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Un aula del colegio Hipatia-FUHEM

Un aula del colegio Hipatia-FUHEM (©Fernando Galán)

Hace ya ocho años que los primeros alumnos y alumnas de la Ciudad Educativa Municipal Hipatia-FUHEM de Rivas Vaciamadrid entraron a las aulas para convertirse en parte de su gran familia. Una comunidad escolar cuyos miembros viven la educación en sintonía con los valores de la diversidad, la inclusión, el cuidado del medio ambiente y la justicia social. Ahora, con las bases del proyecto ya asentadas, Hipatia mira al futuro para continuar abriendo camino a través de la innovación educativa, del fomento de convivencia pacifica y de una mirada ecosocial.

Hablar del Hipatia —como se conoce, a secas, este centro educativo en la zona— es hablar de valores añadidos: de ademases, en palabras de sus directores, Pilar Rodríguez (Directora de Secundaria) y Carlos Méndez (Director de Infantil y Primaria). Se trata de un centro concertado (el primero de Rivas), que atiende todas las etapas educativas, desde el primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años), hasta el Bachillerato o, incluso, la Formación Profesional (FP) ,con un Proyecto Educativo único que adapta sus metodologías y valores a cada una de las etapas; y que cuenta con el aval, de la FUHEM, titular de centro. La FUHEM es una entidad sin ánimo de lucro con una larga trayectoria en el ámbito de la educación laica y ecosocial. que tiene la titularidad de otros dos centros de Madrid: el colegio Monserrat y el colegio Lourdes.

Desde la primera etapa educativa, desde la escuela infantil de 0-3, ya comienzan a trabajarse algunos de los aspectos que marcan la vida educativa del centro: la cooperación, la experimentación, la inclusión y la diversidad. La escuela infantil de Hipatia no es una escuela cualquiera. «Las familias pueden encontrar el pasillo del módulo de Infantil lleno de hojas en otoño, al alumnado en pañales pintando con témperas con sus manos y sus pies, o experimentando distintas sensaciones con arena y agua», explica Carlos. El aprendizaje transcurre sin presiones, «con un gran respeto a este momento de la vida, a través del juego heurístico y del descubrimiento«, añade el director de esta etapa educativa. Más adelante, ya en el segundo ciclo de Infantil, las sinergias de esta ‘ciudad educativa’ se aprovechan para mejorar el aprendizaje. Así, se puede encontrar a alumnado de 3 a 6 años realizando alguna actividad culinaria en las cocinas que utilizan los estudiantes de FP de Hostelería, o a chicos y chicas de Secundaria acompañando en las lecturas compartidas como madrinas y padrinos de los más pequeños.

Estos acompañamientos son un ejemplo más de la red de cuidados mutuos que se ha tejido en el colegio. «Somos un centro abierto. Una de las cuestiones que más nos agradecen las familias es la cercanía, no solo de los profesores, sino también del personal no docente, que también participa de los valores de nuestro proyecto educativo», afirma Méndez. Unos valores que se fomentan también entre el propio alumnado, favoreciendo acciones de ayuda entre iguales que favorezcan el aprendizaje conjunto y la construcción colectiva del conocimiento. «Por ejemplo, en infantil se favorece el trabajo por ‘parejas de gemelos’: los gemelos durante un periodo de tiempo trabajan juntos, aportando y negociando en la realización de distintas actividades dentro de proyectos o rincones”, explica Pilar, que, a pesar de dedicarse actualmente a la dirección de Secundaria, comparte con Carlos su pasión por estas etapas educativas. Ambos directores contagian los mismos valores de cooperación, trabajo conjunto y entusiasmo por la educación.

Las Actuaciones Educativas de Éxito (AEE) son otras de las señas de identidad en Hipatia: no en vano es el centro con más voluntarios de Includ-Ed en Rivas, es decir, familias que participan en una de las acciones que más impacto educativo y trasformación producen en las aulas: los grupos interactivos. Estas prácticas se combinan con otras como las lecturas compartidas, las lecturas en parejas y las tertulias dialógicas.

 

 

GALERÍA: Un paseo fotográfico por CEM Hipatia-FUHEM

(fotos: Fernando Galán)

Las familias juegan un papel clave en la dinámica del colegio y su participación se fomenta de manera constante tanto como agentes facilitadores en algunas de las Acciones Educativas de Éxito, colaborando con el profesorado en algunas sesiones de aula o visitando las aportaciones de sus hijos en los distintos eventos. Una implicación que se palpa en el día a día y que entronca con una apuesta global por la convivencia y la diversidad en Hipatia. «Tenemos una firme voluntad de atender al alumnado más vulnerable o desfavorecido y a sus familias. Contamos con un Departamento de Orientación formado por equipo de profesionales especialista y comprometido con la inclusión educativa, que trabaja en constante colaboración con el profesorado para superar las barreras que puedan limitar la participación y aprendizaje de todos», explica Pilar, con el convencimiento de una persona que siempre ha trabajado en el ámbito de la divesidad. Desde niños y niñas residentes en Cañada Real hasta alumnado transexual o con distintas capacidades, todos son bienvenidos en Hipatia. El centro también cuenta con un aula TEA, que acoge a alumnado con trastornos del espectro autista. Todos conviven en igualdad de condiciones, atendiendo y celebrando su diversidad.

