferentes en función del centro educativo.
Por un lado, se refiere FAPA a “unos centros donde la ZBE funciona bien y las familias cumplen con los cambios establecidos, como por ejemplo en los colegios El Olivar, Mario Benedetti y Rafael Alberti”. Por otro, habla de centros donde “la sensación es que funciona bien aunque la relajación de algunas familias, especialmente con las dobles filas a la entrada y salida, hace que no se haya conseguido su implantación total como se había planeado”. Para ilustrar este caso cita las ZBE del colegio Las Cigüeñas y el Dulce Chacón. Y, por último, considera FAPA Rivas que “hay centros o determinadas localizaciones de Rivas donde la percepción actual es de que la aplicación de la ZBE no ha resuelto los problemas existentes previamente, e incluso genera situaciones diferentes de caos e inseguridad”.
Dentro de esto último “saco”, la federación incluye la zona donde se concentran el CEIP José Iturzaeta o el CEIP Hans Christian Andersen; y los entornos escolares del colegio Santa Mónica (justo enfrente está ubicado el CEIPSO La Luna), y los colegios públicos José Hierro y Jarama, entre otros.
Entre otros motivos, desde FAPA Rivas se apunta a “la relajación progresiva de las medidas” como una de las causas de que, en su opinión, no estén funcionando de la manera esperada las ZBE. “Al no recibir multas, muchas familias comenzaron a sentir que no pasaba nada por cometer la infracción, y ese sentimiento se ha ido contagiando”, opina.
En este sentido, el Ayuntamiento insiste en que desde el pasado mes de enero la Policía Local del municipio está sancionando a la ciudadanía que no respeta la normativa vigente en cada entorno escolar del municipio. Marisa Pérez, entonces concejala de Seguridad ciudadana y Movilidad del Ayuntamiento de Rivas, en respuesta a una pregunta formulada por el grupo municipal de Ciudadanos en el pasado Pleno municipal del 24 de febrero, dijo que era “bajísimo” el incumplimiento de la normativa en las ZBE del municipio. “Las denuncias en estos seis meses no han superado en ningún caso el medio centenar”, añadió entonces.
Fuentes municipales apuntan que no disponen de datos exactos del número de sanciones en la actualidad, pero reafirman el mensaje de la concejal al respecto del grado de cumplimiento de la ciudadanía con la normativa: “Está siendo óptimo en líneas generales”. FAPA Rivas, sin embargo, considera que las medidas actuales son insuficientes: “Creemos que son muy necesarias la implementación de medidas como más control policial y de sanciones para quitar esa sensación que va en aumento de que ‘aquí no pasa nada por hacer lo de antes`», señala.
El concejal de Educación, por su parte, cree que lo fundamental es “seguir haciendo hincapié en incrementar la colaboración ciudadana. […] Son muchas las familias que han cambiado la manera de ir al cole, pero tenemos que incidir en seguir concienciando tanto desde los colegios como desde el Ayuntamiento”, añade José Alfaro.
Comprobación in situ
Diario de Rivas ha comprobado in situ cómo están funcionando las ZBE a lo largo del segundo trimestre del curso escolar en las horas de entrada y salida a la inmensa mayoría de centros escolares de la ciudad.
La percepción es que la irregularidad en el funcionamiento de la medida depende sobre todo de las características del entorno de cada colegio y también de las restricciones tomadas. Allí donde se producen cortes de tráfico, como es el caso del CEIP Jarama, o donde no existe la posibilidad de que los vehículos estacionen en doble fila en las inmediaciones del acceso al centro, como ocurre por ejemplo en el CEIP Los Almendros por su entrada principal, las ZBE funcionan de manera adecuada en líneas generales. Sin embargo, en entornos educativos donde el estacionamiento en doble fila es sencillo, como ocurre en la CEM Hipatia (debido a que la avenida 8 de marzo tiene dos carriles por sentido), se repite el incumplimiento de forma generalizada cada mañana y cada tarde.
Otra razón que explica que en unos centros educativos funcionen mejor las ZBE que en otros es el espacio de aparcamiento disponible cerca de los colegios. Por ejemplo, en el CEIP Rafael Alberti, donde hay numerosas plazas de estacionamiento en la avenida de Las Provincias, o junto al CEIPSO La Luna, que cuenta con una pequeña vía de servicio donde es fácil estacionar, el funcionamiento es bueno.
