Polémica en Rivas Puede por el proyecto del polideportivo en el barrio de la Luna

Parcela que acogerá la futura ciudad deportiva del barrio de la Luna de Rivas (©Diario de Rivas)

La publicación del pliego del contrato de construcción y gestión de la ciudad deportiva del barrio de la Luna ha desatado tensiones políticas en Rivas Puede. En una asamblea monográfica sobre el tema, los militantes que acudieron mostraron una oposición casi unánime al proyecto de este equipamiento estratégico para la ciudad tal y como está planteado.

Tras un extenso estudio de modelos de gestión de polideportivos, que incluyó visitas a centros de Sevilla, Guadalajara y Toledo, el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid encargó a la empresa Supera, participada por la gestora de fondos de capital riesgo Portobello Capital, un estudio de viabilidad del proyecto para la construcción de un espacio deportivo para el barrio de la Luna en la enorme parcela colindante con el CEIPSO recientemente inaugurado en la zona. Tras someterlo a información pública a finales de octubre, el Ejecutivo municipal llevó a la junta de gobierno de la ciudad el 9 de noviembre la incoación del expediente de contratación de la concesión de obra pública para la construcción y posterior explotación del Centro Deportivo del Barrio de La Luna, dentro del marco de la Estrategia 2020 del Consistorio.

Tal y como avanzó entonces Diario de Rivas, el proyecto consistía en la concesión a 40 años de dicho espacio deportivo a una empresa privada que, según los pliegos, debía asumir el coste íntegro de construcción, gestión y mantenimiento del complejo, y entregar a las arcas municipales un canon mínimo anual de 15.000 euros. Fuentes del Consistorio explicaban entonces a este periódico digital que el nivel de control municipal sobre la concesión era el más alto que existe en la ciudad, se contenían los precios para evitar demasiados sobrecostes para los usuarios (pues, al ser una concesión, es una instalación más cara para los usuarios que los equipamientos públicos) y se conseguía dotar de personal cualificado y debidamente remunerado a una instalación que, de otro modo, a causa de las limitaciones de personal impuestas por el Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento no puede asumir en estos momentos. Extraoficialmente, se admitía que esta se había valorado como la forma más adecuada de poner en marcha una instalación estratégica para el mayor espacio urbanístico en desarrollo de toda la ciudad, que llevaba bloqueada un lustro y que el municipio, o no podía asumir económicamente, o, si lo hacía, comprometía el resto de inversiones de la ciudad o el sistema de gestión del mismo.

Las tensiones alrededor del proyecto comenzaron en el momento en que se sacó a información pública el plan de viabilidad, cuyos principales aspectos fueron desvelados por este medio de comunicación, siendo objeto de posteriores modificaciones durante su tramitación. Unas tensiones que podrían comprometer el proyecto estrella de la legislatura del Gobierno municipal.

Una consulta telemática

Un portavoz del Grupo Municipal Rivas Puede-Podemos explicó a Diario de Rivas que, previamente a la exposición pública del plan de viabilidad del proyecto, la formación dio a sus bases la información existente y accesible del mismo, ya que el pliego de condiciones no estaba elaborado. Se hizo especial hincapié en este aspecto, pues la titular de la Concejalía de Deportes, Vanessa Millán, es miembro de la formación morada y del consejo autonómico de Podemos. También se consultó con el equipo regional del partido de Pablo Iglesias para que no hubiera ningún tipo de problema legal. Tras pasar por Junta de Gobierno, dicho proyecto se envió a todos los inscritos en Rivas Puede-Podemos. Después se fue remitiendo información de forma periódica con las novedades sobre el proyecto, siempre según las mismas fuentes.

Las informaciones sobre la futura instalación deportiva levantaron un gran revuelo en los principales foros de debate de la ciudad en las redes sociales, donde se cuestionó el modelo de gestión, los precios, el canon y otros aspectos del proyecto. De hecho, se impulsó una iniciativa en Change.org -que, hasta el cierre de esta edición, había sido apoyada por 463 personas- en la que varios individuos adscritos a Podemos elevaron una petición al portavoz del Grupo Municipal de Rivas Puede-Podemos, José María Álvarez, y a la cúpula de la formación morada a nivel regional y nacional, para que se realizara una consulta telemática a la Asamblea Ciudadana Municipal de Podemos-Rivas sobre la ratificación del proyecto, acogiéndose al artículo 6 de los estatutos del partido, tal y como explicó a este medio de comunicación José Manuel Pachón, promotor de la propuesta. Tras esta iniciativa, el partido convocó a su consejo ciudadano y, posteriormente, celebró una asamblea en la que se explicaron los argumentos del proyecto, según el partido morado ripense.

