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Enrique Martín y Ana Lillo, de la FAPA Rivas

Enrique Martín y Ana Lillo, de la FAPA Rivas (©Diario de Rivas)

Este miércoles, la Federación de Asociaciones de Parientes de Alumnado de Rivas (FAPA Rivas) entregó por registro un escrito en el que solicitaba a la Comunidad de Madrid que construya los centros pendientes en la localidad, y realiza un estudio pormenorizado de la masificación y los «incumplimientos legales» del Gobierno regional en la ciudad al «masificar» los colegios e institutos ripenses. Diario de Rivas habla con Ana Lillo y Enrique Martín, miembros de la FAPA de Rivas, para analizar la situación actual de «emergencia educativa» en Rivas.

¿Cómo ha llegado Rivas a la actual situación de emergencia educativa?

El dato claro es que está aumentando la población de forma vertiginosa y no así los centros educativos. Ya estamos en 93.000 habitantes y en los últimos cuatro años, desde 2016, éramos 82,715 habitantes, mientras que ahora ya somos 92,572. En apenas 4 años ha aumentado la población en casi 10,000 habitantes. Y por otro lado, la natalidad es de 1,49 niños y niñas por mujer, frente a la media de la Comunidad de Madrid, que es de 1,27 hijos e hijas por mujer. Es decir, aumenta la población y tenemos un índice de natalidad más alto que la media regional, y esto viene pasando desde hace muchísimos años. La Comunidad lo que hace es masificar los centros: no crea nuevos centros y mete más niños en los que ya hay. Y lo hace con dos ‘trucos’: aumentando la ratio de alumnado por aula, incumpliendo así la ley, porque como mucho pueden ser 25 en Primaria y 30 en Secundaria; y el otro ‘truco’ es aumentando el número de aulas en los centros. Cuando un colegio se construye, se hace con capacidad para un determinado número de aulas o ‘líneas’ en cada curso. Lo que ocurre es que empiezan a meter más aulas y, con los datos que tenemos ahora, hay 39 aulas de más en los centros educativos de Rivas, lo que prácticamente son dos colegios enteros; y otras 138 aulas tienen exceso de ratio.

En el Consejo Municipal de Educación se ha dicho que, aunque se construyeran los centros demandados (la segunda fase del CEIPSO La Luna, el colegio y el instituto en la zona Centro), en dos años volveríamos a la misma situación.

Efectivamente. Ahora lo que ocurre es que el CEIPSO hay que terminarlo y hay dos parcelas cedidas para el colegio y el instituto, por lo que su construcción debería ser inmediata. Además el Ayuntamiento ha ofrecido un convenio a la Comunidad para adelantar el dinero, porque sería lo más rápido. Pero incluso aunque eso se hiciera, volverían a faltar plazas en poco tiempo.

¿Cómo puede afectar esta situación al próximo proceso de escolarización?

Nos tememos que este abril, cuando empiecen a salir las listas de alumnado admitido y no admitido, va a haber problemas, porque a los que ya están hay que añadirles los que vienen. El otro día en la FAPA una madre nos contaba que había venido a esta ciudad con toda su ilusión y ahora no tiene centro para su hijo. Este drama es tremendo. A otros que tienen dos hijos les ofrecen dos centros separados varios kilómetros entre sí. Otra opción es que les digan que se vayan al colegio católico Santa Mónica, que es como lo han llenado. De hecho, creemos que hay varias propuestas para implantar colegios concertados en la ciudad, y que esto es una estrategia. Nuestro municipio es de los que tienen más centros públicos, solo hay uno privado y dos concertados, y creemos que se toman la educación como un negocio. Nosotros pensamos que debería ocurrir como en otros países donde solo hay una forma de entender la educación: un único sistema, el público, potente y de calidad, como en Finlandia, y así no te tienes que preocupar del centro al que va a ir tu hijo.

