Jorge Pla-García: el vecino de Rivas miembro de cuatro misiones espaciales a Marte de la NASA

por | Ene 18, 2024 | 2 Comentarios

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Jorge Pla-García es una de las miles de personas sin vínculo previo con Rivas que se ha mudado a la ciudad en lo que llevamos de siglo XXI. Él, en concreto, lo hizo en el año 2019 junto a su pareja, poco después de estrenar una nueva etapa vital: la paternidad. Su caso no es muy distinto al de otras familias ripenses de su generación, pero sí lo es su día a día profesional porque es experto en la climatología de Marte y trabaja en cuatro misiones de la NASA al planeta rojo, el que mejor conocemos de cuantos conforman el Sistema Solar.

Este vecino ripense es doctor en astrofísica e investigador en ciencias planetarias, áreas de conocimiento a las que llegó desde la carrera de Informática y tras especializarse tanto en España —máster en Ciencia y Tecnología desde el Espacio (Universidad de Alcalá), máster en Astrofísica (Universidad Internacional de Valencia) y máster en Meteorología (UCM)— como en Estados Unidos.

Allí vivió, durante dos etapas, en Boulder, una ciudad de Colorado con cerca de 100.000 habitantes que es “cuna del triatlón y de la meteorología”, dice Jorge. En ella convive una numerosa comunidad internacional en un entorno en el que son mayoritarios hábitos como el transporte en bicicleta o las restricciones al tabaco, dos ejemplos citados por Pla-García, desde mucho tiempo antes de que fueran parte de la agenda social y política. “Es la resistencia en Estados Unidos, una ciudad muy europea” y “similar” a Rivas, la describe el astrobiólogo.

Una vez completó sus estudios tras doctorarse con calificación sobresaliente Cum Laude en el programa de Astrofísica de la UCM —y animado en parte por cuestiones familiares: “mi pareja me ha ayudado a volver a valorar España», reconoce— decidió regresar a España (por segunda vez) en el año 2018. Poco después, se mudó a Rivas. “Llegamos en 2019 y me arrepiento de no haberlo hecho antes. Estoy enamorado de Rivas”, asegura. “A mí, que soy muy friki, lo primero que llamó mi atención fue la poca contaminación lumínica, acústica y ambiental”, bromea.

Aunque no lo apunta como un factor determinante en su elección de Rivas para vivir, la ciudad no queda lejos del centro de trabajo de Jorge Pla-García: Torrejón de Ardoz. Es allí donde desarrolla su labor profesional —“aunque podría hacerlo todo desde casa, en Rivas, porque la mayor parte del trabajo es en el ordenador”, cuenta— para el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), una entidad dependiente del ministerio de Defensa de España asociada a la NASA. “Se llama así porque estamos estudiando cómo surgió la vida en la Tierra, porque no lo sabemos; qué es la vida, que no lo sabemos; y si hay vida más allá de la Tierra, que tampoco lo sabemos”, expone.

Marte es “el laboratorio natural” que permite desarrollar este estudio global sobre la vida en el que trabaja Jorge Pla-García desde el Centro de Astrobiología, y es también su vínculo con la NASA. “España es líder en meteorología marciana, porque es la primera nación en la historia que tiene tres estaciones al mismo tiempo midiendo en un cuerpo extraterrestre”, dice orgulloso. Sabe de lo que habla porque él ha formado parte de las tres misiones, dos de ellas activas en la actualidad.

Jorge Plá-García, posando con una estación espacial (cedida por J. Plá-García).
Jorge Pla-García, posando con una estación espacial (cedida por J. Pla-García).

Las misiones de la Nasa en Marte en las que participa

La especialidad concreta de Jorge Pla-García es la climatología de Marte. Es esto a lo que dedica casi todo su tiempo a nivel profesional, y lo que le permite colaborar en hasta cuatro proyectos de la NASA en este planeta, en cuya atmósfera se especializó a raíz de entrar en contacto con un investigador que se dedicaba a ello. “Detecté el nicho de mercado porque mi centro de investigación de entonces, en Torrejón, se especializó en construir estaciones meteorológicas para Marte, había muy poca gente trabajando en esto, y gracias a este vínculo me mandaron a Estados Unidos a aprender meteorología marciana… y hasta hoy”, narra el científico.

