Aída Castillejo afronta el nuevo curso como alcaldesa de Rivas Vaciamadrid con la hoja de ruta, la Agenda Urbana, ya en la mano. Como cada año, Diario de Rivas charla largo y tendido con la primera edil para analizar los temas de actualidad que tienen que ver con la ciudad y conocer los planes municipales para los próximos meses.
Rivas Vaciamadrid acaba de aprobar su Agenda Urbana. ¿Qué es y qué va a significar para la ciudad?
Es un contrato con la ciudadanía, que bebe de nuestro ‘Párate a pensar’, de todo aquel proceso participativo que hicimos con los vecinos y con las vecinas, y que habla del futuro de la ciudad. Lo que viene a demostrar la agenda urbana de Rivas Vaciamadrid es que esta ciudad tiene un plan compartido con sus vecinos y con sus vecinas, a corto, medio y largo plazo. Somos una ciudad con mucho futuro, un futuro que está casi escrito. Ahora nos toca desarrollarlo, ponerlo bonito y, sobre todo, llevarlo a la práctica. En este sentido, el último pleno fue fundamental porque se aprobó la agenda urbana, pero también por dos cuestiones: una, porque se aprobó el Plan Especial del Cubrimiento del Metro, que es el eje motor de la propia agenda urbana. Y dos, porque también se aprobaron los criterios para ese avance de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Esos tres elementos, la agenda urbana, los criterios del avance del PGOU y el cubrimiento del metro, vertebran este plan compartido con los vecinos y con las vecinas.
Empecemos entonces por el cubrimiento del Metro, el Proyecto Horizonte. Ya se conoce el avance del proyecto, pero las primeras valoraciones hablaban de más de 100 millones de euros. ¿Qué fuentes de financiación van a buscar, y cuál es el plan para hacer realidad este cubrimiento de las vías del Metro?
Hay que ir paso a paso. Nos encantaría tenerlo ya mañana, porque además es un hito que viene no sólo a cubrir una brecha que tenemos y a dar calidad de vida a un montón de vecinos y vecinas que han vivido siempre al lado de una vía de metro, con lo que esto supone. Hace poco publicabais en Diario de Rivas el mapa del ruido de la línea 9b, y esto es fácil leerlo para quienes no vivimos cerca del metro, pero para quienes viven ahí desde hace muchos años va a suponer sin duda alguna calidad de vida. Y también para toda la ciudad, con la posibilidad de ir andando desde el parque Lineal de Covibar hasta Rivas Futura, y de contar en esta zona con nuevos equipamientos. El proyecto Horizonte, que ganó el concurso de ideas, es el punto de partida y ahora lo interesante es ver cómo eso habla con la ciudad. Son alrededor de 135.000 metros cuadrados, en una zona donde hay colegios, hay empresas, hay residencias… Lo interesante ahora es ver, de la mano de los vecinos y de las vecinas, cómo vamos a situar los espacios de encuentro vecinal, los espacios culturales, y hacer que todos esos elementos hablen con el parque. Para conseguir que no sea un parche sobre la vía del Metro, sino algo que de alguna forma vertebre la ciudad y se comunique con todo lo que ya sucede. Y en cuanto a la financiación, será de los últimos pasos. Primero necesitamos que todo el mundo entienda la necesidad de este cubrimiento del metro, lo que supone para Rivas, y en función de eso iremos a solicitar financiación a todos y cada uno de los estamentos que podamos. Por supuesto, iremos a la Comunidad de Madrid, pero también al Gobierno central y a financiación europea, y tocaremos el presupuesto de la ciudad, porque conocemos la necesidad de esta ciudad y no vamos a dejar que un reparo en financiación la deje sin ese hito histórico.
Hace poco, usted indicó que la idea era tener ya aprobada la Agenda 2030 porque a finales de este año se abrirían nuevas convocatorias de financiación a las que Rivas podría presentarse. ¿Qué posibilidades abre esto?
Tener una agenda urbana tenía varios objetivos. El primero y principal es el contrato con los vecinos y las vecinas, que bebiera de ese proceso participativo del ‘Párate a pensar’, para que en esta ciudad suceda lo que queremos los vecinos y las vecinas que suceda y no otros intereses. Y luego se abrían otras posibilidades, porque estamos esperando a que salgan las nuevas convocatorias de subvenciones europeas. Todo indicaba que tener la agenda urbana nos iba a posicionar por delante de la lista respecto de otras ciudades que no la tuvieran. De ahí el empeño en tener la agenda urbana cuanto antes aprobada por nuestro pleno. Y hay otra cuestión. Hasta la fecha, Europa ha marcado a las entidades locales a qué subvención optaban: ahora toca hablar de sostenibilidad, ahora toca hablar de movilidad, ahora toca hablar de energía. Con la agenda urbana, detallamos qué necesita esta ciudad, cuáles son los motores que van a mover el futuro de esta ciudad, y en función de eso serán los intereses de Rivas quienes marquen a qué subvenciones optamos. Por eso la Agenda Urbana parte de una serie de proyectos motores, pero no significa que en esta ciudad solo vaya a pasar eso, sino que sabemos cuáles son los principales, y a partir de eso buscaremos financiación para todos y cada uno de ellos.