¿Cuáles son los puntos que abordan en el documento que han presentado este jueves a la Comunidad de Madrid? [Descargue aquí el documento completo]

Incluimos un análisis de la situación. El primer punto es que la Constitución dice que todos tienen derecho a la educación pública y gratuita y que los poderes públicos construirán los centros necesarios para ello. Y la Comunidad está incumpliendo de manera sistemática tanto el primer punto, de garantizar la gratuidad de la enseñanza obligatoria (seguimos pagando libros de texto, material escolar, comedores, actividades incluidas en el programa, y las cuotas de los colegios concertados, que son obligatorias de facto), como el segundo, de construir los centros necesarios. Entre 2007 y 2017 el Gobierno regional dejó de invertir 100 millones de euros presupuestados en infraestructuras educativas; de 2012 a 2018 otro estudio constató que la mitad de las obras de los centros programados en la Comunidad de Madrid se hacían tarde, mal o nunca, con retrasos o con obras abandonadas. Y se está dejando zonas sin centros públicos, hurtando esa posibilidad a las familias. Hay casos dramáticos en diversas zonas de Madrid. Y aquí en Rivas nos consta que ofertan la opción del Santa Mónica, porque es lo único que queda para llevar al alumnado. No es que la gente lo elija, es que no queda otro. Y además, están masificando los centros públicos: los niños y niñas los meten en los colegios que ya existen, incumpliendo la obligación de construir los centros necesarios.

¿Qué otros incumplimientos creen que estaría cometiendo la Comunidad de Madrid?

La obligación legal de no exceder los ratios, y esto se viene incumpliendo de manera sistemática. La Ley Orgánica de Educación y el Real Decreto de Mínimos establecen 25 para el segundo ciclo de infantil y Primaria. En 2012 Rajoy aprobó un decreto ley que permitía un aumento del 20% en determinadas circunstancias, cuando estaba bloqueada la reposición del profesorado. Pero eso ya está derogado desde 2019. Y lo que queda es que en la Ley Orgánica de Educación es la posibilidad de aumento de un 10% en situaciones de escolarización tardía: es decir, cuando empieza el curso, no puede haber ningún aula por encima de ratio. Una vez iniciado el curso, si llega alguna familia que se traslada por cambio de municipio, se puede aumentar, pero no desde septiembre. Y entendemos que eso son situaciones puntuales, pero es que aquí son la norma. A esto hay que sumar que en el último período extraordinario de escolarización han entrado más de 400 alumnos y alumnas, cifras que llevan dándose varios cursos. Llevamos años avisando de esta situación y el Gobierno tiene que planificar. Si sabemos que cada vez se complica más y aun así no construyes centros, ¿quién está incumpliendo la ley? La Comunidad está incumpliendo la Constitución y la ley.

¿Cómo se vive esta situación en los centros?

La Comunidad no está respetando los espacios comunes a base de masificarlos. Quitan la biblioteca, el aula de música o de desdoble, sala de profesorado, psicomotricidad… Todo esto viene regulado en el Real Decreto de Mínimos 132/2010. En el artículo 3 se dice que los colegios e institutos tienen que tener salas de profesores; aseos adaptados al número de alumnos; biblioteca, con una superficie mínima de 45 metros en Primaria y 75 en Secundaria; un gimnasio con una superficie adecuada… y en estos últimos años el colegio Rafael Alberti ha perdido el aula de música, el Jarama la de psicomotricidad, el Mario Benedetti la biblioteca, Los Almendros ha fusionado el aula de música y la biblioteca e incluso usa un aula interior como aula abierta; el Hans Christian Andersen ha perdido la sala de profesores y ha fusionado otros dos espacios; el Profesor Julio Pérez ha perdido parte de la cafetería, y no ha sido peor gracias a la construcción del nuevo módulo… Un patio está diseñado para un número de alumnos, y si se aumentan sigue habiendo los mismos metros cuadrados y se masifican. Tanto el Mario Benedetti como La Luna no tienen biblioteca, que es obligatoria; el Hans no tiene sala de profesorado como tal, y La Luna tampoco tiene gimnasio, que también es obligatorio. Se colapsan los pasillos y los comedores, y en algunos casos tienen que hacer turnos y el alumnado dispone de menos tiempo para comer; los profesionales que ayudan al alumnado con necesidades educativas especiales tienen más casos que atender, y por lo tanto les atienden peor… En el IES Duque de Rivas o en el Julio Pérez, cuando hay cambio de clase, los pasillos se llenan tanto que van chocando unos con otros, o se pelean por las canchas deportivas y se producen conflictos por falta de espacio en los patios. Todo esto atenta contra la calidad educativa; es un maltrato institucional. Esto está pasando en Rivas, pero es un problema sistemático en otras partes de la región.

