Los Juegos Olímpicos de París 2024 entran en su segunda y última semana de competición con el deporte rey, el atletismo, ya en marcha. Fue en la prueba de 3.000 metros obstáculos de esta disciplina deportiva en la que compitió hace 12 años, en Londres 2012, un atleta ripense, Víctor García.
Víctor García, que tiene ahora 39 años, se crió y vivió durante tres décadas en Rivas Vaciamadrid, ciudad a la que llegó con 7 años. “Yo recuerdo jugar en las vías del Metro, entre Covibar y mi casa, y jugaba y ponía piedras en ellas. Pasábamos haciendo un agujero en la valla. Aunque ha cambiado mucho la cosa, yo he vivido Rivas, lo he visto crecer”, cuenta Víctor en conversación con Diario de Rivas.
En sus calles se dio las primeras carreras, y también vio por primera vez a sus ídolos, cuando a Rivas venían a competir atletas de renombre a nivel nacional como Fermín Cacho, medalla de oro en Barcelona 92, y Manolo Martínez, bronce en Atenas 2004. “Rivas es una ciudad que vive y valora mucho el deporte, no solo sus instituciones, también su ciudadanía, y me acuerdo de aquel mitin de atletismo de Rivas que yo iba a ver cuando era pequeño y estaba siempre lleno”, afirma Víctor García, que está seguro de que si la ciudad organizara un gran campeonato de atletismo ahora que se va a arreglar y a homologar la pista de atletismo del Cerro del Telégrafo, el certamen sería un éxito. “Estoy seguro de que con la pasión con la gente de Rivas vive el deporte, se llenaría”, asegura.
Bronce en un campeonato de Europa y olímpico en Londres
El atleta criado en Rivas, de donde se mudó hace poco tiempo por motivos laborales —“mis padres y mi hermana siguen viviendo en Rivas, voy a menudo, y también mantengo mi casa porque no quiero perder ese vínculo”, apunta—, fue medallista de bronce en su prueba, los 3.000 obstáculos, en el campeonato de Europa de Helsinki en 2012, una carrera que no ganó por un traspiés cerca de la meta.
Además, García también compitió en campeonatos del mundo de la disciplina y en los mejores eventos tanto en pista cubierta como al aire libre, e incluso en la modalidad de campo a través. Pero ninguna experiencia es equiparable a su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. “La villa olímpica, que estén todos los deportes mezclados, y la repercusión que tienen supone que los Juegos sean especiales. Encima es cada cuatro años, lo que le da ese punto de épica y dificultad añadida que hace también que valores mucho más cuando consigues ir. Conozco a muchísimos deportistas de gran nivel en distintas disciplinas que no han podido ser olímpicos por circunstancias de la vida”, explica Víctor.
Él mismo experimentó lo que es perderse unos Juegos Olímpicos cuando ya saboreaba una segunda experiencia olímpica. A tres semanas de Río 2016, con el billete asegurado, se rompió el sóleo. “Tenía la ropa en casa ya y todo. Lloré mucho, y es el ejemplo de que es facilísimo que cualquier deportista de élite se pierda unos Juegos, que son cada cuatro años”, comenta Víctor García.
Con el paso del tiempo, Víctor mira su experiencia en Londres de forma positiva, pero todavía hoy, 12 años después, mantiene cierto sabor agridulce en su boca. “Conseguirlo, ir y vivirlo fue una pasada, de las mejores experiencias de mi vida deportiva, pero llegué tocado con una tendinitis severa en un tendón de Aquiles y eso me mermó mucho”, lamenta García. “No pude disfrutar del proceso y la experiencia como debería porque iba más preocupado de la lesión, que no me dejaba correr bien, sin dolor”, añade el deportista.
El ‘d.isgusto olímpico’ que se llevó Víctor García con la lesión que le impidió disputar sus segundos juegos fue casi definitivo para tomar la decisión de dejar la alta competición. Sin embargo, los recuerdos bonitos, y el hecho de poder presumir ya para toda la vida de ser atleta olímpico, se imponen en sus recuerdos. “Es el sueño de todo deportista alcanzar unos Juegos Olímpicos. Y con el paso del tiempo valora uno mucho más haberlo conseguido: pensarlo y decirlo, que estuve ahí, suene con orgullo y muy bonito”, reconoce el atleta ripense.
García está siguiendo los Juegos Olímpicos de París 2024 con dificultad porque tiene que conciliar con su trabajo y la dedicación a sus cuatro hijos pequeños. “Los estoy disfrutando como un aficionado más, recordando aquello que has amado tanto y cuando hay éxito, alegrándome mucho”, dice.
En la actualidad, Víctor García, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, lidera junto a su mujer el club de atletismo VG Running, un proyecto mediante el cual preparan a atletas populares tanto presencialmente, en el parque del Retiro, como online. También dan clases de atletismo a la infancia en el céntrico parque madrileño y colaboran con grandes empresas.
“Tenemos la suerte de poder presumir de que llevamos a más de 500 atletas populares y tenemos grupos con casi 100 niños y niñas en el Retiro, y además colaboramos preparando entrenamientos con empresas de máximo nivel”, concluye Víctor García, deportista que llevó el nombre de Rivas Vaciamadrid a la villa olímpica de Londres 2012, igual que lo ha hecho Hugo González de Oliveira en estos de París 2024, donde no ha podido conseguir una medalla que Rivas Vaciamadrid hubiera sentido como suya, después de que el nadador español, que ahora vive en Estados Unidos, empezara sus andanzas en la piscina en las filas del A.D. Rivas Natación.
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