Una de las cuestiones condicionadas por la financiación son las futuras líneas de autobuses. Hasta el día 30 está abierto el período de alegaciones a la propuesta del Consorcio de Transportes. ¿Cómo valora dicha propuesta? ¿Va a presentar alegaciones el Ayuntamiento de Rivas?
Ya tuvimos una reunión con el Consorcio de Transportes, en la que le presentamos nuestra propuesta de las tres líneas urbanas. Hay algo que compartimos con el Consorcio, y es que los interurbanos ya no dan más de sí. No podemos seguir usándolos como si fueran urbanos, porque hemos ido estirando esas líneas de tal manera que para algunos vecinos y vecinas salir a Madrid es hacerse una ruta turística por esta ciudad y tardar el doble o el triple de lo que tardarían en coche. Y, si queremos hablar de movilidad sostenible, las alternativas tienen que ser verdaderamente útiles. Nadie va a dejar en casa el coche si en un trayecto en el que tarda 15 ó 20 minutos a Conde de Casal, en función de la zona en la que viva, tarda 40 ó 50 minutos en el autobús, y además no sabe cuándo va a venir y cuánto tiempo va a estar esperando en la parada. Ni mucho menos lo va a utilizar para moverse dentro de la ciudad. Esto era algo que compartíamos con el Consorcio, y le pedimos que de alguna forma introdujera, antes de presentarnos ese nuevo mapa concesional, algunas de las mejoras que les planteamos. Y lo que nos trasladaron es que tenían bastante prisa en presentarlas, y que iban a presentar su propuesta de nuevas líneas de autobuses para Rivas tal cual para que después planteáramos nuestras alegaciones. Así que eso haremos. Esas alegaciones, en cualquier caso, ya son conocidas por esta ciudad y por el Consorcio, porque son las tres rutas urbanas que ya preparamos con los vecinos y con las vecinas. Y yo espero que el Consorcio sea sensible a estas propuestas. Siempre hemos tenido una muy buena relación con el Consorcio, y entiendo que esa va a seguir siendo la senda, porque ellos también nos hacían algunas propuestas que podían mejorar nuestras líneas urbanas. Allí hay un equipo técnico que tiene un conocimiento muy amplio de los mapas concesionales, pero también de los problemas de movilidad que tenemos precisamente por utilizar interurbanos como urbanos, teniendo, como tenemos, muchos desplazamientos dentro de la ciudad. Sabemos que el grueso de los desplazamientos en esta ciudad no tiene que ver con las entradas y con las salidas de los coles, sino con cómo nos movemos hacia las extraescolares. Es una movilidad muy de cuidados, y las rutas de ‘En bus al cole’ también vienen a demostrar que, cuando damos la facilidad a las familias de moverse de otra manera, y con ello trabajamos también la autonomía de nuestros niños y de nuestras niñas, eso da sus frutos. Ese es el camino: seguir transitando alternativas que verdaderamente nos sean útiles.
La propuesta del Consorcio de Transportes supone grandes cambios para algunos barrios: Covibar, una de las zonas más pobladas de Rivas, que pierde líneas, frente a otros barrios, como el de La Luna, que tendrán más servicio. Y luego, que la cabecera del autobús al hospital se situaría en el pueblo. ¿Van a incluir estas cuestiones en las alegaciones?
Sí, claro que va a estar incluido. No solo en las alegaciones; ya se lo trasladamos en la propia reunión. El hospital del Sureste es el único que no tiene una parada de Metro que permita llegar andando. Eso supone ir en un autobús, con una frecuencia de paso muy amplia, y con lo que tarda en llegar a Arganda. Y ahora, lo que está planteando el Consorcio es, directamente, inviable para Rivas. No puede dejar sin servicio a toda una ciudad, o pedir a los residentes de la zona que concentra a más población mayor que se vayan hasta el pueblo y allí cojan el 330. Es inviable. Pero bueno, estamos en período de alegaciones y estoy convencida de que el Consorcio tendrá la sensibilidad que esta ciudad necesita. No se trata de cuántos autobuses van a pasar por cada punto, sino de si verdaderamente esos autobuses van a dar el servicio que necesita cada una de las zonas de Rivas. Entre la propuesta del Consorcio y la nuestra, podremos tener una alternativa que verdaderamente sea útil a nuestra ciudad.