Movilización educativa en el CEIPSO 'La Luna' contra la emergencia educativa

Movilización educativa en el CEIPSO ‘La Luna’ contra la emergencia educativa

¿Cuáles son las conclusiones del estudio?

La Comunidad está incumpliendo la ley, al menos, de cuatro formas diferentes: no está garantizando la gratuidad de la enseñanza, al permitir que haya centros privados concertados al cobrar cuotas que son obligatorias; no está construyendo los centros suficientes; no está respetando las ratios legales de alumnado por aula, de manera sistemática; y está saturando espacios comunes incumpliendo los requisitos mínimos de los centros. El Cödigo Penal, en su artículo 404, tiene tipificado el delito de prevaricación, que es cuando la autoridad o funcionario público dicta una resolución arbitraria en un acto administrativo a sabiendas de su injusticia. Quien podría estar prevaricando de manera sistemática y deliberada desde hace muchos años es la Comunidad de Madrid, a pesar de las advertencias y de que son ellos los primeros que conocen esta realidad.

¿Qué opinan de la propuesta del Ayuntamiento de Rivas de paralizar los desarrollos urbanísticos previstos?

Lejos de parecernos irregular, si existe la obligación constitucional de dar respuesta a la educación creando los centros necesarios, lo que no puedes hacer en un municipio es un desarrollo urbanístico y que esa población no tenga garantizados los colegios e institutos a la que tienen derecho. Para nada el Ayuntamiento está cometiendo ninguna irregularidad: al contrario, está defendiendo la Constitución.

¿Qué pueden hacer las familias?

Las familias debemos estar atentas y con una sensibilidad especial a que en el aula de nuestro hijo o hija haya más de 25 o de 30 niños, porque esto se traduce en que el profesorado va a tener a más alumnado que atender, y por lo tanto más dificultades; y eso al final perjudica al aprendizaje de tu hijo o hija. Y que no normalicen que en las aulas haya más de 25 niños y niñas. Invitamos a las familias a que salgan de su zona de confort y se involucren en lo que pasa en el centro. Hay familias que, como tienen otros muchos problemas, si ya te han dado plaza ya estás dentro; y solo se activan cuando están en 61, tienen que pasar a Secundaria y cada vez hay más follón en la escolarización. Pero luego, una vez obtenida la plaza, se vuelven a dormir. Yo les invitaría a que pensaran en lo que pasa en todo ese tiempo con la dificultad de tener aulas a 27, 28 o incluso a 29 alumnos y alumnas. En esos grupos, el alumnado pasa como mínimo 5 horas al día, y tienen su curva de Gauss, es decir, unas son tranquilas, otras más movidas, otros tienen dificultades o necesidades especiales, y es importante que se entienda que el grupo donde están estos niños tiene que ser atendido, comprendido, atendido… Porque si tu hijo no tiene problemas pero ve que otro tiene dificultades, no lee bien, etcétera, crece con esos problemas. Si el centro no tiene biblioteca o aula de música, si está saturado y por encima de ratio, eso afecta a todo el alumnado.

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