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Curro Corrales, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Rivas

Curro Corrales, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Rivas (©Planeta Rivas)

Francisco José (‘Curro’) García Corrales (Madrid, 1984) lleva desde las pasadas elecciones al frente de la Concejalía de Hacienda, Recursos Humanos, Personal y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid. A punto de presentarse el proyecto de presupuestos municipales para 2017 de cara a su debate con el resto de grupos en el Pleno municipal, y con las cuentas lastradas año tras año por una deuda que todavía supera los 100 millones de euros, Corrales analiza para Planeta Rivas la situación de las arcas municipales y las políticas de equilibrio presupuestario, entre otros asuntos de actualidad.

¿Cuál es la situación actual de las arcas municipales de Rivas?
La valoración es, desde la prudencia, de una evolución positiva, con la perspectiva de los años. Hemos atravesado la crisis, que ha sido muy dura por la merma en los ingresos que han sufrido los ayuntamientos, por las reformas que han sufrido las entidades locales que nos han puesto a los pies de los caballos de la banca y los recortes de impuestos. Ahora mismo, no soy muy partidario de hablar de brotes verdes. No obstante, lo cierto es que las finanzas municipales se encuentran en un proceso de mayor sostenibilidad y de madurez en cuanto a la consolidación de unos ingresos que sean suficientes para abordar las obligaciones de gasto que tenemos.

¿Cuál es el estado de la liquidación del presupuesto de 2016?
En este momento, estamos elaborando la liquidación como tal, completando los datos de ejecución con la contabilización de las facturas. Con los datos de la ejecución que tenemos ahora mismo en la mano, constatamos que, primero, nuestra capacidad de mejorar los ingresos, que es lo que hace sostenible el pago de las obligaciones que tenemos (como gastos, prestación de servicios, etcétera) está mejorando; ha madurado. Tenemos un estado de ejecución de los ingresos del 113 por ciento respecto a lo presupuestado. Esto es muy importante, porque el dogma económico neoliberal dice que hay que fijarse en los gastos, y para nosotros es también importante hacerlo en la mejora de los ingresos. Y estamos en esa senda de mejorarlos.

¿Se ha reducido al deuda municipal el año pasado?

No soy partidario de estos discursos que demonizan la deuda, porque creo que es importante reconocer la capacidad que deben tener las administraciones, al igual que una familia para acceder a una vivienda, de endeudarse para poder acometer algunas necesidades; pero es verdad que un nivel alto de endeudamiento hace que una administración dependa demasiado de la banca, y poder reducir la deuda es un ejercicio de mayor autonomía financiera para los vecinos y vecinas. En ese sentido, hemos reducido la deuda financiera consolidada del Ayuntamiento, con respecto a los datos que teníamos en 2015, que eran de cerca de 120 millones, en algo más de doce millones de euros, con lo que estamos ahora mismo en 107 millones de deuda financiera. Es una reducción importante en la que todavía queda por contabilizar el efecto que va a tener la amortización del crédito promotor de la fase que se ha iniciado del sexto plan de vivienda. Como eso se traduce en cancelaciones individuales de los usuarios, aunque la fase estaba ya entregada a fecha de 31 de diciembre, falta todavía por ver un impacto mayor de reducción de la deuda. Por eso, yo tanto por la parte que tiene que ver en la mejora de los ingresos, con esa ejecución del 113 por ciento; como por la de la reducción de la deuda en doce millones, creo que puedo hacer una valoración positiva de la ejecución de ese presupuesto.