No ocurre así en calles estrechas o con pocos sitios para aparcar. En estos, como pasa por ejemplo en el CEIP Victoria Kent o en el CEIP El Parque, se da la misma situación: los vehículos se acumulan mal estacionados fuera de los límites de la ZBE, generalmente en rotondas, donde la anchura de la vía permite que el tráfico no se vea interrumpido.
Por último, también es un factor decisivo la presencia policial en el entorno de los centros educativos. Esto es visible, por ejemplo, en colegios donde se agolpan muchos vehículos en hora punta de actividad, como es el caso del colegio Luyfe y del Colegio Santa Mónica, donde algunas familias llegan a estacionar en la calle Lolo Rico, en la que está prohibido hacerlo. Si la Policía Local se presenta en el entorno de los centros, la dinámica cambia de manera evidente.
Fase 2 del proyecto: participación y evaluación
Tras un primer trimestre de adaptación, a partir de Navidad, el proyecto entró en su ‘Fase 2’. Esto implica que los centros educativos y las familias, a través de las ampas, están enviando al Ayuntamiento posibles modificaciones para la mejora de la medida. “Esta Fase 2 es de participación. Ya recibimos después de Navidad propuestas de los distintos ampas del municipio y todavía seguimos recibiendo propuestas de mejoras concretas de cada uno de los centros educativos, dando prioridad en estas últimas al alumnado”, expone José Alfaro.
El concejal de Educación del Ayuntamiento de Rivas señala que, hasta la fecha, “la mayoría de las propuestas de los centros educativos, con mucha participación del alumnado, se refieren a seguir ganando más terreno al coche en el entorno de los centros, más zonas verdes y arbolado, mejoras en el carril bici y creación de zonas de encuentro”. Una vez se cierre esta fase de participación, lo cual ocurrirá “probablemente a lo largo del mes de abril”, matiza José Alfaro, las concejalías de Educación y Movilidad las evaluarán. “Las analizarán y se decidirá cuáles se pueden implantar en la ‘Fase 3’ del proyecto”, añade el edil.
El Ayuntamiento de Rivas, según confirma José Alfaro, descarta llevar a cabo nuevas modificaciones a corto plazo en el funcionamiento de las ZBE, como ya se hizo en el entorno del CEIP La Escuela a comienzos de este año. “Se tuvo que hacer con el entorno de La Escuela, ya que eso fue una cuestión urgente derivada de la movilidad porque se generaba un tapón en otro centro educativo”, concluye el concejal de Educación.
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La medida se siguió los primeros dias bajo vigilancia policial, a las semanas y sin vigilancia policial los padres vuelven a aparcar como antes del incio de la medida, hasta enfrente de la propia puerta del colegio o la parada de bus próxima. CERO conciencia por parte de los padres = un fracaso.
Tienes toda la razón y es evidente que el Ayuntamiento no quiere ir más allá (ya es suficiente para justificar la subvención). Si realmente les preocupase el medio ambiente, la salud de los niñ@s y su seguridad, habrían colocado cámaras para suplir la ausencia de la policía local que aunque se persona se quedan en el coche wasapeando).
Si quieren más zonas verdes y menos embotellamiento de tráfico, es tan simple como hacer las calles más grandes y no un sólo carril, pero claro si las haces más grandes pierdes espacio de construcción, lo cual se resume en menos euros, a parte de costar más el asfaltado y el mantenimiento ( cosa que somos uno de los municipios en el que cuesta más dinero el famoso numerito de los vehículos ) y está el asfalto de rivas en general que da PENA.
Eso sí, las calles principales donde se ve el barrio están muy bien, pero las que no ( ejemplo zona santa mónica ) en las que lleva el asfalto destruido AÑOS, y no pasa nada…
Todo lo que hace el señor Cura es el postureo, y nada más.
Otro fracaso más del gobierno de incompetentes que tenemos.
¿No iban a poner cámaras para hacer las multas automáticas? ¿Por qué en el hipatia nunca hay policía?
En un municipio en el que las distancias son enormes por el urbanismo horizontal hay que cubrirlas en coche y más si estamos en emergencia educativa, no entiendo el celo que hay de estigmatizar a niños y padres que vivimos lejos de los centros (porque no nos dan otros).
Los que podéis ir andando os va bien, pero y el resto?
Es inviable reducir el transporte privado, que lo gestionen de otra manera: tarjetas de circulación habilitadas por el Ayto, plazas de parking con discriminación horaria o lo que quieran