Refugees Welcome España facilita el alquiler social de habitaciones a refugiados (foto: Instagram Refugees Welcome España).
La asociación sin ánimo de lucro Refugees Welcome ha construido una red de comunicación en Rivas Vaciamadrid entre personas que desean alquilar una habitación y aquellas que han tenido que emigrar de sus respectivos países y buscan un hogar en nuestro país, donde son solicitantes de asilo en segunda fase. La entidad ejerce de mediadora durante todo el proceso, y también permanece disponible para ambas partes durante la convivencia.
“Se trata de solicitantes de asilo de segunda fase, es decir, que ya no están en casas de ninguna organización, sino que reciben una ayuda económica para vivienda, para fomentar su inclusión y su desarrollo autónomo”, explica Lara Lussón, técnica de atención social de Refugees Welcome Madrid al Ayuntamiento de Rivas, que se ha hecho eco de la iniciativa para darla a conocer entre los vecinos del municipio, que ya en 2017 demostró su solidaridad con los refugiados con la iniciativa «Rivas, ciudad acogedora».
La dinámica es muy sencilla para los ripenses que dispongan de una habitación y deseen acoger en régimen de alquiler social a una persona en las circunstancias descritas. El primer paso es acceder a la página web de Refugees Welcome y rellenar el formulario para registrar tanto los datos personales como de la vivienda en la que se encuentra la habitación amueblada que se ofrece para alquilar a precios sociales.
Acto seguido, el equipo de atención social de la asociación sin ánimo de lucro se pone en contacto con el firmante de dicho formulario para “confirmar los datos y aclarar cualquier duda sobre el proceso”, según explican en su página web. Después se encarga también del proceso de ‘matching’; es decir, de la búsqueda de perfiles afines para la convivencia entre la base de datos de personas refugiadas que desean alquilar una habitación y la de aquellas que han registrado sus viviendas.
El paso previo a formalizar el alquiler es una reunión grupal en la vivienda entre las dos partes interesadas y, si finalmente se acuerda seguir adelante con el alquiler social de la habitación en cuestión, este será por un plazo de seis meses.
A partir del quinto mes, la entidad se encarga también del siguiente paso, con independencia de la dirección hacia la que se dé: “Si la persona refugiada no puede todavía acceder a un alquiler normalizado y la convivencia no puede continuar, buscaremos otra alternativa habitacional dentro de nuestra red de familias solidarias”, detallan desde Refugees Welcome España.
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