Ese “hoy” al que hace referencia Jorge Pla-García incluye cinco proyectos concretos en Marte en los que ha participado, dos ya concluidos, dos en desarrollo y otro de ellos todavía por arrancar. “Hemos tenido la suerte de meter tres estaciones meteorológicas de la NASA en suelo marciano”, cuenta. Las misiones, a grandes rasgos, consisten en lo siguiente: llevar a Marte distinta instrumentalización especializada y dirigirla por ordenador desde España para recopilar la máxima información que sea posible.

Para ello, Jorge explica que una de las tareas en las que están centrados en la actualidad es en “seleccionar rocas y minerales en Marte, meterlas en tubitos y almacenarlas para que una misión posterior vaya a Marte, se ponga un cohete por primera vez en suelo marciano y traiga a la Tierra esos tubitos”.

Todo esto lo hacen los robots que Jorge y sus compañeros manejan desde España: “Hasta hace poco teníamos tres robots en suelo marciano: dos rovers (explorador, en inglés, esa especie de robots con ruedas que se desplazan que vemos en las fotos y en las películas del espacio) y un aterrizador, que no necesitaba moverse de dónde queríamos hacer la investigación. Este último ha muerto hace poco porque los paneles solares han dejado de funcionar por las tormentas de polvo, pero los otros dos funcionan muy bien. Uno desde 2012 y también el gemelo del que mandamos en 2020 pero con la capacidad de meter las muestras en los tubitos”, expone.

Cada orden que ejecutan en suelo marciano los dos robots son programadas a diario por científicos como Jorge: “Programamos el día anterior lo que queremos que hagan. Es como programar una tele o cualquier otro electrodoméstico”, bromea. Ya en serio, explica que mandan la orden y “los orbitadores Marte detectan la señal, la bajan a suelo marciano, que es donde está el robot, este recibe la señal y la ejecuta al día siguiente”.

Jorge Pla-García, en paralelo a estas misiones con estaciones meteorológicas españolas en Marte en las que participa, fue el elegido por la NASA para hacer las predicciones meteorológicas del día del aterrizaje de la última de las misiones “para evitar riesgos, porque hay vientos muy fuertes en altura y también puede haber tormentas de polvo”, indica el astrobiólogo. “Salió tan bien que repito con la próxima misión, que es la de despegar de Marte, pero a mí me gustaría trabajar también con una cuarta estación meteorológica española en Marte, algo que sería rizar el rizo, increíble”, relata.

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Esta misión en la que Jorge se responsabilizará de las labores de predicción meteorológica “es muy costosa, muy ambiciosa y muy importante”, describe el científico. No en vano, de conseguir el objetivo, sería la primera vez en la historia en la que se traen muestras desde Marte a la Tierra. “Es muy costoso, tanto que la NASA no puede hacerlo sola, y muy importante porque los laboratorios que tenemos en la Tierra tienen muchísima mejor instrumentación que la que tenemos en los robots de Marte”, dice Jorge.

Por qué es tan importante el estudio de Marte

Jorge Pla-García rebaja la mística en torno a Marte y su estudio, esa que le otorgamos muchos de quienes no somos expertos en la materia.

Estudiar Marte es un poco rollo: es muy parecido a la Luna en muchos sentidos pero más grande y con atmósfera y más variedad de rocas y minerales”, argumenta. En su opinión, “no es tan interesante como las lunas heladas de Júpiter y Saturno, que es como el Walt Disney del Sistema Solar, pero Marte es el laboratorio natural que estamos utilizando, el paso previo al resto del Sistema Solar”.

Sin embargo, Jorge Pla-García reconoce que es “muy importante” el trabajo que se está realizando para conocer Marte con misiones como las que él y sus compañeros llevan a cabo. “Cuanto mejor conocemos la atmósfera de Marte, mejor comprendemos la nuestra, y hay muchas cosas en la atmósfera que se nos escapan —cita el cambio climático como ejemplo—, por lo que hacemos un trabajo de planetología comparativa: cuanto más estudiamos otros planetas, mejor conocemos la Tierra, de ahí que sea tan importante estudiar Venus y Marte”, indica.

