¿Te parece interesante? ¡Compártelo!

OPINIÓN

Jorge Badorrey

Jorge Badorrey

Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Rivas

Llevamos años en los que el empoderamiento femenino se abre paso, con esfuerzo, pero sin frenos. Años en los que la palabra libertad adquiere un significado 100% real para las mujeres de países desarrollados como el nuestro a base de trabajo, sacrificio y mucho tiempo de oscuridad detrás. Y en todo este tiempo, cientos de mujeres han alzado la voz contando su testimonio.

Nuestra excepcional situación, siempre cerca de los vecinos, me ha dado la oportunidad de conocer historias impactantes. Historias de mujeres a las que la vida les ha cortado en seco la fertilidad, pero no sus ansias de ser madre; o parejas que no tiene oportunidad de conseguir un hijo biológico por el simple hecho de amar diferente a la mayoría.

Dramas inmensos a los que Irene Montero prefiere mirar con desprecio desde su atalaya reproductiva e insultar sin paliativos. Y no es la única… En estos días he podido escuchar cientos de mensajes en los que las palabras “compra”, “vientre”, “alquiler” o “trata” se mencionan sin pensar en las consecuencias. Palabras que señalan y punzan de una forma atroz el futuro de miles de niños que llegan a nuestro país cada año a través de la gestación subrogada y que, aunque no les importan, son una realidad, existen, y su cara se ilumina de felicidad cuando ven a sus padres como en cualquier otro niño de su edad.

Y todos estos adjetivos nacen del mismo sitio, de las mismas que defienden la independencia de la mujer para decidir sobre si quieren o no abortar. Pero cuando se trata de decidir si ser lo suficientemente generosa para gestar o no el hijo de otra pareja, hombre o mujer; la libertad no vale lo mismo. Hipocresía, demagogia, incongruencia… Se me ocurren tantos adjetivos que la libertad valga más o menos dependiendo del verbo que vaya detrás… Como si su escala de valores vitales fuera más válida que la del resto. Mientras haya consentimiento por todas las pares, la libertad será completa. Esa es la definición y no debería caber más discusión. Y si acaso lo dudan, pregúnteles a ellas, a las gestantes, parece que no quieren oírlas… Aquello de “nosotras parimos, nosotras decidimos” solo tiene sentido cuando la decisión se respeta siempre.

Ignorar que una realidad como esta existe en nuestro país es, sencillamente, mirar hacia otro lado. Y prohibirla es, como suele decirse, querer tapar el sol con un dedo. La izquierda más sectaria apuesta por obviarlo, por el insulto, la estigmatización y lo que es peor, por usarlo como herramienta política cuando proponen leyes con errores de base que confrontar con el derecho internacional.

La prohibición es la opción de los cobardes y los que no quieren escuchar. Pero, afortunadamente, no todos apuestan por esa opción. Hay otros que prefieren mirar hacia fuera y comprobar como tener una legislación sensata sobre algo que existe nos aporta seguridad y control. Así han hecho en Canadá o Portugal, donde existe una gestación subrogada garantista para todos y altruista (sin suponer, obviamente, gastos para la gestante).

Y esa, precisamente, ha sido la postura de Ciudadanos desde el principio. Mientras otros grupos políticos han virado su postura respecto a la subrogación, nosotros hemos permanecido estoicos, firmes defensores de que, en ocasiones, la solidaridad se da la mano con la voluntad para regalar a muchos padres repletos de amor la oportunidad de brindarlo en un o una hija.

Igualdad, justicia y humanidad, para ser madre; y libertad para decidir ayudar a serlo. Ahí empieza y debería terminar el debate de la gestación subrogada.

Más artículos de opinión en Diario de Rivas

MÁS  Los valedores del "sólo sí es sí", en máximos de agresiones sexuales
¿Te parece interesante? ¡Compártelo!