¿Cómo están abordando esa reducción de la deuda?
Nosotros ya contemplábamos, en el presupuesto de 2016, que íbamos a acometer una amortización anticipada de deuda financiera, en la medida de lo posible. Éramos conscientes de que íbamos a contar con unos recursos para las inversiones en la ciudad, después de años en los que no habíamos tenido esa partida en el capítulo 6 de los presupuestos, pues había estado más limitado. Era importante acometer una serie de inversiones que no se había podido hacer en los últimos años; pero también era importante destinar una parte de los ingresos a amortizar deuda de manera anticipada. Esa es la responsabilidad de tomar medidas cuando puedes tomarlas para no depender tanto de la financiación de los bancos, y es lo que hemos hecho. Hay una parte importante de afrontar la deuda, obligaciones de pagos de créditos que teníamos pendientes y esfuerzos para amotizar deuda por esa vía. Como digo, es una cifra que está pendiente de completar, porque todavía no está contabilizado el elemento que disparaba un poco la partida de deuda, que era la parte del crédito promotor para la construcción de las viviendas. Eso significa que vamos a tener, incluso, un impacto mayor de reducción de deuda. No obstante, una parte de la reducción tiene que ver con el rigor de los últimos años, antes de que yo tuviera esta responsabilidad, pero también por esa decisión de amortizar deuda de forma anticipada para no depender tanto de la financiación de los bancos.

¿Va a mantenerse esta línea de trabajo en los presupuestos de 2017?
Sí, en principio vamos a mantenerla. Tenemos, además, la posibilidad, con la perspectiva de mejora de los ingresos, de ver aumentadas las inversiones en la ciudad, que van a completarse, en el marco de inversiones municipales, con el Plan Regional de Inversiones y la subvención FEDER (DUSI) y, por tanto, estamos en condiciones de hacer una apuesta por acompasar lo que es necesario invertir en la ciudad con lo que es necesario para tomar distancia de la dependencia que hemos tenido en los últimos años de los bancos.

Curro Corrales, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Rivas

©Planeta Rivas

Aparte de los proyectos que se presentaron a Europa en el marco de los fondos FEDER y el plan regional de inversiones… ¿Cuáles son las otras inversiones que pretende acometer el Ayuntamiento?
La Biblioteca Central queda cerrada por el Plan Regional de Inversiones (antiguo PRISMA), con cargo a los presupuestos regionales que ahora están prorrogados. La ciudad necesita inversiones de manera muy clara en el mantenimiento de los viales, en materia de accesibilidad, en mantenimiento de equipamientos y edificios públicos. Por ejemplo, este año hacíamos un importante esfuerzo para mejorar espacios educativos y hay que seguir trabajando en esa línea, y también en instalaciones deportivas, como en la piscina del Cerro del Telégrafo. Y hay un nutrido listado de necesidades de inversión de la ciudad. Por esa vía, tenemos varias necesidades de inversión que vamos a plasmar en el presupuesto, a través de planes de actuación que afecten a estos diferentes ámbitos, y que tendrán una parte, que ya está definida, como por ejemplo es el FEDER, que se ha definido de forma participativa, en la que han estado implicados vecinos del barrio Oeste. Y otra parte que nace de demandas expresadas en diferentes órganos de participación, sobre lo que se necesita en cuanto a la mejora de espacios, como, por ejemplo, el plan de accesibilidad, que está definido por el observatorio correspondiente, que está pendiente en función de esa financiación. Y, luego, tenemos una parte que se podrá definir, en determinadas acciones más vinculadas a las necesidades de cada barrio, que se podrán definir bajo esa denominación, un poco general, de actuaciones en la vía pública, edificios, etcétera, en el marco de las asambleas de barrio.

