Fundación Celima: trabajando en Rivas con las personas con diversidad funcional

Debora Serrano, directora de la Fundación Celima, durante la formación de uno de sus talleres de unidad de apoyo (foto: Fundación Celima)

Fundación Celima nació en el año 2019 como parte del Centro Especial de Empleo instalado en Rivas, con la finalidad de seguir ampliando esta labor social fomentando el bienestar de sus trabajadores y trabajadoras con diversidad funcional. Diario de Rivas ha estado con ellos para conocer de qué forma trabajan y qué iniciativas desempeñan en la ciudad. «Era el camino que teníamos que recorrer para llegar a más personas, siendo ese puente entre la empresa ordinaria y lo que es el trabajo adaptado», explican.

A raíz del Centro Especial de Empleo, que está formado por más de 400 personas —la mayoría de las cuales son personas con diversidad funcional— surge el desarrollo de Fundación Celima, que busca proporcionar un servicio de ayuda tanto en el ámbito laboral como en el social. «Nosotros siempre nos hemos centrado en que sea el trabajo el que se adapte a la persona, y no la persona al trabajo, porque al final es el principal valor respecto al estado de empleo de trabajos ordinarios», expresa su directora, Débora Serrano.

La fundación abarca personas «de todas las edades», desde personas mayores en edad de trabajar hasta personas a punto de jubilarse, donde aproximadamente el 59% de ellas son mujeres, ya que además de trabajar temas como las discapacidades, fomentan la igualdad de género. «A lo largo de los años hemos visto que hay muchos más hombres que por ejemplo trabajan en limpieza, y mujeres que ya trabajan en mantenimiento, y eso al final es signo de igualdad», reconoce Débora.

Las personas que integran Fundación Celima poseen todo tipo de discapacidades, desde físicas, sensoriales, auditivas y psíquicas, tanto con trastornos mentales como con discapacidades intelectuales. «Eso nos enorgullece, porque sería absurdo discriminar dentro de la discriminación», comenta su directora, quien además asegura que a medida que realizan actividades la evolución de estas personas es «favorable», ya que «hacen un trabajo maravilloso y los resultados hablan por sí mismos».

«Todo eso nos enriquece, porque somos una empresa muy abierta en ese sentido, ya que además tenemos a gente de todas las nacionalidades, encontrando un buen equilibrio entre todos. Eso hace que también proporcionemos una diversidad cultural», continúa.

Instalaciones del Centro Especial de Empleo, donde también se desarrolla Fundación Celima (foto: Fundación Celima)

Entre las áreas que desde Fundación Celima manejan se encuentran la asistencia social (con apoyo psicológico), estabilidad laboral (el 70% de las personas son indefinidas), reinserción social, formación y tareas administrativas. «Son aspectos que al final, con el colectivo que trabajamos, necesitan muchas veces». agrega su directora.

En relación a esta cuestión, Débora señala que la responsabilidad social de las empresas «cada vez es mayor», debido a que «se han dado cuenta de que las personas con diversidad funcional son iguales, que además trabajan fenomenal y están realmente comprometidos». «Tenemos unos niveles de satisfacción tanto de los clientes como de ellos mismos muy alto, y eso es muy indicativo, porque no hay mayor indicador que la fidelización del servicio recibido», enfatiza.

«Estamos ayudando a que esas personas se realicen y tengan una autonomía, tanto personal, laboral como a nivel monetario, además de ayudar a las empresas que apuestan por la ayuda y por ser socialmente comprometidas, como a esas personas que sienten ese compromiso y tienen una mayor autonomía en todos los niveles», prosigue.

Otro aspecto fundamental en el desarrollo de las personas con diversidad funcional es la implicación de las familias, sin dejar de fomentar la autonomía de estas personas, ya que en muchas ocasiones, según relata la directora de la fundación, «a veces las familias llegan a infantilizar a estas personas, sobre todo en aquellas que poseen una discapacidad intelectual o mental».

«Nosotros tenemos una interlocución con las familias, con unas más que con otras si así lo requiere la persona, pero se ve como poco a poco ellos van ganando un alto grado de autonomía y eso hace que las familias también lo vean y dejen de infantilizarles», recalca Debora.

Realización de uno de los talleres formativos en Fundación Celima (foto: Fundación Celima)

Así trabaja Fundación Celima

Desde la Fundación Celima se desarrollan varios talleres formativos que ayudan a las personas con diversidad funcional tanto profesional como personalmente, enmarcados dentro de cinco actividades clave: desarrollo, formación, ocio y familia, trabajo y sociedad.

