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Un gato es atendido en La Clínica Veterinaria de Rivas Vaciamadrid (©Fernando Galán)

Para los gatos, una visita a su clínica veterinaria supone un estrés importante. Sacarles de su hábitat natural, su hogar, tener que encerrarles en un transportín cuando están acostumbrados a moverse con autonomía por casa y, en definitiva, cambiar su rutina diaria de forma tan drástica hace que los pequeños felinos se pongan muy nerviosos.

La Clínica Veterinaria de Rivas Vaciamadrid

Sin embargo, aunque no es posible evitar que su estado anímico no sea el habitual, sí existe la posibilidad de limitar mucho el estrés que les genera a estos animales tener que visitar a su veterinario. Esto se puede conseguir siguiendo los seis consejos de sencilla aplicación que comparte el equipo profesional de La Clínica Veterinaria de Rivas, primer y único centro especializado en recibir el prestigio sello Cat Friendly de toda la comarca del Sureste de la Comunidad de Madrid.

Transportín siempre disponible en casa

Una de las medidas más eficaces que existen para que los gatos acudan más contentos a su clínica veterinaria es familiarizarles con su transportín antes de que llegue la fecha de tener que utilizarlo para salir de casa.

Para ello, desde La Clínica Veterinaria de Rivas aconsejan “mantener el transportín abierto en alguna zona común de tu casa, introduciendo dentro chuches, juguetes que le gusten o mantas que le resulten familiares”. De esta forma se consigue que el animal no asocie este instrumento “siempre a situaciones negativas como son los ruidos o el manejo que ocurren en el veterinario”, añade el equipo de profesionales de la clínica ripense.

 

 
 
 
 
 
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Spray de feromonas en el transportín y el coche

Además de introducir en el transportín elementos conocidos por el gato, que le aporten seguridad y confianza, es muy recomendable impregnar sus esquinas con feromonas felinas 30 minutos antes de que el animal tenga que entrar sí o sí en él para el traslado a la clínica veterinaria.

Dichas feromonas están sintetizadas en un spray, y según explican desde La Clínica Veterinaria de Rivas, se puede “impregnar con ellas tanto el interior del transportín como sus mantas y el coche para minimizar los nervios asociados al cambio en su rutina diaria”.

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Un gato es atendido en La Clínica Veterinaria de Rivas Vaciamadrid (©Fernando Galán)

Tapa el transportín con una manta limpia

El tercer consejo que ofrece el equipo humano de La Clínica Veterinaria de Rivas para conseguir que el gato acuda más tranquilo al veterinario puede ser chocante a priori para los seres humanos porque, si pensamos en nosotros mismos, seguramente rechazaríamos viajar sin poder ver lo que tenemos alrededor. Sin embargo, para los gatos “puede resultar demasiado invasivo”, apuntan desde la clínica ripense especializada en estos pequeños felinos.

“Una manta le puede aislar tanto de estímulos negativos y visuales como auditivos”, aseguran desde La Clínica Veterinaria al respecto de esta medida preventiva que se debe tomar, sobre todo, por lo que puede llegar a ocurrir durante el trayecto hasta la clínica.

Cruzarse un camión durante el traslado, que aparezca un grupo de niños que quieran ver al animal y griten a su lado o que haya perros en las inmediaciones de la clínica son tres ejemplos concretos que apuntan desde la clínica Cat Friendly. “Además, tanto por higiene para tu gato como para otros gatos, una manta limpia puede aislar de esputos y estornudos que puedan eliminar otros gatos”, afirman desde La Clínica Veterinaria de Rivas, que también recomienda mantener a los gatos con el trasportín tapado con la mencionada manta una vez estén dentro de la clínica.

 

La posición del transportín durante el viaje el coche

Puede parecer un detalle sin importancia dónde colocar a un gato durante un viaje en coche, pero según los profesionales expertos en el cuidado de estos animales de La Clínica Veterinaria de Rivas no lo es porque los gatos “se sienten más estables con el transportín en el suelo del coche o sobre las piernas del copiloto”, indican.

Por lo tanto, para reducir el estrés que supone para los gatos el cambio de rutina por tener que acudir al veterinario, es conveniente mantener el transportín en una de las dos posturas descritas. “De este modo evitamos estrés durante el viaje de trayecto a la clínica con la inestabilidad que puedan provocar curvas y los frenazos”, exponen desde el centro veterinario ripense.

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Un paciente felino, en La Clínica Veterinaria de Rivas Vaciamadrid (©Fernando Galán).

El transportín, en altura durante la espera

Al igual que hay dos posturas recomendadas para el transportín durante el trayecto en coche hasta la clínica, también hay una para cuando llegue el momento de esperar a pasar la consulta con el especialista en medicina felina: en un estante que permita mantener al gato en altura.

La explicación es, según los profesionales de La Clínica Veterinaria de Rivas, que “los gatos se sienten seguros en las alturas, desde donde pueden vigilar y controlar cualquier imprevisto”. A esto hay que añadir la tranquilidad que le aporta al animal estar en altura con respecto a lo que sentiría si es colocado en el suelo: “Así evitamos el ajetreo que en un centro veterinario suele haber a ese nivel por el paso de gente, el bullicio y la presencia de perros de todos los tamaños que pueden olisquearle o ladrarle”, explican desde La Clínica Veterinaria de Rivas.

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La Clínica Veterinaria de Rivas Vaciamadrid (©Fernando Galán)

Clínica con un espacio reservado en exclusiva para gatos

A los cinco consejos anteriores hay que añadir un aspecto absolutamente imprescindible para que un gato acuda más contento al veterinario: elegir la mejor clínica posible para él.
Esta decisión no implica solamente que los profesionales del mismo sean especialistas en medicina felina, sino que también es importante que disponga de unas instalaciones acordes a las necesidades especiales de los gatos de manera que se cuide el tiempo y el espacio del paciente felino en la clínica.

Es imprescindible que tenga una sala de espera exclusiva para gatos donde el animal no se cruce con perros ni otros animales y donde pueda estar colocado dentro de su transportín en altura, y también una consulta solo para ellos. En este sentido, La Clínica Veterinaria de Rivas es una absoluta garantía ya que ha obtenido recientemente el Certificado Plata Cat Friendly, otorgado por la entidad internacional de medicina y cirugía felina (ISFM) a un número reducido de clínicas veterinarias a las cuales acredita como “centro amable” con los gatos.

Esto va a permitir que tu gato se sienta como en casa en nuestro centro, libre de estrés y miedos gracias a nuestra disposición en las instalaciones, la programación de nuestra agenda enfocada en el tiempo que necesita cada paciente y la formación adecuada para un manejo agradable para el paciente felino”, concluyen desde La Clínica Veterinaria de Rivas.

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Sala de espera exclusiva para gatos de La Clínica Veterinaria de Rivas (©Fernando Galán)

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