Plataforma de Mayores de Rivas: «Que la gente se muera esperando su ayuda clama al cielo»

8.737 personas: ese es el número de mayores de 60 años contabilizados en Rivas a 28 de febrero del 2017. De un total de la población de 85.243, en la misma fecha, no supone más que cerca del diez por ciento de los vecinos de la localidad. De ahí que Rivas no sea ‘país de viejos’ ni, tampoco, «esté adecuado para serlo». Eso es, precisamente, lo que reclama la plataforma de Mayores de Rivas Vaciamadrid.

Coral Ortega e Inés de Nicolás, integrantes de la Plataforma de Mayores de Rivas (©Diario de Rivas)

Creada en abril de 2017, la Plataforma de Mayores de Rivas se encarga de aglutinar, junto a la Asociación Jubiqué, a los prejubilados y jubilados de la ciudad. Coral Ortega e Inés de Nicolás, que trabajan desde el inicio en la organización, hablan con Diario de Rivas para valorar todas las acciones que tienen en marcha.

«El discurso de que Rivas es una población muy joven es real», empieza diciendo Inés de Nicolás, «pero se tiene que ir modificando, puesto que los que vinimos con treinta y tantos, ahora tenemos sesenta y tantos. Además, hay que tener en cuenta el efecto llamada: hay muchos padres de jóvenes de la ciudad que han vendido sus casas en otros municipios y se han comprado pisos donde tienen cerca a sus hijos y donde pueden vivir mejor».

Pirámide población Rivas a 28 de Febrero del 2017 (imagen: Ayuntamiento de Rivas)

Para ella, esto se ha dado en una medida tan grande que ya se puede considerar que la de los mayores ya no es una población residual, sino significativa. De esa convicción deriva la lucha que están llevando a cabo. «El ayuntamiento tenía puesto el chip de que Rivas es una ciudad joven. Eso tiene que cambiar. Tiene que cambiar la percepción y empezar a atender las necesidades de los mayores; tienen que existir políticas, dinero y personal en las conserjerías de servicios sociales y mayores. Es tremendo, pero vamos levantando la alfombra y vamos viendo cada vez más deterioro».

Para cambiar todo esto luchan 54 personas, organizadas tras la Asamblea de Mayores que se llevó a cabo en enero de 2016. En ese inicio, como cuentan las integrantes, se plantearon tres líneas de acción prioritarias: la reivindicación de la construcción de una residencia 100% pública, la revisión de los centros de mayores y el movimiento por las pensiones.

Coral Ortega es la coordinadora de la comisión por la residencia. Llega preparada con multitud de datos. Empieza su relato aclarando que antes de que se constituyera la Plataforma de Mayores de Rivas ya se habían dado algunos hechos para reivindicar los derechos del colectivo de mayores. Hace un resumen cronológico de ellos. Para empezar, viaja al año 2006. Le interesa ese punto porque ahí es donde se inicia una lucha que dura ya once años: el Pleno del Ayuntamiento de Rivas acuerda por unanimidad la cesión gratuita de una parcela sita en la calle Goya. El solar, que cuenta con 8.769 metros cuadrados, se destinará a la construcción de la primera residencia pública de mayores de la localidad. Una residencia que hoy, y como reconocen fuentes del Gobierno regional a este diario, «no se encuentra entre sus planes a corto plazo».

En esa fecha «la residencia era algo necesario», empieza diciendo Coral, «pero ahora ya es urgente». «La Comunidad de Madrid, que es quien ostenta la competencia para crearla, dijo en su momento que verdes las han segao y sigue con esa negativa», afirma. «Por nuestra parte, hemos mandado escritos, tenido reuniones, hablado en el pleno y pedido a los grupos municipales el apoyo», asegura Ortega. Apoyo que no se hizo tangible en la reunión que mantuvieron la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, y el alcalde de Rivas, Pedro del Cura. Para De Nicolás, ese fue un momento que recuerda con mucha crítica: «Lo ideal era haber llevado nuestra reivindicación a esa reunión, pero, en cambio, se plantearon cosas en las que la Comunidad de Madrid no tenía competencias. Nos pareció algo enloquecido». La explicación llegó después: «Se nos dijo que se había reiterado tantas veces la negativa a la construcción de la parcela que no era un asunto negociable en ese momento y que por eso no hablaron de ello. Debían centrarse en lo que sí se podía negociar», apunta Ortega.

La plataforma es consciente de que esta, una de sus principales batallas, va a ser larga y complicada. Entienden la situación de falta de presupuesto y de competencias y proponen una alternativa: «Que el Ayuntamiento tome la iniciativa y adelante el dinero, como lo ha hecho con el caso del CEIPSO La Luna«. «Es cierto que en esa comparación tenemos un problema», añade De Nicolás, quien cree que «no hay que perder de vista que la escolarización es obligatoria y, sin embargo, no hay ninguna legislación que obligue a que los mayores tengan residencia».

