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Estado actual del Chopo de Don Sergio, en el Soto de las Juntas. Imagen: Yolanda Palacios

El chopo de Don Sergio (Populus nigra), la especie viva más antigua de Rivas con más de 150 años de edad, ha sufrido este verano daños en su tronco principal que le han hecho perder parte de su singularidad.

El pasado 4 de agosto, los responsables de conservación del Parque acudieron al entorno del Soto de la Juntas, donde se ubica este ejemplar centenario, y pudieron comprobar el origen de la rotura del eje principal del árbol que, pese a los daños sufridos previsiblemente por las fuertes rachas de viento que acontecieron en la localidad, “sigue vivo, aunque ha perdido mucho de su singularidad”.

Este árbol de 29 metros de altura, uno de los tres únicos árboles (junto a dos álamos blancos situados en el entorno de la Presa del Rey) catalogados como árboles singulares en Rivas Vaciamadrid, se ubica a pocos metros del río Manzanares, y recibe su nombre en homenaje a Sergio García, antiguo encargado del mantenimiento y conservación del Parque.

Estado actual del Chopo de Don Sergio. Imagen: Yolanda Palacios

Su estructura está, según el informe emitido por técnicos del Parque Regional del Sureste, al que ha tenido acceso Diario de Rivas, colonizada por multitud de hongos e insectos, con abundantes oquedades que son el hábitat ideal para generar alta biodiversidad (de hecho, según los análisis técnicos regionales tiene la máxima potencialidad en este sentido). Además, su enorme copa de 19 metros de diámetro permite que se haya gestado a su alrededor una abundante vegetación de ailantos.

En la inspección, se detectó la existencia de pudrición blanda en el tronco principal originada por el hongo Inonotus hispidus, lo que unido a otros defectos estructurales generados por la existencia de dos huecos con pudrición “han debilitado el eje del árbol, que se ha visto afectado por  la acción del viento” y que ha terminado “rompiendo el eje principal de árbol, quedando un segundo eje vivo y fotosintéticamente activo”, según el informe de los responsables de conservación del Parque.

En dicho informe se hizo constar que el tronco principal del árbol “ha partido a una altura aproximada de 2,2 metros” y que esta parte “se encuentra completamente muerta y seca”. Asimismo, en su parte posterior “hay otra rama rota desde la base, también muerta” aunque estos daños no se han producido recientemente.

El resto del árbol “se encuentra vivo y en las mismas condiciones que antes de que se produjera la caída de la rama más alta y principal”, mientras que “desde una altura aproximada de 1,5 metros de altura desde la base se observan brotes nuevos en el tronco y en una rama que, aunque está partida parcialmente, ha generado ramas verticales con hojas nuevas”.

Estado actual del Chopo de Don Sergio. Imagen: Yolanda Palacios

En este sentido, el informe recoge que “las ramas que se han ido rompiendo y secando -en especial la que se ha desprendido hace poco- ha sido debido a una podredumbre de la madera en la que ha tenido que ver un debilitamiento previo producido por diversos insectos perforadores. Hay que adelantar que esto es habitual en muchos Populus (ya sea álamo blanco, Populus alba, o chopo, Populus nigra) de gran tamaño y longevidad de muchas áreas de Madrid y también en el Parque Regional del Sureste”.

Acciones de conservación propuestas

El Parque Regional del Sureste, una vez analizado el estado del chopo de Don Sergio, ha propuesto una serie de acciones de conservación para mantener la singularidad de este histórico ejemplar ripense.

Así, y dado que la parte caída del chopo queda apoyada sobre un fresno creando un conjunto curioso, los responsables de árboles singulares del parque proponen sanear únicamente las ramas menores con hojas secas y mantener el tronco principal caído y apoyado sobre el fresno para generar un «núcleo de alta biodiversidad y paisajísticamente único», una acción que debe ser realizada por expertos en arboricultura.

Asimismo, en el informe se estima conveniente balizar adecuadamente el entorno del ejemplar con una talanquera que evite el acceso al entorno inmediato del conjunto, respetando el principio de mínima intervención, y añadir un cartel explicativo de las acciones a realizar y del valor único de los ejemplares añosos y de sus restos.

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