Si lo consideran necesario después de conocer la propuesta definitiva, ¿el Ayuntamiento estaría dispuesto a asumir con fondos propios líneas que refuercen el servicio?
Esto lo hemos dicho siempre. El presupuesto municipal está para mejorar la vida de nuestros vecinos y de nuestras vecinas. Si las administraciones que tienen la competencia no lo hacen, no sería la primera vez que actuamos ahí donde la Comunidad de Madrid deja un hueco de sus competencias sin atender. Para eso están, entre otras cosas, los presupuestos municipales. Deberían estar para las competencias plenamente locales, pero estaremos ahí si es necesario. Lo dijimos con las rutas escolares, que ya son una realidad, y lo decimos ahora también. Pero de todas formas insisto en que el espíritu de colaboración y de mejorar la movilidad en nuestra ciudad es el camino que tenemos que seguir transitando tanto el Consorcio como nuestro ayuntamiento de manera conjunta.
Las rutas escolares han llegado a todos los centros, excepto el colegio Santa Mónica. ¿Por qué esta excepción?
Empiezo por el final, porque me preocupa que haya quien quiera señalarnos como un ayuntamiento que, en función de sus creencias o no creencias, quiera dejar a algunos niños al margen de las políticas municipales. Nosotros lo que intentamos es tener la misma relación con todo el mundo. Somos una administración pública, y las administraciones públicas establecen sus relaciones con otros, con otros agentes, entidades, asociaciones, colegios, instituciones, en base a un acuerdo. En este caso, en base a convenios: los tenemos con todos los colegios. Y por lo tanto, esto es lo que le llevamos ofreciendo al Santa Mónica desde hace muchos años. Esto no es un debate que surja ahora con las rutas escolares. Venimos hablando desde hace mucho tiempo de que estaríamos encantadas de que el colegio Santa Mónica entrara a las rutas escolares, y también entrara en un proyecto tan fundamental como es el PAMCE, como todas esas actividades que no sólo que se eligen en el Consejo Escolar, sino que nos vienen también de peticiones de los claustros, de peticiones de las familias que saben lo que se va necesitando, y que vamos variando en función de cómo las necesidades de nuestra población infantil y juvenil van cambiando. Y a eso tampoco está teniendo acceso el colegio Santa Mónica. La última comunicación fue en abril, tanto con el AMPA como con el equipo directivo: les enviamos los requisitos para ese convenio, y estamos esperando. En este ayuntamiento lo que hacemos es tratar a todo el mundo igual, sin preguntar si crees, si no crees y en caso de que creas, en quién crees. Por lo tanto, las voces que dicen que estamos intentando señalar o dejar al margen a un colegio, lo que nos están pidiendo es que actuemos de forma diferente con un colegio. Este ayuntamiento lo que defiende es que tenemos que trabajar con todo el mundo, con las mismas medidas y con las mismas herramientas.
¿Qué balance hace de este proyecto, ‘En bus al cole’?
Estamos llevando a casi 600 escolares en estas rutas, y es la primera vez que llega a todos los centros. Esto nos ha hecho tener que afrontar algunos contratiempos que hemos ido solucionando. Ÿ a las familias que han sufrido estos pequeños inconvenientes, les pido disculpas, y les pido que tengan en cuenta que llegar a todos los colegios es un proyecto de mucha envergadura. Hay algunos coles a los que llegan varias rutas, hay paradas en las que se bajan peques y se suben otros peques. Lo que hemos hecho ha sido rentabilizar al máximo los autobuses, porque se trataba de eso, de que no fueran autobuses vacíos por la ciudad: queremos movilidad sostenible, y no hay nada menos sostenible que un autobús medio vacío. Yo creo que la iniciativa está siendo un éxito, y también lo valoraban así las familias al final del curso pasado, en el que fuimos implementándola paso a paso. Y ahora llega también un momento en el que va a haber reajustes: hay familias que están en lista de espera y otras que no lo seguirán utilizando y, por lo tanto, dejarán plazas libres. Además, con las extraescolares, habrá días en que algunas familias les recojan en el cole y eso nos dará capacidad también para incluir a otros peques. Todavía tenemos un tiempo de proyecto piloto en el que seguir aprendiendo de los errores y mejorando esas rutas. En todo caso, el compromiso era que en este curso escolar llegaríamos a todos los centros escolares, y así ha sido. Esas familias que vivían ese tormento de madrugar, retrasos, carreras… se ha cambiado con recoger al peque muy cerca de su casa en el autobús y que con una aplicación sepan dónde está en todo momento. Y eso es una tranquilidad. Y lo es también para el resto de la ciudad, porque sacamos coches de la ciudad: la mayoría de esos 600 peques iban en coche, y estamos sacando todos esos vehículos del entorno de los colegios, haciendo de esos espacios zonas seguras en lo medioambiental y también en lo que tiene que ver con seguridad vial. Y luego también influye mucho en la autonomía de nuestros niños y de nuestras niñas.
