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Trabensol, proyecto de cohousing en Torremocha de Jarama

Trabensol, proyecto de cohousing en Torremocha de Jarama (foto: Microurbanía)

Rivas ya cuenta con su primer grupo de ‘pioneros’ que vivirán bajo la fórmula del ‘cohousing’ o ‘covivienda’, un modo de vida que cada vez cuenta con más adeptos por toda Europa y que en España ya suma algunos casos de éxito. El objetivo: desarrollar un proyecto vital entre amigos que colaboran entre sí para cubrir sus necesidades. Este sábado, la Casa de Asociaciones acogerá una jornada informativa sobre el proyecto a la que acudirán también miembros de Trabensol, uno de los proyectos más emblemáticos del ‘cohousing’ de nuestro país.

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Taray es el nombre del ‘grupo semilla’ del proyecto de ‘cohousing’ que, si todo va bien, cristalizará en los próximos años en una comunidad de viviendas colaborativas en Rivas Vaciamadrid. Llevan ya un tiempo reuniéndose para debatir sobre la vida que quieren vivir en común, pues de eso se trata: de decidir todo entre todos, desde la forma de financiación de sus viviendas hasta los materiales de construcción, las zonas comunes o los servicios que cubrirán sus necesidades diarias.

Jornada informativa sobre cohousing en RivasUn ejemplo: en Trabensol, comunidad de ‘cohousing’ situada en Torremocha de Jarama, los mayores que habitan la comunidad no solo comparten espacios comunes, sino también servicios como la atención a la invalidez o actividades de ocio, entre otras cosas. Son ellos los que van decidiendo sobre la marcha qué necesitan y cómo proveerse de ello. Por ejemplo, en un proyecto de ‘cohousing’, la comunidad puede proveerse de un huerto común, de atención a domicilio para las personas que lo necesiten, de un comedor o, en el caso de los habitantes más jóvenes, de un servicio de cuidado de los niños para facilitar la conciliación. “Incluso se puede prever que la comunidad tenga ingresos, por ejemplo, habilitando algunas viviendas de alquiler”, explican desde Microurbanía, asociación que coordina el proyecto de ‘cohousing’ en Rivas.

Se trata de otro concepto alejado del ‘sálvese quien pueda’: “Se buscan soluciones colectivas a problemas individuales”, aseguran, “y los espacios comunes son un alto porcentaje de la superficie del edificio, pero no es una comuna. Cada uno tiene su espacio privado y se cuida mucho la transición del ámbito privado al común, de forma que cada uno cuenta con su casa o su parcela, y si no quiere salir, no sale”. Para los mayores, un colectivo que en España no hace sino aumentar, es la alternativa de la autonomía frente al modelo tradicional de residencias o asistencia a domicilio, “mucho más asequible”, añaden desde la asociación, “y con el foco puesto en el envejecimiento activo”. Pero este modelo, cada vez más, está siendo abrazado también por familias jóvenes que buscan otra forma de vivir en comunidad buscando el apoyo mutuo: “Al final, todos necesitamos cuidados o ayuda a lo largo de nuestra vida, por ejemplo para conciliar. Así, los miembros de estas comunidades se cuidan entre todos”.

La mayor parte de las personas que ya forman parte de Taray son mayores que quieren envejecer de otra forma. Entienden la vivienda no como un objeto de especulación, sino como un bien basado en el derecho de uso: un concepto a medio camino entre la compra y el alquiler, con la seguridad de la primera (lo vas a poder disfrutar siempre) y la flexibilidad del segundo. Es la cooperativa la que tiene la propiedad de todo el conjunto y va cediendo los espacios a los socios. “A diferencia que las cooperativas tradicionales, en las que la propiedad se subdivide entre ellos, que pasan a ostentar la propiedad de sus viviendas, aquí la propiedad es común y los socios adquieren el derecho de uso de por vida. Las viviendas quedan así protegidas de la especulación: si un miembro quiere salir, puede hacerlo en cualquier momento recuperando lo invertido, pero el valor del inmueble no varía en función del mercado”, apuntan desde Microurbanía.

De esta forma, cada miembro realiza una aportación inicial y después cuotas mensuales, aunque la fórmula final de contribución queda abierta a las decisiones del grupo. “En Cantabria, por ejemplo, decidieron realizar esa ‘entrada’ inicial y después ir aportando una cantidad cada mes hasta el momento de la compra del terreno; después de utilizar esa ‘hucha’, se redefinía la cuota mensual”, dicen desde Microurbanía. Una parte de las cuotas se destina a gastos de la hipoteca y otra, a sufragar los servicios con los que cuente la comunidad: lavandería, comedor, limpieza… “En otros proyectos cuentan hasta con servicio de fisioterapia, escuela infantil, viviendas para invitados o un coche eléctrico para compartir”, apunta la asociación.

De momento, el proyecto Taray en Rivas se encuentra en su fase inicial. El ‘grupo semilla’, el mínimo de personas imprescindibles para poder emprender el proyecto, ya existe, pero en las próximas fases pueden unirse más cooperativistas. Al principio, se decide cómo va a ser el peoyecto: viviendas ‘senior’, intergeneracionales… Después, con un grupo consolidado, se va avanzando en las líneas generales hasta que ya se define mejor cómo quieren vivir: aspectos legales, suelo que necesitan, cuál es el gasto máximo que se puede asumir, financiación…, hasta la ejecución, definición espacial y construcción del proyecto ‘a medida’. Ahora falta por determinar si se va a comprar el suelo o se va a solicitar al Ayuntamiento de Rivas una cesión, al tratarse de un proyecto con un marcado carácter social. Cada paso, cada reunión, supone una nueva toma de decisiones colectiva. “En el modelo tradicional, las personas entran ya en la última fase, cuando ya está definido el edificio, el suelo o incluso ya se ha empezado a construir. En este caso, desde el principio se define todo por parte de los propios miembros de la comunidad”, apuntan desde Microurbanía.

El próximo sábado, 7 de octubre, Microurbanía y Taray han organizado una jornada informativa sobre el proyecto de ‘cohousing’ ripense, a la que también acudirán miembros de Trabensol para compartir su experiencia. Será en la Casa de Asociaciones, de 11.00 a 14.00 horas.

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