Vecinos de la calle Rosa Luxemburgo de Rivas, en pie de guerra contra un ‘fondo buitre’

Cartel de la manifestación convocada por los vecinos de Rosa de Luxemburgo junto a las PAH de Rivas y Arganda y el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.

Los vecinos de una urbanización de 62 viviendas sociales de Rivas, situada en la calle Rosa de Luxemburgo, han convocado una manifestación este domingo, 24 de junio, para protestar contra Fidere, la empresa propietaria que gestiona la finca. Cuentan con el apoyo del Sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Madrid y las PAH de Rivas y Arganda.

La promotora de las viviendas era Bigeco, pero, con la crisis de la construcción, la empresa pasó dificultades económicas y cedió los pisos a Bankia, porque el dinero con el que se construyeron los bloques procedía de este banco. “Después, con el rescate a Bankia, pasaron a manos de Sareb, la entidad que se creó para gestionar las viviendas de los bancos rescatados. Y Sareb se los vendió al fondo buitre Fidere, cuya matriz es el fondo de inversión Blackstone”, explica Carlos Bercial, miembro de la PAH de Arganda.

Los motivos de la protesta, según aseguran los vecinos, son tres: que Fidere «no está respetando las condiciones del contrato que firmaron en 2002 al impedirles que ejerzan la opción a compra»; que a los nuevos vecinos que alquilan viviendas «se le está cobrando una cuota de casi el doble» de lo que pagan los inquilinos antiguos, y que la empresa «no se está haciendo cargo de los desperfectos de la finca y las viviendas».

Bercial explica, en declaraciones a Diario de Rivas, que “estos bloques se construyeron en su día sobre suelo público que fue cedido a un consorcio de viviendas en el que estaba la Comunidad de Madrid. El objetivo era construir viviendas de carácter público y social”. Así, asegura, una parte de las viviendas de la promoción de Rosa de Luxemburgo estaba destinada a régimen de alquiler para personas mayores; y la otra parte era para jóvenes con contrato de alquiler con opción a compra. Los precios en los dos casos eran asequibles, con un marcado carácter social, prosigue este portavoz.

Opción a compra

Así, Nuria Rodríguez, portavoz de los vecinos afectados, explica que aquellos que se acogieron y firmaron el contrato de alquiler con opción a compra debían pagar dos cantidades distintas: una destinada exclusivamente al alquiler y la otra a amortizar el importe de la compra, esta última de 260 euros. De esta forma, indica, les entregaron los pisos en el año 2002 y la opción a compra la podían ejercer a los diez años, cuando ya habrían pagado unos 30.000 euros de amortización.

“Sin embargo, cuando pasó ese plazo, la finca había cambiado de propietario y nadie pudo ejercer ese derecho. «Fidere, la nueva empresa propietaria, afirmó que había comprado los pisos para explotarlos en régimen de alquiler y que la Ley les permitía hacerlo hasta que se cumpliese el plazo de 25 años de protección pública”, afirma Rodríguez.

Otra cuestión que reclaman los vecinos acerca de la compra del piso es que se respete el precio de tasación inicial. “Estaba en torno a los 70.000 euros, pero Fidere también dijo que esa tasación no es válida y que hay que corregirla. Y, con la corrección que proponen, el precio de los pisos será el doble”, asegura Bercial.

Subrogación de contratos

Rodríguez admite que el precio que paga por el piso es mínimo, porque Fidere está respetando el contrato antiguo. “Los contratos que firmamos en 2002 estaban en vigor cuando el fondo de inversión compró las viviendas y a nosotros nadie nos lo ha cambiado: seguimos con el mismo”, explica Rodríguez. Al subrogar los contratos, la empresa debe respetar el precio del alquiler a los inquilinos antiguos, «pero lo que están haciendo es acosar a las familias para que se vayan y renuncien a sus derechos», asegura Bercial, «para que así ellos puedan firmar contratos nuevos con las condiciones que les interesa, mucho más duras y con precios mucho más elevados, casi a precio de mercado”. Así, “mientras que los inquilinos antiguos están pagando unos 400 euros por el alquiler de la vivienda, que es el mínimo, los nuevos están pagando casi 700 euros, una cifra que está un poco por encima del máximo que marca la Comunidad de Madrid”, señala Bercial.

Desperfectos de la finca y las viviendas

Los vecinos también reclaman que Fidere asuma su responsabilidad en la finca y en las viviendas. “Que haga las reparaciones que está obligado a hacer, porque así lo especifica el contrato; que arregle las calderas que hay rotas, las goteras y los desperfectos de las zonas comunes”, reclama Bercial.

Así, el «incumplimiento» de las condiciones de compra, la existencia de diferentes contratos y el «desinterés» por el cuidado de la finca está empujando a las familias a recurrir a los tribunales. Los vecinos, con la ayuda de las PAH y del sindicato de Inquilinas de Madrid, se han reunido también con el Ayuntamiento de Rivas para ver cómo pueden abordar la situación. “El Ayuntamiento se ha comprometido a revisar las condiciones de la cesión del suelo de las viviendas para ver cómo nos puede ayudar”, señala Rodríguez.

Manifestación en Rivas

Con la manifestación convocada para el próximo domingo, los vecinos quieren “que se les escuche; que se respeten los derechos de las familias con contratos en vigor, es decir, que las familias que quieran comprar la vivienda lo puedan hacer;, que se les respete el dinero que ya han pagado destinado a la compra, que se descuente del precio final; que se respeten los precios tasados…”, señala Bercial. “Hay que tener en cuenta que estas familias entraron a vivir a estos pisos porque tenían un claro y evidente carácter social. Si fuera una promoción de vivienda privada estaríamos hablando de otra cosa, pero no es así”, argumenta.

La manifestación será el domingo 24 de junio a las 12 horas. “Saldremos de la Plaza del Ayuntamiento del Casco Antiguo, en Rivas pueblo, e iremos hasta la zona de los bloques, en Rosa de Luxemburgo. Y después haremos una pequeña fiestecilla popular para agradecer a las vecinas y a los vecinos su apoyo”, invita Bercial, que recuerda que el de estas viviendas «no es un caso aislado». “En Rivas hay otros dos bloques de pisos en circunstancias similares y el fenómeno se repite en otros municipios como Arganda y por toda la Comunidad de Madrid. Es un fenómeno global”, concluye Bercial.

Por su parte, fuentes de Fidere aseguran que la empresa «ha establecido un proceso de diálogo con los inquilinos y el Ayuntamiento, con los que tuvo una reunión el pasado lunes, para entender cada caso y buscar una solución que pueda ser satisfactoria para ambas partes, especialmente, en los casos más desfavorecidos». Añade la empresa que «la resolución de la Comunidad de Madrid establece que los inquilinos tienen derecho a ejercer la opción de compra al final de la protección de 25 años, en Octubre de 2027. Por tanto, Fidere cumplirá con estos términos establecidos para ese edificio». Por último, respecto a las quejas por el mantenimiento de los bloques, Fidere asegura que «realiza revisiones periódicas y nunca ha identificado problemas graves de mantenimiento en el edificio. De los niveles de permanencia de los inquilinos y de las nuevas entradas, se puede deducir que el estado del edificio es el correcto. De todos modos, estamos abiertos a que a través del Ayuntamiento y de los representantes de los inquilinos nos precisen los asuntos sobre los que ellos consideran se debe mejorar, que Fidere revisará y tomará en cuenta», concluyen las mismas fuentes.

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