Las zonas de bajas emisiones supusieron la primera expulsión de coches del entorno de muchos colegios de Rivas Vaciamadrid. Hace unos meses que ha arrancado el período sancionador…
En esta ciudad no hacemos las cosas por sancionar o por un afán recaudatorio. Estuvimos tres cursos con las zonas de bajas emisiones escolares, y no empezamos a sancionar hasta hace apenas unos meses. Ha sido mucho tiempo en el que hemos hecho mucha pedagogía, en el que han estado las AMPAs también hablando con las familias, Policía Local informando… Pero llega un momento en el que hay que empezar a sancionar, porque, como estamos tan acostumbradas a que esos sean espacios seguros para las familias, si hay un coche que se las salte ya pone en grave riesgo la seguridad. Sacar el patio de los colegios a la calle, invadir ese espacio público que hasta ahora estaba invadido por el coche… Seguimos en un proceso en el que estamos muy empeñadas en que la gente entienda por qué estamos haciendo esto. Y sobre todo que existen fórmulas, que no hay nadie que tenga que salir de su casa para llevar a un familiar al médico y le vayan a sancionar, porque hay unos días de margen para poder explicar por qué hemos tenido que pasar con el coche. De lo que se trata es de generar esos entornos escolares seguros: por una una cuestión puramente medioambiental y de que de nuestros niños y nuestras niñas no respiraran todo ese humo, pero luego sirve para mucho más, para socializar, para tener un espacio tranquilo y amable a la hora de la entrada y de la salida de los colegios.
Seguimos en el entorno escolar: con el comienzo de curso, el Ayuntamiento de Rivas ha vuelto a reclamar a la Comunidad las infraestructuras educativas pendientes.
Este mes, más de 17.500 escolares han vuelto a sus clases. Aunque ya lo hice en el bando de Alcaldía, reitero mi deseo de que sea un feliz curso para todo el conjunto de la comunidad educativa. Más allá de eso, hay que recordar lo que esta ciudad tiene pendiente. En el colegio La Luna va a haber peques que hayan entrado en ese colegio y se vayan sin haberlo visto finalizado. Esto es muy grave; no había sucedido en nuestra ciudad. Yo conviví con unas obras en el Olivar, cuando se hizo el Pabellón del Olivar, y los colegios crecen y sabes que en algún momento puedes convivir con unas obras; también las tuve en el Duque de Rivas. Las obras que vienen a mejorar algo son entendibles. Lo que no es entendible es que haya un centro escolar que después de todos estos años no esté terminado. Tampoco es entendible que no sepamos cuándo va a estar finalizado el colegio Mercedes Vera, que del instituto Margarita Salas no tengamos noticias… Pero, sobre todo, lo que no es entendible ni justificable es que la respuesta de la Consejería de Educación sea que está en cola de impresión. Es que no saben cuándo van a estar, porque si no, darían una fecha. Y eso es muy grave. Y eso no es una situación que vivamos solo en esta ciudad. Me preocupa el ataque sistemático que están viviendo los servicios públicos por parte de la Comunidad de Madrid. Estamos viendo cómo ha habido un montón de profesores que no han sido contratados todavía. ¿Cuánto se está ahorrando la Comunidad de Madrid en estos contratos de esos profesores y profesoras? ¿Por qué se ahorra dinero en la pública? Vamos a un sistema como el de Andalucía, en el que nos ahorramos dinero de la educación pública porque estamos más a favor de la educación privada. Eso no se lo puede permitir una institución pública. Las instituciones estamos para hacer posible que esos servicios públicos sean de calidad y los necesarios para cada uno de los territorios, y yo solo demando que las necesidades de mi ciudad se vean cubiertas. No hablemos ya de FP, el gran olvidado de esta Comunidad de Madrid. ¿Cuántos años lleva pidiendo esta ciudad un centro de Formación Profesional? ¿Por qué los jóvenes de mi ciudad que quieren estudiar FP se tienen que ir de Rivas, y los de otra ciudad no? Somos la ciudad más joven de la Comunidad de Madrid y la cuarta de España, y aun así no tenemos un centro de Formación Profesional. Cada vez que una familia me escribe para decirme que tiene un cole a 50 metros de su casa y le ha tocado el que tiene a 5 kilómetros de mi casa, es un problema de ciudad, porque somos una ciudad educadora, pero sobre todo somos una ciudad que defiende los derechos de la infancia. Y defender los derechos de la infancia es defender su educación en las mejores condiciones.
Otro asunto recurrente: ¿hay noticias del centro de salud del barrio de La Luna?
