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OPINIÓN

Antonio Sanz

Antonio Sanz

Concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

La financiación de las corporaciones locales se rige por el Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, que recoge la base del sistema de financiación local. Continuamente, podemos leer en los medios de comunicación las promesas de los gobiernos nacionales para reformar esta ley con el fin de que los ayuntamientos puedan tener una mayor capacidad financiera. Sin embargo, tras 15 años y tres presidentes de Gobierno distintos (2 del PSOE y 1 de PP), la anhelada reforma no acaba de hacerse realidad.

El Gobierno municipal ha generado unos presupuestos para el 2020 bastante conservadores, sin grandes inversiones, orientados a estabilizar la tesorería para desamortizar un poco de los 78.950.860,02 euros de deuda que mantienen el Ayuntamiento y sus dos empresas públicas con las entidades bancarias.

Se mantiene la senda de aumentar el importe total de los presupuestos aunque sólo por lo permitido por la ley para poder cumplir Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Para 2020 se calcula un total de ingresos por importe de 100.853.438,11 euros, incrementándose en más de 4,5 millones con respecto al 2019. Este crecimiento se fundamenta básicamente en el aumento de la recaudación de los impuestos directos (más de 2 millones), las subvenciones procedentes del Estado, las CC.AA. y la Unión Europea (1 millón de las corrientes y casi 1,5 de capital) y de la enajenación de parcelas (más de millón y medio). En cambio, se prevé la pérdida de ingresos por tasas (casi 1,8 millones de euros).

En cuanto a los gastos, las partidas las vemos acordes al funcionamiento diario del Ayuntamiento, que es lo que nos debe interesar para el bien de los vecinos y de los trabajadores del Ayuntamiento, de Rivamadrid y de la EMV. Sin embargo, hay algunas partidas que deberían eliminarse por encontrarse fuera del ámbito de un municipio. Los 187.329 euros destinados para Cooperación al Desarrollo y los 61.002 euros para Memoria Democrática serán dedicados para fines ajenos a los vecinos de Rivas y ya existen otras administraciones públicas superiores que se encargan de estas materias. Muy llamativas son las distribuciones de las subvenciones, con clara evidencia a dar más dinero para aquellos colectivos con mayor influencia ideológica que aquellos por la importancia de los destinatarios de esas ayudas. No deja de sorprendernos que haya becas y ayudas para asociaciones relacionadas con la violencia de género por 5.000 euros (que no son ayudas directas para las víctimas) y el convenio con la fundación Triángulo por 4.000 euros, así como el Espacio Feminista Municipal por 15.000 euros.

En cambio, asociaciones con objetivos orientados de manera genérica, como la asociación de lucha con el cáncer y la Red de Recuperación de Alimentos, sólo recibirán un máximo de 3.000 euros. O que se subvencione a Payasos en Rebeldía por 25.000 euros, y vergonzantemente sólo 500 euros a asociaciones relacionados con el Alzhéimer, o 0 euros para asociaciones como Surestea, Ampastta, etc, y también 0 euros para el Punto de Encuentro Familiar.

La viabilidad de mantener este ritmo presupuestario en Rivas queda en la incertidumbre. Aún existe la dependencia de una gran recaudación proveniente del sector de la construcción y por las decisiones de los futuros gobiernos nacionales ante los impuestos gestionados por ellos. La autonomía fiscal, es decir, la suma de los ingresos directos, indirectos y tasas, que son los definidos mediante la ordenanza fiscal en nuestro municipio alcanzan el 65% del total de los ingresos.

Urge la reforma de la legislación nacional sobre financiación local, que el Gobierno Municipal apueste por atraer a grandes y medianas empresas al municipio y por último, un poco de genialidad para buscar otras fuentes de financiación que no sólo sea la subida de impuestos a los vecinos, sino todo lo contrario: hay que reducir la carga fiscal a las familias optimizando los gastos.

Hay que continuar apostando por gastos en pro de la generación de empleo en Rivas Vaciamadrid. Siguen siendo escasos los cursos de formación tanto a menores de 30 años como a desempleados de larga duración, a falta de un centro de formación profesional que debería implantar la Comunidad de Madrid en nuestro municipio. Y por supuesto, para generar riqueza y crecimiento económico, es fundamental la ayuda del Ayuntamiento a las empresas locales y a los emprendedores.

Como mi objetivo es disponer de presupuestos municipales que beneficien a los casi 100.000 residentes de Rivas, a las empresas locales y a los trabajadores públicos y privados de este municipio, he dado mi aprobación a los presupuestos del 2020 aunque haya tenido objeciones a ciertas partidas de gastos.

¡Viva España!

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