Mujer y deporte, a debate dentro de la campaña #Rivasentrenavalores

Un momento de la mesa redonda ‘Mujer y deporte’ (foto: Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid)

Este sábado se celebró el debate ‘Mujer y deporte’ en la sala Pedro Zerolo del Ayuntamiento de Rivas. Durante el encuentro, seis mujeres deportistas, técnicas y directivas de clubes ripenses reflexionaron sobre la conciliación, la visibilidad y los avances y dificultades que se encuentran a la hora de llevar este “modo de vida”, en palabras de las ponentes.

En el evento, que se celebró en la tarde de este sábado en el marco de la campaña municipal #Rivasentrenavalores, participaron Vanessa Serrano, directiva del Club Hockey Rivas Las Lagunas; Ana Roldán, judoka del Judo Club Rivas; Paula García, del Club de Triatlón Diablillos de Rivas Mar de Pulpí; Elba Alonso, de Unión de Patinaje Rivas; Marta Blanes, de ADC Parque del Sureste Baloncesto; Beatriz Benito, de la Agrupación Deportiva Voleibol Rivas; Yolanda Hernández, del Club Rivas Futsal; y Elena Solera, del Club Rugby Rivas.

A lo largo del debate —moderado por la directora de Diario de Rivas, Celia González—, las participantes fueron desgranando las luces y sombras del deporte femenino hoy en día. Vanessa Serrano, directiva del Club Hockey Rivas Las Lagunas, señaló la falta de visibilidad y reconocimiento que sufren las mujeres deportistas, especialmente en los medios de comunicación. Un hecho que, junto a determinadas prácticas educativas —”conozco el caso de un profesor que, tras dividir al alumnado en un equipo de chicas y otro de chicos, dijo que iría con ellas porque, si no, iban a perder, dando por supuesto que eran más débiles“—, transmiten a las niñas que no pueden practicar determinados deportes en igualdad de condiciones con los chicos. “De hecho, en hockey patines es difícil que se apunten niñas, mientras que en patinaje artístico lo complicado es encontrar niños”, hecho que corroboró Elba Alonso, desde el Unión de Patinaje Rivas. Ana Roldán, de Judo Club Rivas, apuntó que, en un experimento, se preguntó a alumnado de Primaria cómo corrían o saltaban las chicas, a lo que los niños y niñas respondieron sin señalar diferencias entre sexos; pero en sexto de Primaria ya reflejaban estereotipos de género a la hora de reflejar la práctica de deporte. “Los niños y niñas no ‘nacen’ con esos estereotipos: ¿qué ocurre para que aparezcan a lo largo de la infancia?”, se preguntó.

Las ponentes coincidieron en que hoy día las familias ya aceptan que tanto niñas como niños pueden apuntarse al deporte que quieran. pero no se transmite la capacidad de las chicas de llegar lejos, al igual que ocurre con los niños. Las mujeres deportistas son respetadas, pero escasean los referentes femeninos. Con todo, “no hay nada de malo en que una niña quiera ser como Gasol“, apuntó Marta Blanes, del ADC Parque del Sureste. Todas ellas coincidieron en señalar que el papel de la sociedad, de la familia y de los medios de comunicación es fundamental para lograr el reconocimiento del deporte femenino. “Cuando buscas información de voleibol femenino en Internet, no encuentras más que culos, mientras que al buscar voleibol masculino ves fotos de remates, de jugadas”, lamentó Beatriz Benito.

Otra de las claves a la hora de abordar el deporte femenino es el aspecto de la conciliación familiar, especialmente cuando llega la maternidad. “Hacer deporte a cierto nivel implica entrenar de lunes a viernes y competir los fines de semana”, apuntaban las deportistas. Elba Alonso lamentó la “falta de comprensión” y los “juicios” a los que se enfrentan las deportistas cuando deben hacer una pausa al tener un bebé, y cuando se reincorporan a la práctica deportiva. “Te sientes culpable, por un lado, porque, cuando es tu profesión, resulta muy difícil conciliarlo con la vida familiar. Sería imposible si no tuvieras el apoyo total de tu pareja. Y, además, cuestionan tu rendimiento; da igual lo que hagas, porque te sientes mal e incluso te juzgas a ti misma”, lamentó. Elena Solera, del Club Rugby Rivas, destacó la dificultad de compaginar maternidad y deporte, “en una especialidad que es muy exigente físicamente”, y Marta Blanes recordó que la maternidad supuso una pausa en su carrera deportiva. “Yo tengo la suerte de que en mi profesión hay cierto apoyo cuando eres deportista”, añadió la triatleta Paula García, “y aun así dedicas muchísimas horas. En mi caso no es un deporte, sino tres, y dedico muchísimo tiempo a entrenar, lo que hace que tenga que hacer encaje de bolillos para compatibilizarlo con la familia y con el trabajo”, apuntó. Ana Roldán asegura que tiene la “suerte” de que puede viajar a competiciones con su pareja. “Es muy divertido, nos lo pasamos muy bien, pero supone mucho tiempo“, añadió.

La escasez de recursos, a tenor de sus exposiciones, tampoco ayuda. “Hacer deporte a cierto nivel requiere una gran inversión de tiempo y dinero. Hay que viajar, pagar alojamientos, “y hasta cierto nivel lo costean las familias, pero cuando llegas a segunda división ya necesitas patrocinadores“, apuntó Yolanda Hernández, de Rivas Futsal. La directiva, que puso en valor la dedicación del personal directivo de los clubes (“son horas y horas; a veces dedico más horas a esta tarea voluntaria que a mi trabajo remunerado”, indicó), lamentó las dificultades de los equipos para encontrar patrocinadores, sin los cuales sería “muy difícil” avanzar en la práctica deportiva. “Nosotros ‘arrastramos’ a las empresas a ver los partidos, para que vean lo que supone y así se animen a patrocinarnos“, explicó Serrano.

Con todo, todas ellas coincidieron en que el deporte es una “forma de vida”. “Yo no soy madre, pero estudio en la universidad y me he perdido salidas con los amigos, cumpleaños, eventos familiares y ‘vida social’. Pero no concibo mi vida sin el voleibol”, expuso Beatriz Benito. “Yo lo he elegido, y hay gente que no lo entiende, pero es así: una manera de vivir”, sentenció. Una premisa con la que todas las asistentes estuvieron de acuerdo: “Todas sufrimos la misma enfermedad, que, además, no tiene cura”, concluyeron.

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