El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid realizará una consulta popular a la ciudadanía para pulsar su opinión sobre la posible paralización del crecimiento de la ciudad, que califica de “insostenible”.

Para ello, el Gobierno municipal pedirá la opinión de los ripenses en una consulta que tendrá lugar entre los días 18 y 24 del presente mes de octubre, un proceso participativo vinculante que podría tener consecuencias relevantes para el futuro a corto y medio plazo de la ciudad.

“Rivas, párate a pensar”

Con estos datos en la mano, el Gobierno municipal pretende reforzar su idea de modelo de ciudad con una consulta entre la población ripense, un proceso participativo para que los vecinos “puedan decidir cuál es la ciudad que quieren para las próximas décadas”.

Desde el lunes 18 y al domingo 24 de octubre se recogerán las respuestas de los ciudadanos a la pregunta: ¿Debe Rivas parar su crecimiento urbanístico y poblacional para definir, entre todas y todos, un nuevo modelo de desarrollo urbano para las próximas décadas?

Si la respuesta mayoritaria es positiva, el Ayuntamiento iniciará un proceso participativo para evaluar y modificar el Plan General de Ordenación Urbano (PGOU), y a partir de noviembre, se habilitarán diferentes espacios de participación para que la ciudadanía pueda proponer mejoras en la ciudad.

Un modelo “insostenible”, según el Gobierno local

Tal y como detalla el Ejecutivo local, “las ciudades, y entre ellas Rivas, no pueden eludir la encrucijada en la que se encuentran” y por ello el Consistorio considera “urgente revisar un modelo de crecimiento que se está demostrando insostenible”.

Rivas ha sido una de las ciudades con un mayor crecimiento poblacional en los últimos años, pasando en la última década a contar con cerca de 25.000 nuevos habitantes y rozando ya la barrera de los 100.000.

Sin embargo, este crecimiento exponencial ha acarreado un “dilema” para el Gobierno local, ya que “Rivas crece más rápido que la garantía de sus servicios”.

Al aumento de las promociones de viviendas en desarrollo, que llevó al Gobierno a paralizar unilateralmente la concesión de licencias en Cristo de Rivas, se une la carestía de infraestructuras educativas para acoger a la creciente población infantil que llega a una de las ciudades más jóvenes de la región y unos servicios sanitarios que apenas dan abasto.

Además, todo esto se completa, según el Consistorio ripense, con otros problemas como la gestión de residuos, que ha aumentado en un 60% en los últimos años, y a cuestiones medioambientales como las emisiones de gases contaminantes en el núcleo urbano o la imposibilidad de crear nuevas zonas verdes en la ciudad.

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