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OPINIÓN

Mónica Carazo

Mónica Carazo

Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

Como cada año, afrontamos septiembre con la vista puesta en el inicio del curso escolar. La compra de libros de texto y de material, el transporte escolar o los nuevos horarios
determinan de alguna manera la actividad de las familias durante este mes. Sin embargo, después de tres décadas de gobiernos de la derecha en la Comunidad de Madrid, la preocupación no solo se queda en asuntos meramente materiales, sino que se extiende, cada vez más, a la calidad de la educación pública.

Los gobiernos del PP llevan años mermando la calidad de la enseñanza en la región, reduciendo el número de plazas en la educación pública y reforzando el papel de la educación privada y de la concertada, apostando por un modelo que solo genera desigualdad entre la población escolar, y que sufre una especie de lluvia fina y sostenida en el tiempo, y que en este caso tiene que ver con la falta de infraestructuras y con los retrasos en la construcción de las mismas.

En Rivas, llevamos sufriendo esta situación durante demasiados años, aunque en los últimos tiempos, el grado de gravedad se ha multiplicado sobremanera. Y es que el curso 2022/23 arranca con más barracones y con más retrasos en la construcción del colegio público Mercedes Vera (al que el Gobierno regional ha decidido llamar Hispanidad, en contra del criterio de la comunidad educativa de Rivas; debe ser lo único que les interesa del centro) y del CEIPSO La Luna.

De esta manera, el CEIP Dulce Chacón, iniciará el curso con un total de cinco barracones. Dos de ellos ya estaban instalados en el curso anterior y los tres nuevos acogerán al alumnado de Infantil que tendrían que empezar las clases en el nuevo Mercedes Vera, cuyas obras arrancaron a mediados de mayo. Este despropósito, que el Gobierno regional excusa echando siempre la culpa a los demás, afecta de forma directa a la calidad de la educación que reciben nuestros hijos y nuestras hijas.

Ahora que la presidenta Díaz Ayuso anda preocupada por la natalidad, podría guardar parte de su desvelo en cuidar y mimar a los niños y niñas que necesitan de un colegio en el que dar clase. O en garantizar más plazas de 0-3 años en Rivas, ciudad a la que ha dejado fuera del reparto de las 2.000 nuevas plazas que se habilitarán este curso en medio centenar de colegios de Primara de la región y que, además, han sido financiadas con 26,6 millones de euros por el Gobierno de España. Un dato que suele obviar por mero interés partidista.

En todo caso, y a pesar de que las competencias en Educación son de las comunidades autónomas, desde el Ayuntamiento de Rivas seguimos trabajando cada verano en la renovación de los centros públicos y apostamos cada curso por un programa de apoyo a la educación pública (PAMCE) que incida en el buen desarrollo de nuestros niños y niñas. Por cierto, los más pequeños podrán estrenar este curso la nueva escuela infantil Pippi Långstrump, de titularidad municipal.

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