Si nos vamos muy hacia atrás, en 2019, ocurrió algo que siempre recuerdo porque lo tiene que conocer todo el mundo. Apenas unos días antes de las elecciones municipales y autonómicas, la Consejería de Sanidad corría buscando a Pedro del Cura, entonces alcalde, y a mí como concejala de Salud, para firmar un acuerdo público reconociendo la necesidad urgente de ese cuarto centro de salud, incluidas especialidades y el centro de urgencias extrahospitalarias. La siguiente noticia que tuvimos, después de mucha presión ciudadana y política, es que iba a estar en 2029. Y a los pocos días, cuando esta ciudad se revolvió y volvió a decir que ya estaba bien de maltratarnos sistemáticamente, no sé muy bien por qué, bajaron a 2027. En algún pleno, pregunté quién estaba al volante de esa consejería, porque si en 2019 era una extrema necesidad que ya compartíamos ambas administraciones, ¿qué les hacía pensar que podíamos esperar 10 años? ¿Y por qué luego bajaban dos años? Ahora, hace poco nos encontramos con un listado de centros de salud de la Comunidad de Madrid que supuestamente estarán en el 27, en el que no estaba el centro de salud de Rivas. Yo espero que se trate de un error. La semana pasada escribí una carta a la consejera de Sanidad pidiéndole que me explicara si efectivamente era un error y, si era un error, cómo lo iban a subsanar y en qué situación está el centro de salud, porque no hemos vuelto a tener noticias desde aquella reunión en la que volvimos a ofrecer adelantar los fondos desde este ayuntamiento, y nos dijeron que no porque eso no iba a acortar los plazos. Yo espero tener la respuesta de que efectivamente ha sido un error. Desde luego, lo que no es justificable es la situación sanitaria que vive este municipio. El otro día buscaba cita para mi médico y me la daba casi un mes después. Es que le hice una captura, porque no es posible que yo esté pidiendo cita a principios de septiembre y me la dé para principios de octubre, para el médico de cabecera. Luego saturamos el hospital, un hospital que además ya cuenta con un déficit de personal que lleva siendo una urgencia desde hace mucho tiempo. Y esto es otro claro síntoma de cómo trata los servicios públicos la Comunidad de Madrid. Si Ayuso dedicara la mitad de los esfuerzos que lleva a cabo en trabajar con Quirón, por ejemplo, a desarrollar un plan para la sanidad pública de esta comunidad autónoma, estaríamos en otra situación, porque tampoco es algo que solo le suceda a Rivas. Es verdad que el caso de Rivas es sangrante, porque tenemos un barrio con 25.000 vecinos sin un centro de salud, pero la realidad de la sanidad pública en nuestra comunidad es esa: una sanidad pública abandonada en pro de la sanidad privada.
Otro tema recurrente, y en este caso un proceso que lleva a cabo el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid: el enlace con la M-50. ¿Qué avances hay, qué falta por hacer, y cuándo se prevé que abra el acceso?
Bueno, ahora cualquier vecino o vecina que pasee por allí ya puede ver por fin los avances, en la zona que linda con la avenida de la Democracia, el Cristo de Rivas… Las obras van avanzando. Recientemente volvimos a abrir la M-823 después de ese corte necesario para seguir ejecutando las obras; por lo tanto, vamos cumpliendo hitos. Yo quiero recordar que es una prioridad de este gobierno que las obras avancen lo más rápido posible; nadie podría entender que un gobierno municipal quiera que sus obras tarden todavía más. También hay que recordar es que el retraso de la M-50 son los más de 25 años que esta ciudad ha estado sin ese acceso: éramos el único municipio por el que pasaba esta carretera que no tenía acceso. Y eso ha sido porque quienes han estado en el gobierno central y en el gobierno de la Comunidad han negado sistemáticamente ese acceso y esa financiación a esta ciudad. Ahí hay que poner en valor también que ningún ayuntamiento se había echado a la espalda una obra de esta envergadura; y también el papel que ha tenido el Ministerio y el gobierno central, que han entendido la necesidad extrema y la vulneración de un derecho a la movilidad que tenía esta ciudad respecto al resto de ciudades. La M-50 va a ser una realidad. A todos nos gustaría que estuviera para antes de ayer, pero la realidad es que lo será, pese a quienes están encantados de que la M-50 se retrase más o menos.
¿Para finales de año, como se fijó el último plazo?
Bueno, vamos actualizando periódicamente, para poder ir valorando, cada uno de los hitos. Es más interesante eso que hablar de un periodo más largo en el que tienen que pasar muchas cosas: mejor ir evaluando cada una de esas cosas. Todas las semanas hay una reunión entre los servicios técnicos de urbanismo y la UTE que está llevando a cabo la obra, y se va dando cuenta en la página web.