¿De qué manera pueden participar los ciudadanos en los presupuestos?
Por una parte, hay que pensar que la participación no es solo un llamamiento a opinar, sino una invitación a la implicación, al seguimiento de la gestión, a la corresponsabilidad, a la pedagogía, porque todos los temas económicos son áridos y complejos. El Ayuntamiento tiene ya muchos gastos comprometidos y muchas limitaciones legales para poder disponer de sus recursos para según qué cosas. Por eso, hay una serie de herramientas para tratar de hacer la participación lo más abierta posible, que tienen que ver con la forma en la que nos implicamos en los temas y cómo se reflejan en la realidad. Tenemos una comisión de seguimiento de la gestión municipal, que forma parte del Consejo de Ciudad, abierta a todos los vecinos y vecinas que quieran, y que implica desbrozar elementos de la deuda municipal, debatir cómo se componen las ordenanzas fiscales, o en la liquidación presupuestaria. Son elementos que han supuesto la ejecución de ingresos y gasto, que sirven para que muchos vecinos y vecinas tomen esa conciencia. Y, luego, hay una implicación presupuestaria ciudadana cotidiana en varios espacios de participación, en la ejecución presupuestaria. No tiene que ver exactamente en cómo se elabora el presupuesto, pero sí en cómo se ejecuta y en cómo se gasta. El Consejo de Cultura, por ejemplo, tiene un papel preponderante en los programas de cultura y, por tanto, tiene la potestad de decidir cómo se gasta el presupuesto, al igual que el de Deportes con su comisión, donde se hace un cálculo de las necesidades de inversión. Estos últimos son cauces de participación que tienen que ver con el presupuesto. Luego hay otros elementos que tienen una traslación al presupuesto, por ejemplo, el sistema de quejas y sugerencias, que nos da una foto fija de las demandas de la ciudad. Muchas tienen que ver con la situación del mantenimiento y tratamos de incorporarlas al sistema. Incluso, en el último presupuesto, de 2016, hicimos una encuesta ciudadana bastante amplia sobre priorización de algunos gastos, que también intentamos que tengan una traslación, y no solo la tuvieron en las cuentas de 2016: como hay una cola impresionante de peticiones, estas tienen una vida más allá de ese ejercicio. Tendremos que ver cómo terminamos de plasmarlas en este ejercicio.

Hablando de ingresos, en el Pleno de diciembre, comentó dos cosas sobre las cuentas de este año. Una era la reducción de 1,3 millones por el reajuste del Catastro IBI. ¿Cómo se va a compensar en las cuentas municipales?
No es exactamente una merma con respecto a los ingresos que ya teníamos; es lo que vamos a dejar de incrementar esos ingresos por haber puesto en vigor los nuevos valores catastrales. El IBI se calcula en función del valor catastral que fija el Ministerio de Hacienda. Su traducción a lo que pagamos en el impuesto no es automática; se hace en función de la base liquidable, que va actualizándose ejercicio a ejercicio. Pongo un ejemplo: en el año 2010, se hizo la penúltima revisión de valores catastrales, que supuso un incremento considerable a los que estuvieron en vigor anteriormente. Para que esa subida no se note en el recibo de cada vecino y de cada vecina de forma muy agresiva, de un ejercicio a otro, se va escalonando el nuevo valor catastral. Por eso, la realidad ha sido que los constribuyentes han visto cómo, cada año, les subía un poco el IBI. Eso tiene que ver, no con que el Ayuntamiento suba el tipo, porque lleva varios ejercicios en el 0,57, sino porque la aplicación real sobre lo que pagamos en el impuesto ha sido escalonada y progresiva. Esto quiere decir que, de haber mantenido esos valores catastrales, hubiéramos visto cómo ese impuesto habría subido de nuevo algo por ese efecto imponible en la base. Y por tanto, la estimación de los servicios técnicos municipales es que, con esos mismos valores en vigor, hubiéramos incrementado 1,3 millones los ingresos por esa vía. Como hemos puesto en vigor los nuevos valores catastrales, lo que hacemos es poner un techo a la subida de la base imponible. El efecto será la práctica congelación, euro arriba, euro abajo, de la factura. En algunos casos, incluso se notará algún descenso.

