Sabíamos que llegar a una alcaldía sería una ardua labor, un proceso duro, pero cuando se trata de desmontar la “aldea gala” de Rivas es ir contra una maquinaria engrasada durante más de cuarenta años. Una red clientelar con camisetas de colores según la “mani” del día. Una absoluta cruzada donde del otro lado son capaces de paralizar por completo un municipio (a quince minutos de Sol) en pro de perpetuarse una legislatura más. Como estamos viendo a diario, la izquierda vive maquivélicamente, sin importar los medios, sólo pendiente del fin.

La connivencia del Partido Socialista de Rivas con Izquierda Unida, en este sentido, es la figura del colaborador necesario. Representan en un sinfín de ocasiones un silencio cómplice e interesado para mantener sus despachos, su cuota de poder, sus no abstenciones en procesos donde confluyen intereses particulares y su necesidad de foto en actos, eventos y “postureos” municipales varios.

Si en las elecciones autonómicas de hace dos años gana Ayuso y, por tanto, se constata que el nuevo vecino no vota a Izquierda Unida, fácil: se “paran las grúas” y ya no hay nuevos vecinos…. Que eso significa condenar a compradores a la mayor subida del ladrillo de los municipios de la Comunidad de Madrid, pues se justifica por su burdo y burla del “Párate a pensar”. De hecho, dos años más tarde, por imperativo legal, se levantarán de nuevo los permisos para construir, e invito a quien lea el artículo a que me informe: ¿qué mejoras para Rivas se han producido en estos dos años que no existieran cuando por decreto se intervino el sector? ¿Qué ha cambiado?

Si se demuestra la torticera gestión en el impuesto carril bici que paraliza internamente Rivas, fácil: se obstruye y se niegan los informes que el Partido Popular solicita por activa y por pasiva y se incapacita que puedan mostrar el despropósito de movilidad y el derroche económico de fondos europeos.

Que los “peperos” demuestran un más que probable trato de favor del dinero público en favor de un camarada de candidatura, pues alguien les lanza  un aviso: las pintadas, en forma de amenaza, y vemos si surte efecto. 

Si pese a eso, además tienen ­—dichos “peperos” — el arrojo de llevar ese mismo tema al Pleno municipal, horas más tarde se lanza un comunicado que firman 21 asociaciones tachando al PP de Rivas de ”romper la convivencia del municipio”.  Por cierto, sorprende la capacidad y diligencia de las 21 asociaciones, que en solo unas horas consensuan y aprueban un mismo comunicado conjunto…, ¡Ah!, perdón, que de las 21 confluyen en unas pocas personas que cambian de chaqueta de asociación conforme toque la reivindicación de ese día. Así sí se entiende la inmediatez.

Que el Partido Popular gana las pasadas elecciones municipales, da igual, que los vecinos aguanten los pactos del conglomerado de partidos de izquierdas más el “moribundo” Partido Socialista y se termina gobernando a base de rodillo. Así seguimos pagando con nuestro IBI las fiestas anuales de Partido Comunista de España, que, según nuestra Alcaldesa, son de interés para la población de Rivas.

Y sí, estimadas asociaciones, me dirijo a las 21: si denunciar tratos de favor para ustedes es romper la convivencia, seguiremos rompiéndola. Seguiremos denunciando tanta impunidad y tanto puesto de trabajo a dedo a favor de maridos y esposas. Continuaremos luchando y defendiendo el interés de todos y priorizando los gastos para el ripense antes que los continuos envíos sin control a Palestina. Lucharemos y seguiremos luchando contra el cortijo que riega de pagas y subvenciones a sus “amiguetes”. Continuaremos desenmascarando que, mientras abanderan la sanidad pública, destinan más de cuatrocientos mil euros al año en sanidad privada para los trabajadores municipales. Nuestra cruzada es a favor de todos los vecinos y en contra de ‘los equis’ que a fuerza de subvenciones abanderáis pancartas y proclamas conforme os dice vuestro patrono. En este caso, la izquierda.

Sabíamos, sabemos, que iba a ser duro y disruptivo. Es de agradecer que fuéramos el partido más votado en las pasadas elecciones y, como así, nos manifestáis diariamente, vamos en el camino correcto, viendo a quienes tenemos enfrente. Toda revolución y ruptura de lo impuesto suele llevar dolor en pro del bien de la mayoría y a algunos os dolerá perder esos privilegios pero ya basta, basta de insultos, basta de perseguirnos, basta de pintadas, amenazas y, sobre todo, basta de “chiringuitos”.