Lo que se va a abrir primero, ¿es la salida hacia Valencia?
Eso es. La salida hacia la A-3.
La salida hacia la A-2 estaba en otra fase…
Eso es. Y cómo se van abriendo las entradas será algo que nos diga la Dirección General de Carreteras. El momento en el que podamos utilizar ese acceso va a suponer un corte en la M-50, que llevará el tiempo necesario, y eso es algo que nos tendrán que decir cómo hacerlo para que la afección a ese tramo de la M-50 sea la mínima posible. Ahora estamos trabajando en acercarnos al momento en el que ya podamos dar lo que se llama el pinchazo con la M-50.
Tenemos un problema con el acceso a la vivienda. ¿Cuáles son los planes del Ayuntamiento de Rivas en materia de vivienda pública?
La vivienda es un problema que tenemos como país, un problema que ha puesto la juventud encima de la mesa, en la agenda pública y el debate político. Es maravilloso que consigamos subir el salario mínimo, que el empleo cada vez sea mejor, pero no podremos hablar de una vida digna si cada vez las hipotecas y los alquileres están más altos y, por lo tanto, esas subidas de salario se las come el uso de la vivienda habitual. Todas las administraciones tenemos que remar en el mismo sentido; por supuesto también los ayuntamientos. Pero es inviable que un ayuntamiento construya la cantidad de viviendas que necesitaríamos para acabar con este problema que tenemos como país. A pesar de eso, quiero recordar que Rivas es la ciudad que tiene más vivienda pública por número de habitantes, y que seguiremos siéndolo porque vamos a seguir construyendo, pero es fundamental que la Comunidad de Madrid se implique. No es de recibo que la Comunidad de Madrid, por una cuestión política, decida que la declaración de zonas tensionadas la va a boicotear. Una medida que en Cataluña ya están dando sus resultados. Y, por supuesto, la Comunidad de Madrid tiene también que comprometerse con la vivienda, con la vivienda pública, con la vivienda protegida. Y por supuesto, necesitamos también que el Estado se implique. Es una cuestión de país. A cada administración nos afectará en el margen presupuestario y en el margen competencial que la ley nos otorga, pero es inviable que en los ayuntamientos hagamos factible todos los planes de vivienda que necesitarían nuestras ciudades. En ese sentido, es una buena noticia que las 83 viviendas de alquiler joven se reanudasen en un tiempo récord tras el abandono de la empresa constructora. A mediados del año que viene tendremos 83 viviendas en régimen de alquiler para nuestra gente joven.
¿Qué hay del séptimo Plan de Vivienda de Rivas?
En eso estamos: en valorar cuáles son las mejores parcelas, las mejores ubicaciones, en qué régimen. Habrá que preguntar también a nuestros vecinos y nuestras vecinas si queremos vivienda en régimen de alquiler, de compra, alquiler con opción a compra… Veremos cuáles son las parcelas que tenemos previstas para ello y con cuáles queremos empezar, porque no estamos hablando del último plan de vivienda. Queremos que el esfuerzo municipal vaya encaminado a que la gente que hemos nacido en esta ciudad y que queremos podamos seguir viviendo en nuestra ciudad, y eso pasa por tener una vivienda a un precio asequible.
¿Qué fórmulas financieras se están barajando para acometer ese plan?
De momento estamos barajando todas las fórmulas. La primera siempre es la de acometerlo con fondos propios. Y gracias a tener unas cuentas tan saneadas, sabemos que en cuanto vayamos a una financiación, a un préstamo, podremos acceder a él. Y luego, en función de qué régimen sea la vivienda, supondrá más carga presupuestaria o menos para este ayuntamiento. Cuando es un préstamo promotor para una promoción de compraventa, según se vende la casa se recupera y se cancela el préstamo promotor. Cuando es una promoción en régimen de alquiler, se tarda un poco más. Pero el buen trabajo que se viene haciendo en materia económica desde hace muchos años nos sitúa en mejor posición para afrontar el préstamo de 10 millones de euros que hemos pedido para hacer cosas importantes, en el que tuvimos muchas ofertas, y en el caso de un préstamo promotor, yo estoy convencida de que sería de esa manera. Pero estudiamos también otras fórmulas. Cohabita, otro proyecto para el sector senior, tiene otra fórmula completamente distinta: en una es la empresa municipal de la vivienda quien se hace cargo, y en otra es una cesión de suelo a unas cooperativas de gentes mayores de esta ciudad. Y las valoramos porque ambas sirven a nuestra ciudad: son política útil.