El tránsito del alumnado por las distintas etapas educativas es otro de los aspectos que más se cuidan, ya que estos cambios pueden resultar estresantes. «Intentamos que los cambios de un ciclo a otro, de una etapa a otra, no se produzcan de forma brusca. Para ello, desarrollamos ‘actividades rampa’ para favorecer este tránsito. Desde actividades de visita a los nuevos espacios, hasta exposiciones de alumnado de etapas superiores, que acude a contar a los pequeños cómo es la experiencia y resolverles sus dudas; reuniones con familias; reuniones de coordinación del profesorado…», apunta Rodríguez. Así, poco a poco, aquellos bebés que descubrieron por primera vez un entorno educativo distinto del núcleo familiar van cubriendo etapas, hasta llegar al Bachillerato o a la FP.

Es en estos niveles donde encontramos otro de los ademases del centro. El Bachillerato en Hipatia es concertado y, además, se trata del único lugar en Rivas donde se puede cursar en su rama de Artes. «En una sociedad cada vez más técnica y pragmática, como la actual, la formación en artes resulta esencial para el desarrollo de las personas y es una opción de un gran valor profesional. Nuestro profesorado se esfuerza por dotar a nuestro alumnado de buenas competencias técnicas, además de altas capacidades creativas», insiste Rodríguez. Desde la decoración de los espacios del centro hasta el recibimiento de artistas de primera línea que acuden a Hipatia a compartir sus conocimientos con los alumnos, todo obedece a objetivos de formar a nuestros futuros y futuras artistas en contacto con el entorno.

En cuanto a la Formación Profesional (FP), Hipatia cuenta con dos especialidades: la hostelería y la informática. En el primer caso, los alumnos cuentan con un restaurante, Bitácora, en la misma ciudad educativa, abierto al público (previa reserva), donde realizan sus prácticas. «Este año, además, hemos abierto la cafetería a los profesores y, además, estamos llevando a cabo otro proyecto: los ‘ecopacks’ saludables para el recreo, preparados por los propios alumnos, que incluyen fruta y bocadillos, y que están teniendo un enorme éxito. Todos estos servicios, realizados por alumnado de FPB y de Ciclos Formativos de Grado Medio, con la supervisión de un equipo de profesores muy profesionales en este sector, permite una formación eminentemente práctica, alcanzando muy buenos niveles de cualificación como posteriormente podemos comprobar en sus prácticas en empresas», apunta Rodríguez. Los alumnos de Informática, por su parte, ponen en práctica sus conocimientos ofreciendo soporte informático al personal del centro o impartiendo talleres a alumnos de otras etapas educativas.

Otra de las novedades de este año, explican Carlos y Pilar, tiene que ver con los viajes de Secundaria. «Hemos introducido la metodología APS (Aprendizaje y Servicio) a través de los viajes de fin de curso, que une los aprendizajes en el aula con los servicios a la sociedad para cubrir una necesidad social. De esta forma, el alumnado aprende significativamente, pues todo lo aprendido sirve para facilitar la mejora en el servicio. Por ejemplo, este año los alumnos de 1º de ESO van a hacer un APS a Cantabria para rehabilitar un monasterio, los de 2º a Galicia a realizar labores de repoblación de los bosques y los de 3º a La Rioja para participar en un proyecto de recuperación del suelo para el cultivo sostenible”, indica Pilar. Así, la experiencia del viaje sirve para trabajar sobre un tema antes, durante y después del desplazamiento, algo que se aplica a todos los niveles educativos, incluido Infantil.

Con estas y otras iniciativas, la Ciudad Educativa Municipal Hipatia-FUHEM afronta estos meses un proceso de refuerzo del trabajo realizado en sus ocho años de existencia, de afianzamiento y también de mejora, participado por toda la comunidad educativa: familias, personal docente y no docente y alumnado. «Han sido años de trabajo intenso en el que se han iniciado muchas acciones y proyectos importantes. En este nuevo periodo, lo que intentamos es consolidar muchas de nuestras prácticas y valorar los logros, disfrutarlos, continuarlos y mejorarlos continuamente con nuevas propuestas, para que Hipatia siga siendo lo que es: el mejor lugar donde una familia puede educar a sus hijos», concluye Carlos.

Web de la Ciudad Educativa Municipal (CEM) Hipatia-FUHEM

Información sobre las jornadas de puertas abiertas en CEM Hipatia-FUHEM y admisión para el curso 2018-2019

REPORTAJE: Hipatia, una ciudad educativa ecosocial

Más información sobre el proceso de escolarización 2018-2019

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