¿Habrá que tomar en alguna medida de compensación en los presupuestos de 2017?
No es necesario, en la medida que no hemos dejado de tener esos ingresos, sino que contamos con que iban a ser más y no lo son. De todas formas, lo que entendemos que iba a ser una estabilización de esa vía de los ingresos en un plazo medio es el propio crecimiento de la ciudad, que incorporará nuevas unidades fiscales. Es importante tener esto en cuenta de cara al debate del modelo urbano y a la posibilidad de densificar la población para desarrollar un modelo de prestación de servicios para la ciudad más sostenible y, por otro lado, la atracción de más inversiones económicas que generan y dinamizan la actividad y que provocan que el Ayuntamiento puede disponer de ingresos que no son solo la vía del IBI. Hablo, por ejemplo, del Impuesto de Actividades Económicas, que con la reforma de Aznar supuso un hachazo para todos los ayuntamientos. Es importante que se instalen empresas porque generan actividad e ingresos por la vía del IAE. Estamos en estos momentos con la ejecución de los ingresos del año pasado; se habla mucho del IBI, pero es importante destacar que el IBI es una vía importante para el sostenimiento de las arcas municipales pero, frente a la percepción de algunas personas de que pagan demasiado para los servicios que prestamos, supone prácticamente la tercera parte de los ingresos. Es decir, necesitamos generar ingresos por otras vías. De lo ejecutado en 2016 en ingresos, que son 92 millones, hay, por concepto de IBI, entre el urbano y el rural, en torno a 31 millones de euros.

¿Se está notando este esfuerzo por atraer empresas en las arcas municipales?
De momento, se ha notado en lo que tiene que ver con licencias e impuestos de construcciones. En cuanto al IAE, que es el impuesto que grava la actividad de la empresa, todavía estamos pendientes de notar ese impacto, porque muchas de las empresas se están instalando.

©Planeta Rivas

También hizo mención en el Pleno de diciembre a los ingresos de dudoso cobro. Dijo que el Ayuntamiento iba a emprender medidas para poder recaudar los cobros pendientes. ¿Qué medidas son y cuánto dinero se adeuda?
Hay 14,36 millones de euros en impuestos en recaudación ejecutiva catalogados como de dudoso cobro correspondientes al período entre 2000 y 2016. Nos hemos marcado como objetivo el cobro efectivo de derechos reconocidos, que, además, pueden llevar aparejados intereses de demora a favor del Ayuntamiento. Esto quiere decir que necesitamos reforzar los servicios municipales de recaudación ejecutiva. Hemos hecho un esfuerzo en estos tiempos para reforzar el área económica del Ayuntamiento y su personal, pero lo cierto es que es una cantidad lo suficientemente importante como para pensar en un refuerzo con asistencia externa que nos permita dar un salto cuantitativo y cualitativo en el cobro de derechos reconocidos. Tenemos varias medidas previstas para el incremento de ingresos. Hemos reforzado la inspección tributaria municipal, con unos datos en 2016 que superaron los 1,2 millones, en cuanto a lucha contra el fraude fiscal. Por otro lado, necesitamos reforzar la recaudación ejecutiva, aspecto que se va a reflejar en el presupuesto de 2017 como una prioridad; eso y el cobro de la tasa de incendios. Esta la implantamos para evitar que paguen dos veces por el servicio de Bomberos, porque la inmensa mayoría de vecinos tienen la casa asegurada y, por tanto, no es de recibo que el Ayuntamiento tenga que correr con un gasto que corresponde a las aseguradoras. Por eso, las gravamos con ello, después de ganar una contienda judicial. Ahora tenemos que ponerla en práctica, después de los litigios, articulando para ello un mecanismo que nos permita conseguirlo de forma operativa.

El Gobierno local ha hablado en varias ocasiones de la escasez de personal municipal para acometer todas las tareas. ¿Cuál es la situación?