Hace poco la Comunidad anunció más viviendas sociales en Rivas…
Estamos trabajando con la Agencia Social de la Vivienda, con la que llegamos a un acuerdo para que un número de esas viviendas sea para vecinos y vecinas de Rivas. Recordemos que la vivienda social es una competencia de la Comunidad de Madrid; la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) no gestiona vivienda social, sino vivienda pública y asequible. Y en nuestro registro único de la EMV hay muchas familias que son demandantes de vivienda social. Por lo tanto, sería un poco raro que en esta ciudad se construyera vivienda social y no tuvieran al menos un mínimo número destinado a vecinos y vecinas de esta ciudad que están en esa situación.
¿Han hablado con la Comunidad del Plan Vive?
Esta ciudad sigue sin tener conocimiento alguno del Plan Vive, más allá de que, por lo que sea, cada cuatro años, en abril o en mayo, la Comunidad de Madrid vuelve a hablar del Plan Vive.
Volvemos al preavance del Plan General de Ordenación Urbana. El sector en el que se iban a producir más cambios era el Cristo de Rivas. ¿Qué novedades hay?
Los criterios que aprobamos en el último pleno de la legislatura inciden en las partes de la ciudad que tenemos todavía por desarrollar. En Covibar, no, porque ahí ya no hay nada que desarrollar, pero sí van a incidir sobre todo en zonas como el barrio de la Luna. A nadie le va a sorprender lo que suceda, porque, insisto, ya teníamos un pacto con los vecinos y vecinas, que nos pidieron más espacios verdes, más zonas de encuentro, más equipamientos, espacios dotacionales. Todo eso es lo que va a suceder en el barrio de la Luna.
Aquí, en Rivas Vaciamadrid, se reanudó la concesión administrativa de licencias, pero algunas siguen pendientes. ¿Cuál es la situación? ¿Ya no va a crecer más la ciudad?
Sí, va a haber más casas en esta ciudad. Se va a construir más. Las licencias funcionan como siempre: entran desde que están otra vez operativas, se trabaja con urbanismo y, cuando la licencia cuenta con todos y cada uno de los requisitos que son necesarios, se concede. Por lo tanto, va a haber más viviendas en esta ciudad, además de las que haga el ayuntamiento; ahora bien, con cierto control de la ciudadanía, que es el mandato que nos dieron en el ‘Párate a pensar’. Y no sólo eso: cuando paseas por el barrio de la Luna, los vecinos y vecinas te dicen que quieren más espacios verdes, las zonas comerciales que tiene Covibar, equipamientos deportivos, culturales, que es verdad que nos faltaba un poco esa parte allí. Por eso el convenio con Hipatia, para por las tardes poder abrir todo ese espacio y llevar ahí no solo actividad deportiva, sino también cultural. Todo eso para mí es el mandato de los vecinos y de las vecinas. Y eso es lo que va a suceder en el avance del Plan General de Ordenación Urbana.
El pabellón deportivo del barrio de la Luna es un proyecto a medio-largo plazo en la Agenda Urbana…
Para la administración un corto plazo puede ser lo que para el común de los mortales es un medio-largo plazo. Por eso en la Agenda Urbana hemos querido, más que hablar el lenguaje de la administración, hablar el lenguaje de los vecinos y de las vecinas. Si decimos que es a corto plazo, cualquier persona entenderíamos que el pabellón de la Luna va a estar el año que viene. Y esto no es así, porque quienes conocemos las administraciones por dentro sabemos todos los pasos y procesos que hay que cumplir antes de poner la primera piedra, y luego hay obras que efectivamente se hacen en ocho meses y otras en 18. Por eso hablamos de un medio-largo plazo para el pabellón de la Luna. Pero sin duda alguna, será una realidad también.
Pasamos al tema de los residuos. En breve entrará en vigor la nueva tasa de gestión que deben implantar los Ayuntamientos. ¿Qué va a suponer eso?
