Un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid sobre la Cañada Real concluye que los cortes del suministro eléctrico han aumentado la precariedad y los casos de pobreza energética extrema entre la población. Según el documento, el de la Cañada Real “parece con bastante verosimilitud que se trata del caso de desconexión global más amplio registrado en Europa en décadas”.
Durante los últimos tres años, investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid han llevado a cabo un completo estudio sobre la realidad energética y socioeconómica de la Cañada Real. El resultado es un informe pionero que retrata los cambios sufridos en el modo de vida de sus pobladores, ya de por sí precario, desde los primeros cortes en el suministro eléctrico en otoño de 2020.
El desabastecimiento energético de la Cañada se debe a la irregularidad o alegalidad de sus viviendas. Esta situación impide a las familias obtener contratos de suministro de servicios, al no contar con una cédula de habitabilidad, siendo los enganches ilegales una de las pocas formas de obtener electricidad.
Ante esta situación, tal y como recoge el documento, la compañía Unión Fenosa Distribución (Grupo Naturgy), decidió implementar cambios técnicos en la red para detectar e interrumpir el flujo en caso de sobrecorriente. Una decisión que, en octubre de 2020, finalizó con el aislamiento energético de los sectores 5 (entre Rivas y Madrid) y 6 (Villa de Vallecas, Madrid) de la Cañada Real.
El informe, que se empezó a realizar por encargo de la Comunidad de Madrid antes de esta fecha, buscaba analizar las complicadas condiciones de vida de las familias residentes en el mayor asentamiento irregular de Europa, sin prever los problemas de suministro a los que se tendrían que enfrentar.
Aprovechando las circunstancias, se ha podido establecer una comparativa entre la realidad anterior y posterior a los cortes. La conclusión es clara: las deficiencias energéticas han empeorado considerablemente las condiciones de vida en la Cañada, en concreto, en los dos tramos mencionados que aún sufren graves carencias o incluso ausencia total de suministro, como es el caso del sector 6.
“Se ha producido un aumento de la precariedad y la aparición de casos de pobreza energética extrema difícilmente encontrables en otras zonas de la Unión Europea”, asegura el estudio.
La pobreza energética sufrida por las familias de la Cañada se suma y agrava la frágil situación socioeconómica de la población. La encuesta realizada a las familias revela que hasta un 78% de las mismas cobra algún tipo de ayuda de la administración, siendo la más habitual el conocido como Ingreso Mínimo Vital para personas en situación de vulnerabilidad económica.
Una de las consecuencias principales de la falta de energía es la repercusión directa en la capacidad para mantener condiciones térmicas adecuadas dentro de las viviendas. Los datos muestran que, antes de los cortes, un 85% de las familias que integran el estudio dependían de sistemas de calefacción eléctricos.
Después de otoño de 2020, la mayoría de hogares se han visto obligados a recurrir a métodos alternativos como generadores diésel, chimeneas de leña o sistemas a base de gas butano. Todos ellos, sistemas que dependen de materiales costosos y finitos.
A estas deficiencias en los sistemas de calefacción, hay que añadir la baja calidad de construcción de las viviendas que dan lugar a condiciones insalubres en la mayoría de hogares. Las mediciones realizadas en los últimos años han llegado a registrar, en las habitaciones de más uso de las casas, temperaturas inferiores a los 10ºC en invierno y superiores a los 40ºC en verano.
Soluciones planteadas por el estudio
La investigación concluye que los sectores 5 y 6 de la Cañada se encuentran en un momento de “emergencia energética” ante el que se deben tomar medidas urgentes y duraderas en el tiempo.
Estas medidas deben comenzar a aplicarse de forma inmediata mientras se espera la llegada de “una solución habitacional definitiva”, que debería pasar, bien por la estabilización y legalización de los hogares en estado irregular, bien por el realojo de la población.
Apelan a las administraciones competentes (el Gobierno de España, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid), así como a la empresa responsable del suministro a acometer dichas medidas para cumplir con lo dispuesto en el Acuerdo Regional para Cañada Real (2017).
Entre estas posibles soluciones se encuentran el fin inmediato de la desconexión eléctrica o la promoción de sistemas alternativos como instalaciones de autoconsumo colectivo basadas en la energía fotovoltaica.
No obstante, se entiende que estas políticas se encontrarían ante dificultades legales y administrativas, por lo que se proponen medidas complementarias y transitorias como ayudas económicas para la adquisición de gas y leña o el aislamiento y rehabilitación de viviendas en mal estado.
Extrema pobreza ahí? en la cañada?
Extrema pobreza es no tener para NADA, y ahí dentro hay un parque móvil que ya quisiéramos muchos!
Bmw, audi, porche… todo alta gama, y no audi del 99 no, unos cacho vehículos que es para verlo.
Ah, y algún ferrari he visto yo por ahí dentro también.
Extrema pobreza es quedarse sin luz y no poder hacer nada, no plantar un sistema fotovoltáico de narices!
Claro que las plantaciones de “ tomates ´´ no se autoabastecen solas……
De ahí, pobreza serán 2 o 3 familias contadas, por que no dudo que alguna familia honrada haya…
¿También quieren pagarla, como hacemos el resto de Ripenses? ¿O con lo que gastan en gasolina y seguros para los porche no les queda?
Lo que quieren es luz gratis. Para sus casoplones y coches aparcaditos a la puerta. La pobreza extrema es otra cosa. No engañéis a la gente con estos artículos que muchas familias tenemos que hacer malabares con la economía mientras esta panda de golfos quiere vivir a coste 0
Yo tampoco quiero pagar luz, y cambiar de coche por uno que no tenga 27 años (que seguramente sea de los peores que hubiese en la cañada), y que me paguen un piso y no pagar 850€ de alquiler, y que vengan a recoger a mis hijos a la puerta de casa (en el futuro puede ser que pase eso), y que me den comida semanalmente, y cheque familias.
Resumiendo: Quiero que me pague el estado todo.
Pero mientras pues pago mis impuestos sin recibir ni la décima parte de esta gente, qu en su gran mayoría no ha aportado nada ni creo que aporte en un futuro cercano.
Es muy fácil opinar sobre algo que no se ha visto, por supuesto influidos por determinados medios de comunicación, en esa zona hay muchos intereses políticos y económicos (especulación). Y las personas que tienen desde hace muchísimo tiempo sus casas están sobrando, una forma de echarlas es que no tengan acceso a la electricidad. Por supuesto que hay delincuentes en la cañada, pero la inmensa mayoría, son familias, hombres, mujeres, niños, cuyo delito es estar por debajo del umbral económico. Lo que piden y quieren es pagar la luz, que no sea gratis, pero eso no interesa decirlo. No creo que si tengo la desgracia de que en mi urbanización/edificio hay un narco piso me vayan a detener ni a tachar de traficante. El que cometa un delito que sea detenido, pero por favor no tratemos a las personas como delincuentes, solo por el sitio en el que viven. Lo que pide la cañada es una forma digna de vivir, pagar su luz y su agua como cualquier ciudadano, pero claro, eso no les interesa a ciertas administraciones y especuladores.
Estoy de acuerdo
Casoplones y cochazos aparcados a la puerta de su casa. Pero como el gobierno de Rivas es de izquierdas no vaya a decir algo que se salga de la línea ideologica del progresismo VIP que tenemos que aguantar a diario. El elefante en la habitación que nadie quiere señalar. Y el que lo haga ya sabe que será tachado de facha, racista y negacionista. La estrategia de la izquierda para polarizar y salvaguardar sus votos