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Unidad Canina de la Policía Local de Rivas Vaciamadrid

Exhibición de la Unidad Canina de la Policía Local de Rivas Vaciamadrid. Fuente: Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.

La Jefatura de Policía Local de Rivas Vaciamadrid dejó en suspenso este viernes la Unidad Canina al considerar que los perros no están en condiciones para prestar servicio. Los agentes adscritos al servicio creen que se trata de una represalia por haberse negado a realizar exhibiciones durante las fiestas patronales, fruto de tensiones previas a raíz del coste de mantenimiento veterinario de los animales.

La suspensión es el último capítulo conocido de una pugna que se prolonga desde hace tres años. La Unidad Canina de la Policía Local de Rivas Vaciamadrid fue creada en 2008 con el objetivo de prevenir la tenencia y consumo de drogas, además de otros servicios como concienciación escolar sobre estupefacientes, casos de maltrato y abandono animal, la aplicación de la ordenanza canina y la colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado, entre otras atribuciones. En septiembre de 2010, tras un período de prueba previo, los dos agentes que integran la unidad acordaron con la entonces concejala de Seguridad, Yaiza García, la cesión de sus perros al Cuerpo y su crianza y educación, a cambio de que el Consistorio sufragara los costes de manutención y veterinario. Estos se concretaron mediante un concepto de complemento en la nómina de los agentes para pagar piensos y otros fungibles, y un seguro veterinario que no incluía las medicinas. La unidad se convirtió en pionera a nivel nacional y muchos municipios pidieron asesoría a la misma para poner en marcha dispositivos similares.

Según los agentes adscritos a dicha unidad, los problemas empezaron hace tres años, al comenzar la presente legislatura. Siempre según su versión, sin mediar razón, la administración dejó de sufragar los gastos veterinarios de los animales, provocando que tuvieran que pagarlos de su propio bolsillo. Los agentes hicieron sucesivos informes al respecto a sus superiores que no obtuvieron respuesta. El caso llegó a la mesa de negociación de Policía, donde los sindicatos CPPM y UGT lo presentaron ante la Jefatura policial y el actual concejal de Seguridad, Rubén Tadeo. El acta de dicha reunión, al que ha tenido acceso Planeta Rivas, especifica que el Ejecutivo municipal consideró que el acuerdo suscrito con los agentes no tenía validez jurídica al figurar una firma inexacta. Estos sindicatos, tras poner en valor la labor de dicha unidad, solicitaron el abono de los gastos sufragados por dichos policías y la recuperación del seguro veterinario. El Gobierno municipal, de acuerdo con dicho documento, se comprometió a estudiar el caso.

Sin embargo, la situación, en lugar de mejorar, empeoró. El punto más crítico se produjo hace dos semanas, cuando los dos perros de la unidad causaron baja temporal: uno tenía una leve cojera y el otro una enfermedad hepática. En estas circunstancias, y continuando con la versión de los agentes implicados, la Jefatura les instó a que realizasen la exhibición canina prevista en el calendario de las fiestas patronales de Rivas Vaciamadrid. Los dueños de los perros se negaron, al no hallarse los animales en condiciones. El día 16, tras la vuelta al trabajo y la apertura del veterinario, los perros recibieron el alta médica con la medicación correspondiente. Los agentes informaron a la Jefatura de dicho hecho. Sin embargo, el día 18 de mayo, ante dicha comunicación, el jefe de la Policía Local, Fernando Argote, comunicó a los agentes que, «viendo el estado de los animales, más en concreto de ‘Tana’, que presenta una enfermedad crónica, la Unidad queda de momento en suspenso hasta que se decida lo más adecuado para el servicio y funcionamiento de la Policía Local». El documento añade que, por estas razones, los dos agentes realizarán, hasta nueva orden, funciones en la Unidad Polivalente en la que operan el resto de agentes no especializados del Cuerpo. La situación derivó en un posterior enfrentamiento relativo al uniforme de trabajo que no ha hecho sino tensar más la situación.

Dichos profesionales aseguran que los perros, tras el alta, como cualquier trabajador, están en condiciones de seguir desempeñando sus funciones, pues no existe informe médico en contrario. En este sentido, consideran que la decisión no tiene razón de ser. Además, señalan que siempre han figurado como agentes polivalentes, pues la unidad no es oficial. Por último, consideran que, si existe algún tipo de ilegalidad, ha sido «aprobada por el Consistorio y los distintos organismos de control jurídico del mismo, sin que, en ningún momento, se les haya puesto inconveniente alguno al desempeño de la unidad». Por ello, esperan que la Jefatura rectifique su decisión y busque una solución adecuada, pues la unidad «presta un servicio importante en la ciudad».

El concejal de Seguridad, Rubén Tadeo, explicó a Planeta Rivas que el motivo de la suspensión de la unidad responde a un informe por parte de los agentes, fechado el día 8 de mayo, en el que estos manifestaban que los dos perros de la unidad sufrían distintas dolencias (concretamente, una cojera recurrente en una pata y una enfermedad hepática y de páncreas), para las que requerían distintas pruebas, por las que se recomendaba que no realizasen sobreesfuerzos. «Rivas, como ciudad amiga de los animales, no va a forzar a los perros a realizar las labores profesionales que puedan poner en riesgo su seguridad. Más si cabe cuando se trata de ejercer una competencia que no es municipal, como es la investigación en materia de drogodependencias, que corresponde a las Fuerzas de Seguridad del Estado», argumenta.

Sobre la cuestión de la manutención de los animales, el edil indica que el documento de acuerdo con el Ayuntamiento no tiene la suficiente validez jurídica porque, aunque lleve el sello municipal y la firma de una edil, no cuenta con registro de entrada, ni su suscripción consta en ningún acta sindical, ni en la mesa de Policía. El responsable de la Seguridad municipal alega que el Consistorio ha sufragado parte de los gastos veterinarios durante los últimos tres años, al contrario de los que afirman los agentes. La razón de este aporte parcial y no total estriba, según el edil, en que no se puede determinar con claridad el origen de los problemas de los canes, porque realizan también labores en el ámbito privado que les pueden requerir sobreesfuerzos. Para concluir, Tadeo asegura que el Consistorio va a estudiar la continuidad de la unidad, tras cerciorarse con mayor exactitud si los animales van a estar en condiciones de prestar el servicio y si la unidad tiene viabilidad.

 

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