“¿Por qué el derecho a ir haciendo ruido en Rivas está por encima de tu derecho al descanso?”. Esta es la pregunta que arranca un mensaje anónimo difundido a comienzos de julio en el entorno del paseo de las Provincias a través de impresos pegados en las paredes en el entorno del centro comercial Covibar 2 y de las redes sociales. 

En el mensaje en cuestión, esta “vecina harta de no poder dormir con las ventanas abiertas en verano”, como forma el documento, incitaba a los vecinos y vecinas a denunciar los ruidos de los vehículos que circulan por las calles de Rivas, una ciudad que, a excepción del polígono de Santa Ana, tiene limitada la velocidad a 30 km/h en todo su entramado urbano. 

Según la denunciante anónima, en sus “más de 20 años” viviendo en Rivas, “el problema con los vehículos ruidosos no ha hecho más que crecer debido a que no hay ningún tipo de control de estos vehículos que circulan a escape libre o con ellos supuestamente homologados pero vaciados”. 

Diario de Rivas ha hablado con dos de los vecinos y vecinas que se han hecho eco de esta denuncia anónima. Una de ellas incluso ha escrito un correo electrónico a ayuntamiento de la ciudad, tal y como se instaba a hacer en el mensaje  anónimo original. “Me siento identificada con la mujer que refiere problemas para conciliar el sueño,  sin menosprecio a las molestias que ocasiona durante el día,  haciendo partícipes a los demás vecinos del sonido estridente que a un número reducido de personas parece gustarle por denostar tener un mejor vehículo cuanto más ruido haga”, señala esta vecina de la zona del paseo de Las Provincias.

Esta vecina, que asegura que “el problema va a más”, relata cómo afectan los ruidos en su vivienda: “Se les comienza a oír (a los coches) cuando empiezan a subir por los olivares de Covibar, a la altura de casa parece que les tuvieras dentro, y una vez se han ido, se les escucha  hasta el final del Barrio de la Luna. Dormimos con las ventanas y contraventanas con climalit cerradas, y aún así, algunos hacen que te vibren las ventanas y retumbe la habitación despertándote o desvelándote”.

Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Rivas de la ciudad respondió a la vecina, indicándole que “se están realizando controles en diferentes lugares para solventar esta situación”, y en la misma línea se expresa Aída Castillejo, alcaldesa de la ciudad: “Es un problema de todos los veranos por dos cuestiones: salen más a estar con el coche por la ciudad y porque estamos con las ventanas abiertas, pero esto no quita para que la Policía Local no esté vigilando e intentando perseguir esta cuestión”. 

La vecina habla de “malestar común”, e insta por ello a la Policía Local a que “establezca controles más estrictos y frecuentes, además de específicos, para identificar y sancionar a aquellos conductores que incumplen la normativa de ruido y emisiones contaminantes”. 

Otro vecino achaca el aumento de la contaminación acústica en la zona al elevado tráfico de la zona, de conexión entre los barrios de Covibar y La Luna, y próximamente también una de las vías de salida a la M-50. “La elevación de tráfico repercute directamente en un aumento de ruido y por ello en la calidad de vida de los vecinos, siendo la hora de entrada y salida de los colegios y del trabajo cuando más se nota la contaminación acústica”, expone.

Este vecino entiende que vivir junto a una vía principal conlleva más ruidos, pero lamenta, y así lo ha comunicado al Ayuntamiento, “varios fallos estructurales en el diseño de la vía después de la última actuación sobre la glorieta que da a la calle Valladolid con el Paseo de las Provincias, ya que en el sentido de bajada hacia Covibar se ha quitado la curvatura de la elipse anterior que retenía a los vehículos para atacar la glorieta, hoy casi recto,  lo cual hace que los vehículos entren a alta velocidad a la glorieta, y lo mismo en la salida por la izquierda hacia  a la Avda. de la Tierra que debe cruzar el Paseo de las Provincias, donde el incumplimiento de hacer el stop existente, implican accidentes y constantes frenazos” y donde ya hace tiempo se propuso al ayuntamiento la fabricación de una glorieta junto con la  modificación de la existente, dándole más curvatura para frenar la velocidad”.

El vecino confía en que el Ayuntamiento adopte medidas para reducir los ruidos en la zona. “Confío que en un futuro próximo que con la apertura de la salida de la ciudad  por  la M-50,  con la traslación de tráfico hacia  la Avda. Víctimas del Terrorismo, y con el plan Renatura presentado por el ayuntamiento, además de otras actuaciones previstas para el Paseo de las Provincias, se consiga reducir el impacto acústico sobre los vecinos y que repercuta en la mejor calidad de vida que todos queremos”.

La primera edil informa que la Policía Local realiza controles “en este y otros puntos de la ciudad que tenemos localizados en los que se dan más a menudo estas cuestiones”, e incide en que la Policía hace estas zonas “un patrullaje más exhaustivo”, pero reconoce la dificultad para que detecten al vehículo en cuestión cuando está incumpliendo la normativa. “Tenemos el mismo problema que con los petardos: pillar al del coche en el momento es complicado. Si un vecino llama, como pasa, que nos llaman, y si nos da la matrícula, Policía les da el alto y les hace la inspección del vehículo para ver si tiene modificaciones en el tubo de escape, etc.”, expone Castillejo.

La alcaldesa de la ciudad aprovecha la actualidad para recordar que “la ciudad es una “somos una ciudad 30 porque queremos seguir mejorando en seguridad”. 

Denuncias de “carreras” de coches

La denuncia anónima difundida a comienzos de julio en el entorno del Paseo de las Provincias coincide, según el vecino residente en una vivienda cerca de la citada rotonda de la confluencia de dicha vía con la calle Valladolid, con el aumento de “otras actitudes incívicas cada vez más frecuentes”, citando como ejemplo “carreras de coches y derrapajes en la glorieta a altas velocidades“.

Estas situaciones, añade este vecino, se producen “siempre a partir de las 23:30 horas, la última vez el pasado domingo 14 de julio” y “no solo molestan, sino que también pone en  peligro al resto de la gente”.

En la misma línea se expresa la otra vecina que participa en este reportaje. “El problema con los ruidos es solo la punta de iceberg. Además, está el problema de seguridad que conlleva debido al exceso de velocidad y que queda latente todos los fines de semanas con el destrozo del mobiliario que ocasionan cuando pierden el control“, denuncia.

Según esta vecina, fruto de estas “carreras”, en los últimos meses se han tirado señales de tráfico, se han dejado marcas en distintas calles —la avenida de las Víctimas del Terrorismo, además del Paseo de las Provincias— e incluso han ocurrido varios accidentes: en concreta, cita dos en el mes de marzo, en los que se vieron afectados árboles y señales de tráfico, y uno más acaecido la madrugada del 8 de junio, cuando un coche se estrelló contra una señal en la rotonda del centro comercial Covibar 2 y se dio a la fuga. 

La vecina prueba dichos sucesos con fotografías recopiladas en el grupo de los vecinos durante los últimos meses de señales caídas y marcas de trompos en la carretera.

Aída Castillejo, además de todo lo citado anteriormente, recuerda al respecto que “cuando ven al coche de Policía no lo hacen, por lo que es fundamental que el vecino llame a la Policía Local, que lo hacen, y le dé la descripción del vehículo si no llega a ver la matrícula”.