“Además —añade—, hay objetivos más prácticos: queremos mandar seres humanos a Marte, pero antes hay que conocer cómo es Marte: no es lo mismo su clima, las tormentas de polvo, las temperaturas…”.

Consultado sobre el futuro, Jorge Plá-García cree que su generación vivirá el momento en el que un astronauta ponga un pie en Marte, pero considera utópico que, a medio plazo, se puedan desarrollar asentamientos humanos «y todo eso que dice Elon Musk» en el planeta rojo.

Jorge Plá-García, en el laboratorio.
Jorge Pla-García, en el laboratorio (foto: cedida por J.Pla-García).

El sueño de convertirse en astronauta

En paralelo a su trabajo para el Centro de Astrobiología y la NASA, Jorge Pla-García ha peleado por perseguir una aspiración con la que sueña desde su niñez: ser astronauta.

A finales de la década de los dosmil se presentó por primera vez al proceso de selección de astronautas de la Agencia espacial Europea (ESA), y repitió experiencia en el año 2021. “La primera vez sabía que era imposible. Me dieron las gracias directamente”, dice con ironía. En la segunda ocasión, en cambio, las cosas fueron distintas. “Seguí cuidando la forma física y seguir formándome académicamente, que son un requisito fundamental. Pasé el primer cribado, el más difícil porque de 23.000 europeos pasamos solo 1.300, y cuando recibí el correo estuve toda la tarde llorando”, reconoce.

Jorge viajó a Alemania, donde les hicieron las pruebas psicotécnicas de la segunda fase. “Nos hicieron un perfil psicológico y pruebas en matemáticas, física, ingeniería, inglés y muchas más… Sobre todo, querían llevarte al límite del cansancio mental porque eran 10 horas seguidas de pruebas y las últimas eran de atención y habilidad”, explica el científico español.

Allí conoció a dos de los seis astronautas que pasaron el proceso, ambos españoles: Sara García, astronauta reserva, y Pablo Álvarez, astronauta titular, con el que Jorge mantiene el contacto. “Es una persona muy humilde, pero es de esas personas que tienen algo especial, con mucha paciencia y saber estar”, apunta de su compañero.

A la pregunta de si lo volverá a intentar, Jorge responde que “sí” con rotundidad. “Habrá nuevas oportunidades porque el espacio se ha democratizado, se está abriendo más, con más lanzamientos, y encima ha entrado la empresa privada, hay estaciones espaciales privadas y eso da nuevas oportunidades. De hecho, conozco hasta cuatro personas que han volado hace poco o van a volar al espacio próximamente”, apostilla.

El astrobiólogo Jorge Plá-García, vecino de Rivas
El astrobiólogo Jorge Pla-García, vecino de Rivas (cedida por J. Pla-García).

En todo lo que dice se nota que Jorge Pla-García se siente como aquel niño que quedó fascinado por la vida extraplanetaria cuando su padre le puso la serie documental ‘Cosmos’, de Carl Sagan, “gracias al cual muchos investigadores hoy en día somos lo que somos”.

Da igual si hace referencia a su tarea rutinaria de programar un robot en la superficie de Marte; si describe los rincones del Sistema Solar que le apasionan, como Titán, “la luna de Saturno que es el paraíso de un meteorólogo y un astrobiólogo porque es el único cuerpo del Sistema Solar donde llueve (metano en vez de agua) junto a la Tierra”; si está compartiendo a sus aspiraciones de repetir por tercera vez al proceso de selección de astronautas de la ESA; o si está recordando el día en el que fue al cole de su hija a hablar del espacio a peques de 4 años.

Y es comprensible que se sienta así: no todo el mundo puede decir que trabaja para la NASA, aunque eso no sea lo que más valora: “Es como si trabajaras en Disney World, pero no porque sea la NASA, sino porque me apasiona. Puedes tener una tienda de bicis, ser dentista o una panadería… trabajar en tu pasión es lo más importante”, concluye Jorge Pla-García.

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2 Comentarios

  1. Marina

    Mi amigo Antonio Molina es doctor en geología planetaria, uno de los mayores expertos de agua en Marte a nivel mundial, ha colaborado en varias misiones de la NASA, tiene plaza fija en el INTA y es de Rivas de toda la vida.

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