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Carmen Pardo, conocida cariñosamente como Beba, a lomos de Nano III

A sus 11 años se ha convertido en una promesa de la hípica y en un orgullo para la ciudad de Rivas, donde reside. Carmen Prado es una joven amazona que ha despuntado de la mano de sus progenitores, apasionados de los caballos y que, al frente del Centro Ecuestre Montenga de Arganda del Rey, han inoculado en la joven Beba (así se la conoce cariñosamente) el amor por este noble deporte.

Su palmarés es envidiable y denota que su trayectoria no es solo a futuro. En su corta pero extensa carrera, Beba cuenta ya con un inmaculado currículum coronado por grandes actuaciones a nivel regional, nacional e internacional que le hacen ser una de las grandes figuras de la equitación en su categoría.

Desde que se subiera por primera vez a lomos de Titanic, un hermoso pony con el que comenzó a dar sus primeros pasos, su carrera en la modalidad de doma clásica está siendo meteórica: dos bronces en campeonatos de España (2019 y 2020), tres oros en campeonatos de Madrid (2018, 2019 y 2020), sendas victorias en la Copa Federación (2018 y 2019) o la vitola de campeona de la Copa del Rey son solo algunos de los títulos que colman las vitrinas de esta pequeña figura de la equitación.

Catalogada ya como deportista de alto rendimiento por la Comunidad de Madrid, Beba no puede esconder su pasión por los caballos, que se han convertido en una parte esencial de su vida desde muy pequeña. Entrena seis días a la semana con varios ejemplares, entre ellos Nano III, pura raza española de 13 años de edad con quien ha logrado sus últimas victorias y con quien mantiene un vínculo más allá del deporte. “Cuando estás con ellos te sientes bien, me gusta estar con ellos, son como un amigo más”, explica Beba a Diario de Rivas, para confesar que “a Titanic le tengo especial cariño”.

El límite de esta joven prodigio de la equitación no está aún escrito. La naturalidad con la que vive esta experiencia y con la que afronta cada competición, junto a la vocación, la dedicación y el enorme trabajo que realiza, son los ingredientes ideales que ya están dando sus frutos. “Me gusta competir, aunque en el calentamiento me pongo nerviosa, pero cuando salgo lo disfruto porque me gusta y me lo paso bien dentro de la pista”, relata.

A por los Juegos

Después de conseguirlo prácticamente todo a nivel regional y nacional, Beba lo tiene claro: “Me gustaría llegar a los Juegos Olímpicos en un futuro, poder estar allí sería mi sueño”.

Pero antes de eso, es consciente de que debe continuar con su formación, que actualmente recibe en un centro educativo de la capital. En Rivas también practicaba gimnasia rítmica, otra de sus pasiones, aunque insiste en que ‘de mayor’ quiere dedicarse profesionalmente a los caballos, ya sea compitiendo o “como profesora” en su propia escuela, a imagen y semejanza de su madre, Carmen Gómez-Járabo.

GALERÍA: Beba, la joven amazona ripense

“Este es un deporte bastante longevo: si te cuidas puedes montar y competir a avanzada edad. La edad media de la gente que gana está en 45-50 años, aunque ahora viene la juventud pegando fuerte y hay más chavales a nivel top, pero a esa edad es cuando la gente está triunfando. Ella sabe que hay que estudiar, hay que formarse, porque dedicarse a esto es duro y sacrificado”, explica Carmen.

Ser jinete profesional tiene un gran desgaste físico y además profesionalmente no está muy bien pagado, tienes que estar muy arriba para poder mantenerte solo de eso. Lo normal es que se viva de dar clase y además permitirse el lujo de competir. En doma clásica la competición no está muy remunerada, tiene premios pero las inscripciones son muy caras, junto a gastos de viajes, etcétera, de manera que o tienes un caballo de un propietario o un patrocinador, o lo normal es que tengas una escuela de base que te dé el sustento”, detalla la madre de Beba.

Sea como fuere, la pasión que destila la joven amazona ripense y la naturalidad con la que se desenvuelve a lomos de Nano III le han llevado a ser lo que es hoy en día, una realidad de la equitación nacional laureada a su temprana edad y con un brillante futuro por delante para seguir cosechando triunfos y poder alcanzar su sueño de participar en unas Olimpiadas.

Campeonato de Madrid

Camarma de Esteruelas fue testigo, los pasados días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre, de la última gran victoria de Beba en el Campeonato de Madrid. Después de haber conseguido el bronce en el torneo nacional celebrado apenas unas semanas atrás, la ripense se colgó el oro en categoría alevín y contribuyó a la consecución de la medalla de plata por equipos junto a Julia Martínez y Carmen Gálvez, representando al equipo Montuengalgones.

 

 

 

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