Respecto al ámbito del desarrollo, la fundación se centra principalmente en la gestión de las emociones y, para ello, se realizan talleres en habilidades personales, gestión del estrés o de la relajación, además de tutorías individuales de orientación; intervenciones psicológicas; o planes de acción personalizados en fisioterapia.  «Son los que siempre damos porque al fin y al cabo, todos los años suelen tener mucha acogida y también a nosotros, nos facilita una interlocución con ellos», reconoce Débora.

En cuanto al ámbito de la formación, Celima fomenta talleres relacionados con la inserción y la orientación laboral, orientados a la adaptación emocional y motivacional de estas personas a su ámbito laboral; así como un programa de ‘training’ en el propio puesto de trabajo, familiarizando a los trabajadores con el entorno laboral en el que se desenvuelven.

Desde el ámbito de ocio y familia, se encuentran programas de becas y ayudas, autocuidado y mantenimiento de hábitos saludables con la alimentación y la práctica de ejercicio físico con el programa ‘Hábitos saludables’, y convenios con empresa externas para la obtención de descuentos y ventajas especiales en el acceso a determinados productos, como gafas o audífonos.

Por otro lado, en el ámbito del trabajo, Fundación Celima persigue la integración sociolaboral y la igualdad de oportunidades de sus trabajadores, integrando su ámbito laboral al Centro Especial de Empleo (CELIMA C.E.E.). Por último, en cuanto al ámbito de la sociedad, el último pilar que Celima está poniendo en marcha, se promueven los patrocinios y las colaboraciones externas con entidades, entre las que se encuentran AsorMadrid (Asociación de Sordos de Madrid), con la que realizan todo tipo de actividades culturales.

«Estamos en contacto con muchas asociaciones que nos mandan embajadores interesados en trabajar. Así que nosotros les damos esa oportunidad, valorando cómo nos podemos integrar en el mundo laboral», agrega Débora.

Integrantes de Fundación Celima realizando una de sus actividades culturales (foto: Fundación Celima)

Rivas, una ciudad comprometida con la diversidad funcional

A pesar de que Fundación Celima da servicio tanto a la Comunidad de Madrid como a otras comunidades autónomas, su directora afirma que uno de los principales motivos de centralizar la operativa en la ciudad de Rivas Vaciamadrid es debido a que «las personas pensantes de esta gran acción social son de aquí». «Además es una de las ciudades que está creciendo muchísimo, sólo hay que ver el Parque Empresarial tan maravilloso que tienen», añade.

Así, Débora también afirma que Rivas es «una ciudad comprometida con las personas con diversidad funcional». «Es una ciudad que integra muy bien y hace un gran trabajo con las asociaciones y las fundaciones, además de todas las actividades de ocio que desarrollan con personas con discapacidad», continúa Débora.

En este sentido, su directora reconoce que el acogimiento por parte de la localidad a la fundación ha sido «muy bueno». «Estamos notando una gran colaboración, porque para el tiempo que llevamos hemos hecho muchas cosas y cada día hacemos más cosas pasito a pasito», comenta.

Por eso, desde Fundación Celima, una de las cosas que quieren aportar al municipio ripense es el «empleo inclusivo», donde el objetivo es que «las personas con discapacidad mejoren a nivel global». «Es decir, el desarrollo del empleo de una empresa que es competitiva, que puede igualarse a otras empresas de limpieza, conserjería o mantenimiento a nivel operativo, además de fomentar esa inclusión social», incide Débora.

Parque Empresarial de Rivas, donde se encuentra integrada Fundación Celima (foto: Fundación Celima)

De cara al futuro, Fundación Celima se plantea nuevos objetivos, principalmente basados en subvenciones externas que ayuden a la ampliación de becas «tanto para nuestra gente como de forma externa», así como la implicación y el fomento en cuestiones relacionadas con el ocio saludable y combatir el aislamiento social.

«Queremos retomar el tema de las actividades, porque eso nos une mucho. Hemos estado muy aislados durante estos dos años y si esto ha sido duro para personas que no tienen esa discapacidad, para ellos, en determinadas discapacidades, lo ha sido todavía más», expresan.

Y es que la meta de Fundación Celima es conseguir que, tanto la sociedad como las empresas, se centren «en las capacidades de las personas». «No nos centremos en lo que nos diferencia o en lo que nos falta, sino en lo que tenemos y en lo que podemos hacer, porque cada una de esas personas puede hacer una serie de determinadas cosas bien y otras mal, pero si nos centramos en la capacidad que tiene, conseguiremos que la sociedad avance muchísimo y las empresas sean cada vez más comprometidas», concluye Débora.

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