Coral Ortega e Inés de Nicolás, integrantes de la Plataforma de Mayores de Rivas (©Diario de Rivas)

«También sabemos que el Ayuntamiento no puede gastarse 5 o 6 millones, más lo que supone la puesta en marcha, sin tener un convenio con la Comunidad por el que se devuelva ese dinero. Nos chocamos con un problema político», continúa diciendo, y explica que «en Rivas hay dos residencias privadas y otra que se va a construir ahora. Hay demanda. Pero los mayores son una fuente de dinero tremenda. Si las residencias, en vez de ser públicas, son privadas, los empresarios sacan mucho dinero. Lo que antes se ganaba en la construcción, se está intentando ganar en servicios».

“De las cuatrocientas y pico residencias que hay en la Comunidad, solo unas treinta son totalmente públicas”, afirma Ortega, mientras continúa diciendo que la situación en Rivas es todavía peor: “Solo había una residencia que tuviera convenio y ahora ya ni eso. El resultado es que no tenemos ni una plaza de residencia pública y los centros de día y de mayores están saturados”.

Ambas hablan como portavoces de un grupo de 54 personas mayores de 60 años. Un grupo estructurado y organizado concienzudamente que encuentra alguna dificultad en la comunicación. “Es un aspecto complicado a estas edades”, afirma De Nicolás. Algunos están en una lista de correo, otros en un grupo de WhatsApp y los que no tienen ni lo uno ni lo otro, tienen a alguien asignado para tutorizarles. “Creo que estamos ejerciendo una comunicación de una forma muy positiva. La tutorización es la forma de llegar a todos y está funcionando”, asegura De Nicolás.

Con las redes, los carteles y el correo, la ayuda viene por parte de los jóvenes. Para eso y para poco más. Ambas se quejan de que a ese colectivo les parece que la lucha está muy lejos, pero “están más cerca de lo que creen”. “Esa es la parte que nos falta”, confiesa De Nicolás, quien considera que “siempre ha sido una lucha muy centrada en los mayores, en pensar que los mayores se mueve para los mayores y no es así. Es un tema en el que se tienen que implicar, ya que les tocará a ellos en un futuro o a sus padres o tíos ahora”. Por su parte, ambas confiesan sentirse jóvenes. Una tiene 61 años y la otra 64, pero “si hay gente que lo necesita, hay que hacerlo”.

La batalla también llega a los centros de día. En Rivas, con 5.225 personas mayores de 66 años, la plataforma asegura que hay 50 plazas en el Centro Concepción Arenal y 20 plazas a personas con dependencia baja en el Centro Felipe II. “La lista de espera es increíble y lo dramático es que esta solo se mueve si alguien se muere. Es triste y tremendo”, afirma De Nicolás. Un tema que se une a la reivindicación global de las pensiones y de la que, como reconoce Inés, no quieren alejarse.

La vista de la Plataforma de Mayores de Rivas además está puesta en la creación de un Consejo Municipal de Mayores —que esperan conseguir en menos de un año— así como en la modificación de los reglamentos de los centros de mayores existentes. “En Rivas hay consejos para todos los colectivos pero, curiosamente, lo que no había era un Consejo Municipal de Mayores. Por tanto, hemos propuesto y realizado una reglamentación interna. De este modo habrá un Consejo de Mayores como tiene que ser, un organismo que trate la política que debe llevar un municipio sobre los temas de mayores”, afirma De Nicolás, coordinadora de la comisión que trabaja en esta línea. También están proponiendo reformas al reglamento de los centros de mayores. “Había uno, pero estaba muy obsoleto y tenía grandes fallos de línea democrática”, incide.

Para la creación del Consejo Municipal de Mayores, la relación con el Ayuntamiento, como reconoce De Nicolás, “va a ser fundamental”. “Hemos tenido bastante suerte con el cambio de gobierno. La concejala de Servicios Sociales y Mayores, Dorotea Fernández, es una persona muy cercana a nosotras. Actúa rápido, se involucra y ahora la relación no puede ser mejor. Otra cosa es que, claro, nosotros vamos a por todas y las cosas no son fáciles. No nos casamos con nadie. Vamos a ir a por lo que necesitemos y son lentejas. Tenemos problemas serios”, afirma rotundamente.

La relación con los grupos de la oposición también ha sido positiva. En el pleno del pasado 26 de octubre se presentó una moción por parte de Rivas Puede y Somos Rivas para la construcción de la residencia para mayores de gestión pública y fue aprobada por unanimidad. Aun así, ambas reconocen que “el tema de la residencia nos va a resultar muy difícil”. No así la solicitud de un centro de día que, “por necesidades sanitarias”, ven más factible conseguir.

Para el futuro cercano la lucha sigue. “Quizás consigamos la residencia a largo plazo, pero va a ser una lucha fuerte y dura. Somos conscientes de ello”, afirman. “A medio plazo creo que podremos conseguir la ampliación del presupuesto para los centros de día y buscar soluciones intermedias para la insostenible lista de espera. También confiamos en poder conseguir en breve un mayor control de las actividades, de los talleres y de los viajes, que hasta hace poco siempre los disfrutaban los mismos porque se estaban anunciando de una forma inadecuada”, concluye De Nicolás. “Nosotros no solo pretendemos denunciar las cosas que no hay sino que si ya hay algo y se puede mejorar, habrá que hacerlo”, apoya Ortega.