La farola fernandina de Rivas Vaciamadrid: el ‘desecho’ que se convirtió en referencia de un pueblo

Farola fernandina en el pueblo de Rivas Vaciamadrid (©Fernando Galán)

La farola fernandina de la plaza de la Libertad- Jesús Sánchez Martínez pasó de ser un descarte de la zona noble de Madrid a ser el elemento ornamental más querido por los vecinos de Vaciamadrid, que lo consideran fundamental para entender el ámbito y se han opuesto a las intenciones del Consistorio ante su traslado.

Según explicó a Diario de Rivas el cronista de la Villa de Madrid, Pedro Montoliú, “aún quedan farolas de estilo Fernando VII originales de 1832 –creadas para celebrar el nacimiento de la infanta María Luisa Fernanda-, en la plaza de Oriente de la capital, pero la mayor parte se fueron actualizando y, finalmente, se fundieron. Ha habido reediciones posteriores e, incluso, se hace alguna réplica hoy día”. Estas luminarias de hierro de forja, de 2,62 metros de altura, fueron, inicialmente, alimentadas con aceite y, a finales del siglo XIX, con gas natural. Las últimas farolas gasificadas fueron siendo retiradas de la capital entre 1960 y 1972 (la última se desinstaló de la plaza del Sagrado Corazón de Jesús).

A pesar del cotejo de este periódico en el Archivo de Villa de Madrid no consta la venta, cesión o permuta de una farola de estas características a Rivas Vaciamadrid. Por otro lado, este redactor solicitó la consulta de documentos relativos a los elementos patrimoniales de la ciudad al Archivo Municipal de Rivas Vaciamadrid hace casi cuatro meses, sin que haya autorizado visita alguna, ni se haya facilitado información al respecto por parte del Departamento de Prensa, ni de las concejalías especialmente encargadas de este cometido en la ciudad. Por tanto, solo se puede determinar que la pieza, de estilo neoclásico francés cuenta con un candelabro de cinco brazos (pueden observarse modelos idénticos en la Plaza Mayor de Madrid) y faroles fernandinos troncocónicos (reinterpretación de mediados de los años 50 del siglo XX del arquitecto municipal Víctor D’Ors del farol estilo Fernando VII, más esquemática), y está decorada con una firma en relieve en la que dos ‘F’ rodean el número VII, como recuerdo del monarca que promovió la creación de estas luminarias. No obstante, ante la falta de documentación, la memoria ciudadana converge con esos datos. Juan José Castell, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, residente en Vaciamadrid desde 1949 y exconcejal ripense, recuerda que el pueblo obtuvo varias farolas, entre ellas, una fernandina cuando se abrió el vertedero de Autocampo. “Nos las dieron cuando trajeron la basura porque las habían quitado de allí y, por no tirarlas, las trajeron aquí”, comenta. Se refiere a la instalación del vertedero de Autocampo en 1967, que se produjo por imposición del Gobierno franquista al Pleno del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, provocando la creación del mayor espacio para desechos de toda Europa, clausurado cuando se creó Valdemingómez, en Madrid.

Farola fernandina en el pueblo de Rivas Vaciamadrid (©Fernando Galán)

La farola se instaló sobre un pedestal en la plaza del pueblo, que había sido recientemente urbanizada, y comenzó a funcionar inmediatamente con electricidad, ya que el Vaciamadrid posterior a la guerra civil nunca tuvo luminarias de gas. En esa posición, se convirtió en un elemento icónico del vecindario y del ámbito de la plaza, hasta el punto de que los vecinos se movilizaron para evitar su traslado a la plaza del 19 de Abril, ante el antiguo Ayuntamiento, tal y como pretendía el Ayuntamiento inicialmente en su proyecto de obras de peatonalización y mejora de la accesibilidad en el Casco. En el último contrato de mantenimiento de puntos de luz urbanos, el Consistorio cambió el sistema de iluminación por uno de tecnología LED, más ecológico, que ha eliminado la necesidad de plafón, ni difusores.

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