©Fernando Galán
La fotografía ha transformado la visión del mundo hasta tal punto que hoy no se imaginaría la vida sin ella. No sólo permite conocer lugares o personas que jamás se llegarían a ver de otra manera, sino que ha permitido descubrir lo más pequeño y lo más grande del universo. Pero también es un modo de compartir emociones y de hacer sentir a los demás lo que sentíamos nosotros en el momento de tomarlas; es decir, nos sirven para recordar momentos especiales y contar nuestra manera de ver el mundo que nos rodea.
En contra de lo que muchos piensan, no hace falta una cámara muy cara ni un equipo complejo para tomar buenas fotografías. La tecnología actual y los constantes avances en fotografía móvil permiten que todos tengamos una cámara al alcance de la mano.
No hace falta un equipo complejo para tomar buenas fotografías como esta, tomada con una compacta FinePix XP90 a 1/60 s – f/3,9 – ISO 200. © Fernando Galán
Sin embargo, la mayoría de quienes comienzan a captar fotografías no quedan satisfechos con sus tomas. Culpan de ello a la calidad de su cámara cuando en realidad falta reflexión previa y experiencia en el manejo de la herramienta.
Adiestrar al ojo
Una de las primeras tareas para solucionarlo consiste en aprender a ver el mundo a través del visor y después saber traducir lo visto al lenguaje visual. Porque, a pesar de los parecidos entre la cámara y el ojo, existen diferencias importantes que no se deben olvidar antes de tomar una fotografía. Ambos utilizan una serie de lentes para enfocar una imagen sobre una superficie sensible a la luz, pero el ojo alcanza una perfección que ni las modernas cámaras son capaces de imaginar.
Antes de disparar debemos escoger el motivo y la manera de distribuirlo dentro del encuadre. Fotografiado con Sony α7 Mark III a 1/400 s – f/4 – ISO 250. © Fernando Galán
La más importante de todas: el ser humano ve en tres dimensiones y la cámara en dos. Además, mientras que nuestro cerebro es capaz de destacar aquello que más le interesa discriminando el resto, la cámara ve todo por igual y debe ser el fotógrafo quien, mediante el encuadre, la luz, el color y otras argucias, indique al espectador dónde tiene que fijarse.
Sin olvidar que una fotografía no deja de ser un fragmento de realidad reducida a un rectángulo. Por ello, antes de disparar debemos escoger el motivo de nuestra fotografía y la manera de distribuirlo dentro de ese encuadre.
Fotografía significa “escritura de luz”, o sea, una combinación entre arte y ciencia aplicada. Por eso, igual que cuando se escribe un pensamiento en un papel, el primer paso antes de ‘escribir’ una fotografía debería ser plantearse qué se quiere transmitir con la imagen que se va a captar, y después buscar la mejor manera de contarlo.
Visión personal
Vivimos en un mundo rodeado de imágenes, casi al borde de la saturación. Por ello, nuestras imágenes han de resultar visualmente interesantes para captar la atención y ofrecer una visión personal que diferencie nuestra fotografía de todas las demás.
Con frecuencia, lo más sencillo resulta lo más efectivo. Fotografiado con Sony α6300 a 1/200 s – f/4 – ISO 100. © Fernando Galán
Con frecuencia, lo más sencillo resulta a la vez lo más efectivo e impactante. Para lograrlo conviene buscar un único punto fuerte, una única llamada de atención que no distraiga. Cuantos más elementos existan en la escena original, más difícil resultará destacar lo que se desea. Por eso, el trabajo del fotógrafo consiste en aislar todo lo que no interesa y quedarse con lo esencial.
Con la experiencia iremos adquiriendo una visión personal que distinguirá nuestro álbum fotográfico del resto. Gracias a la actual cultura de la imagen, mu chas personas han logrado una educación visual que les ha permitido alcanzar rápidamente esa visión y consiguen plasmarla la primera vez que toman la cámara. Otras necesitarán más tiempo para conseguirlo, pero con entrenamiento y atención cualquiera puede alcanzarla.
Instantáneas o montajes
Se podrían clasificar los diferentes tipos de fotografías de muchas maneras. Una posible división nos llevaría a distinguir entre las fotografías que salen a nuestro encuentro y nosotros captamos aprovechando el momento y aquellas otras que hemos imaginado y planificamos a nuestro gusto, con calma, tomando todo el tiempo necesario. Ambas imágenes tienen el mismo fin: contar una historia, nuestra historia.
