El próximo miércoles 12 de enero a las 19.00 horas, el profesor de Historia de la Filosofía, Antonio Chazarra, y el periodista Luis de Benito visitan el Centro Social de Covibar para dar a conocer a otra insigne figura de la cultura y la ciencia universal.

En esta ocasión, ofrecerán una semblanza de la prestigiosa astrofísica italiana Margherita Hack, aprovechando que en 2022 se celebra el centenario de su nacimiento. Ambos ponentes estarán acompañados por la diputada socialista en la Asamblea de Madrid Carmen Barahona y por la exbibliotecaria del Ateneo de Madrid Maria Teresa Pedraza Guzmán de Lázaro, que actuarán como presentadoras y moderadoras.

Margherita Hack

Graduada en Física en 1945, Margherita Hack fue profesora titular de astronomía en la Universidad de Trieste, cuyo departamento encabezó entre 1985 y 1991 y entre 1994 y 1997. Asimismo, es reconocida por ser la primera mujer italiana en dirigir el Observatorio Astronómico de esa ciudad, desde 1964 hasta 1987, periodo durante el cual este alcanzó renombre internacional. Fue miembro de importantes sociedades científicas, así como de la Accademia Nazionale dei Lincei. Como integrante de grupos de trabajo en la Agencia Espacial Europea y la NASA, trabajó para numerosos observatorios europeos y estadounidenses.

A lo largo de su prolífica carrera destacan sus grandes avances en el campo de la radioastronomía (el estudio del espacio a través de las señales de radio) y la espectroscopía estelar (el estudio de las estrellas a través del espectro que estas desprenden). Sus descubrimientos quedaron plasmados en decenas de artículos de revistas internacionales, así como en libros, muy populares entre los estudiantes universitarios. Por sus estudios recibió los premios Targa Giuseppe Piazzi, en 1994, y el premio internacional Cortina Ulisse, en 1995, entre otros. En 1978 fundó la revista bimensual L’Astronomia. Posteriormente, junto al también divulgador Corrado Lamberti, dirigió la revista Stelle.

Además, la figura de Hack es conocida por su imparable activismo de convicciones progresistas. Hizo campaña a favor del derecho al aborto, de los derechos de los homosexuales, de los derechos animales (era convencida vegetariana), de la investigación con células madre y de la eutanasia.  Desde su posición de atea, señaló la influencia que la religión ejerce sobre la sociedad italiana y cómo interfiere negativamente con la libertad de la investigación científica.

Cuando falleció, en junio de 2013, dejó como herencia a la ciudad de Trieste toda su biblioteca: un total de más de 24 000 libros, de todas las temáticas, para que pasasen a formar parte de los fondos municipales.