Esto es un ejemplo más de la limitación que tenemos las corporaciones locales a la hora de tomar decisiones en cuanto a nuestra organización. La Ley de Presupuestos Generales del Estado fija un incremento del capítulo 1 presupuestario, que está destinado al gasto de personal, en las administraciones locales, de un uno por ciento. Esto ha supuesto en los últimos tiempos, en los que la ciudad ha crecido, y en los que, además, abordamos la prestación de muchos servicios y muy variados entre sí, que el Ayuntamiento tenga importantes necesidades que resolver. Y, desde luego, es difícil organizar la prestación de servicios de manera óptima con estas limitaciones. Además de eso, intentamos plantear como medida importante en la política de personal del Ayuntamiento en esta legislatura resolver la situación de interinidad que afecta a una parte importante de la plantilla. En virtud de eso, y de algunas expectativas de desarrollo en la carrera profesional de los funcionarios de la casa, hemos diseñado el plan de empleo, que contempla, por una parte, acabar con la interinidad, y, por otra, una serie de medidas que permitan el desarrollo de la carrera profesional.

¿Cómo son las relaciones del Gobierno municipal con los sindicatos?
En términos generales, son positivas. Quiero poner en valor el profundo sentido de la responsabilidad por su parte. Me hago cargo de que, efectivamente, a veces por medidas impuestas a los ayuntamientos, y a veces no, sucesivos gobiernos de la nación los han tratado como el chivo expiatorio de la crisis y los problemas económicos de la administración, viendo mermados sus derechos. Esto hace que tengan un nivel importante de exigencia y que tengamos desencuentros a la hora de abordar las diferentes problemáticas que afectan a la plantilla municipal; pero creo que las relaciones son, en términos generales, positivas porque determinados elementos, en los últimos meses, hemos conseguido desbloquearlos. Por ejemplo, el pago de las ayudas sociales de 2015, que estaban pendientes. Hemos definido un reglamento de formación con el consenso total de toda la representación sindical que va a permitir incorporar a un plan de formación herramientas que adecuen y mejoren las competencias de la plantilla, porque entendemos que no es solo un derecho de los trabajadores municipales, sino que es también una oportunidad que no puede dejar pasar la administración para mejorar la prestación de sus servicios. Además, hemos aprobado en los últimos meses un protocolo de actuación contra situaciones de acoso laboral con el comité de seguridad y salud, también con el acuerdo sindical. Y estamos trabajando en este momento en un protocolo de acción social que también protocolice el acceso a las ayudas sociales que tienen reconocidas como derecho en el convenio. Estamos caminando por una senda en la que tratamos de poner en valor encuentros más que los desencuentros, que los tenemos, fundamentalmente, por las exigencias de algunos colectivos de la plantilla de ver reconocidas reinvidicaciones de reconocimiento de la carrera profesional que tenemos que intentar ordenar porque es complicado, a causa de los mimbres y las limitaciones presupuestarias que tenemos. Tenemos 27 millones de euros en 2015 destinados al capítulo 1; esto supone en el presupuesto de gastos casi un 30 por ciento. Dentro de eso, además, con un nivel de ejecución del 97 por ciento, hace que tengamos un margen limitado para dar respuesta a todas las situaciones que se plantean,todas ellas reivindicaciones legítimas. Entonces, lo que hemos planteado a este respecto es la creación de una comisión de valoración de los procesos y los puestos de trabajo para tratar de ver con la representación sindical, la necesidad que hay en los diferentes servicios, la realidad en el desempeño real en el puesto de trabajo de cada tipo de puesto, sus necesidades de actualización y mejora. Es un tema complicado porque ordenar supone elegir, y elegir supone siempre hacer unas cosas y no poder hacer otras, pero creo que, dentro de eso, vamos a tener espacios para llegar a acuerdos y, en todo caso, poner en valor el esfuerzo tremendo que hacemos con el plan de empleo público. Son 129 puestos y plazas que se ven afectadas, 58 son destinadas a acabar con la interinidad, apostando por la estabilidad en el empleo; 70, vinculadas a promociones internas. Cuando tengamos la definición final del plan de empleo, hablaremos de 150 puestos afectados.