Es una tasa europea. Y esa normativa lo que dice es una cuestión muy sencilla, y es que quien más contamine, pague más. Por lo tanto, que quien más residuos genere, pague más. Y nosotros tenemos una ciudadanía muy comprometida. Cuando recogemos las pajaritas azules por la recogida del papel, cuando visitamos Loeches y el gerente nos felicita por cómo nuestra ciudad separa los residuos, todo eso también tiene que verse de alguna forma repercutido en los vecinos y en las vecinas. Está claro que vamos a pagar una tasa nueva que hasta ahora no pagábamos, pero lo que estamos viendo es cómo lo repercutimos de tal manera que el vecino y la vecina note que quienes separamos, quienes generamos menos residuos, y quienes llevamos los residuos donde corresponden, vamos a pagar menos que quienes no lo hacen. Es una cuestión complicada, porque obviamente no vamos a rebuscar en la basura de cada vecino, pero sí que hay que buscar la fórmula y en eso estamos. Yo estaría encantada de que hubiera estamentos que se implicaran también en esto, que hubiera de alguna forma algún acompañamiento, porque ahora cada municipios está haciendo lo que buenamente entiende. Ya hay municipios que han aprobado tasa y que ya la están cobrando, municipios que además no la tenían… Y esto lo tenemos que aplicar todos los ayuntamientos: da igual el color político. Y luego hay una cuestión fundamental también, y es explicar lo que nos cuesta la recogida de los residuos a unas ciudades y a otras. Por suerte, y por una apuesta política, en Rivas tenemos una empresa pública, Rivamadrid, detrás, y es mucho más sencillo explicar a dónde va cada euro de eso que destinamos a la recogida de basura. Y esto también tiene que ser una oportunidad para dotar todavía de más transparencia lo que tiene que ver precisamente con ese tratamiento de residuos, desde que el vecino o la vecina dejamos la bolsa en el cubo de la basura, lo que sucede después de eso, también para acabar con ciertos bulos. Es un debate en el que tiene que quedar muy clara esa tasa, cómo se va a pagar y cómo nos beneficiamos los vecinos y las vecinas de ciudades como las de Rivas, que vamos haciendo los deberes incluso mejor que algunos de los límites o niveles que se van fijando.
¿Se sabe algo de la comisaría de Policía Nacional?
Esa es una de las cuestiones que también estamos esperando los Presupuestos Generales del Estado, porque tendrá que tener su dotación económica. A mí me tocará, como le tocó a Pedro del Cura en su momento, ir puerta por puerta recordando a todos y cada uno de los grupos que están presentes en el gobierno que esto es una necesidad de esta ciudad. Será algo en lo que tengamos que pelear para que aparezca reflejado.
¿Qué planes hay para incrementar la dotación de Policía Local?
Hace unos días hicimos un examen para seis, siete plazas de agente de policía. Lo que hacemos es incrementarla. En todo caso, las competencias están nítidamente definidas: la Policía Local no tiene las competencias que tiene Guardia Civil ni las competencias que tiene Policía Nacional. Y esto es importante porque nuestros agentes tienen muchas competencias, pero que son muy diferentes de las que tienen tanto Guardia Civil como Policía Nacional.
¿Se va a seguir apostando por la policía de proximidad, de barrio?
Esa es precisamente la competencia de nuestra Policía Local: una policía de proximidad, que pasea por las calles de Covibar, del barrio de la Luna, que van andando por la ciudad… Eso no quita que también tengan que estar haciendo otras labores, y atienden multitud de avisos que tienen que ver con muchas cuestiones que suceden en Rivas. Y ahí está nuestra Policía local siempre que un vecino o vecina lo demanda, o siempre que otros cuerpos y fuerzas de seguridad les demandan. Tenemos una colaboración muy estrecha tanto con Guardia Civil como con Policía Nacional, en la que cada vez que hay una operación conjunta, nuestros policías locales también están presentes.
¿Qué va a suponer para Rivas Vaciamadrid ser gran ciudad, ahora que ha superado los 100.000 habitantes?
Tenemos un informe de la secretaría que nos dice cuáles son los pasos y los requisitos. Tenemos el compromiso de verlo con el resto de grupos políticos antes de llevar la solicitud a pleno para hacer lo propio en la Comunidad de Madrid, que es quien finalmente tiene que aceptarlo. Pero la ciudad no lo va a notar mucho: lo va a notar el ayuntamiento, porque requiere muchos cambios en el organigrama y en la estructura interna. Y eso es justo lo que estamos valorando ahora mismo: cuáles son los beneficios,. Está claro que los hay, porque ser gran ciudad te da ese salto de nivel. Pero es algo que tendremos que trabajar y hacerlo también con el resto de grupos políticos; me encantaría que fuera con todos los que se sientan en el pleno, porque es el compromiso que tenemos y porque es algo que nos va a afectar como ciudad.
Aida,
Perdona: “Aquí se va a construir más, pero con cierto control”… ergo no había control, o, en el mejor de los casos, era deficiente. ¿Me lo puedes aclarar? si no lo había y/o era deficiente ¿Quiénes fueron los responsables?. Gracias.
Menos mal que está alcaldesa pone algo de cordura. Si estuviera el PP habría recalificado medio parque regional y habría grúas por toda la ciudad. Janette y Gallardo solo quieren especular y hacer una ciudad de 200 000 habitantes que les garanticen votos
Esta alcaldesa tiene el superpoder de contestar las preguntas, sin contestar absolutamente nada.
La gente que vivimos de alquiler en Rivas (altisimo por supuesto) necesitamos tambien que se sigan construyendo pisos de obra nueva y se nos de la oportunidad de comprar, pudiendo pagar poco a poco hasta el 20%, ya que los precios de la vivienda de segunda mano son desorbitados y es imposible acceder a ellos sin tener una buena entrada.