Seguir a los niños con la cámara regala instantáneas llenas de frescura. Fotografiado con Fujifilm X-20 a 1/200 s – f/2,8 – ISO 320. © Fernando Galán
Los niños suponen un claro ejemplo de esto: seguirles con la cámara regala instantáneas llenas de frescura y permite descubrir momentos únicos e irrepetibles de su vida. Para lograr estas imágenes debemos llevar la cámara siempre preparada y caminar con los ojos bien abiertos. Pero también podemos controlar cada elemento de la imagen final preparándola con antelación.
En todos los casos, la luz juega un papel fundamental pues dará carácter propio a la toma. No hay que olvidar que también la luz natural se puede manejar eligiendo el lugar o la hora que mejor se adapte a nuestra intención.
Independientemente del estilo de fotografía que prefiramos, siempre conviene parar unos segundos a estudiar la imagen que se va a tomar. Sin duda, se puede disparar simplemente apuntando al sujeto como si se tratase de una pieza de caza, pero, aunque cobrásemos la pieza, lo más probable es que el resultado no nos convenciera. La experiencia consigue que esta reflexión se realice de forma automática, casi sin que seamos conscientes de ello.
En cualquier caso, conviene experimentar cuanto más mejor para encontrar el método propio y el lenguaje más adecuado.
Comunicación
No hay que olvidar que todo el proceso fotográfico supone un acto de comunicación. Esto significa que cuando ‘escribimos’ con la cámara tenemos la intención de contar algo a alguien —el destinatario puedo ser mi yo del futuro— y eso hay que tenerlo en cuenta al disparar.
Cuando escribimos con la cámara tenemos la intención de contar algo a alguien y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de disparar. Fotografiado con una Olympus Pen F a 1/40 s – f/1,8 – ISO 3.200. © Fernando Galán
Como no hablamos igual a nuestro jefe que a nuestro hermano, tampoco tomaremos la mis ma foto para enseñarla en familia que para montar una exposición. Aunque en ambos casos intentaremos obtener la mejor fotografía posible; es decir, no por tratarse de una foto para la familia descuidaremos la calidad, pero sí emplearemos un lenguaje distinto y, en consecuencia, el tipo de fotografía obtenido será diferente.
En definitiva, no hay que olvidar que la fotografía es un lenguaje y, como tal, lo primero que tenemos que hacer es pensar qué queremos decir y después, buscar la mejor manera de contarlo.
Foto F
En la escuela de fotografía Foto F llevamos formando fotógrafos en Rivas Vaciamadrid desde el año 2010. Desde entonces, centenares de alumnos han pasado por nuestras aulas en las que se imparten cursos de fotografía de distintos niveles. Comprobamos su satisfacción al ver la evolución en su manera de tomar fotografías, escuchar sus palabras de agradecimiento y recibir nuevos estudiantes recomendados.
El Club Foto F, reservado para antiguos alumnos, realiza diversos proyectos fotográficos que con frecuencia incluyen exposiciones tanto en nuestro municipio como en otras ciudades.
En nuestras clases, sea cual sea el nivel, combinamos en conveniente equilibrio la teoría y la práctica para adquirir conocimientos al tiempo que experiencia. Siempre de manera progresiva y metódica para avanzar sobre pasos firmes. Para afianzar los conocimientos damos importancia al trato personalizado, asegurándonos que se entienden bien los conceptos antes de continuar.
El curso avanzado de fotografía incluye prácticas con modelos tanto en interior como en exterior.
Los cursos coinciden en fecha con el calendario escolar y se distribuyen en clases de dos horas a distintos horarios para intentar adaptarnos a las necesidades de cada participante.
Por tanto, ya sabes, si te gusta la fotografía y quieres mejorar tus conocimientos, no dudes en ponerte en contacto con Foto F para que te ayudemos a descubrir este maravilloso mundo de la imagen.
Además de las clases dentro de la escuela, se programan otras actividades como viajes para poner en práctica lo aprendido y consolidar las relaciones.
Fernando Galán
Director de Foto F
Plaza de Pablo Picasso, 2
28523 Rivas-Vaciamadrid
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656 375 272 | 910 088 826
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