Posibles «irregularidades»

El día 12 de diciembre, en una nueva asamblea monográfica en la sede de Rivas Puede-Podemos en la que participaron 35 personas, se planteó la conveniencia de la construcción de un nuevo polideportivo en el barrio de La Luna. Tal y como adelantó la revista Zarabanda, hubo práctica unanimidad por parte de los intervinientes, excluyendo a los concejales de la formación, a favor de paralizar el proyecto y revisar las condiciones de licitación, aunque todos los presentes estimaban como necesaria la creación de un complejo de estas características. Entre otras razones, se consideró que el proyecto entraba en contradicción con el programa de Rivas Puede, se criticó la cesión de suelo público a una empresa privada para su explotación durante 40 años y se calificó de insuficiente el canon que pagaría la empresa gestora al Consistorio. Además, se puso de manifiesto la vinculación de la empresa contratada para el estudio de viabilidad del proyecto del polideportivo con fondos de capital riesgo. Como añadido, se criticaba la falta de información a los afiliados —que no habían podido debatirlo antes de lanzar el concurso del proyecto— y a la ciudadanía. Por último, según la publicación de Zarabanda, “La comisión encargada de análisis de los ‘contratos públicos’ expuso un estudio pormenorizado de los documentos que contienen la propuesta de licitación, incluso en comparativa con otras concesiones que ya tiene la empresa que (supuestamente) licitará. Planteando numerosas dudas, algunas supuestas irregularidades y carencias en la licitación (opción de retorno, cláusula de rescisión, etcétera)”.

El equipo de concejales de Rivas Puede argumenta que se ha proporcionado en cada momento toda la información disponible y accesible para garantizar la viabilidad del proyecto, que no entra en contradicción con el programa electoral y que, si existen defectos formales o legales, se pueden y deben hacer todas las correcciones necesarias para subsanarlos, pero entendiendo que se trata de un proyecto fundamental para la ciudad. No obstante, los ediles tomaron nota de las apreciaciones de la militancia para poder dar cauce a las mismas, incluidas las peticiones “para que replanteara dentro del Gobierno el estudio de nuevo del proyecto, su paralización como gestión privada y el estudio de otras fórmulas menos lesivas para los intereses de Rivas”, sentenciaba la crónica de Zarabanda. Además, mantuvieron reuniones los días 13 y 14 de diciembre con su socio de gobierno en el Ayuntamiento, IU-Equo-Somos Rivas, para informar de la situación. Esta última formación ha manifestado, a consultas de Diario de Rivas, que no le corresponde hacer valoraciones sobre los debates internos de otros partidos.

“Nulo de pleno derecho”

El jueves, 14 de diciembre, en respuesta a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno sobre la posible paralización del proyecto, el alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura (Somos Rivas), explicó que estaba abierto el plazo de alegaciones, abiertas a la ciudadanía, e incidió en que el proceso seguiría adelante conforme a la legalidad, resolviendo cualesquiera problemas legales en los plazos establecidos por la administración y la justicia.

Por otro lado, Fernando Andrés Pérez, arquitecto del primer proyecto para la ciudad deportiva del barrio de la Luna, interponía ese mismo día un recurso, al que ha tenido acceso Diario de Rivas, ante el tribunal administrativo de contratación pública de la Comunidad de Madrid para que considere nulo de pleno derecho el proyecto, ya que el diseño que él realizó fue aprobado y ajustado a contrato por la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas que, a fecha de hoy, está pendiente del comienzo de las obras, y lo que pretende, según argumenta en su escrito, el nuevo proyecto es “construir en el mismo emplazamiento”, lo que le “causaría perjuicios de imposible reparación ya que el contrato firmado por mí con la EMV de Rivas ya no podrá ejecutarse”. Por ello, solicitó medidas cautelares para suspender el expediente de contratación.

El viernes, 15 de diciembre, Rivas Puede-Podemos informó a su militancia de las acciones a tomar, planteando la posibilidad de presentar alegaciones y ampliándose el plazo para que puedan ser atendidas. Según creen varios afiliados de la formación morada, aunque está previsto, “no servirá de nada presentar un recurso contra el contrato”, ya que, tal y como establece la ley, solo pueden prosperar aquellos que estén elaborados por personas físicas o jurídicas que sean parte interesada en el proceso. Mientras, el plazo para presentar ofertas al proyecto sigue abierto hasta el 2 de enero, tal y como refleja el perfil municipal del contratante.

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