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OPINIÓN

Juanma del Castillo

Juanma del Castillo

Periodista

Todas queremos la ‘unidad de la izquierda’, pero parece que no todos entendemos lo mismo por unidad, o al menos, visto por ojos de quienes no están muy implicados en el debate estratégico-posicional, no parece que esté muy claro: en Unidas Podemos, que son los socios del PSOE en el Gobierno, está Podemos e IU, pero ahora Izquierda Unida (y el PCE) se decantan por SUMAR; en Valencia Compromis, que también lo hace, compite por espacios electorales parecidos, con Izquierda Unida y con Podemos; Más País apuesta por subirse al tren de SUMAR, pero en cambio en la capital, Más Madrid desecha esa unidad y dice reafirmar su independencia. La verdad es que una mirada de conjunto no parece que acredite la coherencia.

Yolanda Díaz, desde SUMAR, repite la invitación a Podemos para incluirse en el nuevo proyecto. Ione Belarra, de Podemos, asegura querer añadirse a SUMAR, pero quiere un compromiso previo de que las listas electorales se confeccionarán mediante procesos abiertos en los que pueda votar toda la ciudadanía.

¿Dónde está el disenso? Es evidente, y así lo reconocen todos los grupos que se han pronunciado por el nuevo proyecto, que Podemos es la fuerza más estructurada y numerosa de los distintos grupos que pretenden participar. Tanto es así que, reconociendo el liderazgo de Yolanda Díaz y su postulado como candidata a Presidenta del Gobierno, Podemos pretende que sean los ciudadanos y ciudadanas que quieran participar en las elecciones primarias, quienes coloquen a cada cual (personas y/o dirigentes de los varios partidos) en el lugar que les corresponda, en las listas a presentar como candidaturas a las elecciones generales.

A mí me parece bastante coherente lo que Podemos está planteando, ‘que sean los ciudadanos quienes pongan a cada cual en su sitio’, se ha terminado el tiempo de ‘los amiguetes’, de los ‘compromisos personales’ o de ‘quien me cae mejor o menos bien’. Es tiempo de que sean las y los mejores quienes opten a formar el próximo gobierno de este país, solos o en coalición como así ha ocurrido en la presente legislatura ¡y no nos ha ido tan mal! Los tiempos que vienen serán muy duros y solo un Gobierno fuerte y con ideas muy claras podrá afrontarlos para que la sociedad que hoy conocemos no se desmorone como un castillo de naipes.

Yolanda Díaz no ha sido del todo leal con Podemos, que son quienes la han puesto donde está. Pero también me parece que las dirigentes de Podemos se han equivocado, deberían haber asistido al acto de ‘puesta de largo’ del proyecto SUMAR, porque toda la izquierda deberá sumar si queremos que este país continúe en la senda del crecimiento en derechos y en estabilidad. La negociación sobre primarias abiertas hubiera dado igual antes que después del acto de presentación, y en cambio la imagen de unidad de toda la izquierda supone un mensaje de esperanza para toda la sociedad. Ni más ni menos que como han hecho el resto de los partidos que allí estaban.

Curiosamente, en muchos lugares como la Comunidad de Madrid, que es donde nos toca, Podemos e Izquierda Unida se presentan juntos a las elecciones. Solo Más Madrid ha decidido presentarse en solitario y en competencia con los otros dos, ya que aspiran a captar el mismo espectro de electorado. Pero el colmo es que, en algunos ayuntamientos, serán las tres formaciones políticas las que se presentarán en una sola lista en común. ¿Será fácil aclararse para el electorado? Las elecciones autonómicas y las locales serán a la misma vez, ¿qué papeleta tendremos que escoger en cada caso?

El dilema no solo se les presenta a los votantes, también a los dirigentes: las campañas son a la misma vez y las dirigentes de SUMAR deberán apoyar a unas u otras formaciones, como se ha hecho siempre, ¿a cuál en este caso? Y en los mítines, en los debates, en la cartelería, los folletos de mano, etc., ¿en unos casos se animará a votar las candidaturas comunes y en otros las individuales porque los contrarios son menos buenos?

Desde luego, no se lo ponemos fácil a los electores, parecería que nos gusta complicárselo, y con ello lo único que conseguimos es que se queden en casa o que voten otras opciones, las que se presentan nítidamente claras. En cualquiera de los casos, votos que pierde la izquierda, que pueden irse a otras formaciones socialdemócratas, de derechas o extrema derecha, siempre menos beneficiosas para los intereses de las clases pobres, para el país y para el planeta.

La izquierda tiene hoy una oportunidad única en muchas décadas, deberíamos haber escarmentado ya y aprendido a aprovecharla, probablemente no se nos presentará otra jamás, tal y como evoluciona el mundo.

En Rivas está de sobra acreditada la eficacia de un gobierno de izquierdas (más de treinta años). En las dos últimas legislaturas, Izquierda Unida y Podemos, en minoría, llevaron a cabo acertadamente la gestión. Después se incorpora el PSOE y juntos han puesto nuestra ciudad como referente en áreas fundamentales: desarrollo urbanístico, servicios, oferta cultural, transición ecológica, deportes, laicidad (separación actividad religiosa y gestión política), etc. Incluso tomando decisiones valientes, aunque pudieran ser incomprendidas por algunos vecinos. Y también asumiendo errores cuando los han cometido.

En estos días, Izquierda Unida, Podemos y Más Madrid están intentando acordar una candidatura única de izquierdas. Por cierto, acuerdo que todos/as dábamos por hecho (y ya vamos muy tarde para ‘andarse por las ramas’). En el caso de IU y Podemos, los vecinos y vecinas conocen que saben gobernar, en el de Más Madrid se les supone, sus mayores en la Asamblea de Madrid y en el Parlamento Nacional lo están haciendo bien. Esperemos que las ínfulas de unos y otros, los personalismos o las ansias de poder, queden en segundo plano y las prioridades sean el desarrollo sostenible de la ciudad y el bienestar de los vecinos y vecinas.

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