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OPINIÓN

Alfonso Herrero

Alfonso Herrero

Secretario Medio Ambiente y Movilidad Sostenible PSOE Rivas

Rivas y el Sureste de la provincia sufren desde hace décadas uno de los peores sistemas de transporte y de movilidad de la Comunidad de Madrid. Pero no somos los únicos. Y esta situación, lejos de solucionarse, tiende a agravarse.

Habitualmente nos centramos siempre en los problemas de conectividad de nuestro municipio. Pero en esta ocasión quiero ofrecer una visión un poco más amplia de cómo las políticas en materia de movilidad y transportes de la Comunidad de Madrid, afectan también al resto de vecinos y vecinas de la comunidad.

A los problemas de la capital y el de la centralidad de las carreteras del estado, en Rivas se suman los propios de un municipio que aún carece de infraestructuras básicas para estar bien comunicado con el resto de municipios de su entorno y muy especialmente con la ciudad de Madrid.

Deficiencias estructurales del Sureste en infraestructuras básicas

Además del ramal que nos debe conectar con la autopista M-50, que por unas u otras razones sigue sin construirse, y que casi con toda probabilidad va a realizarse sin la intervención de la administración autonómica, casi a la entrada del año 2022, en la entrada a Madrid por la plaza de Conde de Casal, continuamos sin intercambiador de transportes, así como sin un carril BUS-VAO que priorice el transporte público y lo haga más rápido y efectivo.

La autovía A3 es la única de todas las radiales que dispone de menos de 3 carriles a tan sólo 15 kilómetros de la capital cuando en otras llegan hasta el kilómetro 25.

Los problemas de poseer la peor línea de metro con las peores frecuencias de la red y con una conectividad limitada exclusivamente a la capital. Se hace cada vez más necesaria una línea de circunvalación por el exterior de la circular L6 que conecte barrios (como el Cañaveral, los Berrocales, los Ahijones) y municipios periféricos (Getafe, Rivas, Coslada, Torrejón), sin tener que llegar a la capital y realizar innumerables transbordos. Esta nueva “M40 de la red de metro” debería ser prioritaria en vez de una línea diagonal y serpenteante (proyecto de L11) que no es útil ni eficaz. 

La inexistencia de una línea de cercanías que nos comunique con Atocha o Chamartín como existe en una gran mayoría de municipios que cuentan con, además de Metro, con Cercanías.

La escasa cobertura de autobuses interurbanos con tiempos elevados en horas punta para llegar a la capital.

El modelo de desarrollo neoliberal de la Comunidad de Madrid

Todas estas deficiencias se engloban en un modelo de desarrollo socioeconómico y de urbanismo dominado por la especulación del terreno y los intereses particulares, que fomenta desde hace décadas los desplazamientos a la capital y a otros municipios y que, al carecer de un sistema de transporte público de calidad, favorece consecuentemente el uso del vehículo privado. Un sistema, en definitiva, que favorece los atascos, que penaliza el uso de transporte público, que concentra a la población en grandes “macrociudades”, que no promueve el teletrabajo y que no descentraliza y favorece a otras zonas y comarcas de la España vaciada. ¿Es este el modelo de Comunidad Autónoma de Madrid que queremos?

Todas estas carencias y circunstancias del lugar donde vivimos, son consecuencia casi en exclusiva de las políticas de la Comunidad de Madrid en manos de Partido Popular desde hace 26 años por voluntad de los electores. Otro dato. Recientemente, el Alcalde de Madrid, el señor Martínez Almeida ha reformado las ordenanzas municipales (derogando Madrid Central) para permitir la entrada a 50.000 vehículos más a la capital. ¿Cuánto tiempo más tendrá que pasar para que se den cuenta que la solución a la movilidad no es ensanchar las calles para introducir más coches y además contaminantes? Las ciudades deben ser para las personas, no para los coches.

Desgraciadamente todos estos problemas son muy parecidos a los del resto de madrileños, especialmente a los del sur y corredor del Henares. También a los del sur de la ciudad. Habitualmente hablo con vecinos y vecinas de Getafe, Parla, Vallecas o Alcalá de Henares que relatan problemas semejantes.

En Rivas nos llevamos además el primer premio a la mala movilidad. Además de no tener Cercanías, tenemos la peor línea de metro, los peores accesos por carretera, grandes atascos, un deficiente transporte público y la inexistencia, casi ya en 2022, de un intercambiador de transportes a la entrada de la capital.  

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