Salva Muñoz: un ripense en el Campeonato del Mundo de Culturismo Natural

Salva Muñoz, en el campeonato mundial celebrado en Praga (foto: Salva Muñoz).

El deportista ripense Salva Muñoz participó este mes de noviembre (día 19) en el Campeonato del Mundo de culturismo natural organizado por la ICN, la federación internacional de esta modalidad deportiva en la que todos los participantes pasan exhaustivas pruebas antidopaje. Muñoz, a sus 56 años, participó en la categoría master, donde compitieron los 20 mejores del mundo, y con su puesto de medallista (finalista) ayudó al equipo español a conseguir el primer puesto en el medallero del certamen. “Ha sido una experiencia inolvidable, una gran despedida porque es muy probable que sea mi última gran competición”, explica a Diario de Rivas.

Salva Muñoz, en el centro, compitiendo en Praga (foto: Salva Muñoz).

Salva Muñoz lleva más de tres décadas practicando el culturismo. “Desde los años 90, cuando estaba mal visto ir a las salas de máquinas… y ahora mira cómo ha cambiado, está todo lleno de gimnasios”, dice. Él mismo tuvo una cadena de estos establecimientos comerciales. Fue hace años, en Vallecas, el barrio en el que se enganchó al culturismo después de probar numerosos deportes. “Siempre me ha gustado el deporte y he practicado muchos. Todos me los he tomado muy en serio: el fútbol, el balonmano y el atletismo, entre otros. En este último, por ejemplo, fui campeón de España en el relevo 4×400”, señala.

Con 20 años decidió que quería cambiar su cuerpo. “Era muy delgado al venir del atletismo y por mucho que comía no cogía peso, así que empecé a entrenar en el gimnasio. Y hasta hoy”, cuenta Muñoz. Desde entonces, no solo ha desarrollado una carrera como culturista profesional, sino que se ha formado profesionalmente en la materia. Salva Muñoz es médico deportivo y está especializado en disciplinas como la nutrición. Además, es entrenador nacional de culturismo, por lo que trabaja con distintos atletas profesionales. “Y también con jóvenes que quieren dedicarse a este deporte o que simplemente quieren cambiar su cuerpo con hábitos óptimos. Sin correr, con paciencia, y paso a paso”, dice.

Salva Muñoz, culturista de Rivas, posa en el campeonato mundial de la disciplina (foto: Salva Muñoz).

Culturismo “100% natural”

Salva Muñoz atiende en Rivas en su consulta situada en la calle del Fresno, 23, donde también tiene su museo particular de medallas, diplomas y fotografías de toda una vida compitiendo como culturista profesional. “Lo hago como afición porque mi profesión es la parte médica”, asegura, pero el atleta ripense ha cerrado –sopesa la retirada de la alta competición por las lesiones y el desgaste físico acumulado– en el campeonato del mundo celebrado en Praga una etapa longeva como deportista profesional. “Mi primera competición fue en el año 93”, recuerda.

Para Salva Muñoz, el culturismo “es un estilo de vida”. Le gusta decir que quienes lo practican profesionalmente “somos unos elegidos” por todo el sacrificio personal y disciplina que requiere su práctica. “El 70% es la alimentación, y por supuesto el entrenamiento y el descanso. Pero la gente no se imagina lo que hay detrás: no podemos saltarnos la hora de la comida exacta, ni tampoco la dieta, ni irnos a dormir o levantarnos a una hora que no sea la recomendable”, explica.

Así, con una rutina “sin margen ni flexibilidad alguna”, es como se llega a cultivar un físico como el suyo pasados los 55. “Todo natural al 100%”, incide durante la conversación en varias ocasiones. Y es que, como veterano del culturismo que es, es consciente de la imagen que todavía tiene en una parte de la sociedad. “La ICN es una federación internacional que engloba a 97 países y miles de deportistas federados que seguimos leyes antidopaje como cualquier otro deporte. A mi casa pueden venir a hacerme un control en cualquier momento, como pasa con otros deportistas”, expone. “Se aplica una política cero de sustancias dopantes”, apostilla.

Salva Muñoz y el resto de la expedición española en el campeonato del mundo de culturismo (foto: Salva Muñoz).

En el certamen, cada culturista competía a título individual, pero sus resultados se sumaban a los de toda la expedición. La de España, dice Muñoz, fue en Praga la más amplia, lo cual jugó a favor del combinado nacional. “Al haber clasificado a más culturistas, pese a compartir medallero casi en igualdad con Italia, quedamos campeones por número de competidores”, indica.

Salva Muñoz no logró subirse al podio, pero sí ayudó al equipo español con su puesto de medallista, que equivale al puesto de finalista de otras modalidades deportivas. Poco le importa su posición final: “Cuando llegas a un Mundial estamos los mejores clasificados. Has llegado ahí y hay que estar orgullosos por eso”, dice. Además, “se disfruta mucho más de todo lo que pasa en el backstage, con los compañeros, que de los cinco minutos que pasas en la plataforma”, concluye.

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