Este viernes, Zahara y Vetusta Morla se sucedieron en el escenario del auditorio Miguel Ríos, en la segunda gran cita musical —tras Locoplaya, Recycled y Santa Salut— de las Fiestas de Rivas Vaciamadrid 2021. Dos conciertos diferentes que, tras el ‘silencio’ escénico de la pandemia, celebraron bajo las estrellas el compromiso, la alegría y la vida ante un público de 7.000 personas.
Zahara, en concierto en Rivas Vaciamadrid
Zahara fue la encargada de abrir micro con su ‘Putagira’, que este viernes recaló en Rivas Vaciamadrid con su mensaje de sororidad, feminismo y rebeldía. El concierto comenzó con ritmo pausado pero firme, con una Zahara que abrió ‘fuego’ desde su batería para después recoger al público en un ambiente íntimo con su ‘Canción de muerte y salvación’. El concierto fue cogiendo ritmo poco a poco, a pesar de que el sonido no llegaba con nitidez y por momentos se hacía difícil entender la letra de las canciones, hasta que el público la acompañó en su desahogo de ‘Merichane’ para cantarle después el ‘cumpleaños feliz’ desde sus sillas.
«Jamás pensé que celebraría mi 38º cumpleaños con 7.000 personas tan preciosas», reflexionó una Zahara agradecida desde el escenario. Y es que, añadió, tras la «distopía» del año pasado, «lo que más feliz me hace del mundo, me da la energía y la vida es lo que siento en este escenario, que es amor». Juan Pedro, ‘Pucho’, de Vetusta Morla, brindó a la andaluza su particular regalo compartiendo escenario al son de ‘Hoy la bestia cena en casa’. A partir de ahí, en el escenario del Miguel Ríos todo fue techno y baile: Zahara reclamaba su propio reinado en Rivas, a golpe de poderío feminista, mientras el público, obligado a permanecer sentado debido a las restricciones para prevenir contagios, se balanceaba en sus asientos al ritmo de sus temas más bailables.
Galería: así fue el concierto de Zahara en Rivas Vaciamadrid
(Fotos: Fernando Galán)
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Vetusta Morla y la celebración de la vida
Tras el parón obligado de cambio de escenario, Vetusta Morla saltó al escenario del auditorio Miguel Ríos para entregarse una vez más al público ripense. Y es que hace ya alrededor de dos décadas que la banda pudo grabar su primera maqueta tras ganar un concurso musical en el municipio, cuando aún eran una jovencísima agrupación desconocida para el público. «Estamos inmensamente agradecidos a la ciudad de Rivas por aquel premio», recordó Pucho al micrófono.
El concierto de Vetusta Morla en Rivas Vaciamadrid era, pues, una parada especial de la gira ‘post pandemia’ de la banda. Un recital que venía a «celebrar la vida» en estos ‘Los días raros’, con un mensaje inequívoco que abrió y cerró la actuación: sin carbón no hay reyes magos.
No hacía falta que fuera seis de enero: el 10 de septiembre bien podía servir para recuperar, aunque fuera con aforo reducido y el público sentado, la alegría de vivir a través de la música.
Galería: vetusta Morla, en concierto en Rivas Vaciamadrid
Fotos: Fernando Galán
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Hubo homenajes al equipo técnico, a todas las personas que acompañan a los músicos en sus conciertos, a las familias del sector que han sufrido un parón absoluto por la pandemia, «y que son una parte fundamental de la economía de nuestro país», enfatizó Pucho. Hubo reflexiones sobre lo cercano, lo cotidiano y los abrazos con las personas cercanas, en este giro de Vetusta Morla hacia la tierra que, anuncia, será su nuevo disco.
En el ecuador del concierto, y después de varios platos fuertes como ‘Lo que te hace grande’, ‘Copenhague’, ‘Maldita dulzura’ o ’23 de junio’, el conjunto folclórico El Naán devolvió al público a la tierra con la introducción de ‘Finisterre’, el primer tema que Vetusta Morla ha dado a conocer de su nuevo disco, sin que hiciera falta más artificio que una mesa de panadería y un puñado de voces para atrapar al auditorio en la magia de la tradición popular. Vetusta hizo el resto, continuando el viaje desde la tierra hasta el abismo del ‘fin del mundo’, en un himno al amor incondicional.
La cosa no había acabado, y Vetusta Morla presentó ‘Reina de las trincheras’ para después desafiar la disciplina del público para mantenerse pegado al asiento con ‘Sálvese quien pueda’ o ‘Saharabbey Road’. Tres bises remataron el reencuentro de la banda con Rivas, hasta cerrar el celofán del regalo de reyes del 10 de septiembre de 2021, con trazo firme y redondo, al ritmo de ‘Los días raros’.
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