El alcalde afirmó en una entrevista con Planeta Rivas que hubieron de hacerse «malabares» durante varios años de la crisis para pagar al personal municipal. ¿Se ha superado esa fase?
Sí. Tenemos una realidad económica municipal que nos permite abordar estas obligaciones con la plantilla municipal y de Rivamadrid. Hemos pasado años muy complicados, porque no solo la liquidez del Ayuntamiento dificultaba en ocasiones llegar puntual a ese pago, sino que se ha llegado a pedir a todo el mundo que se apretase el cinturón. Y estamos ahora en una situación en la que podemos destensar esa realidad y, no solo estar puntuales en los pagos, sino plantearnos itinerarios de promoción interna, etcétera. Paso a paso porque hay mucho por hacer. Por eso reconozco la labor de los sindicatos.

¿Cómo aborda el Ayuntamiento de Rivas la cooperación al desarrollo?
Tenemos un histórico en los años de la crisis en los que la cooperación al desarrollo, que es una seña de identidad del modelo de políticas públicas de nuestra ciudad, ha atravesado su propia crisis, no solo en el ámbito municipal, sino ante la escasez general en las administraciones públicas, y ha tenido que reinventarse. Eso ha permitido, en el caso de Rivas, hacer una reflexión que pone en valor el camino que llevamos andado en materia de cooperación. Hemos tenido un modelo de financiación cuyas bases se debatían en el Consejo Municipal de Cooperación, con representación de las ONG de la ciudad.; incluso la propuesta de adjudicación se hacía en el marco de ese espacio participativo. Y esto ha ido generando una realidad de relación sostenida en el tiempo con determinadas causas, sin las que hoy día no se podría explicar ese ADN solidario de nuestra ciudad. Tenemos unos lazos de hermanamiento con causas como la del pueblo palestino, con realidades como las que viven nuestras hermanas y hermanos de San José de Apartado en Colombia, sobreviviendo a la presencia del conflicto y, especialmente, la presencia paramilitar en su comunidad; o con la causa saharaui. Tenemos una serie de causas a prueba de los vaivenes de dificultades económicas o de los modelos con los que los dotamos económicamente. Es un debate que tenemos que abrir en el consejo de cooperación: definir unas líneas estratégicas, sostenidas en el tiempo, que permitan profundizar en eso. Y, además, sabiendo que hoy en día, la realidad global incorpora a la defensa de los derechos humanos, elementos que hasta hace poco parecía que no formaban parte de esa lucha. En ese sentido, la cooperación ya no es solo la relación de promoción del desarrollo en zonas que sufren la tremenda desigualdad global, sino la incidencia en términos políticos a favor de la defensa de los Derechos Humanos de determinados pueblos y causas. No podemos hablar de cooperación sin pensar en la crisis de las personas refugiadas, con el comportamiento de la Unión Europea al respecto, y el papel que jugamos las ciudades, y Rivas tiene un papel preponderante ahí. ¿Por qué Rivas participa en foros de ciudades críticas el TTIP, por ejemplo? Porque esto tiene unas implicaciones que afectan a las relaciones de desigualdad y poder entre distintas zonas del planeta, y nosotros vamos a vivir aquí con medidas que van a afectar a cómo establecemos nuestros procedimientos de contratación y cómo nos van a dificultar la implantación de determinadas cláusulas sociales, en aras de la defensa de la libre competencia de las grandes corporaciones. Son pequeños matices que cambian el paradigma y nos ensanchan la visión. En el caso de la comunidad de San José de Apartadó, lo más bonito de trabajar con la comunidad de San José de Apartado no es solo que ellos necesitan esa ayuda, que al final la economía es lo de menos. Esto les ayuda a poner una lupa internacional sobre la situación en la que viven y, además, que la gente de Rivas conozca esta realidad y sepa que hay causas por las que merece la pena comprometerse.

 

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